Las conversiones del ateísmo al cristianismo son muy variadas en sus formas y caminos.

El cardenal Ratzinger respondió cuando se le preguntó cuántas maneras hay para llegar a Dios,

“De tantas maneras como haya personas. Porque incluso dentro de la misma fe, el camino de cada hombre es completamente personal”.

Sin embargo estudiando las conversiones podemos pensar en dos estrategias básicas, que son las que sucedieron a San Pedro y a San Pablo.

San Pablo tuvo una iluminación de conciencia cuando se cayó del caballo en el camino de Damasco.

En ese instante comprendió lo básico que hay que comprender para convertirse y luego fue haciendo el camino de estudio y comprensión de la doctrina.

En cambio el camino de San Pedro fue el de paso a paso, asimilando de a poco la doctrina.

Hay un momento en que la comprensión hace clic en la mente de las personas.

Luego viene toda la etapa de armar la nueva cosmovisión en la inteligencia. Y superar las emociones y el entorno, que muchas veces es hostil hacia la conversión.

Por eso a tantos les cuesta tanto dejar de declararse ateos.

La mayoría de los ateos hoy creen que la ciencia ha eliminado la necesidad de creer en Dios.

Y por lo tanto los que creen en Dios tienen un handicap de inteligencia o de razonamiento.

O en su defecto, les ha ido tan mal en la vida que tienen que creer en Dios para compensar sus problemas y seguir viviendo.

La conversión es un camino lento y sinuoso, pero cuándo se está transitando, los ateos pueden encontrar cada vez más paz interior y ahí darse cuenta que están en el camino a la verdad.

Los ateos razonables se convierten porque son razonables y honestos, están dispuestos a seguir la evidencia.

Están abiertos a los razonamientos filosóficos honestos, por amor a la verdad.

Es así cuándo alguien es impactado por los argumentos de Santo Tomás de Aquino o cuando le prenden argumentos filosóficos a favor de la existencia de Dios.

También puede venir por el estudio de los evangelios, cuando alguien trata de verificar si sus afirmaciones son confiables o no.

Una posibilidad también es cuando se estudian las evidencias de la resurrección de Cristo.

Y también los hechos sobrenaturales que han sucedido en la historia, entre ellos las apariciones, los milagros eucarísticos y otros como el milagro del sol en Fátima.

La conversión también puede venir por comprobar las limitaciones de la ciencia moderna.

Por ejemplo por reconocer el orden y la complejidad del universo y su increíble ajuste para la existencia del hombre.

Otro elemento que puede impactar es el de la belleza, como decía el teólogo Hans Urs Von Balthasar.

El arte y la arquitectura de los edificios católicos, más la belleza de la doctrina pueden embelesar a un ateo.

También puede venir por la experimentación con la oración.

Qué puede suceder en aquellos casos de las personas que están investigando honestamente y se proponen verificar si la oración tiene algún efecto o no.

Las conversiones pueden venir por comprobaciones desde el lado de la ciencia, por ver milagros, y desde el lado de la filosofía, del razonamiento.

Milagro del sol de Fátima en 1917

    

LOS MILAGROS ASOMBRAN A LOS ATEOS

El mundo actual cree cada vez menos en los milagros.

Las personas educadas modernas tienden a descartar lo milagroso.

Prefiriendo creer en que la ciencia finalmente proporcionará una explicación natural de lo inexplicable.

Creen que sólo el conjunto de ignorantes o crédulos llevan a cabo peregrinaciones desesperadas que buscan curas o van tras las señales milagrosas.

Pero veamos.

La palabra «milagro» viene de la palabra latina que denota asombro.

Y literalmente, significa “un espectáculo para la vista” porque revela la gloria de Dios.

Los milagros de Jesús eran signos mesiánicos que demuestran que el reino de los cielos había venido a la tierra.

Como el Catecismo de la Iglesia Católica 547-50 nos dice:

“Jesús acompañaba sus palabras con numerosos milagros, prodigios y señales, que manifestaban que el Reino está presente en Él y daban fe de que Él era el Mesías prometido”.

La Congregación para la Doctrina de la Fe, la más antigua de las nueve congregaciones de la curia romana, fue fundada para defender a la Iglesia de la herejía y es la que ha estudiado más los milagros.

