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La Virgen de Fátima predijo muchas cosas que se cumplieron.

Pero una de ellas sigue siendo un misterio “varias naciones serán aniquiladas”.

¿Aniquiladas en qué sentido?  

¿Estaba hablando a Europa?

El fenómeno de la globalización que se propone hoy es contra la cultura judeocristiana, porque propone una globalización de valores anticristianos, destruyendo las naciones individuales.

Hay varias acepciones del término globalización.

Mirado desde el punto de vista económico y comercial promociona la necesidad de los intercambios globales en un mundo cada vez más interconectado.

Y desde este punto de vista no habría demasiados inconvenientes.

Por otro lado el Reino de Dios no está limitado por fronteras nacionales, pero tampoco lo está la idea del maligno de extender su poder global a toda la tierra.

Ambas globalizaciones, la de Dios y la del maligno, son excluyentes una de la otra, y pueden identificarse según lo valores que se quieran globalizar.

Quien promociona la globalización lo hace para imponer el reino de Dios o para imponer el reino del maligno.

Pero sucede que los principales promotores actuales de la globalización la asocian con la idea de un gobierno único mundial.

Que además conlleva un sistema de valores únicos en el mundo y también una religión única.

Esto se está haciendo desde las ONU promoviendo el aborto, la eutanasia y la homosexualidad a las naciones individuales.

Por lo que la promoción de la globalización económica y comercial está unida con la promoción de un cambio de valores para la civilización occidental.

Lo que hace pensar que el maligno está detrás de esta globalización que se propone ahora.

El globalismo secular reivindica una universalidad terrenal y no basada en Dios.

Se trata de la instauración de un orden mundial global terrenal sin fronteras nacionales, que preserven las tradiciones de la civilización judeocristiana.

Por lo tanto el globalismo es mucho más que la eliminación de fronteras nacionales, pero la eliminación de las fronteras es la condición necesaria para globalizar los valores.

Y esta es la razón por la cual los líderes políticos nacionalistas son tan maltratados por los medios de comunicación importantes, que responden a la globalización de valores.

Esta globalización de valores apunta a eliminar los viejos sistemas de creencias religiosas y reemplazarlos con una religión nueva basada en la New Age.

En que se endiosa a la madre tierra y deriva en el ecologismo como punto central, el slogan “salvar al planeta”.

Es más, con el criterio de salvar al medio ambiente están proponiendo la restricción de los derechos y libertades de los ciudadanos de las naciones y promoviendo la esterilización voluntaria.

Esto ha llegado también al interior del cristianismo.

Al punto que vemos fuertes promociones desde algunos líderes religiosos del ecologismo y de las migraciones, que diluyen las culturas y los sistemas de valores de las naciones.

   

LA ANIQUILACIÓN DEL PROYECTO DE EUROPA

Luego de la segunda guerra mundial Europa dio nacimiento a la más completa propuesta católica: la Unión Europea.

Pero en algún momento esta visión cambió de rumbo.

La mayor parte de Europa y en el resto de Occidente vieron el abandono de los valores cristianos y de la familia.

La aceptación del divorcio, el aborto, el sexo antes del matrimonio, la cohabitación y la ideología de género ha puesto al tejido social más débil.

Y hoy la Europa actual dista mucho de la idea católica con que fue diseñadaPara ver un análisis concreto sobre las raíces católicas y marianas de la Unión Europea lee aquí.

El Brexit de 2016 – decisión de Gran Bretaña de salirse de la Unión Europea – es una forma de aniquilación de una nación supra europea que se estaba formando.

Pero también lo es la dilución de las culturas tradicionales de los países por la masiva ola de migración.

Y en el otro extremo, también podemos ver una aniquilación de las naciones por los abundantes movimientos separatistas que actualmente hay en Europa.

   

EL MENSAJE DE FÁTIMA SOBRE LAS NACIONES

Algunas de las advertencias de Nuestra Señora en Fátima siguen siendo algo misteriosas.

