¡Cuidado! Te pueden Transferir un Espíritu Maligno Sin que te des Cuenta [¿cómo protegerte?]

Las diferentes formas de transferencia de Espíritus Malignos y cómo precaverse.

¿Has estado en algún evento o en el cine, cuando de repente alguien grita y un sentimiento de miedo o pánico toma a la gente?

¿Y te has dado cuenta cómo en los grupos de amigos se les pegan los mismos tics, forma de hablar y actitudes, o incluso desarrollan las mismas formas de ver el mundo?

Es lo mismo que sucede cuando una persona toma contacto con el virus del catarro y se enferma.

Los espíritus se transfieren de una persona a otra o simplemente está en el ambiente, y entonces te afectan.

Esto sucede en el mundo material y espiritual.

Aquí hablaremos sobre cómo se transfieren los espíritus malignos, incluso a través de la oración por otras personas, y aún más por la imposición de manos, y hablaremos sobre qué cuidados debes tener para protegerte.

Nuestros cuerpos tienen diferentes puertas físicas por las que pueden recibir información el alma o la mente, son los cinco sentidos, pero luego están las cosas que llegan a nuestra mente como sueños o simplemente mociones.

El espíritu de una persona puede ser influenciado por fuerzas espirituales del bien o del mal, ángeles buenos o ángeles malos a través de estas puertas.

Y podemos abrir nuestras puertas espirituales hacia bendiciones, cuando obedecemos la palabra de Dios.

O podemos abrir puertas espirituales que nos llevan a una maldición, cuando por ejemplo aceptamos el pecado.

La biblia cuenta que Yahvé le dijo a Moisés que reuniera a 70 de los ancianos de Israel y que los trajera a la puerta del Tabernáculo.

Él descendería y tomaría el espíritu que está en Moisés y lo pondría en ellos, para que llevaran la carga del pueblo y no sólo la llevara Moisés.

O sea que el espíritu que estaba en Moisés fue transferido a estos ancianos.

Y esto nos sucede todo el tiempo o nos lo pueden hacer a través de los grupos en los que actuamos, lo que le decimos a la gente, lo que predicamos y también por la imposición de manos.

Cuando hacemos estas cosas transferimos nuestro espíritu, lo transportamos a una persona o grupo y viceversa.

¿Y qué sucede con la transferencia de espíritus malos?

Pueden penetrar cuando abrazamos y justificamos el pecado.

También cuando hemos tenido experiencias traumáticas y no las hemos superado, por ejemplo abuso, rechazo, accidentes graves, divorcios, problemas económicos.

Abrimos la puerta también cuando creemos algunas mentiras del enemigo que aparentemente son inocuas, “qué te va a hacer fumar marihuana de vez en cuando” o “qué te va a hacer tomar una copa más”.

Los espíritus malignos también entran cuando nos exponemos a cosas impías, como por ejemplo pornografía, películas de terror, música satánica, amistades impías qué cultivan el esoterismo y el ocultismo, los horóscopos y tiradas de cartas.

El no perdonar también genera rencor y por ese rencor entra el maligno.

Y también puede entrar cuando hemos sido maldecidos de alguna manera.

Las maldiciones pueden ser pronunciadas específicamente de palabra sobre nosotros o haber venido a través de hechizos o trabajos.

O nos pueden suceder sin que tengamos ninguna actividad, como con las maldiciones generacionales, que se transfieren a través del linaje familiar, como el alcoholismo, el suicidio, el abuso.

En nuestra cultura de hoy día estamos expuestos a muchas diferentes formas de “entretenimiento” y “actividades” que pueden ser usadas para transferirnos espíritus negativos.

Puede ser a través de la “música” que escuchamos, los “materiales” que vemos y leemos, los programas de televisión y películas que vemos, los “juegos” que jugamos, las redes sociales en las que participamos.

Muchos de los problemas actuales de crimen y violencia en nuestros jóvenes, son un resultado directo de una transferencia de espíritus a través de estas formas de “entretenimiento.»

Porque tarde o temprano, lo que alimentamos a nuestras mentes llegará a nuestros corazones

No estamos hablando de breves encuentros con estas cosas sino una exposición continua a su influencia y a los “espíritus” que están detrás.

Y por supuesto el peligro dependerá del tipo de material y nuestra receptividad para recibirlo.

Quién transfiere un espíritu malo no quiere decir que esté poseído, sino simplemente que es receptivo o tiene abierta una puerta para que actúen a través de él los espíritus malos.

Por ejemplo, se sabe que grupos de rock satánico ponen sus manos sobre las grabaciones que realizaron, donde hay todo tipo de expresiones malignas transmitidas, con la intención de transferir los espíritus que hay allí.

Nuestros pecados son una de las puertas que le abrimos para los espíritus del maligno.

Recuerda que pecamos con nuestros ojos, nuestros oídos, nuestras manos, nuestra lengua y nuestra mente.

