La gente veneraba una aparición de la guadalupana.
El siguiente relato del mexicano Jorge Moreno, investigador de sucesos paranornales, indica los engaños que pueden producirse en las apariciones, que en algunos casos, como el que menciona, pueden ser armados para desviar la devoción hacia imágenes opuestas.
En una visita reciente que realizó a la ciudad de Oxkutzcab (centro turístico y frutícola al sur de Yucatán en México), un par de policías le hablaron sobre un caso de una presunta aparición guadalupana, la cual sembró mucha polémica en su momento (15 años) y también en los años subsecuentes.
Aclaramos que la imagen que preside este artículo no es la foto a la que alude el mismo.
MORENO CUENTA LA HISTORIA
En los diez años que llevo dedicado de tiempo completo a la investigación de fenómenos paranormales, he cubierto decenas de casos sobre las supuestas apariciones de la virgen ya sea en árboles, pisos, paredes, maderas, vidrios, frutas y en las más variadas superficies.
Sin embargo el caso de Oxkutzcab que me platicaron los policías (y que ya había investigado anteriormente) ha sido el primero y el único en donde la aparición guadalupana también lo es de la “Santa Muerte”… Pero vayamos por partes.
Cuando se da la aparición de un fantasma o de una teleplastía (apariciones espontáneas de caras o imágenes en diversas superficies sin la mano del hombre o la naturaleza), la gente se muestra incrédula y tiende a negarlo sistemáticamente, pero si es una aparición guadalupana, no sólo lo creen, sino hasta se hacen misas, peregrinaciones, ofrendas y muchos más homenajes dignos de la visita del papa.
En noviembre de 2003, cuando la revista Misterios cumplía apenas diez números de circulación, uno de sus asiduos lectores, quien trabajaba a unas cuantas cuadras de nuestras oficinas en Mérida, me informó que su mamá tenía la foto de una aparición guadalupana en un árbol de la ciudad de Oxkutzcab.
Un escaneo de fotografías reveló que la fisionomía de imagen que apareció en el árbol era más cercana a la Santa Muerte que a la Virgen de Guadalupe
Nos entregó la foto, y nos explicó que el fenómeno ocurrió entre 1997 y 1998 (no recordó con exactitud el año), pero que cientos de personas acudieron en peregrinación a este lugar, se hicieron ofrendas, rezos y se veneró por un buen tiempo.
Nos emocionó ver la fotografía, pues era el primer caso en Yucatán que nos tocaba ver en ese entonces. Tras su publicación, dimos por cerrado el asunto.
ERA LA SANTA MUERTE
Un año después, para noviembre del 2004 cuando escaneé de nuevo la foto para realizar unas ampliaciones, pude ver con sorpresa que su rostro no era precisamente el de una imagen guadalupana: los pómulos estaban demasiado grandes y negros. Su imagen se me hacía familiar…¡era la Santa Muerte!
Tras hacer ampliaciones mayores a su rostro pude confirmar la gran similitud que tiene con las imágenes que se adoran de la santa muerte. Investigué y pude darme cuenta que en algunos lugares de México ya se habían dado este tipo de confusiones, con el fin de que la Santa Muerte gane más adeptos.
Ajenos a esto, los pobladores de Oxkutzcab habían estado rezando y adorando no a la virgen de Guadalupe sino a la Santa Muerte.
SE CONFIRMA LA OPERACIÓN
Los policías me comentaron que en ese entonces ellos eran jóvenes y acudieron a ese domicilio a ver la aparición en el árbol, pero me dieron un dato que yo no tenía:
“Nos llamó la atención que los martes y los viernes personas vestidas todas de negro acudían a escondidas por las noches y dejaban unas veladoras rojas; con el tiempo nos enteramos que esos fulanos estaban rentando una casa en Oxkutzcab pues habían puesto un negocio y eran adoradores de la Santa Muerte, pues incluso en su changarro tenían varias imágenes”.
Su compañero agregó:
“desde ese entonces se empezó a correr el rumor de que la aparición en el árbol era de la Santa Muerte, pero de lejos daba la silueta de la virgen de Guadalupe, y como la gente de Yucatán es muy devota, se dio esta curiosa confusión, así que ahí iban a rezar tanto católicos como adoradores de la santísima”, finalizó.
Fuentes: Sipse, Signos de estos Tiempos