Sus fieles hablan de milagros.
Una imagen aparecida en una modesta casa de México en el 2011 sigue allí, la gente va a verla, a pedir su intercesión, y dicen que ha intercedido. En estos años la imagen ha tenido alunas modificaciones naturales, pero sigue siendo visible, incluso ahora aparentemente con rayos detrás.
La religiosidad popular es algo que ha distinguido al catolicismo latinoamericano, y por más que haya sacerdotes que consideren que son supersticiones y traten de frenarlo, es él quien ha mantenido la fe de los más pobres frente a la innumerable cantidad de herejías y apostasías que nos rodean.
Como si se tratara de un milagro, la silueta de la imagen de la Virgen de Guadalupe fue plasmándose en la pared de una vivienda de la calle Valle Hermoso número 313 de la colonia Valle Poniente en Ramos Arizpe, Coahuila, México.
Fue el 11 de junio del 2011 cuando la familia Willar Medina, descubrió la forma de la Morenita del Tepeyac, por lo que empezó a ponerle un altar.
Desde aquel entonces la imagen ha tenido una serie de variantes y aseguran que se mueve en determinadas ocasiones, lo que ha originado el asombro de los moradores de la vivienda.
Muchos han sido los milagros, ha curado a gente, ha unido familias separadas por situaciones diversas.
Los fieles han dejado sus «milagritos» colgados en el altar que fue creado para colocar veladoras y otro tipo de objetos.
Sacerdotes de varias iglesias han acudido al lugar, entre ellos el padre Gabriel, quien fue quien la bendijo.
A la silueta de la Virgen de Guadalupe, se le aprecian ahora los rayos que trae atrás de su espalda y que no habían sido visualizados.
La familia Willar Medina asegura que ha sido muy bendecida desde aquel momento y asegura que jamás han lucrado con la imagen, todo aquel que guste verla, visitarla o pedirle un milagro lo puede
“La Virgen ya tiene dos años y medio y se manifiesta de diferentes formas, ahora lo que nos llamó la atención es que está muy diferente de cuando la vimos por primera vez, estaba como a la mitad, pero hace poco se notó cómo empezaron a salirle rayos en la parte de atrás y a definirse mejor la figura”, asegura Verónica.
Aunque se dice una persona religiosa, Verónica nunca pensó en tener la imagen de la Virgen en su propia casa y mucho menos formándose en lo que parecieran ser marcas de humedad en la pared, pero que, a la fecha, han sido imposibles de borrar.
“Una vez vinieron de una televisora y mi esposo talló la pared con un cepillo de alambre y no se quitó la imagen, después le pidieron que le echara agua y nada, al contrario, se notó más; ya por eso fue que le mandamos a hablar a un padre para que la viera”.
Convencida de que esto se trata de un milagro, Verónica dice que su familia fue la primera en recibir un favor, pues de existir problemas entre su madre y su esposo, gracias a la oración todo se resolvió de manera favorable y el ambiente de tranquilidad regresó a su hogar.
Fuentes: Prensa Mexicana, Signos de estos Tiempos