Luego que murió Jesús, presumiblemente en el año 33 d.C., María permaneció oculta.

Ella y los apóstoles eran el objetivo romano para desarmar la naciente fe.

Pero se mantuvo asistiendo en la evangelización a los apóstoles hasta su Asunción a los cielos.

¿En qué año podemos datar su Asunción?
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Este es un misterio que aún no han podido develar las investigaciones históricas.  

  

LOS EVENTOS MÁS IMPORTANTES EN LA VIDA DE LA VIRGEN MARÍA

En este cronograma que vamos a presentar lo importante no son las fechas sino los acontecimientos, porque las fechas son muy discutidas.

La Virgen María habría sido concebida Inmaculada el 8 de noviembre entre año 15 y el año 31 aC y habría nacido el 5 de agosto.

La presentación de la Virgen María en el templo y la purificación de Santa Ana a su madre se habría producido tres meses después.

Cuando tenía algo más de 3 años comenzó su servicio en el templo de Jerusalén

Cuando tenía entre 12 y 15 años terminó su servicio en el templo

Y fue cuando Zacarías llamó a los hombres solteros para buscarle cónyuge.

La elección recayó en José que era mayor que ella y algunos llegan a decir que tenía alrededor de 40 años.

Luego se produce el compromiso matrimonial con José y 7 días después su boda.

Una semana después se habría producido la anunciación del Ángel a María y por tanto la concepción virginal de Jesús.

Veinte días después la Virgen María va a visitar a su prima Isabel que estaba embarazada.

Luego nace Juan Bautista y 6 meses después nace Jesucristo en Belén.

Cuarenta días después del nacimiento de Jesucristo es presentado en el templo y ahí están las profecías de Simeón y de Anna.

Unos 20 días después la Sagrada Familia huye rumbo a Egipto y llega a ese país unos 15 días después.

Entre medio se habría producido la masacre de los Santos Inocentes.

Entre 3 y 7 años después la Sagrada Familia regresa de Egipto.

Y 5 años después se habría producido el evento de Jesús perdido y encontrado en el templo.

La muerte de San José se habría producido unos 12 años después y Juan Bautista habría comenzado a predicar unos meses antes.

Luego tenemos el suceso del bautismo de Jesús por parte de Juan el Bautista que se habría producido unos pocos meses antes que las Bodas de Caná.

Luego vienen todos los sucesos de los tres años de vida pública y predicación de Jesús.

Recordemos que la Santísima Virgen estuvo durante todo este trayecto al lado de Jesús, acompañándolo en sus prédicas y al pie de la Cruz, e incluso se le apareció el resucitado.

Cuando Jesús estaba en la cruz entregó a Su Madre al apóstol Juan para que cuidara de Ella.

Y 2 o 3 años después la Virgen María se muda de Jerusalén a Betania, y 4 años después se mudaría a Éfeso.

La Virgen María habría visitado también Jerusalén en el momento del Concilio de Jerusalén 4 años después.

Y unos 5 años después la Santísima Virgen habría entrado en dormición y se produce la Asunción.

Luego de la Asunción la Santísima Virgen sea aparecido en la tierra en numerosas oportunidades y muchas de ellas han generado advocaciones y templos levantados en su honor.

En este artículo trataremos sobre su Asunción.

  

¿CUÁNDO EXACTAMENTE OCURRIÓ LA ASUNCIÓN DE MARÍA?

Para los católicos la Asunción de María a los cielos es un dogma, una verdad de Fe que debe ser creía pues ha sido revelada como inequívoca por el Espíritu Santo a través de la autoridad del Papa.

Siendo un dogma, viene la pregunta de cuándo pasó esto, pues por ser verdad, es un hecho tan histórico como la caída del Muro de Berlín.

Según los registros de la Iglesia en el siglo IV el Patriarca de Jerusalén, San Juvenal, fue el encargado de asignar a Constantinopla las reliquias del sudario que cubriría el cuerpo de María antes de su asunción.

Tristemente el mismo se extravió durante la invasión musulmana varios siglos después.

San Juvenal también atestigua sobre María:

“A pesar que no hay registro de las circunstancias de su muerte en la Sagrada Escritura, sabemos a cerca de ella por la más antigua y creíble tradición”.

Esta “antigua y creíble tradición” es la base de la fiesta de La Dormición (o Tránsito) de María” que conmemora desde aquel siglo la entrada al Cielo de la Virgen María.

   

LA DORMICIÓN DE MARÍA

Durante la Dormición, la intervención divina de Jesús hizo que  el cuerpo y alma glorificados de María no se separaran en espera del Juicio Final y ascendieran unidos pronto a los cielos.

Esto ha sido mencionado por numerosos santos de la Iglesia.

Entre ellos san Epifanio de Salamina (371 d.C.) que en una carta habla de la Dormición y Transito de María.

También otras comunidades cristianas antiguas coinciden con la Iglesia católica en esto.

