Videntes, místicos, santos de todas las épocas han tenido visiones sobre la vida de la Santísima Virgen.

Quienes han escrito más son Santa Brígida, María de Agreda, Ana Catalina Emmerich y María Valtorta.

Incluso se ha informado que la propia Virgen le ha dictado a la vidente Vicka de Medjugorje su vida.
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Quien lo ha escrito en unos fascinantes cuadernos que sólo ella puede ver, y que será publicada cuando la humanidad esté lista.

En este artículo queremos resumir pasajes de esas visiones que en algunos casos son sorprendentes.

Estas visiones no contradicen lo que dicen las escrituras sino que la amplían.

 

MARÍA YA FUE ANUNCIADA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

En el Génesis 3: 15, en lo que se llama protoevangelio, aparece ya la figura de María cuando dice,

«Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te aplastará la cabeza y tú le morderás el talón».

La mujer es María y la simiente es Jesús. Lo que le llevará a decir a San Ireneo,

«El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María».

Porque recordemos que el pecado original surgió por la desobediencia de Eva, al comer del Árbol de Conocimiento que había prohibido Dios.

En el protoevangelio se muestra a la Santísima Virgen en el centro del plan de Dios en la lucha contra el maligno y en el plan de salvación.

En el Antiguo Testamento también aparece prefigurada María en Zara la esposa de Abraham, que engendro a Isaac y también en Ana, que engendró a Samuel; ambas luego de muchos años de no poder tener hijos.

También está prefigurada en Judith, Esther y Jael, en el Cantar de los Cantares y en Sirácida.

De modo que la célula primigenia humana que inició la redención partió de la Virgen María y fue preparada desde el principio de los tiempos.

Entonces debemos ver estas prefiguraciones del Antiguo Testamento como la historia de la Santísima Virgen previa a su nacimiento.

Luego el Nuevo Testamento y la tradición contarán la historia de María a través de los sucesos que vivió en la tierra, alguno de los cuales relatamos acá.

 

LA ELECCIÓN DE JOSÉ POR ESPOSO

En general los místicos dicen que María tenía 14 años cuando el sacerdote Zacarías le dijo, en el Templo, que a esa edad debía casarse.

Esa era una preocupación del anciano, pero un ángel se le apareció en un sueño y le dijo:

“No te preocupes Zacarías, mañana cada pretendiente traerá consigo un bastón y el espíritu santo dará una señal de quién será el esposo de María”.

Efectivamente al día siguiente aparecieron los pretendientes cada uno con un bastón en la mano y se arrodillaron a orar por una señal.

Y de repente en el bastón de José – que era un carpintero y albañil – se vio florecer un lirio.

Esta es la razón por la que hay muchas imágenes de San José representado con un lirio.

Los místicos no concuerdan sobre la edad de José.

Algunos dicen que José era una persona mayor y viuda y otros dicen que era un poco mayor que María, no un anciano, y no era viudo.

Luego de sucedido lo del florecimiento del lirio José dudo y Zacarías lo consoló diciendo que el Señor ha dado un signo y debía aceptarlo.

Luego Zacarías le preguntó a María si estaba de acuerdo y María extendió su mano hacia José diciendo que aceptaba.

Ese mismo día se firmó el contrato del matrimonio y un año después se celebraría la ceremonia de la boda.

Desde ese momento María regresó con sus padres y José se fue a otra ciudad a trabajar en la construcción de un templo.

 

LA ANUNCIACIÓN

Las escrituras detallan la anunciación y pero los místicos agregan particularidades.

Algunos místicos dicen que María hizo un voto de castidad mientras estaba en el templo.

Y hablan de la duda de María, que no podía entender cómo se convertiría en madre sin tener contacto sexual y al mismo tiempo preservar su voto de castidad.

La tradición dice que María permaneció virgen antes durante y después del nacimiento de Cristo, lo cual es refrendado por los místicos.

Algunos místicos dicen que María en el momento de la anunciación estaba en una casa en Nazaret que había heredado o que le habían dado sus padres.

Sin embargo otras tradiciones sitúan el momento en que se aparece el ángel cuando María fue a sacar agua del pozo antes que sus padres se despertaran.

Hay desacuerdo entre los místicos si la madre de María Ana aún vivía en ese momento.

María Valtorta y María de Agreda dicen que había fallecido.

Mientras que Ana Catalina Emmerich dice que San Joaquín había fallecido y Ana aún vivía, pero estaba casada con su segundo marido.

La mayoría de los místicos dice que ella estaba orando por la venida del Mesías con profunda humildad, sin darse cuenta que estaba orando por sí misma.

E incluso María Valtorta dice que en una oración le decía a Dios “concede a tu sierva ofrecer su vida para este propósito” o sea la venida del mesías.

Y María de Agreda complementa que María tenía un deseo ardiente de ser la sierva de la mujer destinada a ser la madre del mesías.

Básicamente los místicos concuerdan en que el Ángel Gabriel se le presentó diciendo que él venía en nombre de Dios, que no tuviera miedo, que Dios lo había enviado para decirle que deseaba que tuviera un hijo.