Se ha referido extensamente a los milagros de sanación.

En un documento explica que la creencia en lo milagroso ha existido a lo largo de la historia de la Iglesia y cita a San Agustín, un estimado doctor de la Iglesia, que personalmente fue testigo de curaciones milagrosas:

“Los Padres de la Iglesia consideraban algo normal que los creyentes pidieran a Dios no solamente la salud del alma, sino también la del cuerpo.

A propósito de los bienes de la vida, de la salud y de la integridad física, San Agustín escribía:

Es necesario rezar para que nos sean conservados, cuando se tienen, y que nos sean concedidos, cuando no se tienen’.

El mismo Padre de la Iglesia nos ha dejado un testimonio acerca de la curación de un amigo, obtenida en su casa por medio de las oraciones de un Obispo, de un sacerdote y de algunos diáconos”.

Y en ese documento que citamos, la Congregación incluso da instrucciones sobre cómo orar por sanidad.

Seguramente el Todopoderoso se complace en impactantes curaciones físicas sorpresa.

Porque los milagros confirmados hacen añicos la visión del mundo sin un Dios operante y, a menudo desencadenan una conversión.

Y hablamos de los milagros en general y no sólo los de sanación.

Veremos dos casos.

Un científico ateo se convirtió estudiando milagros eucarísticos, porque no encontró explicaciones científicas sino sobrenaturales.

Y un campeón del ateísmo, que daba letra a otros para que dejaran la fe, experimentó una sanación milagrosa y hoy es una campeón de la fe.

    

LA CONVERSIÓN DE UN ATEO ESTUDIANDO MILAGROS EUCARÍSTICOS

El Dr. Ricardo Castañón cuenta en sus conferencias cómo un científico ex-ateo creyó en Dios a través de la misma ciencia.

Y cómo en realidad efectivamente Jesús está presente en la hostia consagrada.

El doctor Ricardo Castañón Gómez, boliviano, ha colaborado estrechamente en investigaciones de milagros eucarísticos, en diversas partes del mundo.

Uno de los más emblemáticos, es la investigación que hizo sobre el Milagro Eucarístico de Buenos en el que intervino el Papa Francisco.

Leer especialmente estos dos artículos:

El Papa Francisco Protagonista de uno de los Mayores Milagros Eucarísticos de la Historia [información ampliada]

El Informe sobre los Milagros Eucarísticos más Completo que hayas leído

Su conversión se debe a la efusión de sangre de una imagen de Cristo de Cochabamba, en 1992.

El experto, siendo entonces ateo, se asombró al ver los resultados científicos de aquella efusión, que tenía componentes humanos.

Este hecho, desató un determinante vuelco espiritual, que lo llevó más tarde a convertirse al catolicismo.

Otro hecho significativo es que el cardenal Jorge Mario Bergoglio el actual papa Francisco, le pidió que investigara dos hostias que sangraban, lo que hoy se llama el milagro eucarístico de Buenos Aires, ver aquí.

Después de 6 años de estudio, demostró que esa sangre de las hostias se trataba de sangre humana, de tejido humano, había corazón vivo, que tiene ADN humano, glóbulos blancos y musculo del corazón.

El doctor Ricardo Castañón Gómez es Doctor en Psicología Clínica, realizó estudios universitarios en Alemania, Francia, EE.UU, e Italia.

Es especializado en Medicina psicosomática, Neuropsicofísiología cognitiva, psicólogo clínico con conocimiento especializado en la relación entre el cerebro y el comportamiento humano.

Fue discípulo de Rita Levi Montalcini premio nobel de medicina.

El Doctor Castañón, le dice a la entrevistadora María Rosa Ordaz, que gran parte de su vida fue ateo, conoció el amor de Dios hace algo más de dos décadas.

El amor de Dios es un amor tan extenso, que busca muchas formas para expresarlo al hombre.

Por ejemplo a través de la palabra de Él, enviando a su hijo en persona.

Actualmente lo hace también a través de lo que llamamos experiencias místicas modernas.

Como científico he tenido la bendición de estudiar imágenes que exudan sangre, lagrimas.

Un equipo de investigadores y un servidor, hemos demostrado que el líquido rojizo de las imágenes es sangre humana.

