En el Monte Sión, fuera de las murallas de la ciudad, a la izquierda de la Puerta de Sión, notará una gran iglesia octagonal ascendiendo por entre las murallas, muy cerca del lugar donde se encuentra el Cenáculo. Era antiguamente conocida como Abadía de la Dormición de la Virgen María, pero en 1998 cambió en referencia a la iglesia de Hagia Sion que hubo antiguamente en ese lugar.
La iglesia es preciosa. Al llegar se entrevé imponente entre altas paredes. Pero lo que más llama la atención –a mí al menos- es bajar a la cripta y encontrarse con la imagen de la Virgen durmiente, antes de ser llevada al cielo. Se encuentra en el centro de una estancia amplia. El lugar y la imagen invitan a rezar. Frecuentemente acudo con amigos a rezar el rosario ante esa imagen de nuestra Madre.
“En este lugar originalmente había una Iglesia Bizantina conocida como la Santa Sión, la Madre de todas las Iglesias, pero fue destruida por los persas en el año 614. La actual iglesia fue construida entre los años 1901 y 1910 por los Padres Benedictinos. La Iglesia de la Dormición, también conocida como la Abadía de la Dormición, es uno de los hitos más destacados de Jerusalén.
Construida en estilo románico, el sitio marca el lugar donde la Virgen María cayó en su “sueño eterno”. El nombre latino de la iglesia es Dormitio Sanctae Mariae significando el adormecimiento de Santa María. Tiene un precioso mosaico del pavimento, en el centro del cual se insertan tres círculos, que simbolizan la Trinidad
Construida en estilo románico, el sitio marca el lugar donde la Virgen María cayó en su «sueño eterno». El nombre latino de la iglesia es Dormitio Sanctae Mariae significando el adormecimiento de Santa María.
El edificio original era una capilla franciscana erigida en el lugar durante el siglo XIV. El emperador alemán Wilhelm II viajó por el Medio Oriente en 1898 y el sultán turco Abdul Hamid le dio un lote de tierra que fue entregado a la “Asociación Alemana para la Tierra Santa” “para el beneficio de los católicos alemanes”.
Esta fue la base para la edificación del monasterio benedictino, llamado inicialmente “Dormitio Mariae”. Los primeros monjes llegaron al Monte Sión en 1906. La iglesia fue dedicada el 10 de abril de 1910. Fue dañada visiblemente durante las batallas por la ciudad en 1948 y 1967.
Esta iglesia es muy sobresaliente en el paisaje de Jerusalén. Divisará la gran parte superior de forma redonda y una torre a su lado. A la distancia se parece al emperador Wilhelm II con su tradicional casco prusiano.
Dentro de la iglesia encontrará hermosos mosaicos cubriendo la sala de oración. Estos mosaicos describen eventos en la vida de Jesús, María y los santos.
Tiene un precioso mosaico del pavimento, en el centro del cual se insertan tres círculos, que simbolizan la Trinidad. Desde este punto central rayos irradian hacia el exterior en dos círculos concéntricos. El primero contiene los nombres de algunos profetas: Daniel, Isaías, Jeremías y Ezequiel; el segundo los nombres de los doce apóstoles. La bóveda del ábside es un mosaico de la Virgen y el Niño.
De la sala de oración una escalera desciende a la cripta, una habitación circular bajo la iglesia en cuyo centro yace una estatua de tamaño natural de María durmiendo, hecha de madera de cerezo y marfil. La cúpula se hace notar por su glorioso zodíaco de mosaico. Decoran el cielorraso de mosaico una figura de Jesús y alrededor de él retratos de algunas de las mujeres más famosas en la historia bíblica – Ruth, Estér, Yaél, Eva, Miriam (la hermana de Moisés). Rodeando a María hay varias capillas pequeñas, tres de ellas dedicadas a Austria, Hungría y la Costa de Marfil, que donaron fondos para la iglesia.
Normalmente los peregrinos la visitan cuando van al monte Sión camino del Cenáculo. Vale la pena ir al rezar a la Virgen al lugar en el que la tradición dice que nuestra Señora fue llevada a los Cielos en cuerpo y alma por la Trinidad Beatísima.