Pero también otra persona nos puede transmitir un espíritu maligno por el contacto de imponerle las manos.

Una advertencia a esto la podemos ver claramente en 1 Timoteo 5:22 donde dice textualmente,

“No te apresures a imponer las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos, consérvate puro.”

Pero también podemos tener una transferencia de un espíritu de otra persona simplemente orando por ella.

Lo cual es especialmente importante para tener en cuenta cuando oramos por la liberación de una persona, aunque no le impongamos las manos.

Cuando queremos transferir nuestro espíritu o el espíritu del grupo oración a una persona, también podemos tener la transferencia de la persona por la que estamos orando y en sentido inverso.

Este tipo de transferencias ocurren sin que la solicitemos.

Cuando se ora por alguien sobre quien no se tenemos autoridad, como por ejemplo un amigo, se puede experimentar la cruz de esa persona y recibir los “dardos de fuego del demonio”

Hay casos durante la transferencia, que Dios permite que la persona que reza oraciones de liberación llevé la cruz de la persona afligida.

Para que la víctima reciba gracias sanadoras cuando la cruz sale de sus hombros.

Es el gran misterio que San Pablo dice en Gálatas 6:2:

“Llevad los unos las cargas de los otros y así cumplireís la ley de Cristo”.

Santa Faustina Kowalska dice en su diario 41, que vio a un siervo de Dios en peligro inmediato de cometer un pecado mortal.

Empezó a suplicar a Dios que le enviara todos los tormentos a ella y sintió una corona de espinas en la cabeza que duró 3 horas.

El siervo de Dios fue liberado de este pecado y su alma fue fortalecida por una gracia especial de Dios.

Y el diácono Guadalupe Rodríguez dice que oró por una persona afligida y recibió una transferencia.

Rezó oraciones de liberación para un drogadicto que estaba luchando. Y durante un día entero tuvo un gran deseo de drogas.

Esto sucedió para que la persona pudiera experimentar la cruz saliendo de su espalda y pudiera recibir las gracias sanadoras para combatir la adicción.

Y Santa Faustina en su diario #192 da otro ejemplo de transferencia emocional, una vez tomó una terrible tentación que uno de las estudiantes en la casa de Varsovia estaba pasando.

La tentación era el suicidio y durante 7 día sufrió esta tentación.

Estas transferencias no duran mucho como regla general.

Y la mejor manera de deshacerse de ellas es rezando oraciones de liberación por uno mismo, frente al Santísimo Sacramento.

De acuerdo a todo esto es importante prever las posibles transferencias cuando oramos por alguien y especialmente cuando le imponemos las manos.

Quienes están en el Ministerio de Liberación, por ejemplo, deberían ser personas de oración profunda y estar en gracia cuando oran oraciones de liberación para otras personas.

Y además estar dispuestos a tener algún dolor y sufrimiento debido al profundo amor a Dios.

Siempre es aconsejable decir una oración de protección antes de la sesión de liberación, para evitar la transferencia de espíritus de aflicción y de enfermedad.

La oración puede invocar el nombre y la sangre de Jesús cómo protección, y atar cualquier espíritu de represalia.

También en esta oración se puede invocar la protección de la Santísima Virgen y los Santos Ángeles.

Otra estrategia es poner a Jesús en el medio para eliminar cualquier represalia.

Esto se hace enfocándose en Jesús, imaginando que Él se pone entre ti y la persona o grupo que tiene la maldición o la aflicción.

Y también se puede declarar estar convencido que Jesús el Buen Pastor es el único protector.

Y luego pedirle Su escudo e imaginar un escudo alrededor tuyo.

La dificultad es que estas transferencias te pueden llegar a ti sin que te des cuenta cómo llegaron.

¿Y qué hacer en estos casos?

En esos momentos deberías desconectarte de cualquier pensamiento desagradable y rechazarlo.

Si está oscuro enciende la luz y ve al sol, sal a caminar.

Ora a Dios con fe dándole gracias por el auxilio que le pides y pide que te mande a sus ángeles para ayudarte.

Apaga tu imaginación y concéntrate en el momento actual, no pienses en cosas del pasado ni de lo que puede suceder en el futuro.

Cambia lo que estás haciendo en este momento, por ejemplo ve a comer o beber algo, comienza a leer las escrituras o algún libro devocional.

Haz sociabilidad con otras personas que sean positivas y te ayuden a cambiar tu estado de ánimo.

Y si persiste, ayuna.

Pon un CD con cantos gregorianos o música católica.

Recuerda las cosas buenas que te han pasado en la vida y todas las bendiciones que Dios te ha dado.

Recuerda a las personas qué han sido benefactores tuyos o a las que estás estrechamente ligado.

Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre cómo funcionan las transferencias de espíritus, especialmente de espíritus negativos, y los cuidados que hay que tener para que no te afecten demasiado.

Y me gustaría preguntarte si alguna vez te has dado cuenta que alguien te estaba transfiriendo un espíritu negativo y que hiciste para defenderte.

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