El Mensaje de Fátima predijo con exactitud en 1917 los siguientes eventos que en efecto ocurrieron:

-El fin de la Primera Guerra Mundial;

-El surgimiento de Rusia como potencia mundial, la cual propagaría sus errores (incluyendo el comunismo) alrededor del mundo… fomentando guerras y persecuciones en contra de la Iglesia;

-la elección de un Papa que sería llamado Pío XI.

-la advertencia de una luz extraña en el cielo nocturno, de una segunda Guerra Mundial.

Pero el Mensaje de Fátima predijo también que si las peticiones de la Virgen María en Fátima no eran cumplidas,

-se perderían muchas almas,

-el Santo Padre tendría que sufrir mucho,

-habría aún más guerras y persecuciones en contra de la Iglesia y

-varias naciones serían aniquiladas.

Es discutible si estas otras predicciones se están cumpliendo al menos parcialmente o no.

La aniquilación de naciones predicha en Fátima aparentemente aún no ha sucedido si pensamos en los grandes límites geográficos de las naciones, incluso aún luego de la primera guerra mundial.

Pero si lo miramos en términos culturales podemos ver otros signos.

¿Qué quería decir con “la aniquilación de las naciones”?

La definición Wiki de “nación” podría ser:

Una nación es un gran grupo o colectivo de personas con características comunes que se les atribuyen – incluyendo idioma, tradiciones, las costumbres (aduanas), habitos y la etnicidad.

Es una comunidad cultural-política que ha tomado conciencia de su autonomía, unidad e intereses particulares.

¿Qué está sucediendo a las naciones únicas del mundo?

¿Qué pasa con los alemanes, los italianos, los españoles, los ingleses…?

Veamos dos formas en que las naciones parecen estar siendo aniquiladas hoy mismo.

   

LA ANIQUILACIÓN POR LA GLOBALIZACIÓN Y LAS MIGRACIONES

Estoy pensando en la homogeneización, la erosión cultural a escala global.

Se llama “occidentalización” en lugares como Japón y Corea.

En occidente lo llamamos globalización.

Es el mismo proceso de unificación en todo el mundo.

Por ejemplo tomemos el caso de Gran Bretaña, tan orgullosa de su nacionalidad que incluso la población votó a favor de salirse de la Unión Europea.

The Guardian se queja de que los ingleses están perdiendo el sentido de lo que son.

Amas de casa de 30 años de edad que no toman una taza de té.

Niños en edad escolar que piensan que el pollo Tikka Masala es el “plato nacional” de Gran Bretaña.

Parlamentarios conservadores se quejan que el plan de estudios está siendo limpiado étnicamente de la historia inglesa, de Gales y Escocia.

Lo que sucede en Gran Bretaña, es la corrosión de la singularidad cultural de casi todas las naciones del mundo.

Todas las naciones del mundo están siendo lentamente absorbidos por las grande fauces de la cultura “occidentalizada”, “globalizada” post-industrial, uniformizada, marxificada culturalmente.

Tomemos sólo un aspecto, uno de los más esenciales, el lenguaje.

El siglo XX ha visto el aumento exponencial de lo que los antropólogos llaman la “muerte de las lenguas”.

La corrección política – el término educado para la imposición marxista cultural de la autocensura voluntaria -, ha ayudado mucho.

Vemos muchos artículos de noticias que describen en Gran Bretaña, por ejemplo que “chicas británicas” se unen al ISIS.

Pero ¿en qué sentido es “británica” una chica musulmana, nacida de padres paquistaníes, criada hablando urdu, que asistió a una escuela con un 80% de alumnos musulmanes paquistaníes en Inglaterra, completamente fuera de la cultura británica …?

Los suecos están obligados por ley a referirse a sus invasores islámicos como “nuevos suecos”, tal vez uno de los ejemplos más evidentes de esto.

Esto, a falta de un nombre mejor, es el sueño de George Soros.

Una “sociedad sin fronteras,” la cultura del mundo, el estado global.

