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En Chihuahua en México la policía está investigando un ritual satánico que se hizo para transformar a la víctima en un vampiro.
Los 3 acusados profesaban el satanismo y realizaron el rito a la víctima dentro de un cibercafé, que era un amigo suyo llamado Edwin Miguel Juárez Palma, según los investigadores.
La víctima no sabía que iba a ser sacrificado, pero los llevaron al café diciéndole que iba a ser iniciado en una secta llamada “Hijos de Bahomet”.
Sin embargo el joven estaba dispuesto a participar en el rito para resucitar como un vampiro.
El padre Juan Antonio Fortea, conocido exorcista, que realizó un exorcismo Magno a México en la Arquidiócesis de San Luis de Potosí en mayo de 2015, dijo que “la moda del vampirismo es algo que está cerca del satanismo”.
Y agregó que “no es sólo una muestra de las tinieblas sino más bien un gusto por el mal, una estética conectada a toda una forma de ver la vida, y el vampirismo equivale a la adoración del diablo”.
En definitiva dijo el Padre Fortea, que no es inmediato y espontáneo el pasaje hasta ser un satanista, “una persona sólo adora al diablo cuando ha llegado al final de un completo proceso de degradación moral, porque hay una diferencia muy grande entre seguir sus propias pasiones y participar en un ritual satánico”.
Esta aseveración de Fortea es por demás importante, porque alguna gente confunde el satanismo con seguir los dictados de la cultura moderna y sus propios instintos naturales.
Vampiristas
Aunque en la cultura actual hay muchos aspectos satánicos el satanismo como dice Fortea, “es una degradación final” del estar en pecado permanente.
Es como si a una persona no le alcanzan ya los pecados que ha cometido y tiene que pasar a un umbral superior de su carrera.
Y en términos generales se observa Fortea que “cuanto más se aleja una sociedad de los caminos de Dios, más casos hay de satanismo. Y cuanto más cristiana es una nación, menos casos hay de adoración al demonio”.
Puedes leer nuestro artículo sobre el Exorcismo Magno a México aquí.
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