En el himno litúrgico de la iglesia Ortodoxa para la fiesta de la Dormición se lee:

“Ni la tumba, ni la muerte podrían contener a la Theotokos,

Aquella quien es constante en la oración y nuestra firme esperanza en sus intercesiones.

Por ser la Madre de la Vida,

Ella fue llevada a la vida por el Único quien habitó en su vientre virginal”.

Teniendo tan presente este hecho en las tradiciones antiguas nos ocupa lo que sucedió antes de su ascensión, para aclarar el trayecto.

   

¿POR QUÉ SE MENCIONA TAN POCO A MARÍA DESPUÉS DE LOS EVANGELIOS?

Conocemos que Jesús encomendó a su Madre al apóstol Juan mientras Él se encontraba en la Cruz (Juan 19,27), esto pasó en el año 33 d.C.

Luego por el libro de los Hechos de los Apóstoles sabemos que María estaba reunida con los doce apóstoles (contando a san Matías) y algunas mujeres en Jerusalén durante la época alrededor de Pentecostés (Hechos 1,12-14).

Luego de estos pasajes tanto en las Epístolas Paulinas como en las Católicas del Nuevo Testamento apenas se vuelve a mencionar a María de manera explícita.

¿Por qué pasa esto?

La respuesta es el contexto de persecución feroz que afrontaba la Iglesia en aquel momento, tanto por parte de autoridades judías como romanas.

Los perseguidores sabían que el círculo más íntimo de Jesús estaba conformado por los apóstoles Pedro, Santiago (el Mayor) y su hermano Juan (Mateo 17).

Y usaron este conocimiento para intentar desestabilizar a la incipiente comunidad cristiana.

El año 43 o 44 d.C. Santiago fue martirizado durante la persecución judía.

Pedro por su parte fue encarcelado (Hechos 12).

Neutralizados dos de tres objetivos obviamente Juan era el siguiente en la lista.

La tradición indica que también intentaron deshonrar y/o matar a María, así que san Juan acorralado poco después del martirio de su hermano huyó con ella a la ciudad de Éfeso.

Por esta persecución los cristianos de origen judío se desligaron paulatinamente de las sinagogas mientras se incorporaban al cristianismo cada vez más gentiles conversos.

Alrededor del año 50 d.C. la división fue un hecho cuando en el concilio de Jerusalén (el primero en la historia – Hechos 15) se declaró la independencia de la Iglesia sobre las ordenanzas judías.

La ley mosaica ya no tendría autoridad sobre los cristianos sino sólo los apóstoles liderados por Pedro y guiados por el Espíritu Santo (Hechos 15,7-9).

Por estas circunstancias el Nuevo Testamento habla de los misterios de la Fe con un lenguaje velado.

Por ejemplo, el evangelio según san Juan evita ser explícito en la teología bautismal (Juan 3) o eucarística (Juan 6), las trata de manera que sólo un cristiano ya catequizado pueda entender por completo las analogías.

A su vez, y a pesar de la veneración que le tenían, se evitaría tratar explícitamente sobre María en las epístolas mientras ella estuviera viva en la tierra, esto para protegerla del terrible peligro que corría.

   

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

En Zaragoza, España, hay documentación del siglo XIII que relata como en dicha ciudad ocurriría la única aparición mariana estando aún en carne mortal Nuestra Señora.

En la noche del 2 de enero del año 40 d.C., Santiago (el Mayor) se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando:

“Oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol”.

La Santísima Virgen le pidió al Apóstol que se le construyera allí un templo, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que:

Permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio”.

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar.

El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente la construcción del edificio.

   

¿LA ASUNCIÓN DE MARÍA EN LOS AÑOS 40 d.C.?

Con base en los Hechos de los Apóstoles (y la aparición de Nuestra Señora del Pilar) podemos concluir que Nuestra Madre vivía aún en la tierra en el año 43 d.C., por lo que la Asunción ocurrió en algún tiempo posterior a esta fecha.

La tradición es casi unánime al mencionar que la dormición de María ocurrió en Jerusalén.

Sin embargo una versión alternativa es dada por las visiones de la Venerable Ana Catalina Emmerick que coloca la muerte, el funeral y la asunción de la Virgen María en Éfeso justo alrededor de los años 43 o 44 d.C.

Esta datación tiene sentido si te toma en cuenta que por aquellos años san Juan estaría en esa ciudad por la persecución judía contra él y los demás apóstoles.

Pero hay un hecho que no calza del todo, la entrevista de san Lucas a María para escribir su evangelio.

Algunas tradiciones opinan que Lucas fue miembro de los 72 seguidores de Jesús (Lucas 10,1-7), siendo esto así no hay problema, él pudo hablar con Nuestra Señora antes de los años 40s d.C.

Por otro lado según la exégesis las fechas de la escritura de sus obras no concuerdan en el tiempo.

Históricamente no parece probable que este discípulo de Pablo estuviera incorporado activamente en la Iglesia durante el ministerio de Jesús, Pentecostés o el inicio de la persecución contra los cristianos (33 – 43 d.C.).