Todas las teorías de la conspiración sobre lo que estas personas quieren hacer al mundo se pueden resumir en la frase “la aniquilación de las naciones”.

Pero hay otra forma de aniquilación que es la contraria.

   

LA ANIQUILACIÓN POR LA SECESIÓN

Por ejemplo aquí está el mapa Secesionista Europeo.

Estas son todas las regiones que se encuentran en formas actualmente tratando de separarse de los países que ahora forman parte.

Muchas de esas regiones geográficas se definen culturalmente y / o lingüísticamente.

Esta es otra forma en que tal vez la “aniquilación de las naciones” podría ser provocada.

Parece que Europa está ocupada en romperse, en cientos de divisiones regionales nacionalistas / separatistas.

En respuesta al fracaso político económico de la Unión Europea.

Esta explosión de localismo contradice uno de los mantras europeos, que la Unión Europea asegurará la estabilidad y la paz.

Si examinamos los hechos, la Unión, a través del debilitamiento de los estados nacionales, dio inicio a una serie de conflictos de interés locales.

Y las reclamaciones que se producen cada vez más sobre el terreno pueden dar lugar a conflictos.

El mapa es elocuente  al mostrar que el fenómeno es más amplio de lo que sucede entre España y Cataluña, o lo que pasa con las reivindicaciones escocesas.

En realidad el problema es más amplio y es una forma de aniquilación de las naciones tal como las conocimos el final del siglo XX (surgidas del Tratado de Yalta).

Y en su mayor parte, también como eran las naciones en el momento en que Nuestra Señora de Fátima bajó del cielo en 1917.

Pero debemos considerar que luego de la segunda guerra mundial se produjo la mejor propuesta de paz y desarrollo que ha habido en Europa, que trajo una gran bonanza inmediata.

La Unión Europea fue una idea pergeñada por los católicos europeos, que luego fue des diseñada por las fuerzas enemigas.

Deberíamos pensar que la idea original de la Unión Europea haya sido bien vista por el Cielo y hasta tal vez dictada por él.

¿O no es así?

Konrad Adenauer

Konrad Adenauer

   

LAS RAÍCES CATÓLICAS DE LA UNIÓN EUROPEA

La Unión Europea tuvo raíces católicas: la visión de los pensadores católicos y políticos como Robert Schuman, Alcide de Gasperi, y Konrad Adenauer en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

El objetivo era unir las economías de los principales países de Europa Occidental como para hacer la guerra entre ellos imposible y generar una confianza mutua.

Estos fueron los años de la Guerra Fría, de la brutalidad de Stalin en la Unión Soviética y Europa del Este, de Alemania recuperando algo de esperanza en medio de ciudades en ruinas y personas heridas.

Después de la caída del muro de Berlín y la libertad de Europa del Este, la ampliación de la Comunidad Europea (ese es su nombre por entonces) parecía lógica.

Y había una creencia de que la inclusión de las naciones del antiguo bloque del Este abría la posibilidad de una unidad política total aún fuera de su alcance.

¿Pero por qué una nación liberada recientemente del control soviético querría ser empujado a otra forma de unión política?

Para entonces la unión de los europeos estaba produciendo frutos de alejamiento de la moral cristiana.

El Papa San Juan Pablo II habló a menudo y con pasión de Europa, pidiendo un avivamiento de la fe cristiana que había dado forma a la cultura y los valores europeos.

Él abrió el debate sobre Europa, no sólo en su Polonia natal, sino también en los corazones de los católicos de todo el continente a un nivel diferente.

¿Pero insistía en la necesidad de una integración política plena?

Bandera union europea

   

EL ALEJAMIENTO DE LAS RAÍCES CRISTIANAS DE LA UNIÓN EUROPEA

El clamor en Gran Bretaña de un referéndum sobre la posibilidad de una salida británica de la Unión Europea se había convertido en demasiado fuerte como para ignorarlo, y finalmente el Brexit triunfó en el 2016.

