Sorprendente.

 

La católica Irlanda fue conmovida en julio de este año con la aprobación de una ley de aborto, en la que el partido de gobierno Fine Gael presionó con violencia a sus diputados para votar a favor y “vendió” la ley como si fuera a favor de la vida. Esto molestó a la Iglesia, no obstante hubo, y quizás subsistan hoy, diferencias en la interna eclesial. Incluso por septiembre un portavoz dijo que los obispos no habían aprobado negarles la comunión a los diputados que votaron a favor de la ley. Sin embargo, la semana pasada un párroco le avisó a un diputado pro aborto que no podía seguir siendo “ministro extraordinario de la eucaristía”, a lo que el diputado se molestó, evidentemente sin entender lo que está sucediendo.   

 

copon de eucaristia

 

Y ahora los medios de comunicación del sistema están a la caza de otros casos similares para demostrar que hay una persecución de la Iglesia a los políticos.

Cuando subtitulamos sorprendente nos referimos a lo insólito que recién ahora el párroco se haya enterado que el político voto en julio a favor del aborto y su posición anterior a favor del aborto.

NO MÁS MINISTRO DE LA EUCARISTÍA

A un político irlandés que representa al partido Fine Gael del gobierno le dijo su párroco que no podía seguir actuando como un «ministro extraordinario de la eucaristía» porque él había votado a favor de la proyecto de ley de legalización del aborto del gobierno, informó el Irish Independent.

El diputado Derek Keating, cuyo pastor es el padre Peter O’Reilly en St Mary en Lucan, también se quejó de que otro sacerdote le había dicho que el gobierno actuó como el «régimen nazi» para impulsar el proyecto de ley.

Keating culpó de los «intentos de intimidación» a «los elementos de ultraderecha en la iglesia».

«Yo no debería tener que salir de mi ministerio», dijo, » que es profundamente importante para mí. No quiero estar haciendo esto, pero creo que es muy importante omar una posición. Queda en la iglesia un pequeño grupo que amenaza y abusa y que es totalmente inaceptable». 

ESTABA EN PECADO GRAVE

El Padre Vincent Twomey, profesor de teología moral, respondió que, lejos de que la objeción provenga de «elementos de ultraderecha», el sacerdote estaba simplemente actuando de conformidad con la ley de la Iglesia. El Canon 915 exige que la Eucaristía le sea retenida a «graves pecadores manifiestos» y el apoyo público al aborto por los políticos se ha definido como un «pecado grave» por las más altas autoridades de la Iglesia.

Fr. Twomey, quien completó sus estudios de doctorado bajo la supervisión del entonces profesor Joseph Ratzinger, dijo que a pesar de lo que el señor Keating puede creer, el problema ya no es político.

«Se aprobó la ley.  No hay un uso de la Eucaristía para persuadir al gobierno de cambiar la ley actual, de modo que no se aplica.»

«El sacerdote está simplemente cumpliendo las implicaciones lógicas que siguen cuando uno vota por una ley que es injusta».

«El hecho es que si uno vota libremente por ese proyecto de ley, es incompatible con la actuación en público con la Iglesia».

POLÍTICOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESTÁN ATENTOS

Mientras que las propias estadísticas de la Iglesia muestran que el conocimiento y la práctica de la fe católica se han deteriorado de manera significativa entre los irlandeses laicos en las últimas décadas, la influencia pública de la Iglesia sigue siendo importante. 

Con la mayoría de los políticos siendo, al menos nominalmente católicos en Irlanda, los principales medios de comunicación están atentos a los casos de sacerdotes que niegan la comunión o emiten otras sanciones contra los políticos que apoyaron el proyecto de ley.

Según The Independent, Keating se describió a sí mismo como un «católico comprometido» y se quejó de que otra parroquia haya anulado el permiso para que utilice el salón parroquial para reuniones de circunscripción. The Independent citó una carta a Keating del P. Anthony Reilly, el párroco de la parroquia de Santa Filomena en Palmerstown. El sacerdote dijo que el partido Fine Gael había cometido un «terrible engaño» para conseguir que el proyecto de ley fuera aprobado.

«Lo que hemos presenciado ciertamente no es democrático, sino más parecido a un régimen nazi», dijo la carta. «Ha sido una terrible decepción de su partido en referencia directamente a la aprobación del aborto como protección de la vida»

Reilly dijo al diputado que, a pesar de que había sido un partidario del Fine Gael desde 1977,

«ya no estoy en condiciones de votar por el partido y haré todo lo que esté a mi alcance para mantener a los eventos 11/12 de julio en las mentes de la gente en el futuro».

DIFERENCIAS EN EL SENO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

En septiembre, el Journal.ie citó a un portavoz de la Conferencia Episcopal de Irlanda, que respondió que «no hay imposición central» para rechazar a los políticos pro-aborto en la comunión o en el uso de las instalaciones de la parroquia. Dijo que «no es el caso» de que la Iglesia Católica haya dicho a los sacerdotes que rechacen la comunión a los políticos que apoyaron la ley del aborto.

«Si las personas tienen preocupaciones con respecto a su relación con la iglesia deben hablar con un sacerdote que les guiará en relación con estos problemas», dijo el portavoz.

La declaración, mientras que fue coincidente con los comentarios anteriores de varios obispos de Irlanda, no está respaldada por la Iglesia como un todo. El Cardenal Raymond L. Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica del Vaticano, el «Tribunal Supremo» de la Iglesia Católica y su más alta autoridad jurídica, ha  insistido repetidamente que los políticos que apoyan públicamente el aborto «deben» ser rechazados de la comunión, en parte por su propia protección espiritual. La Iglesia Católica enseña que la recepción de la comunión en estado de pecado mortal es en sí mismo un pecado grave.

«El sacerdote tiene la responsabilidad de su propia congregación», dijo el P. Twomey. «Si hay alguien que ha apoyado públicamente la ley, que es objetivamente mala, actuar en público como un ministro de la Iglesia, por lo tanto, es una contradicción».

PRESIÓN DE LOS POLÍTICOS

La importancia de esta cuestión para los políticos irlandeses la destacó The Independent cuando informó en septiembre que el primer ministro Enda Kenny, que ignoró todas las llamadas de los prelados de alto nivel para archivar el proyecto, fue «premiado» con la comunión en una misa funeral.

Niamh Uí Bhriain, la jefa del Instituto de la Vida y uno de los principales opositores del proyecto de ley del gobierno, dijo que el incidente fue un insulto calculado y una provocación a la Iglesia. Ella dijo que los políticos del Fine Gael en el funeral sabían que el sacerdote no quería molestar a las familias en duelo al «hacer un escándalo en el momento de la comunión.» 

Tras destacar la falta de unidad en el tema entre el clero irlandés, The Independent señaló que al mismo funeral habían asistido el obispo de Dromore, John McAreavey, el obispo de Down y Conor, Noel Treanor, y el obispo de Elphin, Christy Jones, ninguno de los cuales hizo ninguna objeción a Kenny como receptor. Incluso el muy laico The Iindependent comentó que este acto de desafío de Kenny, que frecuentemente ha atacado públicamente a la Iglesia en los últimos años, fue una violación directa del Código de Derecho Canónico de la Iglesia.

Fuentes: Life Site News, Signos de estos Tiempos

 

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