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En el Rosario está la misteriosa llave que Jesucristo entregó a María para atar a los demonios.

Hace ochocientos años, Nuestra Señora entregó el Rosario a Santo Domingo.

Y le prometió que sería una poderosa armadura contra el infierno, destruiría el vicio, disminuiría el pecado y vencería a las herejías.

Luego, cuando comenzó la embestida final del demonio, lo dotó de más poder.

Y los demonios están diciendo en exorcismos, que cada rosario es un mazazo en su cabeza.

¿Pero por qué?

Aquí te contaremos la sorprendente revelación que hizo la Santísima Virgen sobre por qué cada Rosario es tan doloroso para los demonios.

En 1571, Europa estaba amenazada por los musulmanes del Imperio Otomano, que estaban a punto de conquistar Europa.

San Pío V pidió a la cristiandad que rezara el Rosario y, contra todo pronóstico, las fuerzas cristianas prevalecieron en la Batalla de Lepanto, salvando a Europa. 

Y más recientemente, en 1917, mientras nacía y extendía el mal del comunismo, Nuestra Señora se apareció en Fátima y pidió que rezáramos el Rosario todos los días, para obtener la paz en el mundo.

Prometió que Su Corazón Inmaculado Triunfará y vendrá una era de Paz.

Y dijo que en estos últimos tiempos en que vivimos se le ha dado una nueva eficacia a la recitación del Rosario, hasta el punto de que no hay problema, no importa cuán difícil sea, que el Rosario no pueda resolver. 

Y a partir de ahí se ha constituido en el recurso principal en la guerra espiritual.

Por un lado, a nivel personal, para luchar contra las tentaciones propias y de aquellos a quienes amamos.

Y por otro lado, aunque pueden parecer intrascendentes los 20 minutos de oración que le dedicamos, su recitación salvará al mundo del ataque demoníaco actual.

Sabemos por manifestación de los demonios cómo los perturba y el dolor que les produce el Rosario.

Belcebú le dijo al exorcista Padre Ambrogio Villa durante un exorcismo, que el Rosario lo destruye.

Cada Ave María le revienta el cerebro.

Le destroza el cerebro oír la cantinela de las repeticiones “Dios te salve María, llena eres de Gracias el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres”.

Y alabar al fruto de Su vientre, Su hijo Jesús, una y otra vez.

¿Y por qué es esto?

La Santísima Virgen le reveló al Padre Stefano Gobbi, que cada vez que rezas el Rosario ayudas a conformar la cadena con que Ella inmovilizará a satanás. 

Le dijo que Su victoria se hará efectiva cuando satanás sea encerrado en su reino de tinieblas, junto con su ejército de espíritus infernales, para que no dañe al mundo.

Y que sucederá cuando se ate al demonio y sus secuaces, y se lo encierre en el Abismo.

O sea cuando se cierre la apertura del infierno, que sucedió cuando a un demonio se le permitió abrir lo que se denomina “el pozo del Abismo”, y entonces llega a la Tierra un humo, que oscurece el sol y el aire en la Tierra.

Esto sucede con el toque de la quinta trompeta, según Apocalipsis 9.

Pero a Nuestra Señora, como Reina de los Ángeles, le ha sido dado por el Señor la mayor y más importante misión en la lucha contra satanás. 

Desde el principio de los tiempos Ella fue preanunciada como la enemiga de la serpiente, que al final le aplastará la cabeza.

Porque Dios prometió al demonio en el Génesis 3:15, “pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la Suya. Ella te aplastará la cabeza, mientras tú le morderás el talón”. 

La descendencia de la Mujer es Cristo, que ha llevado a cabo la obra de la Redención y nos ha librado de la esclavitud de satanás.

Y para que se realice la completa victoria, se le ha confiado a la Virgen María la llave con la que es posible cerrar la puerta del abismo. 

La llave es el signo del poder que tiene quien es dueño y señor de un lugar.