El primero de los viajes misioneros de Pablo comenzaría entre los años 47 o 48 y el siguiente entre el 49 y 52 d.C.

Se calcula que Lucas acompañaría a su maestro a partir de este segundo viaje, desde Tróade.

Esto se presume debido a que en el relato del libro de los Hechos el autor de la obra, Lucas, comienza a incluirse en los viajes de Pablo al utilizar el pronombre personal «nos» desde Hechos 16,10-17.

Por último su evangelio fue redactado según dataciones tempranas entre finales de los años 50s y principios de los 60s d.C.

   

¿LA ASUNCIÓN DE MARÍA EN LOS 50s o 60s d.C.?

Todas las tradiciones coinciden en dos cosas:

Primero, en que la dormición de María se situó en algún momento después que los apóstoles salieran al mundo para proclamar el Evangelio.

Una en específico pone la Asunción después de la conversión de san Dionisio de Areopagita (Hechos 17,34) que ocurrió alrededor de los 50’s d.C.

Segundo, en que ocurrió antes del próximo martirio entre los once apóstoles restantes (Santiago había sido martirizado en el 43 d.C.).

Esto supone un avance del rango de tiempo entre los años 50 y 63 d.C.

Esta es también la ubicación histórica donde la mayoría de las leyendas apócrifas colocan la Dormición de María, con los once apóstoles vivos y presentes en el “funeral” de la Madre de Dios.

El converso al catolicismo y doctor en teología, Taylor Marshall, comparte una lista de razones por las cuales él cree que la Asunción de María ocurrió en el año 63 d.C.:

Los apóstoles, menos Santiago el Mayor, continuaban con vida.
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Mencionar al menos simbólicamente la Dormición de María ya no sería peligroso para ella en el Cielo, pero esto no se relata en el libro de los Hechos porque ya estaría terminado a principios de los años 60s d.C.
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El Apocalipsis, el último escrito del N.T. (finales del siglo I), sí parece describir la intervención divina protegiendo a «la Mujer» (María, prefigura de la Iglesia) antes de los 7 años de tribulación (Apo 12,5-6).
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Estos años de tribulación en Jerusalén finalizarían con la destrucción del Templo en el año 70; el año 63 d.C. fue propicio para preservar a María de este caos, ella estaba ahí por aquellas fechas.
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La Dormición en el año 63 también concuerda con Lucas entrevistando a María para conocer los detalles de la anunciación, la visitación (el Magníficat), la natividad de Jesús, etc.

María sería asunta al Cielo en el año 63 d.C. cuando el Templo de Herodes estuvo finalmente terminado.

Este Templo no tuvo nunca el Arca de la Alianza, porque María que es la verdadera Arca de la Alianza no fue colocada en un templo humano, sino entronizada en el Templo Celestial.

Se puede leer en el Apocalipsis:

Y se abrió el templo de Dios en el cielo y en el Templo apareció el arca de su alianza; y se produjeron relámpagos, fragor de truenos, un terremoto y un fuerte granizo.

Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Está encinta y grita al sufrir los dolores del parto y los tormentos de dar a luz.  (Apocalipsis 11,19.12,1-2)

De esta forma la Asunción de María fue una especie de señal anunciando los siete años de dolor que vendrían por el bloqueo romano en Jerusalén.

Esto culminó con la destrucción del templo en el año 70 d.C., poniendo punto final a la era de la ley Mosaica.

   

EL DOGMA

Aunque cada católico es libre de discernir el año histórico de la Asunción de Nuestra Madre, el papa Pío XII confirmó la fe de la Iglesia en este hecho cuando el 1 de noviembre de 1950 declaró el dogma de la Asunción de María.

Esta fiesta es celebrada por toda la Iglesia el 15 de Agosto de cada año.

En la Iglesia tenemos una Madre que vive en cuerpo y alma en el Cielo, una reina que está sentada a la diestra del Rey de reyes, y que celebramos gozosos mientras hacemos nuestras las palabras del Salmo 45:

Hijas de reyes están entre tus damas.
A tu diestra está la reina, adornada con oro de Ofir.
Escucha, hija, y mira, presta tu oído,
olvida tu pueblo y la casa de tu padre
y el rey se prendará de tu belleza;
él es tu señor, inclínate ante él.

La hija de Tiro viene con presentes,
los pueblo más ricos buscan tu favor.
Radiante de gloria, la hija del rey enjoyada
-de brocados de oro es su vestido, con bordados de colores-,
es conducida ante el rey.

Vírgenes, sus damas, forman su séquito,
son conducidas ante ti;
son conducidas en medio de alegría y regocijo;
entran en el palacio del rey.

En lugar de tus padres estarán tus hijos;
los constituirás príncipes por toda la tierra.
Haré memorable tu nombre en todas las generaciones;
por esto, te alabarán los pueblos por los siglos de los siglos.
(Salmos 45,10-18)

Fuentes:


Informe Redactado por Marvin Marroquín, Estudios en arquitectura, filosofía, teología y apologética

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