Los teólogos que me asesoran dicen que esta es una expresión de las preocupaciones de Dios.

Le pregunte a un experto dogmático en USA, porque sangran estas estatuas, él me dijo: lea Lucas 19 versículo 38.

Consulté el texto y narra el momento en el cual Cristo entra triunfante a Jerusalén.

Todos lo reciben con gran fiesta, pero se acercan los sacerdotes fariseos y le dicen “maestro has que tus discípulos se callen”, él les responde “si mis discípulos se callaran las piedras gritarán”.

Después de estudiar esta imagen de un Cristo que sangra y llora, he estudiado hostias que sangran.

Las primeras dos, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio el actual papa Francisco me pidió que las estudiase.

Después de 6 años de investigaciones demostré: que se trataba de sangre humana, de tejido humano, había corazón vivo.

Esto significa que el Señor para los hombres del siglo XXI, nos está obsequiando una realidad diciendo aquí estoy Yo, estoy presente, este es mi cuerpo, esta es mi sangre, mi palabra se cumple.

Siempre he tenido un concepto importante de México, estoy convencido que México es un lugar bendecido, tienen la Guadalupana, Dios se las dejó, ella quiso quedarse aquí; porque confiaba en ustedes.

Ahora les deja estos signos eucarísticos.

El signo de Chilpancingo es otra hostia que sangra.

Demostramos que es sangre humana, tiene ADN humano, glóbulos blancos, tiene musculo del corazón.

Convencido estoy que Dios lo está haciendo para decirnos, mi palabra se cumple: te he dicho que esto es mi cuerpo, esto es mi sangre y aquí te doy la prueba.

Nosotros los investigadores los llamamos signos hasta que la autoridad de la iglesia reconozca esto como milagro, ahora sólo hablamos de un signo extraordinario.

En lo personal, he estado muy complacido de presentar los resultados de mi investigación, con toda la colaboración y presencia de las autoridades de la diócesis de Chilpancingo Monseñor Alejo Zavala el Obispo.

Ojalá que con el tiempo su equipo de teólogos me ayude a comprender aquello que la ciencia ya ha descubierto, que hay un caso extraordinario y sobrenatural en esa investigación de la hostia.

Rosa María le preguntó cuántas hostias y de que países ha tenido la oportunidad e investigar. Y el Doctor Castañón le respondió:

Tengo varias muestras aproximadamente unas 8 o 10.

Sin embargo solo puedo hablar de aquellas donde los estudios han sido calificados por la autoridad de la iglesia.

Existen otras investigaciones que realizo. Mientras no concluyo, la autoridad de la iglesia me pide que esté en silencio.

En este momento puedo hablar objetivamente de las dos hostias de Argentina; puedo hablar de la hostia de México, de Chilpancingo.

Tengo otra de Sudamérica, existen otras todavía están en reserva, las que estudié presentan efusiones de líquido rojizo, corresponden a sangre humana con presencia de ADN.

Pero la verdad, el Dr. Castañón no era un ateo militante, por lo que su conversión puede haber sido más fácil.

Pero hay otros casos, como el de John C. Wright, que siendo un filósofo y escritor abanderado del ateísmo militante contra el cristianismo tuvo una experiencia sobrenatural que lo convirtió.

Y al igual que San Pablo, pasó de utilizar sus talentos utilizados para perseguir a los cristianos, para proclamar la existencia de Dios.

Hemos visto como puede ser la conversión desde la ciencia, pero también viene por el lado de la filosofía.

John C Wright

   

LA CONVERSIÓN DE UN CAMPEÓN DEL ATEÍSMO

John C. Wright fue traído a la fe por un milagro que le salvó la vida luego de un ataque al corazón.

Dice que habitualmente recibe emails de sus lectores como estos:

Déjeme ver si entiendo:
.
Usted, un individuo presuntamente racional que escribe historias de ciencia ficción para ganarse la vida.
.
¿Cree sinceramente que el creador de nuestro universo de 13700000000 años de edad, de 70 trillones estrellas, mágicamente embarazó a una hembra humana alrededor de 2000 años atrás?
.
¿Una mujer que luego dio a luz a un hijo llamado Jesús, que hizo milagros, resucitó de entre los muertos, y se desempeñó como mensajero del creador de la humanidad?