El Ángel Gabriel le explica cómo será la encarnación ante la duda de María.

Y para convencerla le informa que su pariente Isabel concibió un hijo a pesar de su edad y su esterilidad, y que está en el sexto mes de embarazo.

Entonces María da su consentimiento a la encarnación.

Todo esto es contado en los evangelios, pero los místicos dan detalles de este hecho.

Hablan que la habitación se iluminó cuando llegó el Ángel Gabriel.

Y que María se llenó de alegría al ver esa presencia sobrenatural aunque no sabía quién era.

Cuando el Ángel se retiró la Santísima Virgen continuó orando en un estado de éxtasis.

Y fue en ese momento el que el niño fue concebido en su vientre.

Santa Brígida dice que María le dijo “mi hijo fue concebido instantáneamente en mi vientre con una exaltación indescriptible de mi alma y de todo mi cuerpo”.

Un hecho también interesante que María de Agreda agrega es que gran parte del mundo recibió gracias extraordinarias en el momento de la encarnación, sin saber por qué razón.

Inclusive habla de fenómenos naturales que se dieron en el momento de la Encarnación.

Y algunas personas especiales en ese momento sintieron una alegría inexplicable.

También que todo el reino angélico sabía de esta situación y estaba alabando a Dios.

  

VIAJE A BELÉN Y NACIMIENTO DE JESÚS

Las escrituras detallan ampliamente el nacimiento de Jesús y también detallan el motivo por el cual iban a Belén, que era el censo.

Detallan la búsqueda de lugar para pernoctar y el hallazgo la cueva.

La tradición dice qué María no sintió dolores de parto y que la salida del niño del útero no dañó el estado virginal de su madre.

Las místicas relatan que José estaba preocupado sobre qué hacer con su esposa embarazada. Si la llevaba al viaje o si la dejaba en casa.

Pero la Santísima Virgen entendió que el niño debía nacer en Belén para cumplir las profecías, y por eso fue al viaje.

Y Catalina Emmerich menciona que le fue enviado a San José un ángel para decirle que el niño iba a nacer en Belén.

Hay algunos detalles algunos místicos que describen la dificultad que tuvo San José para conseguir un burro.

Sin embargo Catalina Emmerich dice que el burro en el que viajaron se lo había regalado Santa Ana y no sólo un burro sino varios.

Y también Catalina Emmerich relata que el propio burro elegía por dónde ir para evitar las carreteras principales abarrotadas.

Los relatos místicos hablan de la presencia angelical permanente en el viaje hacia Belén.

María de Agreda habla de miles de ángeles presentes, que la propia Virgen María podía ver en el viaje como iluminaban los caminos.

Y María Valtorta agrega que la Santísima Virgen consolaba a San José diciéndole que eran guiados por Ángeles.

Los místicos que describen esta etapa hablan de la experiencia dolorosa de José yendo puerta en puerta para buscar alojamiento y siendo rechazado.

Y también del consuelo de la Santísima Virgen cuando regresaba.

La forma en que localizaron el pesebre varía de acuerdo a las místicas.

Catalina Emmerich dice que José ya lo conocía de cuando era niño y vivía allí.

Pero María Valtorta y María de Agreda dicen que la asistencia local y la casualidad los guio hacia el pesebre.

Todas estas visiones las contamos en detalle en los artículos:

Las Conmovedoras Visiones de Místicos sobre el VIAJE DE MARÍA Y JOSÉ A BELÉN

Deliciosas Visiones que tuvieron los Místicos sobre el NACIMIENTO DE JESÚS

Sólo resta decir qué el nacimiento de Jesús estuvo rodeado de mucha luz: un rayo de luz penetra en la cueva y aparece el niño Jesús cuando la luz se desvanece.

Ver también:

Tres Revelaciones Místicas sobre el Santo Nombre de María

Fascinantes Relatos sobre la Presentación y la Vida de la Virgen María en el Templo

La Vida Oculta de María luego que Murió Jesús y hasta su Asunción

 

LA MUERTE DE JESÚS EN LA CRUZ

El comportamiento y el sufrimiento de la Virgen María cuando la muerte de Jesús en la cruz es otro de los grandes momentos en la vida de la Santísima Virgen.

Los cuatro evangelios sinópticos detallan la pasión de Jesucristo pero hablan poco de la reacción de Nuestra Señora en esos momentos.

Se limitan a mencionar la presencia al lado de Jesús y al diálogo cuando Jesús le presenta Juan como su hijo.

Pero las místicas agregan la descripción del sufrimiento que soportó la Santísima Virgen.

Ellas dicen que sus sufrimientos fueron mucho más profundos de lo que se podía esperar.

María de Agreda dice que la Virgen María no sólo fue testigo presencial del sufrimiento sino que participó en él con su propio cuerpo virginal.

María Valtorta describe que en el momento en que la Virgen se encontró con su hijo en el camino de la Cruz, Ella tocó el corazón a su hijo y se tambaleó como apuñalada.

Catalina Emmerich describe que María estaba tan abrumada que se desmayó.

Eran tan abrumadores Los sufrimientos que literalmente habrían matado a la Santísima Virgen si no fuera por la intervención divina.

