Por qué los Estudiantes deben Rezar a San José de Cupertino

Es el Santo protector de los estudiantes en los exámenes.

Además San José de Cupertino a menudo levitaba.

Por eso es el santo patrón de los aviadores.

Y también tenía dones de bilocación.

Mira en este artículo sus grandes dones…

Pero los estudiantes que preparan sus exámenes y necesitan de un impulso celestial con los estudios, estarán contentos de saber que él también es el patrón de estudiantes en dificultades.

José tuvo graves dificultades de aprendizaje, pero con la ayuda del Cielo, eso no le impidió alcanzar el sacerdocio.

Después de pasar su infancia y adolescencia en la sencillez y la inocencia, finalmente se unió a la Franciscanos Menores Conventuales.

Luego de su ordenación al sacerdocio, se entregó por completo a una vida de devoción al Señor y a su iglesia.

Su profunda vida de devoción le llevó a la clase de santidad que se forja a través de la humildad, la mortificación voluntaria, y la obediencia.

Fue consagrado a la Virgen María y promovió su devoción en toda clase de personas, como maravilloso camino a una vida cristiana más profunda y de amor a Jesucristo.

Durante sus exámenes de seminario, el examinador milagrosamente le pidió que explicara lo único que conocía bien, y así fue ordenado diácono y más tarde cura.

Su fiesta es el 18 de septiembre.

QUIEN FUE SAN JOSÉ DE CUPERTINO

San José nació en 1603 en Cupertino, en la diócesis de Nardo en el Reino de Nápoles.

Su padre murió antes de su nacimiento y la madre endeudada, le dio a luz en un establo.

Desde la edad de cinco años el niño se dedicó a la oración devota, a menudo permanecía inmóvil, con los ojos levantados al cielo, lo que le valió el apodo de «el boca abierta».

Se dice que su madre a menudo le consideraba una molestia y lo trataba con dureza.

José era lento para aprender y distraído.
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Se decía que paseaba con frecuencia sin rumbo, con su boca abierta.
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Y, que tenía un mal temperamento, así que no era popular en absoluto.

Él trató de aprender el oficio de la fabricación del calzado, pero fracasó.

Pidió ser un franciscano pero al principio no lo aceptaron. Por último, se unió a los capuchinos, pero lo echaron.

SU CARRERA AL SACERDOCIO

A los 17 años, José se convirtió en capuchino, pero sus deficiencias intelectuales y éxtasis frecuentes le hicieron inadecuado.

Las fuentes dicen que fue porque no era capaz de hacer nada bien.

Dejaba caer montones de platos y se olvidaba de hacer lo que se le dijo.

Su madre no estaba en absoluto contenta de tener a José de vuelta en casa a los dieciocho años.

Así que habló con su hermano que era un franciscano conventual, quien utilizó su influencia para finalmente hacerle ingresar en un convento cerca de Cupertino.

Se le aceptó como un criado en el monasterio franciscano.

Se le dio el hábito de los frailes y le se puso a trabajar duro el cuidado de los caballos y mulas.

En este tiempo José comenzó a cambiar.

Creció en humildad y dulzura, los frutos del Espíritu Santo actuaron en su persona.

Se volvió más cuidadoso en su trabajo.

También comenzó a hacer más actos de penitencia voluntarios.

A pesar de su analfabetismo, los franciscanos quedaron tan impresionados por la piedad y la obediencia del joven que lo recibieron como un candidato para el sacerdocio.

Finalmente, fue capaz de entrar en la orden franciscana y estudiar para el sacerdocio.

SUS DIFICULTADES EN EL ESTUDIO

A pesar de que era bueno y santo tenía dificultades con los estudios.

José permaneció incapaz de explicar cualquier texto de la biblia excepto el versículo 27 de Lucas, capítulo 11:
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“Estaba él diciendo estas cosas cuando alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo:
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«¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»”.

El 3 de enero de 1627, el obispo Jerónimo de Franchis presidió el examen oral requerido para la prueba de acceso a las órdenes menores.

Para la elección del tema, el obispo abrió la Biblia al azar y aterrizó precisamente en Lucas 11:27.
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Para su sorpresa, José hizo un comentario brillante del texto y se le permitió avanzar.