Y esta es su respuesta:

Yo soy persona presuntamente muy racional.

Yo era un campeón del ateísmo que daba argumentos a favor del ateísmo tan convincentes que mis tres amigos abandonaron su creencia religiosa, debido a mi capacidad de razonamiento persuasivo, y mi padre dejó de ir a la iglesia.

Pero concluí el proceso tortuoso y de décadas de implacable lógica, y vi de que todos mis compañeros ateos estaban terriblemente y cómicamente equivocados acerca de todos los puntos básicos de la filosofía, la ética y la lógica.

Y mis enemigos odiados, los cristianos, tenían razón; y me maravillé sobre cómo pudo pasar esto. Los datos no coinciden con el modelo.

Al ser un filósofo y no un farsante, puse el asunto a una prueba empírica. Por primera vez en mi vida, yo oré, y dije:

«Dios. No hay forma lógica de lo que puedas existir, y aunque aparezcas en la carne, yo diría que es una alucinación.

Así que no puedo pensar en ninguna forma posible, sin importar cuan clara sea la evidencia, de que puedas probarme tu existencia.

Pero los cristianos afirman que eres benevolente, y que mi falta en no creer en ti, inevitablemente me maldecirá.

Si, como dicen, te importa si estoy o no estoy condenado, y si, como dicen todos, eres sabio y todopoderoso, puedes probarme que existes a pesar de que estoy seguro de que tal cosa es lógicamente imposible.
.
Agradeciendo de antemano tu colaboración en este asunto, John C. Wright».

Y entonces mi mente estaba en reposo.

Había hecho todo lo que tenía que hacer honestamente para mantener mi posición como alguien con lógica, objetiva, y de mente abierta.

john-c-wright

   

LA RESPUESTA DIVINA

Tres días más tarde, sin previo aviso, tuve un ataque al corazón, y estaba tirado en el suelo, gritando y muriendo.

Entonces fui salvado de una muerte segura por la fe de curación, después de lo cual:

1) sentí al Espíritu Santo entrar en mi cuerpo;

2) me convertí inmediatamente consciente de mi alma, una parte de mí mismo que, hasta ese momento, pensé que no existía;

3) recibí la visita de la Virgen María, su hijo y su Padre;

4) por no hablar de otros espíritus y fantasmas en un período de varios días;

5) incluyendo períodos de éxtasis divino, y una conciencia de la unidad mística del universo;

6) una semana después de que tuve una experiencia religiosa entré en la mente de Dios y vi su simplicidad y su complejidad indescriptible, su amor, humor, y la majestad de su pensamiento.

Y entendí la alegría más allá de la comprensión y comprendí la unidad subyacente de todas las cosas.

Y la paradoja del determinismo y el libre albedrío se hizo clara para mí, al igual que la naturaleza sinfónica de la profecía.

Se me mostró la estructura del tiempo y el espacio.

7) y entonces Cristo en una visión me dijo que Él sería mi juez, y que Dios no juzga a nadie. Mencioné este evento a mi esposa.

Luego, alrededor de un mes más tarde, cuando estaba leyendo la Biblia por primera vez, más allá del mínimo inevitable asignado en la escuela, me encontré con el pasaje en el libro de Juan.

Un pasaje que nunca había visto antes, y que ningún cristiano en mi audiencia había hecho referencia, que decía lo mismo con las mismas palabras:

“Como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, también el Hijo da la vida a los que quiere.
.
Del mismo modo, el Padre no juzga a nadie, sino que ha entregado al Hijo la responsabilidad de juzgar, para que todos honren al Hijo como honran al Padre.
.
El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado”.
(Juan 5:21-23)

8) y entonces he tenido tal vez un par de docenas de oraciones milagrosamente contestadas, tanto es así que ahora lo considero como una rutina normal en lugar de algún acto de fe extraordinario.

Así que yo diría que mi pequeña oración sarcástica fue respondida con mucho más de lo que yo había pedido.

Y me dieron no sólo la evidencia, y no sólo abrumadora evidencia, sino un gozo inefable y la vida eterna.

libro de john c wright

   

UNA AVALANCHA DE PRUEBAS

Yo también considero que esta abrumadora avalancha de pruebas es una vergüenza delante de mis hermanos en la fe.

