Un papa que revoluciona los conceptos populares católicos.
Se han destacado esta semana las palabras de Francisco, quien, hablando a la Academia Pontificia de las Ciencias en la Casina Pio IV en los jardines del Vaticano, dijo que el Big Bang «no se contradice con la intervención del creador divino, sino que lo exige».
Y esto viene de un Papa que se ha manifestado partidario de la hipótesis del evolucionismo.
De hecho la mención de Francisco al Big Bang , seguramente tiene en cuenta que en 1927 fue un astrónomo jesuita, el padre Georges Lemaître (1894-1966), el primero en hacer tal hipótesis, llamada la del átomo primigenio.
Por lo tanto, no es casualidad que la Agencia Espacial Europea haya decidido dedicar al sacerdote católico el quinto ejemplar de la lanzadera automática europea ATV – que significa Automated Transfer Vehicle – lanzada en julio de este año y que se llama, precisamente, Georges Lemaître.
Es el último homenaje a un gran erudito cuyas trabajo atrajo fuertes críticas, sobre la idea de un universo que comienza a existir. Leer más aquí.
EL SACERDOTE CATÓLICO QUE PROPUSO LA TEORÍA DEL BIG BANG
Para muchos el padre de la teoría del Big Bang (la gran explosión), es el físico ruso nacionalizado estadounidense, George Gamov; sin embargo, pocos saben que años antes esta teoría que busca explicar el origen del universo ya había sido propuesta por el sacerdote jesuita Georges Lemaître.
El P. Lemaître nació en Charleroi (Bélgica), en 1894. Era hijo de un médico y ya desde su infancia se distinguió por su habilidad para las matemáticas y su espíritu curioso. Atracción por las ciencias que enriquece con su vocación sacerdotal. Puede leer más sobre él aquí.
Gracias a sus estudios, en la década de 1920 tuvo la intuición de que el universo tenía una historia y se encontraba en evolución; oponiéndose así a la concepción de todos los científicos de época, especialmente Albert Einstein.
Así, en 1930 propuso un modelo de universo bajo el nombre de universo Lemaître-Esinstein o hipótesis del átomo primitivo, el cual más tarde fue conocido como Big- Bang.
Su reflexión se apoyó en los datos brindados por la observación de los espectros de ciertas galaxias recientemente descubiertas.
Según el sacerdote, la historia del universo se divide en tres periodos.
El primero es llamado “la explosión del átomo primitivo”, según la cual hace cinco mil millones de años existía un núcleo de materia hiperdensa e inestable que explotó bajo la forma de una super-radioactividad. Esta explosión se propagó durante mil millones de años y los astrónomos perciben sus efectos en los rayos cósmicos y las emisiones X.
Luego viene el período de equilibrio o el universo estático de Einstein. Afirma que finalizada la explosión, se establece un equilibrio entre las fuerzas de repulsión cósmicas en el origen del acontecimiento, y las fuerzas de gravitación, durante esta fase de equilibrio que dura dos mil millones de años, se forman los nudos y dan nacimiento a las estrellas y galaxias.
Finalmente siguen los períodos de expansión, iniciados hace dos mil millones de años. Afirma que el universo se encuentra en expansión a una velocidad de 170 km. por segundo de manera indefinida.
En Estados Unidos recibe rechazo, al igual que de parte de Albert Einstein. El P. Lemaître, que nunca buscó honores ni reconocimiento, deja sus trabajos de cosmología.
Años después, en 1948, Gamov propone una nueva descripción del comienzo del universo; y aunque es considerado hoy como el padre de la teoría del Big Bang, las líneas maestras estaban nítidamente presentes en la cosmología del P. Lemaître, que presidió la Pontificia Academia de las Ciencias en 1960. Finalmente, fallece en 1966.
LA POSICIÓN DE FRANCISCO, INCLUSO FAVORABLE A LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
Las tres frase que mas conmovieron del papa Francisco fueron:
– «Cuando leemos acerca de la Creación en el Génesis, se corre el riesgo de imaginar que Dios era un mago, con una varita mágica capaz de hacer todo. Pero eso no es así».