Concretamente María de Agreda dice “Ella habría muerto de tristeza sino hubiera sido respaldada por un milagro”.

E incluso cuando la muerte de Jesús dice “la madre amorosa no expiró entonces debido milagro de poder divino”.

Y en ese momento de la muerte, Catalina Emmerich agrega que “sus ojos estaban cerrados como de muerte y en ese momento ella era la reina de los mártires.

María Valtorta dice en el mismo sentido que María se inclinaba cada vez más con cada golpe, como si ella también fuera herida.

Sin embargo María de Agreda acota que la Virgen guardó silencio por el bien de su hijo y permaneció firme e invencible.

Y que no se tomó ningún descanso porque deseaba sufrir con su hijo.

Sin embargo María Valtorta da otra versión. Dice que vio a la Virgen María descansando bajo un árbol debido al calor y a su dolor.

Las místicas también hablan de lo que sucedió en el entorno cuando la crucifixión de Cristo.

La Virgen le dijo a Santa Brígida que “a la muerte de mi hijo todas las cosas fueron perturbadas y los gentiles fueron picados con un dolor inexplicable en sus corazones”.

Y Catalina Emmerich menciona que la gente en ese momento estaba como ansiosa y los animales tristes por el sufrimiento de Jesucristo.

Las místicas detallan como Cristo fue crucificado los dolores de Jesucristo, la sangre, etc., que no vamos a reproducir aquí.

Y una cosa llamativa es la mención de la presencia tanto  angélica y demoníaca durante la pasión.

Santa Brígida menciona que los ángeles estaban perturbados cuando vieron que Dios hecho hombre sufría en la Tierra.

María de Agreda habla que los demonios sintieron una pérdida de poder durante la pasión.

Pero también que había ángeles entre la gente que susurraban palabras de consuelo.

María de Agreda menciona que la Virgen oraba para que la inocencia de Jesús saliera a luz.

En ese preciso momento Jesús le pide al Padre que los perdone.

Y fue en ese momento en que el buen ladrón se convirtió a través de la oración del perdón de Jesús y las oraciones de intercesión de la Santísima Virgen.

Lo mismo describe María Valtorta, quién dice que el buen ladrón colgado en la cruz al lado de Jesús comienza arrepentirse cuando María lo mira.

Catalina Emmerich habla de lo mismo, pero dice que el momento exacto de la conversión del buen ladrón fue cuando recordó que Jesús lo había sanado de niño.

 

LOS QUINTOS MISTERIOS DEL ROSARIO

El Santo Rosario nació y se desarrolló como una devoción cristocéntrica, a pesar que en las cuentas chicas se recita una oración a la Virgen María.

Pero hay que tener claro que el Ave María la alaba a ella y le pide su intercesión en función de su maternidad divina.

Sin esa maternidad la Santísima Virgen no tendría la importancia y la veneración que le damos.

Es así que el teólogo Ronald Conte Jr. propone recitar un grupo de quintos misterio, que se ocupen específicamente de la vida de la Santísima Virgen independiente de Jesús, y que llama Los Misterios Ocultos de la Santísima Virgen.

Estos misterios son dignos de reflexión y devoción por parte de los fieles porque son eslabones fundamentales en el plan de redención de la humanidad.

El primer misterio es la Inmaculada Concepción de la Virgen

Doctrina que fue promulgada por Pío IX y que establece que la Santísima Virgen fue preservada del pecado original en su concepción, en función de que Cristo naciera de una virgen sin pecado.

El segundo misterio es el nacimiento de la Virgen María

Al que Conte cataloga de milagroso, porque en el útero de Santa Ana se prefigura el nacimiento de Cristo.

En este misterio podemos meditar sobre Ana y Joaquín, sus padres, y toda su estirpe.

El tercer misterio es el Servicio de la Virgen María en el Templo

Recordemos que la Santísima Virgen es llevada al templo de Jerusalén a los 3 años y permanece allí dedicada al servicio hasta el matrimonio con San José.

Este servicio prestado por María prefigura el servicio que nos está prestando a todos desde su nacimiento y hasta las apariciones actuales en la Tierra.

El cuarto misterio es el Matrimonio Virginal de María y José

Donde se prefigura tanto la virginidad perfecta como el matrimonio perfecto.

Este matrimonio fue santificado por el propio Jesucristo, porque nació del vientre de María y el hijo además tomó a José como su verdadero padre

También muestra la importancia de la pureza y la castidad, especialmente importantes en nuestros días.

El quinto misterio es la Anunciación de San Juan Bautista a Zacarías

Porque él y su esposa Isabel concibieron milagrosamente un hijo a pesar de la vejez, que fue el predicador que señaló al Mesías y la bisagra entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

En este misterio se puede meditar sobre la propia Anunciación a María, la Visitación de María a su prima Isabel y sobre los ministerios de Juan y de Jesús.

Y funciona como la bisagra con los misterios gozosos que comienzan con la Anunciación del Ángel a María.

Conte no sugiere un día específico de la semana para recitar estos quintos misterios, pero nos parece que el mejor día es el sábado, porque es el día dedicado a la Santísima Virgen.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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