Descubrimos que es lo que debe testimoniar el Ejército de Pequeños que está siendo enviado por Dios.

Estamos presenciando que ha bajado a la tierra una especie de ejército de pequeños, con el único propósito de despertar el fuego de la santidad en los hombres, a través de su testimonio, y así conducirlos al Reino de los Cielos.

En realidad son seres humanos de corta edad, que tienen contacto directo con el cielo desde muy chicos.

En los que Dios quiere que resulte evidente que suceden cosas sobrenaturales alrededor de ellos, para que veamos Su mano y su mensaje. 

Por eso es importante que lo difundamos.

Algunos reciben mensajes para la humanidad y los transmiten.

Otros, testimonian sobre la forma en que pide el cielo que vivamos.

Y otros, se sacrifican por los pecadores.

Aquí hablaremos sobre dos de este ejército de pequeños, que se han hecho presentes en nuestro tiempo y que nos testimoniaron lo que quiere el cielo de nosotros, a pesar de que han tenido un corto pasaje por la Tierra.

Veremos cuál es el testimonio que nos traen desde el cielo.

Todos ellos, los integrantes de este ejército de pequeños, nos están diciendo que el cielo existe, que es un lugar maravilloso y que vale la pena vivir una vida alejada del pecado para llegar a la felicidad eterna.

Hemos hecho varios videos descubriendo a algunos de estos pequeños enviados, algunos de los cuales han sido censurados porque son cosas que asustan a quienes quieren quitar a Dios de la mente de los seres humanos.

Y en este video queremos hablar de dos pequeños que nacieron en la década de 2010 en Italia.

Y veremos las manifestaciones sobrenaturales que tuvieron, que nos indican que eran portadores de un mensaje divino.

El primero es Francesco Pio, que nació en el 2013 en Nápoles, aunque luego vivió en Génova, y nació milagrosamente después que su madre Carmela había tenido dos tumores consecutivos en el útero.

La primera manifestación de que algo extraordinario sucedía con él, fue que desde muy pequeño Francesco tenía una capacidad de amar que dejaba a todos boquiabiertos.

Sabía leer los corazones y alegrar a la gente cuando la veía tristes.

Y una de las frases que siempre repetía desde muy chiquito era «¡No llores, ríe!».

A los cuatro años comenzó a tener dolor en una pierna, que resultó ser un tumor que aplastaba su columna vertebral y los médicos no vieron esperanza posible de recuperación.  

Entonces viene la segunda manifestación, cuando luego de una operación de 9 horas para extirparle el tumor, su madre se le acerca con un Rosario en la mano de manera distraída, y el pequeño dice «Eso es mío».

Y le pide insólitamente «¡Mamá por favor, hagamos muchas Avemarías!», cuando no era algo que hubiera oído antes.

Y ya la tercera manifestación muestra lo que estaba pasando, él empieza a hablar de «la otra madre».

Diría, «Ella siempre viene a mí, me acaricia la cara y me dice que yo estaré bien».

Y que lo había llevado a un prado maravilloso, donde había muchos otros niños vestidos de blanco.   

Entonces sus padres caen en la cuenta, que el Rosario que se había formado cuando su bautismo, con las gotas de agua, y resultó registrado en una fotografía, no fue casual.

La cuarta manifestación sucedió después de un examen cardiológico.

Su Madre, médicos y enfermeras lo felicitan por portarse tan bien y él responde: 

«Seguro mamá, en la cama conmigo estaba la Virgen, ella me acarició y me dijo: Francesco, no te preocupes, estarás bien», esto dejó a todos sin palabras y conmovidos.

La quinta manifestación evidente sucedió luego que le hicieron una gammagrafía, cuando al final dijo, «¡Mamá! ¿Sabes que vino el niño Jesús? Era pequeño como yo, me acariciaba y me decía que estaría bien».

La sexta manifestación sucedió cuando ya los dolores eran inaguantables y los médicos se asombraban de la capacidad para soportarlo que tenía.

Entonces él revela que lo hacía pidiendo a Dios, «Jesús, ¿dónde estás? ¡Jesús ayúdame!» y el dolor le resultaba soportable.  

La séptima manifestación sucedió el 27 de febrero de 2018 cuando Francesco expiró, su madre lo abraza y siente un calor muy fuerte que llega a ella.

Y ese día la ciudad se cubrió insólitamente de nieve, cuando no es normal que suceda, y hay una tradición que dice que cuando muere un santo suceden cosas anormales en el clima.

Y la octava manifestación fue que su tía vio a Francesco luego en sueños y la invitaba a una fiesta, y resultó que entonces, la que no podía tener hijos, quedó embarazada.

No hay duda que este pequeño estaba en una misión en la tierra ¿no?.

El otro pequeño enviado del cielo con una misión para nuestro tiempo fue Manuel Foderá, nacido en el 2010 en Sicilia.

A los 4 años se comenzó a quejar de un fuerte dolor en la pierna derecha, tiene fiebre y poco apetito, y le diagnostican un neuroblastoma en fase IV.