– «El Big Bang, que hoy en día tenemos como el origen del mundo, no contradice la intervención del creador divino, sino, más bien, la requiere.»
– «La evolución en la naturaleza no es incompatible con la idea de la creación, porque la evolución requiere de la creación de los seres que evolucionan.»
No es sólo él habla así .La Iglesia Católica abrazó con entusiasmo estas teorías.
También hay varios teólogos católicos prominentes que ahora condenan totalmente la idea de una «Tierra joven» y la idea de que Dios creó al hombre en un solo día.
De hecho, el director del Observatorio Vaticano dice que tales nociones son «casi teologías blasfemas»…
A principios de este mes, Guy Consolmagno con el Observatorio del Vaticano dijo a Fairfax Media de Australia que jóvenes creencias de creación de la tierra son casi equivale a una blasfemia.
Pero además el concepto teológico de creación no es un concepto científico. El Dios de la teología católica no es, como Agustín enfatizó, el comienzo de la existencia, sino su causa en sentido extra-temporal y metafísico.
Dios da origen y sostiene la existencia, llenándola de sentido: haya venido el hombre o no del pez, del mono o del polvo de las estrellas, y sean o no probabilísticas las leyes que rigen esa evolución.
Es por esto mismo que Francisco es partidario de la evolución como explicación.
La explicación es que la Iglesia reconoce la existencia de un proceso evolutivo (san Agustín lo sugería ya en el siglo V d.C.), pero también insiste en afirmar que «la implicación de Dios» en ese proceso debe ser reconocida.
Pero el darwinismo, a su vez, afirma que la evolución tiene lugar a través de la supervivencia de variaciones genéticas aleatorias, sin que sean guiadas por un propósito o designio superior alguno. Los comentaristas populares concluyen, por tanto, que la Iglesia Católica sólo acepta de palabra a la biología moderna y que la evolución y la creación no pueden ser compatibles, en realidad.
Pero esto es la teoría darwiniana, no todo el evolucionismo.
Los ideólogos contemporáneos del cientificismo «no captan el quid de la cuestión» en lo referente a la evolución. La evolución no rechaza a Dios, como tampoco el electromagnetismo rechaza la conciencia moral. Y el papa Francisco no es el primero en reconocerlo.
Fuentes: Aleteia, ACI Prensa, Tempi, Signos de estos Tiempos
Si leemos el Génesis en Misa, y proclamamos lo leído como Palabra de Dios, no podemos defender la evolución humana. Fuimos creados a imagen y semejanza del Dios Trino, no venimos del pez ni del chimpancé. El problema es querer encerrar la Palabra en teorías científicas o en «géneros literarios» (como decir que el Génesis es un mito). Como dijo el Beato Scoto, potuit, decuit, ergo fecit:pudo, quiso, lo hizo.
LA PALABRA DE DIOS ES :CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS. ESTO ES LA PALABRA DE DIOS TRINO.- NO ME PARECE QUE CAMBIEMOS ESTO SIN LA BASE DE «LA PALABRA DE DIOS»
APARECERÁN MUCHOS REVESTIDOS DE CORDERILLOS Y ESTAR ATENTOS «NO DEJARNOS LLEVAR POR UN TÍTULO O POR FALSOS PROFETAS».
LA CIENCIA ES UNA COSA DE PROFESIONALES Y ES IMPORTANTE SABER, PERO NO CAMBIAR LA PALABRA DE «DIOS».-
QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS LLENE Y NOS ILUMINE SIEMPRE..-ASÍ SEA.-AMÉN.-
no puede haber habido evolucion de otras especies al hombre ya que sino habria mas de una pareja originaria logicamente y por tanto no habria transmision del pecado original de adan y eva al resto de la humanidad…que lastima lo que hacen algunos para ganarse al mundo, ya tienen su recompensa, ojal se conviertan y busquen agradar a Dios por mas que reciban persecusion y no aplausos de parte del mundo