La UE parecía distante desde sus orígenes, por su alejamiento de las raíces, es decir sus cristianas.

Una nación tras otra en toda Europa occidental fue adoptando leyes que permiten la promoción del aborto, el divorcio fácil, el “matrimonio” del mismo sexo.

Las cifras de asistencia a la iglesia, en caída durante años, reflejan el aumento de la laicidad.

Si es que estaba destinada a ser una sociedad de inspiración católica, la UE había perdido claramente su camino.
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Y en cualquier caso, muy pocos o ninguno de los que participan en su gestión del día a día, hacían referencia a esos orígenes católicos.
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Y algunos de los actuales probablemente son ignorantes de ello.

Pero no sólo fue la Unión Europea como asociación la que llevó adelante la reingeniería anti cristiana.

En el mismo año en que Gran Bretaña entró en la Comunidad Económica Europea, Inglaterra y Gales introdujeron el divorcio sin culpa.

Alrededor del 40 por ciento de los matrimonios terminan en divorcio ahora, y las tasas están cayendo entre las parejas más jóvenes, principalmente debido a que muchos de ellos no quieren casarse.

Casi la mitad de los niños británicos ahora son hijos de parejas de hecho, y la proporción sería mayor si no fuera compensado por las altas tasas de maternidad entre las familias inmigrantes.

El aborto fue liberalizado en Inglaterra y Gales en 1967, y ha permitido la muerte de más de ocho millones de niños no nacidos desde entonces; 185.824 de ellos el año pasado.

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Parlamento Europeo de Estrasburgo

   

HOY TODOS LOS ACTORES QUE DIERON NACIMIENTO A LA UNIÓN EUROPEA ESTÁN DEBILITADOS

No hay duda que lo sucedido con el Brexit muestra la crisis de la Unión Europea, porque nadie abandona un barco que marcha viento en popa.

La crisis de la UE es también una de las caras de la crisis del europeísmo Católico.

Por un lado, si bien es cierto que el proyecto europeo era parte de una visión de los católicos, los Estados Unidos y de las elites políticas a la Segunda Guerra Mundial, la debilidad de estos tres actores es parte de la crisis de Europa.

Durante la Guerra Fría, teólogo protestante alemán Martin Niemöller dijo que la República Federal de Alemania (Alemania Occidental) había sido “engendrada en el Vaticano y nacido en Washington” en un momento en que los católicos todavía eran marginales en la clase política de Estados Unidos.

Hoy no hay que olvidar que no sólo el catolicismo y el cristianismo todo están siendo perseguidos en Europa y en todo occidente.
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También está operando una fuerza para descentralización de la Iglesia y lo que significa una mayor independencia de sus miembros en todo el mundo para definir su línea política.

El Papa Francisco ha dicho en repetidas ocasiones que la Iglesia Católica tiene que ser menos centralizada.

Esto es generalmente aceptado desde el punto de vista eclesiológico, pero nadie sabe lo que significa para la postura política de los católicos locales en todo el mundo.

Desde el Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia ha estado a favor de la democracia, apelando a la lealtad al estado nación (siempre respete los derechos humanos y permita algunas formas de objeción de conciencia).

Pero, al mismo tiempo, Roma ha dicho a los católicos que deben dialogar con los regímenes opresores con el fin de permitir que la Iglesia sobreviva y prepararse para un futuro mejor.

Esto es lo que hizo la Ostpolitik del Vaticano con los países comunistas entre 1945 y 1989.

Todo esto se basa en el supuesto de que el Papa y la Santa Sede saben lo que estaban haciendo y que es de utilidad la diplomacia del Vaticano.

Lo cierto es entonces que el proceso de aniquilación de las naciones está en marcha.
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Sin mucho ruido pero como lo predijo Nuestra Señora.
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En todo el mundo, debido a la globalización.
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Y en Europa debido a la migración / ocupación musulmana y a las tendencias separatistas.
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Mientras que la Iglesia también parece estar siendo afectada por esta tendencia.

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