Estudio importante cuando se discute la paternidad homosexual.
El fenómeno de gestación no natural, ya sea por donaciones de óvulos o esperma o por la utilización de un vientre de alquiler, es un fenómeno candente porque está en el centro de la presión del lobby homosexual para tener hijos propios, porque esta es la última frontera que separa los matrimonios conyugales tradicionales de los “matrimonios” homosexuales.
No existe mucha investigación al respecto; el tema es muy nuevo, y la respuesta política correcta es, por supuesto, que no hay diferencias entre los niños concebidos genéticamente en forma natural, y los concebidos por donaciones de óvulos o esperma o por la utilización de un vientre de alquiler.
Sin embargo, ha aparecido una investigación que, a pesar de que recién comienza, sugiere que los niños de madres subrogadas tienen más problemas de adaptación emocional que el resto.
CRECIMIENTO DE LAS GESTACIONES NO NATURALES
Durante la última década, el número de nacimientos que implican la subrogación, o donantes de óvulos y esperma se han disparado. Y los expertos se preguntan qué significa esto para la salud mental y emocional del creciente número de niños que pueden o no conocer la verdad sobre sus orígenes distintivos.
Las últimas estadísticas de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) muestran que el número de niños que fueron creados con un óvulo donado subió más de un 30 por ciento desde el 2004 al 2011, mientras que el número de nacimientos que implican un vientre sustituto aumentaron más de 200 por ciento en el mismo período. Nadie sabe cuántos nacimientos han resultado de donaciones de esperma, pero las estimaciones van de 30.000 a 60.000 por año (de 3 a 6 veces más que por donación de óvulos), según un informe del New York Times .
MÁS PROBLEMAS DE ADAPTACIÓN DE LOS NIÑOS DE VIENTRES SUBROGADOS
Un artículo publicado en la edición de junio de la Revista de Psicología y Psiquiatría Infantil dice que:
«Los niños de madre subrogada mostraron niveles más altos de problemas de adaptación a los 7 años que los niños concebidos por donación de gametos, lo que sugiere que la ausencia de una conexión gestacional entre los padres y sus hijos puede ser más problemático para los niños que la ausencia de una relación genética».
«Los signos de problemas de ajuste podrían ser problemas de conducta, tales como comportamiento agresivo o antisocial, o problemas emocionales, como la ansiedad o la depresión« dijo el Dr. Golombok a NBC Today .
Si uno reflexiona un momento sobre esto no tendría por qué llamarle demasiado la atención, porque el feto va interaccionando con el exterior en medio de su desarrollo. Reconoce la voz de su madre, e incluso el idioma materno aún hablado por otros, y probablemente sea afectado por el clima emocional externo y por supuesto por las emociones de su madre. En este contexto, no se puede suponer, con ligereza, que una mujer que alquila su vientre, para desarrollar un bebé con el que se desvinculará luego, proporcionará la misma calidad emocional propia y del entorno, para el desarrollo, que la proporcionada por la que hará de madre/padre definitivo.
EL ALCANCE DEL ESTUDIO
El estudio fue realizado por el Centro de Investigación de la Familia de la Universidad de Cambridge. Los investigadores dieron seguimiento a 30 familias que habían utilizado un vientre sustituto, a 31que habían utilizado la donación de óvulos, a 35 que había usado esperma de un donante, y a 53 que habían concebido naturalmente. Los investigadores reconocieron que los resultados tenían algunas limitaciones debido a su tamaño relativamente pequeño de la muestra, pero es uno inicio.
El estudio encontró que la sinceridad y la franqueza no necesariamente hacen la vida de los niños sea más fácil, al menos, a los 7 años.
«De hecho, contrariamente a lo esperado, los niños que estaban al tanto de las circunstancias de su nacimiento mostraron mayores dificultades de adaptación, posiblemente porque se sentían menos seguros cuando se enfrentaban a problemas emocionales de su madre.»
Esto es particularmente relevante para los niños de vientres de alquiler, ya que es casi imposible ocultar sus orígenes. Debido a esto, el estudio puede ser relevante para el debate en curso sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción gay.
¿QUÉ PASA EN LA ADOLESCENCIA?
Anne C. Bernstein, psicóloga familiar, profesora en el Instituto Wright de Berkeley, sospecha que los resultados serían diferentes si los investigadores hicieran el seguimiento cuando los niños estuvieran en la adolescencia. Eso es cuando los niños estuvieran tratando de averiguar quiénes son, dice ella. Podría hacer una gran diferencia para ellos en ese momento saber que no están biológicamente relacionadas con uno o ambos de sus padres.
Golombok está de acuerdo.
«La adolescencia es potencialmente difícil para los nacidos a través de la donación de óvulos o esperma o subrogación«, dice ella. «Esperamos volver a visitar a los niños el próximo año cuando tengan 14 años de edad, ver como manejan los problemas de identidad que se vuelven importantes en la adolescencia… Este es también un momento en que las relaciones con los padres pueden llegar a ser más difíciles.»
Fuentes: Today, Bioedge, Signos de estos Tiempos