Un año más tarde, José – para entonces diácono – recibió el sacerdocio también de una manera milagrosa.

Las solicitudes presentadas por la generación de seminaristas, a revisión por el Obispo de Castro, eran tan impresionantes que el obispo decidió que toda la clase debería ser igualmente dotada, y admitió a todos los candidatos a la ordenación.

Por lo tanto José fue ordenado en 1628, después de haber sido eximido de exámenes que probablemente no podría haber pasado.

Así que si sabes de alguien que está sudando con sus exámenes, pásale esta oración, y dile que pida la intercesión de San José para sus intenciones académicas.

ORACIÓN A SAN JOSÉ DE CUPERTINO POR LOS EXÁMENES

Oh Gran San José de Cupertino, que en la tierra obtuviste de Dios la gracia que te preguntaran en tu examen solamente las preguntas que conocías.

Obtén para mí ese favor en los exámenes que estoy preparando ahora.

A cambio te prometo hacerte conocer y hacer que te invoquen.

También voy a imitar tu vida de oración y devoción.

Por Jesucristo nuestro Señor.

San José de Cupertino, ruega por nosotros.

En algunas Iglesias está la imagen de San José de Cupertino en un ataúd de vidrio donde los estudiantes ponen sus esquelas con peticiones.

SU CARRERA DE CURA

Después de esto el Espíritu Santo comenzó a hacer muchos milagros increíbles a través de San José.

Más de setenta veces la gente dice que lo vieron elevarse del suelo celebrando misa o rezando.

A menudo entraba en éxtasis y hablaba con Dios.
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Se quedaba tan profundamente en el amor de Dios que todo lo que veía sólo le hacía entrar en una unión más profunda con Él.

Decía que todos los problemas de este mundo eran nada más que «juegos» de niños.

San José se hizo tan famoso por los milagros que finalmente se mantenía oculto del público, para tener la oportunidad de estar a solas con su amado Señor.

Por su parte, Jesús nunca lo dejó solo y un día vino a llevarlo al cielo; Muere en 1663.

Fue beatificado por el Papa Benedicto XIV en 1753 y canonizado por el papa Clemente XIII en 1767.

Es el santo patrón de los viajeros aéreos, pilotos, estudiantes y discapacitados en el aprendizaje.

EL SANTO VOLADOR

La vida de este santo se caracterizó por éxtasis y levitaciones.

La mera mención de Dios o un asunto espiritual era suficiente para sacarlo de sus sentidos y levitar.
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En la misa se dice que con frecuencia flotaba en el aire en éxtasis.

Cuando cantaban villancicos iba para el altar y se arrodillaba en el aire, en oración y éxtasis.

Las personas acudían a él en tropel en busca de ayuda y asesoramiento en el confesionario, y ayudaba a muchos a vivir una vida verdaderamente cristiana devota.

Sin embargo, este humilde hombre tuvo que pasar por muchas pruebas severas y terribles tentaciones a lo largo de su vida.

Mira descripciones de su don de levitación leyendo:

SU DON DE BILOCACIÓN

San José de Cupertino también tenía el don de bilocación, o sea estar en dos lugares el mismo tiempo.

Asistió a la muerte de su madre en su pueblo natal sin abandonar el convento de Asís donde residía.

Estando ella a punto de expirar gritó con gran dolor: “¡Oh fray José, hijo mío, ya no te veré más!”

Al instante apareció una gran luz que iluminó la habitación, y la moribunda, viendo a su hijo, gritó de nuevo llena de júbilo: “¡Oh fray José, hijo mío!”.

Al mismo tiempo el bienaventurado se encontraba en Asís y salía llorando de su celda, encaminándose a la Iglesia a orar.

El padre guardián le encontró y le preguntó la causa de su llanto. Su respuesta fue: “Mi pobre madre acaba de morir”.

La carta que llegó muy pronto confirmó la noticia; pero también se supo que el Santo había asistido personalmente a su madre moribunda.

Todos estos hechos constan en el proceso de beatificación.

Fuentes: