Estatuas de Francisco en los pesebres navideños.
El volumen que la figura del Papa Francisco ha tomado en estos nueve meses de magisterio papal es inusual, especialmente en aquellos más alejados de la Iglesia. Y la devoción que despierta el pontífice argentino queda demostrada en los adornos navideños. A la ya tradicional imagen de Maradona, Nápoles exhibe ahora la figura de Jorge Bergoglio.
El Papa argentino sonríe vestido con sus hábitos blancos en la pequeña estatuilla de terracota. Hay de varios tamaños y la más pequeña se vende a veinte euros, pero es difícil comprarla. La extraordinaria, abigarrada, vía de San Gregorio Armeno es la calle más famosa del mundo dedicada a los pesebres de Navidad y a las estatuillas de personajes del mundo y del folklore laico y religioso de Nápoles.
San Gregorio Armeno es un triunfo de colores, de bancos callejeros de pequeños negocios artesanales, que ofrecen un panorama de maravillas. Artísticamente tienen un buen valor las reproducciones de figuras de la tradición popular napolitana, como Pulcinella (que nació en el 1500, gran personaje de la Commedia dell» Arte italiana) y esculturas religiosas. Todas vestidas, todas pintadas en colores.
En estos días es casi imposible caminar por San Gregorio Armeno, de tanta gente que circula y se detiene en los boliches artesanos. Hay policías por todos lados, muchos de civil, que prohíben sacar fotos para que el flujo de gente no se detenga y se convierta en un llamado a la acción de un pequeño ejército de pungas que no quieren perderse la ganga.
La atención de todos está concentrada en las estatuillas, sobre todo en la «bottega» artesana más legendaria de la calle de los pesebres, que la familia Di Virgilio abrió en 1843.
Gennaro, «Genny» Di Virgilio, cuenta a «Clarín»:
«Tengo 30 años y pertenezco a la cuarta generación de una antigua familia de artistas del pesebre. Me divierte hacer la estatuilla del momento, representar a personas de la actualidad».
«Este es el año y la Navidad de Francisco, nuestro gran Papa. La misma noche de su elección puse manos a la obra y construí una estatuilla de 30 centímetros. La hice con todo mi amor y respeto por Francisco», relata.
La mujer de Genny y otros empleados no dan abasto con los pedidos. Solo se encuentran estatuillas más grandes porque las pequeñas que cuestan veinte euros se venden «como pan caliente».
Genny le llevó su mejor obra al Papa argentino.
«Fuimos con mi esposa a la plaza de San Pedro. El Papa se puso muy contento con el gesto, nos bendijo a los dos y me dijo con su buen humor: «La guardaré, me representa bien. Lo único es que me hiciste más flaco. Pero está bien».
Francesco Fusco, quien se está llevando del negocio de los Di Virgilio su estatuilla del Papa, comentó:
«Yo creo que el Papa Francisco hará muchas cosas buenas por la Iglesia. Es una figura que necesitábamos mucho. Yo que no voy con frecuencia a la Iglesia siento que es una figura que nos gusta a todos por la forma simple que tiene de mostrarse».
«Creo que el Papa Francisco es muy necesario en un momento como éste, en el que la Iglesia está llena de cosas feas y se escuchan cosas que no quisiéramos escuchar. Francisco nos trasmite seguridad, mirarlo nos llena de emoción y creo que es un grandísimo Papa que hará mucho por nosotros y por la Iglesia en general».
Un toque argentino está a la vista en San Gregorio Armeno, que desemboca en la plaza de San Gaetano, dedicada a San Gaetano de Thiens, el segundo santo de Nápoles después de San Gennaro. En argentina es el que recibe la mayor devoción popular con su nombre castellanizado: San Cayetano.
En la plaza hay un monumento a San Cayetano, que en Argentina es el santo del trabajo y a quien en Nápoles le agradecen su intercesión para que la piedad divina terminara con una peste que en el siglo XVI devastaba a la ciudad.
Frente a la plaza, en la basílica de San Pablo Mayor, se encuentra la tumba de San Cayetano, a la que acuden muchos argentinos que pasan por Nápoles para rendirle homenaje antes de recorrer San Germano Armano y llevarse su estatuilla de Francisco.
Fuentes: Clarín, Signos de estos Tiempos