El que posee la llave de todo lo creado es sólo el Jesucristo, porque por medio de Él todo ha sido creado, y por esto es el Rey y Señor de todo el universo; del Cielo, de la Tierra y del Abismo.

Pero María anunció al Padre Gobbi que ahora es Ella a quien se le confió la llave del abismo, diciendo, “sólo Mi Hijo Jesús posee la llave del abismo, porque es Él mismo la Llave de David, que abre y nadie puede cerrar, que cierra y nadie puede abrir.

Y Jesús pone esta llave, que representa Su divino poder, en Mi mano, porque como Madre suya, medianera entre Mi Hijo y vosotros, me ha sido confiada la misión de vencer a satanás y a todo su potente ejército del mal.

Es con esta llave que Yo puedo abrir y cerrar la puerta del abismo». 

Y revela que hay una cadena con la que el demonio será atado que se está construyendo en este momento. 

Dice María,

Esa cadena con la que el gran dragón debe ser atado está formada por la oración hecha conmigo y por medio de mí. Esta oración es la del Santo Rosario.

Una cadena tiene primero la misión de limitar la acción, después de aprisionar, y al final de anular toda actividad del que es atado con ella”. 

De modo que la cadena actuará gradualmente; ahora la cadena del Santo Rosario tiene ante todo la misión de limitar la acción del demonio.

Por lo tanto María establece,

“Cada Rosario que oráis conmigo tiene el efecto de restringir la acción del maligno, de sustraer las almas de su maléfico influjo, y de dar mayor fuerza a la expansión del bien en la vida de muchos hijos míos”. 

Pero tiene también el efecto de aprisionar a satanás, de hacer impotente su acción y de disminuir y debilitar cada vez más la fuerza de su diabólico poder.

Por esto cada Rosario bien recitado es un duro golpe dado a la potencia del mal, una parte de su reino es demolida.

De modo que el dolor que sienten los demonios al ser recitado el Rosario, es porque cada repetición aporta un mazazo que va demoliendo su poder.   

Con la repetición del Santo Rosario se obtiene entonces el resultado de hacer a satanás más inofensivo. 

Su gran poder se destruye. 

Los espíritus malignos van siendo arrojados dentro del estanque de fuego y azufre. 

Y cuando Ella cierre la puerta con la llave del poder de Cristo, ya no podrán salir al mundo para dañar a las almas.

Y para cerrar esta revelación que realizó al Padre Gobbi, le dijo,

“Comprended ahora, Mis hijos predilectos, por qué en estos últimos tiempos de la batalla entre la Mujer vestida del Sol y el gran Dragón, Yo os pido que multipliquéis por todas partes los Cenáculos de oración, con el rezo del Santo Rosario, la meditación de mi palabra y vuestra consagración a Mi Corazón Inmaculado.

Con ello dais a vuestra Madre Celestial la posibilidad de intervenir para atar a satanás, para que así pueda llevar a cabo Mi misión de aplastarle la cabeza, de derrotarlo para siempre, encerrándolo dentro de su abismo de fuego y azufre”.

De modo que en definitiva la humilde y frágil cuerda de oración del Santo Rosario, forma la fuerte cadena con la cual María hará prisionero para siempre al enemigo de Dios y a sus siervos.

Y esa cadena está siendo construida por los pequeños, humildes, que rezan diariamente el Santo Rosario.

Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre por qué el rezo del Rosario es tan doloroso para los demonios y los va demoliendo. 

Y me gustaría preguntarte si rezas el Rosario, cuando lo realizas y qué efectos has visto en tu vida al rezarlo.   

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One Comment

  • Arístides Canta dice:

    Es muy bonito creer esto pero la realidad es que se rezan muchos rosarios y el demonio sigue actuando, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Una vez escuché que cuando vas por el cuarto misterio ya ellos no aguantan y salen corriendo. De ser así. cómo atacaban al Padre Pío que rezaba constantemente y con un grado excelso de fe? Imagino que debe haber «letra pequeña» para que se cumpla ese aserto, al igual que la hay en las indulgencias plenarias.( total desapego al pecado, incluso venial)