Se persigue por ley a los prostíbulos de animales en Europa

Prohibición del sexo con animales ante su crecimiento.

 

El año pasado Alemania equiparó su normativa a las directivas de la Unión Europea de prohibir la zoofilia, después que lo hicieran Gran Bretaña, Francia y Suiza; y entra en vigor en Suecia el 1º de enero de 2014. Sin embargo una cosa es la evolución de las leyes y otra es la evolución de los gustos y usos de los grupos humanos. Generalmente las leyes siguen de atrás a los cambios de costumbres de las sociedades. Hoy está prevaleciendo la opinión de las asociaciones de defensa de los animales, pero hay que advertir que la necesidad de sancionar estas leyes es consecuencia de una extensión de la práctica de la zoofilia, que está indicando el aumento del apetito sexual de grupos, especialmente de hombres, por los animales.

 

ovejas pastando

 

Pero en el futuro hay que observar si la ley y la vaga moral imperante, logran dominar estas nuevas tendencias. Porque probablemente el crecimiento de la zoofilia está en relación con la apertura de la sexualidad que se está dando en occidente, que comienza con la celebración e impulso de la homosexualidad, luego la admisión de tales parejas como matrimonios, y se comienzan a insinuar los reclamos de los grupos poliamorosos o polígamos para hacer valer sus derechos. ¿Por qué nosotros no, si nos amamos y el amor es la base del matromonio según occidente?, dicen los poliamorosos.  

BASTA DE BESTIALISMO EN ALEMANIA

En Alemania, hasta el año pasado, era ilegal el porno con animales, pero no el sexo con ellos.

Se destaca incluso el testimonio de un agricultor de la región de Gross-Gerau en el suroeste de Alemania, que advirtió que su una vez amigable rebaño de ovejas, estaba empezando a alejarse del contacto humano, así que él instaló una cámara de circuito cerrado de televisión en el techo de su establo, para descubrir que varios hombres a escondidas durante la noche abusaban sexualmente de su ganado. 

Incluso, se denuncia la existencia de prostíbulos y de “zoos eróticos“, que la gente puede visitar para abusar de los animales que van desde las llamas a cabras.

En el 2012 el parlamento comenzó a debatir los cambios al Código Nacional de Protección Animal de la Comisión de Agricultura. La bestialidad había dejado de ser un delito en 1969, pero en los últimos años el número de personas que se cree que participan en tales actos se ha incrementado significativamente.

En diciembre de 2012, el Bundesrat, la Cámara que representa a los estados federados alemanes, aprobó una reforma a una ley federal que puso fin a la polémica que nació en el 2011. Por primera vez, el Bundesrat decidió prohibir el «uso de animales para actividades sexuales», un delito que será castigado con multas que ascienden a los 25.000 euros.

Aunque Alemania había sido tolerante en el pasado con la práctica de la zoofilia, decidió aceptar en 2012 una antigua reclamación de las asociaciones que protegen a los animales y que exigían que la práctica sexual entre seres humanos y animales fuera prohibida en el país. La iniciativa de las asociaciones civiles fue apoyada por el Ministerio de Agricultura que redactó una reforma a una ley federal.

El Bundestag aprobó la reforma a la ley ignorando una protesta iniciada por el grupo Compromiso Zoófilo para la Tolerancia y la Claridad (ZETA en sus siglas en alemán) que dirige Michael Kiok, un bibliotecario de Münster, que mantiene una apasionada relación amorosa con su perra de raza pastor alemán, Cissy, desde hace siete años.

El grupo ZETA inició una campaña nacional para impedir la prohibición de la zoofilia con un argumento contundente.

«Las leyes morales, tales como la prohibición de la zoofilia, no tienen nada que hacer en un Estado de derecho», repitió Kiok en un sinnúmero de entrevistas que fueron publicadas en la prensa germana.

«Es más fácil comprender a los animales que, por ejemplo, a la mujeres«, dijo el bibliotecario al periódicoTagesspiegel.

Kiok, que estuvo casado, confesó que había reprimido durante años su inclinación por los animales después de haber tenido su «primera experiencia a los 15 años», había llegado a Berlín para participar en una manifestación de protesta que se realizó frente a la sede del Bundesrat.

«Nos sentimos como criminales» admitió el bibliotecario.

Y confesó que al menos otros 100.000 alemanes que practican regularmente la zoofilia en el país, compartían su sufrimiento. Datos de organizaciones civiles elevan el número hasta dos millones de personas, una cifra difícil de comprobar.

Mientras los representantes de los estados federados, reunidos en el plenario del Bundesrat iniciaban el trámite para aprobar 17 nuevas leyes federales, en la calle los zoófilos exhibían carteles donde se podían leer frases apropiadas al mundo del bestialismo:

«Amamos a los animales»; «Rechazamos todo tipo de violencia y abusos que pueda causar sufrimientos y nos duele el alma ver sufrir a los animales»; «No podemos hacer nada contra nuestras inclinaciones, por eso ejercemos nuestras inclinaciones con responsabilidad».

Después de conocer el resultado de la reunión del Bundesrat, Michael Kiok abandonó la manifestación con la derrota marcada en su rostro. A pesar de la derrota legal, Kiok admitió que su grupo ZETA recurrirá a la Corte Suprema para invalidar la ley que prohíbe el sexo entre seres humanos y animales en el país.

SUECIA AMPLIARÁ POR LEY LA PROHIBICIÓN DE ZOOFILIA

Los últimos datos estadísticos disponibles en Suecia son de 2006, cuando se reportaron alrededor de 100 denuncias por sospecha de abuso sexual de animales.

El gobierno de Suecia anunció la semana pasada que aplicará a partir del próximo año una legislación que amplía la prohibición de la práctica de la zoofilia, que hasta ahora era considerada ilegal únicamente si había pruebas de maltratos a los animales.

«El gobierno pasará a reforzar las reglas sobre la zoofilia, de forma que no haya más dudas con relación al hecho de que está prohibido infligir sufrimiento a animales», expresó en un comunicado el ministro de Agricultura, Eskil Erlandsson.

De acuerdo con el ministro, «no debe caber ninguna duda de que la zoofilia es inaceptable».

Hasta ahora, la legislación sueca estipula que la zoofilia es ilegal únicamente en los casos en que se puede probar que los animales fueron sometidos a malos tratos o sufrimiento.

Desde el 1 de enero próximo, cualquier acto sexual con un animal será sancionado con una multa, una pena de prisión que puede llegar a un máximo de dos años, o las dos penas sumadas, aún en los casos en que los animales no muestren señales de malos tratos.

El vocero de la Federación Sueca de Veterinarios, Johan Beck-Friis, dijo a la AFP que considera,

«muy bueno que la ley sea modificada. Es muy importante que la sociedad establezca claramente que es inaceptable utilizar animales de esa forma».

Según Beck-Friis, bajo la normativa actual los veterinarios pueden sospechar que un animal ha sido abusado sexualmente, pero no pueden hacer nada porque no hay pruebas físicas. Por ello, no existe una estadística de cuán extendida está la zoofilia en el país. Beck-Friis dijo que los últimos datos estadísticos disponibles en el país son de 2006, cuando se reportaron alrededor de 100 denuncias a la policía por casos de animales con señales evidentes de malos tratos con sospecha de abuso sexual.

Fuentes: Daily Mail, El País, El Heraldo, Signos de estos Tiempos

 

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