La “sorpresa” del misionero P. Luciano y la desconfianza de Magister ante el resultado de las elecciones en Egipto [2011-12-10]

[SdeT] La sorpresa del Padre Luciano que menciona en el reportaje de más abajo, seguramente debe ser una forma de expresión literaria y no debe tomarse como una expresión de algo insólito. En cambio, Sandro Magister expresa desconfianza sobre el doble discurso de los Hermanos Musulmanes, quienes fueron los más votados.

Desde hace meses está bastante claro que la llamada “primavera árabe” quitó el poder a dictadores que mantenían una relación de balance con occidente, para dárselo a los grupos islámicos que quieren instalar la sharía en sus países, lo significa una fuerte limitación a los derechos individuales y religiosos tal como los conciben los occidentales.

Y este movimiento ha sido ayudado por acciones económicas y diplomáticas de todo tipo de los países occidentales, incluyendo bombardeos militares como en el caso de Libia, que aceleraron la caída de los regímenes moderados. Para luego realizar una tímida ayuda económica a los partidos liberales que se presentaron a las elecciones, como por ejemplo en Egipto, donde un conglomerado de diversos grupos juntados más o menos de apuro obtuvieron el 13% de los votos, mientras los partidarios de la sharia obtuvieron el 65% y están organizados desde hace décadas, como los Hermanos Musulmanes que están activos desde 1928.

¿Por qué EEUU y sus aliados occidentales se equivocaron “públicamente” tanto con la “primavera árabe”? ¿Cómo los analistas católicos pudieron errar tanto al predecir que los cristianos y judíos no debían temer con las revueltas, sino todo lo contrario, y destacaban la presencia de cristianos en la Plaza Tahir?

Realmente es difícil creer que haya habido tanta ingenuidad y falla de cálculo. Y si es así ¿en manos de que profesionales ineptos están nuestras instituciones?. Pero tal vez vieron lo que se venía, evaluaron que no tenían margen de maniobra, y que valía más la pena no escandalizar con lo que realmente vendría.  O quizás apostaron realmente a la moderación de los Hermanos Musulmanes, que tienen un doble discurso, en que por un lado elogian la política moderada de Turquía y por otro tienen un plan a largo plazo de derribar la democracia occidental en el mundo para instalat la sharía.

Ante tal falta de información (o de desinformación), los cristianos de “a pie” deberemos discernir con más detalle y profundidad lo que dicen públicamente los analistas occidentales, porque quizás mucho de lo que se dice es para tranquilizar, o tal vez se estén jugando “partidas por detrás” que no son publicables y que pudieran salir bien o mal.

Veamos los dos artículos que mencionamos.

EL PADRE LUCIANO

Son dos las sorpresas en esta primera ronda de las elecciones: el alto porcentaje de la victoria de la Hermandad Musulmana y el fuerte avance de los salafistas”, dice a Fides el P. Luciano Verdoscia, misionero comboniano que vive y trabaja en El Cairo, al comentar los resultados de la primera ronda de votaciones para elegir la cámara baja del Parlamento egipcio.

La votación, que se celebró el 29 de noviembre y el 5 de diciembre en El Cairo, Alejandría y otras ciudades, ha visto como la lista de “Libertad y Justicia” (Hermandad Musulmana) aumentó un 36,62% de los votos y el partido “El -Nour “(salafistas), el 24,36%. A ellos se suman el partido “Wasat” (islámicos “moderados) que obtuvo un 4,27%. El Bloque Egipcio, una coalición de 15 partidos liberales, obtuvo un 13,35%.

“En la víspera de las elecciones todos los observadores habían predicho la victoria de la Hermandad Musulmana, pero pocos esperaban este alto porcentaje”, dijo el P. Luciano.

“En cuanto a los salafistas, estos grupos han trabajado extensamente en los barrios populares, haciendo consensos incluso entre los profesionales (médicos, abogados, ingenieros) que, si bien educados, tienen una cultura unidimensional, relacionada con el Islam”.

Durante la segunda ronda del 5 de diciembre se han registrado algunos casos de enfrentamientos entre los Hermanos Musulmanes y salafistas. El P. Luciano revela lo que, en su opinión, son las diferencias entre los dos grupos. “La diferencia entre los salafistas y la Hermandad Musulmana es que estos últimos comparten la ideología wahabí de origen saudí.

Algunos de sus líderes han hecho declaraciones que han causado confusión entre muchos egipcios, como el que las mujeres no deben conducir el coche. El partido de la Hermandad Musulmana sin embargo, al referirse a los valores islámicos, ha declarado su intención de respetar la libertad de todos.Pero hay que entender lo que quieren decir con libertad “, añadió el misionero.

“Uno tiene que comprender este hecho en la sociedad egipcia, algunos problemas que en Occidente entra dentro de la esfera de las libertades individuales, que se consideran que forman parte de la esfera social. Por ejemplo, la sexualidad: en Occidente es un asunto personal (aunque haya implicaciones sociales), pero aquí, en especial la de las mujeres, se ve como un problema social que afecta, por ejemplo, el honor de la familia , etc … ” .

El P. Luciano no está de acuerdo con aquellos que hacen una combinación entre partidos occidentales de inspiración cristiana y una posible evolución de los partidos islámicos en este sentido. “En Occidente desde hace siglos se diferencia la Iglesia del Estado, en el Islam esta distinción no ha sucedido todavía, porque la religión se ve como algo muy marcado por la política y la sociedad”.

El misionero, sin embargo, señala que las posiciones adoptadas recientemente por el Gran Imán de Al Azar, que ha pedido, a los partidos de inspiración islámica, ocuparse de la política y dejarle la esfera religiosa a él, “es interesante, ya que ha sido bien recibido por los egipcios. Habrá que ver qué dinámica se establecen dentro de este mundo”.