Ya que le dijo a Tomás el incrédulo: «Bienaventurados los que no vieron, y creyeron» – es una bendición que me negó.

En retrospectiva, ojalá no hubiera sido tan arrogante, y hubiera echado un vistazo alrededor en la tierra y el cielo, y visto la complejidad, la maravilla y la belleza de la naturaleza.

Considerado la autoridad incontestable de la conciencia dentro de mí, y saber que yo era un ser creado dentro de la creación del cosmos, no un evento al azar.

Cualquier niño puede verlo, y todos los niños los hacen.

Para mí, el universo era corredor a la muerte, y yo era un preso condenado a muerte que creía que todo fuera del corredor de la muerte era ilusión y sentido por los deseos.

Pero luego recibí una llamada del gobernador del universo conmutando mi sentencia.

Voy a vivir para siempre, al igual que todos nosotros.

Este fue mi reembolso de una vida gastada en la blasfemia, odio y calumnias en contra de Dios.

En lugar de golpearme violentamente como yo bien lo merecía, él me salvó, me alegró y me colmó de gracia.

Me convertí.

Entonces descubrí que la cosmovisión cristiana da sentido a muchas cosas que la cosmovisión atea o agnóstica no puede dar sentido.

Me di cuenta de que incluso en sus propios términos filosóficos, el cristianismo es la explicación más sólida del cosmos y el lugar del hombre en él, respondiendo a muchas preguntas exitosamente que los ateos reclaman no pueden ser contestadas.

Y luego, sin admitirlo, actúan en sus vidas como si respondieran a la pregunta, como la forma de dar cuenta de las facultades racionales del hombre, la universalidad de los principios morales, el orden de la cosmos, la mejor manera de vivir, etc…

   

LA DISCUSIÓN CON LOS ATEOS

En cuanto a mis amigos ateos, luego descubrí que ninguno de ellos, ni uno solo, me pudieron dar un argumento razonable.

Ellos razonaban así:

«Dios no puede existir.
.
Por lo tanto, cualquier evidencia que te has encontrado con la existencia de Dios debe ser alucinación, mala percepción, memoria defectuosa, autoengaño, coincidencia, o cualquier otra cosa.
.
Por lo tanto, ninguna de tus pruebas demuestra la existencia de Dios».

No importa lo que vieron, no importa lo que escucharon, no importa cómo el mundo estaba en contra de ellos, irían a los leones en lugar de mirar la evidencia, para que su fe en su falta de fe se mantuviera inconmovible.

Cuando señalé que se trataba de un razonamiento circular, me dijeron malas palabras.

Yo solía ser uno de ustedes, mis queridos ateos, y yo era bueno en mi trabajo. ¡Pero basta!

Mi pregunta para ti es la siguiente: si la ciencia descubre mañana que el universo tenía la mitad de su edad aparente, y estima las estrellas como la mitad de su número actual, ¿tendría la creencia en Dios de alguna manera el doble de credibilidad a sus ojos?

Si es así, ¿por qué?

Si no, entonces, lógicamente, la edad del universo y el número de estrellas no tiene ninguna incidencia en la credibilidad de la creencia en Dios o en la Encarnación.

Una vez más, si estás tratando de convencerme de que no debería creer en los acontecimientos inusuales o eventos inauditos o difíciles de creer, sobre la base de que no es raro ni insólito ni difícil creer en acontecimientos que siempre suceden, la simple lógica indica que este no puede ser el caso.

Lógicamente, cada acontecimiento ordinario es inaudito antes de oír de él.
.
Incluso el primer ejemplo de eventos repetidos es inusual hasta que se produzca el segundo ejemplo.
.
Y los eventos son difíciles de creer cuando, y sólo cuando, nuestras expectativas y nuestra experiencia no coinciden.
.
Por lo tanto, toda novedad es tan increíble como el ornitorrinco, cuando lo encontraste por primera vez.
.
Por lo tanto no sólo suceden acontecimientos increíbles, tienen que suceder, porque si no fuera así, el concepto de credibilidad no podría existir.

Si, por el contrario, el argumento es que no debo creer los informes de los milagros por el motivo de que no existen los milagros, y que como sabemos que los milagros no existen por lo tanto no oímos informes creíbles de ellos, se está discutiendo en un círculo.

Fuentes:

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