Una investigación en Italia.
La narrativa de quienes abogan por dar la comunión a los católicos divorciados vueltos a casar es que hay mucha espera entre los divorciados vueltos a casar, que van a misa, para comenzar a tomar la comunión. Sin embargo una encuesta en Italia muestra que no existe esa expectativa, ya que los divorciados vueltos a casar parece que en su mayoría ya comulgan por diferentes mecanismos, y que a lo sumo un cambio en la doctrina blanquearía algunos tipos de ocultamiento o transgresiones.
Aunque probablemente, aún quede el caso de quienes han abandonado la iglesia por no poder comulgar, cosa que no investigó este estudio.
Una investigación realizada por el famoso sociólogo italiano Massimo Introvigne ha mostrado que no se corresponde con la realidad que los divorciados vueltos a casa esten esperando ansiosamente el Sínodo convocado por el Papa Francisco para finalmente tomar la comunión.
Introvigne quiso poner a prueba la consistencia de la imagen de los católicos divorciados vueltos a casar transmitida por la mayor parte de la prensa con una búsqueda realizada en una muestra 250 sacerdotes y religiosos de todas las regiones italianas, utilizando una técnica de «cascada» haciendo circular un cuestionario a través de las redes sociales e Internet, utilizando también grupos cerrados de sacerdotes y ex alumnos de seminarios pontificios. La muestra no es enorme, pero es representativa, y viene de todas las regiones italianas,
Los resultados de la investigación, que abarca Italia, podrá sorprender a muchos pero deja de pensar en las opiniones de si se debe dar o no la comunión a los divorciados para enfocarse en lo que está sucediendo realmente en Italia.
El 78% de los sacerdotes italianos dicen que no saben de un solo caso en su parroquia de divorciados y vueltos a casar, que no comulguen y esperan la luz verde de Iglesia para comulgar. Entre la minoría de sacerdotes que dicen que sí hay casos en su parroquia, más de la mitad, 52%, dijo que la pareja involucrada son sólo uno o dos.
Por lo tanto la expectativa del sínodo no es enorme, no sólo porque muchos divorciados probablemente no esten interesados ?en comulgar, sino porque muchos ya lo han hecho, aunque en teoría la Iglesia no lo permite.
Según la investigación, el 75% de los sacerdotes italianos saben que entre sus feligreses divorciados y vueltos a casar hay personas que comulgan regularmente. El 41% piensa que lo hacen ignorando por completo el sacramento de la confesión, el 34% informan que estos divorciados y vueltos a casar deciden comulgar luego de una entrevista con el confesor.
Por otro lado sabemos que los sacerdotes – que, como sabemos, siguen las instrucciones de sus obispos, y casi nunca niegan la comunión a cualquiera que se ponga en la fila y se presente en el altar – están preocupados por el efecto sobre otros fieles de un posible escándalo. De hecho, según la investigación, los sacerdotes piensan que entre los divorciados y vueltos a casar que deciden comulgar después de una conversación con el confesor, el 75% comulgan rutinariamente fuera de su propia parroquia. Siguen lo que parecía ser un consejo típico de sacerdotes de otros tiempos para diversas situaciones de pecado – «comulga en una iglesia donde no te conocen para no crear un escándalo» – lo que al parecer sigue estando bastante la moda.
El problema de los millones de católicos en el mundo que comulgan con regularidad y no lo confiesan afecta no sólo a los divorciados y vueltos a casar. Es uno de los mayores dramas de la Iglesia de hoy, lo que explica muchos otros, ya seriamente denunciado por Benedicto XVI y que bien lo sabe el Papa Francisco, quien ha insistido en la invitación a la confesión.
Esta encuestaa trata de esclarecer hechos en lugar de opiniones, y como lo demuestra, resulta que muchas veces los problemas son diferentes a como se piensa que son.
Fuentes: La Nouva Bussola Quotidiana, Signos de estos Tiempos