HERMANOS DE EGIPTO. PERO LOS COPTOS ESTÁN CADA VEZ MÁS SOLOS POR SANDRO MAGISTER

La primera prueba electoral ha premiado a los Hermanos Musulmanes, que ahora hacen profesión de democracia. Pero los cristianos temen lo peor, sin más ejército que los defienda. En el último siglo nunca se han sentido tan en peligro. Y comienzan a emigrar

Las elecciones políticas en Egipto se están desarrollando en varios pasos sucesivos y durarán muchos meses. Pero ha bastado la primera prueba electoral en El Cairo, en Alejandría y en algunas otras ciudades para sembrar alarma.

Los Hermanos Musulmanes, con el Partido de la libertad y de la justicia, han obtenido el 36 por ciento de los votos. El Bloque egipcio, que reagrupa las formaciones más sensibles a los pedidos de libertad de la plaza Tahrir, el 5 por ciento. Pero la verdadera sorpresa ha sido el 25 por ciento de votos obtenidos por el Partido de la Luz, Hizb an Nour, fundado apenas hace 10 meses por los salafitas, o sea por los islamistas más radicales.

En las cancillerías de Occidente inmediatamente se temió una alianza entre los Hermanos Musulmanes y los salafitas, que sumados totalizarían dos tercios de los escaños del futuro parlamento egipcio.

Pero es muy improbable que se dé una movida así. Para los Hermanos Musulmanes los salafitas no son de hecho un posible aliado, sino el adversario más peligroso y hostil.

El padre Rafic Greiche, portavoz de la minúscula Iglesia católica egipcia, prevé más bien que el Partido de la libertad y de la justicia se haga aliado del bloque de los movimientos democráticos. Una previsión que para él es también un deseo: «para detener leyes no liberales y peligrosas para la minoría cristiana».

El programa político de los Hermanos Musulmanes es de 45 páginas de extensión y es lo más inaceptable que puede existir para los integristas salafitas. Así lo resume Daniele Raineri en un reportaje desde El Cairo para «il Foglio»: «Adhesión plena y sin ambigüedades a los principios democráticos de la representación política y de la renovación periódica del poder con elecciones, plena dignidad de todos los egipcios frente a las leyes, ninguna discriminación por sexo, religión o raza, es decir, contra las mujeres o contra la minoría cristiana. Dos prioridades: la seguridad y la economía.

En una Hermandad que en sus 83 años de vida siempre ha alternado extremismo con moderación y con disimulo, este repentino y evidente enamoramiento para la democracia levanta sospecha.

Pero es también incontestable que si hay un modelo al cual miran hoy los Hermanos Musulmanes egipcios, este no es el islamismo fundamentalista y retrógrado de los wahhabiti de la Arabia Saudita, sino el pragmático de la Turquía de Recep Tayyip Erdogan.

La reciente visita del primer ministro turco en Egipto ha tenido una acogida triunfal. En él los Hermanos Musulmanes ven no sólo un grande líder sunnita capaz de conciliar islamismo y modernidad, sino también a aquel que ha restituido el derecho de ciudadanía al Islam popular, en una Turquía no más rehén de generales.

En un Egipto donde todos los cargos religiosos, de al-Azhar hasta la última de las mezquitas, han sido hasta ahora de nombramiento del gobierno y bajo la tutela del ejercito, la apología de la laicidad hecha por Erdogan durante su visita ha sido interpretada por muchos como un mensaje liberador, a favor de una religión finalmente liberada del control del Príncipe.

Los Hermanos Musulmanes se presentan también con un rostro amigo para los coptos, que con más de diez millones de fieles constituyen la más grande minoría cristiana en un país árabe. Han puesto algunos de ellos en las listas electorales. Y es copto el vicepresidente del Partido de la libertad y de la justicia.

¿Pero hasta qué punto es creíble – en particular para los cristianos – esta metamorfosis de los Hermanos Musulmanes?

La matanza del 9 de octubre del 2011 en el barrio Maspero de El Cairo, con 22 coptos asesinados por los blindados del ejercito, ha sido para los cristianos de Egipto un trauma sin precedentes, más impactante que el provocado por los anteriores, innumerables actos de violencia y de vejación sufridos a manos de musulmanes.

El baluarte de protección última que, en la visión de los coptos, el ejército había sido hasta ese momento, se volvió contra ellos, también con la opinión pública en contra.

Y pasó un mes antes de que el gran imán de la mezquita de al-Azhar, Ahmad Muhammad al-Tayyeb, convocase a los líderes musulmanes y cristianos en la «Casa de las familias egipcias» y emitiese un comunicado que define «mártires» a los asesinados e invoca «medidas prácticas necesarias para reforzar el mandato constitucional del principio de ciudadanía para todos los egipcios».

El gran imán al-Tayyeb es uno de los firmantes de la amigable carta enviada a Benedicto XVI por los 138 intelectuales musulmanes después de la lección de Ratisbona. Pero es también el que ha roto relaciones con el Vaticano tomando como pretexto la plegaria del Papa por los cristianos asesinados en el atentado del pasado Año Nuevo en una iglesia copta de Alejandría de Egipto y por todas las víctimas de la violencia interreligiosa.

Al-Tayyeb también ha rechazado tomar parte en el encuentro de Asís del pasado 26 de octubre. Antes de ser gran imán de la primera mezquita de El Cairo, ha sido el gran mufti y rector de la universidad de al-Azhar, la más importante del mundo musulmán sunnita. Todas las veces con nombramiento hecho por el presidente Mubarak, del cual, después de su caída, ha tomado distancia marcadamente.

Fuentes: Fides, Sandro Magister, Signos de estos Tiempos

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