El culto y la liturgia religiosa tienen su encanto para muchos que no creen en Dios, especialmente el sentido de comunidad que implican, y por eso ha llevado a unos comediantes londinenses a lanzar una iglesia que haga lo mismo que una iglesia religiosa, pero sin creer en Dios.
De hecho esto está sucediendo en algunas religiones reales, a cuyos cultos concurren grupos de personas que no creen en Dios y van porque los consideran una expresión de la comunidad, como lo ha vivido en una sinagoga quien escribe este artículo.
No es frecuente que uno oiga hablar de los ateos que asisten a la iglesia, sin embargo, un nuevo movimiento parece estar preparándose, ya que los no creyentes buscan la manera de crear grupos comunitarios laicos.
Una Iglesia Unitaria en Tulsa, Oklahoma, está celebrando reuniones semanales para los ateos y humanistas. Y, ahora, en Londres, unos comediantes están poniendo en marcha su propia casa de culto – un proyecto secular que está despertando la atención internacional.
La Gaceta de Islington está reportando que los comediantes Sanderson Jones y Pippa Evans se están preparando para lo que han apodado «una congregación sin Dios«, que se ubicará en Canonbury (un barrio residencial del norte de Londres). La iglesia atea, llamada «La Asamblea del domingo«, proporcionará bodas, funerales laicos y servicios mensuales (el primer domingo de cada mes).
Jones y Evans, un dúo musical empobrecido, lanzará la iglesia el 6 de enero (en la Fiesta de la Epifanía). De acuerdo con la Gaceta, los dos decidieron crear la casa de culto cuando se dieron cuenta de que, mientras se puede disfrutar de algunos aspectos de la religión, también se puede no creer en un poder superior.
«Pensamos que sería una pena no disfrutar de las cosas buenas acerca de la religión, como el sentido de comunidad, sólo a causa de un desacuerdo teológico», dijo Jones.
En lugar de reverendos in-house, la iglesia incluirá ponentes que vayan a hablar sobre una variedad de temas de cada mes. Y, como las iglesias, la casa de adoración incluirá una banda dirigida por Evans.
«Todos debemos estar ridículamente emocionados cada momento de estar vivos en uno de los mejores países del mundo», señaló Jones. «Si la iglesia se convierte en un lugar útil para los demás, sería una buena cosa. Sólo queremos que las personas se sientan alentadas y entusiasmadas cuando se van».
Mientras que el nuevo proyecto Jones y Evans es ciertamente curioso, no son los primeros no creyentes que comparten la apreciación de la cultura de la iglesia. El Autor Alain de Button, también, ha señalado que los ateos pueden aprender un poco de los creyentes.
Pero esto también se puede hacer en medio de un culto de una verdadera religión.
Hace un tiempo recuerdo que una amiga judía me invitó a ir a un shabat a su sinagoga, a la que concurría todos los viernes, y como nunca había ido a ninguno, sólo había entrado a sinagogas para casamientos y barnisba, me pareció una buena idea.
El templo era del tipo protestante, el servicio tuvo muchas canciones, que seguíamos con un libro de cantos y de oraciones escrito fonéticamente para poder participar todos, y con un rabino sin la apariencia típica del rabino (ni rulos, ni barba), que dio una homilía sobre un tema de la vida diaria del judío. Y la verdad, me gustó la emoción que había en el ambiente y en la gente.
Al terminar, mi amiga me invitó a un cumpleaños de una de las personas que estaban allí, y cuando llegamos, había cerca de una docena que habían estado en el shabat.
Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando surgió en la conversación con media docena de ellos, que no creían en Dios, entonces les pregunté cómo podían recitar los salmos que hablan de Dios con esa emoción si no creen, e ir todos los viernes a un local religioso para un culto religioso, y la contestación fue que lo toman como algo del folklore de Israel, como anécdotas de los padres fundadores que creían en Dios, pero que ahora ya muchos no creían en ello.
O sea que el sentido que estos judíos le daban al shabat celebrado en la sinagoga era de reafirmación de su nacionalidad, raza o comunidad.
Obviamente no hay por qué suponer que esto sucede entre todos los judíos y en todas las sinagogas.
¿Hay mucha diferencia entre lo que hacen estos judíos con lo que estos ateos quieren hacen en Londres y lo que hacen en Oklahoma?
Fuentes: The Blaze, Signos de estos Tiempos