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Culminó la visita de los delegados papales a Paraguay.
Los interventores que envió el Vaticano a la diócesis paraguaya de Alto Paraná (Ciudad del Este), el cardenal español Santos Abril y Castelló y el obispo auxiliar uruguayo Milton Tróccoli, concluyeron que el obispo paraguayo, monseñor Rogelio Livieres, único obispo del Opus Dei en Paraguay, no podrá seguir ordenando sacerdotes en su diócesis ante la polémica decisión de una formación acortada a cuatro años, como primera medida.

 

livieres y cuquejo

 

El obispo Livieres, fue centro de la atención pública cuando desató un gran escándalo a principios de junio acusando al arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuqueño, de homosexual y de haber estado a punto de ser expulsado del cargo por ese motivo. Ver aquí un artículo sobre este tema: Penoso enfrentamiento de obispos en Paraguay entre acusaciones de pedofilia y homosexualidad

Monseñor Livieres culpa de la suspensión de las ordenaciones a las «calumnias» del Nuncio y del episcopado. Y subyace que el enfrentamiento de Livieres con los obispos de la Conferencia Episcopal Paraguaya tiene carácter ideológico político.

EL ENFRENTAMIENTO DEL ESCÁNDALO DE JUNIO

Sin pelos en la lengua, durante una manifestación en su diócesis y en declaraciones a la prensa, aseguró que, «para mí, Cuquejo [arzobispo de Asunción] es homosexual».

«Para mí siempre lo fue, pero no solamente para mí, sino como para unas 20 mil personas de Asunción», insistió el obispo Livieres.

Livieres explotó de esa manera porque el arzobispo de Asunción opinó que debería reabrirse una investigación contra el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, uno de los vicarios del obispo, sobre quien la prensa de Asunción publicó su presunta implicancia en casos de pedofilia en Estados Unidos.

Meses atrás la prensa norteamericana publicó que Urrutigoity fue acusado en 2002 por un estudiante de la Academia Saint Gregory en Pensilvania de haberle ofrecido «dirección espiritual» durmiendo con él y más tarde de asaltarle sexualmente.

Livieres defiende firmemente a Urrutigoity, quien hace nueve años se encuentra en esta diócesis, sobre quien dice que no hay pruebas, ni acusaciones concretas de abusos sexuales ni menos condena por tales delitos.

LAS ACUSACIONES SOBRE LIVIERES

Uno de los aspectos que ha causado desencuentros con la CEP es la decisión de Livieres de acortar a cuatro años el periodo de formación de sacerdotes, alegando la gran necesidad de los mismos en la diócesis.

«La decisión de formar a sus propios seminaristas como un padre educa a sus hijos tomó por sorpresa a la iglesia en el Paraguay«, dice un informativo de la diócesis.

«Los obispos se resistieron de entrada a esta peregrina idea, pues rompería (y rompió) el esquema monolítico de formación sacerdotal«, agrega.

Livieres tiene un seminario mayor y otros dos menores, en los que ahora la Santa Sede le prohibió ordenar sacerdotes, según la decisión dada a conocer por el cardenal Abril y Castelló.

El obispo de Ciudad del Este, quien también fue acusado por un sacerdote de su diócesis de malversar fondos, no ha asistido a las reuniones de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) ni a retiros de los obispos, según fuentes eclesiales.

ENFRENTAMIENTO QUE VIENE DE MÁS LEJOS

Livieres alega una suerte de persecución de sus colegas, sobre todo, según dice, por haberse opuesto a la candidatura presidencial del entonces obispo Fernando Lugo, quien tenía el apoyo de otros prelados paraguayos.

El Obispo de Ciudad del Este, Mons. Rogelio Livieres, había denunciado en el 2012 que el expresidente y exobispo católico Fernando Lugo arrastró en su actividad política a buena parte del clero y convirtió a las parroquias en sus comités políticos.

El Obispo señaló que Fernando Lugo se había comprometido a abandonar la política cuando todavía era obispo pero incumplió esa promesa.

Se comprometió solemnemente ante 17 obispos más el nuncio apostólico, pero después continuó como si nada y arrastró a buena parte del clero y a una cantidad de monjas, y las capillas y las parroquias se transformaron en comités políticos de Lugo”, dijo el Obispo según señala el diario ABC.

Ante esta situación, explicó Mons. Livieres,

teníamos que andar nosotros patrullando por ahí constantemente para impedir que los curas organicen meetings a favor de Lugo en sus iglesias y en sus capillas”.

Durante el gobierno de Lugo, reveló el Obispo,

a los chicos de las capillas y de las parroquias se los entusiasmaba para ir a Venezuela por 15 días y les deban instrucción. No sé qué tipo de instrucción; supongo que ideológica”.

LA REACCIÓN DE MONSEÑOR LIVIERES ANTE LA SUSPENSIÓN

Al final la visita a Paraguay, el Cardenal Santos Abril hizo un llamamiento a

la serenidad, la tranquilidad, la colaboración y la disposición que creo que está en la mente y en el ánimo de todos, ya que el Santo Padre quiere mucho a Paraguay, y las medidas que eventualmente él pueda tomar serán las que en su conciencia de supremo Pastor, él creyó que es lo que nos conviene”.

Por su parte Monseñor Livieres declaró,

«Recibí por escrito la disposición del Papa. Es una medida precautoria que tomó el Santo Padre hasta tanto se aclare la situación, porque, tanto la Conferencia Episcopal Paraguaya como la Nunciatura habían enviado noticias pésimas, infundadas y calumniosas sobre nosotros».

«Entonces el Papa me envía un papel en que me dice que suspenda las ordenaciones hasta tanto se aclare la situación».

Preguntado si sus cuestionamientos a la Conferencia Episcopal y a la Nunciatura se deben a que desconfiaron de su labor en la formación de sacerdotes, indicó:

«Desconfiaron olímpicamente o usted cree que los enviados papales vinieron aquí de paseo».

Mons. Livieres dijo que obedecerá la decisión papal como siempre lo hizo, «y tal como me señala el Papa en el papel».

El obispo relató que Santos Abril le dijo:

«Conociendo su espíritu de obediencia y siempre atento a las indicaciones de la Santa Sede, confío en que usted hará en este caso esto».

Y monseñor Livieres le contestó:

«Por supuesto, encantado de la vida suspendo todo lo que quiera porque yo hago lo que quiere Dios y el vocero de Dios es el Papa. Pues, entonces, fenómeno».

Consultado si esta prohibición significa que era deficiente la formación que hacían en su seminario, indicó que

«la información que envió el nuncio Eliseo Antonio Ariotti, en la que incluye las publicaciones de los periodistas que son pésimas y sumada a la información pésima de algunos sacerdotes y algunos obispos, eso junto con el informe de la Nunciatura, originaron esta visita que a Dios gracias terminó y va a terminar excelentemente bien».

Fuentes: Aleteia, ACI Prensa, Valores Religiosos, Periodista Digital, Periódicos paraguayos, Signos de estos Tiempos

 

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