Ambientalista radical que omite la palabra Dios.

 

Se está por estrenar la superproducción hollywoodense Noé, protagonizada por Rusell Crowe y dirigida por Darren Aronofsky, en medio de un marketing que incluía una audiencia del actor con el Papa Francisco, pero que a pesar de estar agendada, extrañamente el pontífice rechazó, aunque se trata de una película que versa sobre un tema bíblico, los que en general son soslayados por la industria de los medios, salvo para criticar.

 

noe russell crowe

 

Lo que sucede es que este Noé, si bien se basa en la historia bíblica, lo hace tan libremente como para tergiversar rotundamente el mensaje central. El film presenta a un Noé ecologista que sobre esta clave ve el mundo, o sea que esa es su especie de religiosidad, y que además no menciona a Dios sino al Creador.

Estas dos cosas por si solas muestran que se trata de un Noé «políticamente correcto» y no bíblicamente correcto, porque su religión es el ambientalismo, que es la religión que está impulsando la ONU y sobre la cual se está conformando el nuevo orden mundial, superponiéndose a las demás religiones del mundo, y que al cambiar la palabra Dios por la de Creador, se asocia con la narrativa de la New Age.

THE HOLLYWOOD REPORTER CONFIRMA LOS RUMORES

Está previsto que Noé, la colosal bíblico hollywoodense película de Darren Aronofsky inspirada por la historia de Noé y protagonizada por Russell Crowe sea un éxito de taquilla, cuando se estrene el 28 de marzo en los EE.UU. y a partir de abril en el resto del mundo, pero se perfila como una gran catalizadora de controversia.

Noé cuenta la historia de este personaje bíblico, un humilde carpintero que comienza a tener visiones apocalípticas sobre el diluvio universal y para salvar a su familia construye una embarcación en la que también mete parejas de distintas especies animales.

Después de las primeras proyecciones confidenciales para teólogos y líderes de algunas denominaciones religiosas de norteamérica se han filtrado rumores que describen a Noé de Aronofsky como una especie de ecologista loco. Pero al parecer, no es sólo la opinión de algunos cristianos conservadores que exageran su resentimiento; una confirmación mucho menos polémica llega a partir de Todd McCarhy, quien ha revisado la película para el insospechable The Hollywood Reporter.

Según McCarthy, Noé es una película «vital y atrevida», una especie de cruce entre Gladiador y El Señor de los Anillos de Peter Jackson, por lo tanto, debe considerarse en primer lugar una película de acción.

Pero  en general parece haberse olvidado que el trabajo de Aronofsky se basa en un tema bíblico, con el que hay que proceder con cautela y respeto, aunque vaya al gran público y sea una superproducción de U$S 125 millones para la Paramount.

«EL CREADOR» 

De hecho Aronofsky ha aderezado la historia de Noé con una gran cantidad de «ambientalismo agresivo», dice McCarthy.

Y es inevitable que cualquier persona que espera o exiga una transposición más o menos literal de la historia «aquí encontrará muchas razones para lanzar sus rayos».

La película – advirtió el periodista –

«molestará a algunos por la omisión total del nombre ‘Dios’ en el diálogo, a otros por las numerosas invenciones narrativas y a muchos por sus pesados ??mensajes de apocalipsis ecológico, que sin duda lo caracterizan como un producto de su tiempo».

Por otro lado, dice McCarthy, el director y co-autor

«muestra de inmediato su revisionismo cambiando así palabras del Génesis», como «En el principio no había nada»

Y si bien en el texto bíblico es «Dios es el que habla» aquí la persona que habla es inevitablemente Noé, «que en algún momento se enoja con el silencio del que él simplemente llama el Creador: ‘¿Por qué no me contestas?‘».

Tanto es así que Russell Crowe en la película parece «recibir órdenes de inquietantes visiones semi-alucinatorias»

Noé también se presenta como darwinista a cuando habla de la creación del mundo a su familia, describe un tipo de «evolución macro» darwinista. Un poco de «objetos mágicos» y «extraños animales» del estilo unicornios esparcidos aquí y allí para hacer la evolución.

AMBIENTALISMO AGRESIVO

En cuanto al ambientalismo, McCarthy cuenta que:

«Durante una visita a su anciano abuelo Matusalén (Anthony Hopkins), los dos están de acuerdo en que ‘son los hombres los que han arruinado el mundo’ y es por eso que el Creador lo destruirá. Aunque Noé dice a uno de sus hijos: ‘Tenemos que tomar sólo lo que necesitamos, lo que podemos utilizar’»

Es, por supuesto,

ese «tipo de religión medioambiental de retorno a la tierra que para muchos ha sustituido a la fe tradicional».

Por otra parte, el pecado principal por el que el Crador (Dios) quiere dar rienda suelta a la inundación, de acuerdo con Noé de Aronofsky, es «el abuso del medio ambiente», causado por una «industrialización primitiva», en resumen, el calentamiento global antes de su tiempo.

Según el relato del Génesis, el principal problema de la generación de Noé es la «violencia», pero en la película son «la caza de animales y la actividad minera.»

Fuentes: Tempi, Signos de estos Tiempos

 

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