Y comienza un largo vía crucis de cinco años, con operaciones, ciclos de quimioterapia, un trasplante, transfusiones de sangre y dolores inenarrables.

Al inicio quiere ir a la escuela, jugar con sus compañeros y llora porque no puede, pero después de algún tiempo sucede lo inexplicable, Manuel acepta el tratamiento y se vuelve sereno y dócil.

¿Qué había pasado?

Antes de cada terapia pedía que lo llevaran a la capilla a ver a Jesús en la Cruz, rezaba el Rosario e insólitamente las letanías de memoria. 

Esta fue la primera manifestación de que estaba sucediendo algo sobrenatural.

La segunda manifestación que aclaró todo fue cuando hubo una fiesta del pueblo y salió la procesión con la imagen de la Virgen. 

Y entonces dijo, «Mamá, mamá, la Virgen me ha dicho: ‘Alegría mía, esta tarde haré fuegos artificiales para ti'». 

Su mamá le explica que no estaban previstos fuegos artificiales ese día. 

Y Manuel le rebate con seguridad, «te equivocas, porque me lo ha dicho la Virgen». 

Y efectivamente de noche suceden los fuegos artificiales.

La tercera manifestación sucedió el 13 de octubre de 2007 cuando el obispo decidió que tomara la primera comunión a pesar de su edad.

Pero estaba tan dolorido que dudaron en dársela, y ante esto la situación cambió instantáneamente y el dolor desaparece.

Manuel lo explica así: «la Virgen me ha dicho: ‘Manuel no puedes recibir a Jesús cojeando’. Y entonces ha hecho la magia de hacerme sanar».

La cuarta manifestación sucedió cuando le hizo una petición sorprendente al obispo: «Obispo, por favor, ¿puedes decirle a tus sacerdotes que acostumbren a dejar por lo menos cinco minutos de silencio después de la comunión para poder hablar y escuchar a Jesús en el corazón?»

La quinta manifestación sucedió un día después de comulgar, le preguntó a Jesús qué le iba a regalar en la próxima Navidad. 

Y Jesús le respondió, «muestra siempre mi alegría a los otros. Sé un guerrero de la luz en medio de las tinieblas». 

La sexta manifestación sucedió en Lourdes. 

Después de la cena, Manuel recita el rosario con los peregrinos sicilianos y pide recitar una decena por los niños ciegos. 

Nadie comprende, pero al regreso se sabe que un niño ciego de otro grupo había recobrado la vista.

La séptima manifestación es que Jesús le pide a Manuel que su Director Espiritual sea Don Ignacio Vazzana, quien lo visitará a diario, y quedará maravillado el gran sentido del pecado que tenía.

Y con la octava manifestación ya quedó claro cuál era su misión, Manuel dijo, 

«Jesús me ha dado el sufrimiento porque tiene necesidad de sufrir para salvar conmigo el mundo».

«Jesús necesita mi sufrimiento para salvar las almas»

La novena manifestación sucedió cuando un día llorando de felicidad dijo que Jesús le había entregado dos espinas de su corona y ahora las tenía en su cabeza.

Y precisamente él tenía dos masas tumorales en la cabeza.

La décima manifestación sucedió un mes antes de su expiración, festejando su último cumpleaños.

Le dijo a sus amigos, 

«Jesús me ha dejado ver el Paraíso, es un lugar maravilloso, bello, con un banquete preparado por Él»

Y agregó,

«Jesús me ha dicho que moriré a los nueve años, que debo sufrir ahora un poco por Él. 

Pero después me apareceré a mi mamá y a mis seres queridos, podré ser tocado y abrazado por ellos».

Y la undécima manifestación sucedió momentos antes de su pasaje. 

Luego de la misa y sosteniendo fuertemente un Rosario en sus manos dice con un hilo de voz «he terminado».

En resumen, todos nacemos con una misión, venimos a la tierra a cumplir algo que nos han pedido.  

Pero hay algunos que vienen con una misión más importante que otros.

Vienen a testimoniar con sus vidas de manera mucho más evidente que el resto de nosotros, que Dios existe.

Nos vienen a indicar a como Él quiere que vivamos, con alegría, sin pecado y haciendo sacrificios por la conversión de los pecadores.

Y para esta misión Dios se está valiendo de los pequeños, como vemos que ha sucedido en la mayoría de la historia.

Y hemos descubierto que en este momento de la historia, Él está multiplicando esto, porque se han difundido varios casos de pequeños testimoniando lo mismo.

Y esto no es casualidad, esto es un plan del Cielo para que tengamos claro cómo la humanidad va a salir del abismo al cual se dirige.

Estos dos casos que informamos aquí deben unirse a otros que ya informamos, a otros que no conocemos y a los que vendrán.

Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo Dios está valiéndose de los pequeños para que nos entreguen su mensaje de vida. 

Y me gustaría preguntarte si conoces otros casos como estos que reportamos.

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