El ‘grotesque’ de la redefinición del matrimonio.
La semana pasada sucedieron dos cosas grotescas, sólo explicables por la redefinición del matrimonio que pone énfasis en la satisfacción personal del contrayente, perdiendo su significado social y la protección de los bienes como son los hijos. En un caso, una pareja de homosexuales casado deciden tener hijos para ver si mejoraban su relación que andaba mal; tuvieron dos pero la cosa no mejoró, ahora se separan y cada uno se lleva a uno de los hermanos. El otro caso, más ridículo aún, es el de una mujer que se casó consigo misma porque no encontró una pareja que se amara como ella misma.
Probablemente en los próximos años veremos aumentar el número de estos absurdos, como decía Don Quijote ¡Cosas veremos Sancho!.
LA PAREJA DE HOMOSEXUALES QUE SE DIVIDEN LOS HIJOS
David Tutera, famoso presentador de la televisión estadounidense, presentador de la transmisión de My Fair Wedding en WETV, vivía con su novio (y posterior esposo) Ryan Jurica durante diez años. Pero su relación
«anduvo mal durante seis años, por lo que decidimos tener hijos con la esperanza de que nuestra relación pudiera mejorar«, dice David.
Dicho esto, los dos compañeros después de tres años de intentos han logrado la «transferencia de dos embriones en el útero de la madre sustituta: uno era biológicamente mío, mi hija Cielo, y el otro era biológicamente de Ryan, su hijo Cedric«.
Pero incluso la perspectiva de una familia «normal y feliz» no es suficiente y el día de Año Nuevo de 2013, la pareja homosexual decidió divorciarse.
¿Y los niños?
Después de intercambiar acusaciones, con Ryan que acusó al famoso presentador de ser un «adicto al sexo, por la contratación de un escolta para satisfacer su enfermedad», la pareja ha llegado a un acuerdo en abril.
Aunque los mellizos no habían nacido (sólo ocurrió en julio), la pareja decidió compartirlas como: Cielo va con David y Cedric va con Ryan y los dos vivirá a 3.000 kilometros de distancia.
«Siempre he querido ser padre – dice David contando su historia para el programa de televisión The View – esto es muy importante para mí. Lo siento por cómo sucedieron las cosas, y es evidente que los dos niños son «medio hermanos», así que quiero que se conozcan, pero esto no sucederá inmediatamente. Ahora mi responsabilidad es la de terminar con el divorcio y criar a mi hija».
Incluso sin su hermano.
EL INSÓLITO CASO DE UN MUJER QUE SE «CASÓ» CON ELLA MISMA
Schweigert, una mujer de 36 años de Dakota del Norte (Estados Unidos), decidió casarse consigo misma en 2012, seis años después de un doloroso proceso de divorcio, y cansada de “esperar a alguien que aparezca y me haga feliz”.
La mujer confesó a la prensa local que ella se compra regalos a sí misma, e incluso tiene citas sola. El amor que necesita, asegura, lo tiene en su corazón y “nadie más me lo puede dar”.
Jaime Urcelay, presidente de la plataforma europea de Profesionales por la Ética, señaló que
“la noticia es algo grotesca, por lo que en una primera lectura se presta a la broma. Pero el hecho tiene un mensaje de fondo en el que merece la pena pararse a reflexionar”.
“Si el matrimonio deja de ser una institución diferencial cuya identidad viene definida por la unión de un varón y una mujer, prácticamente cualquier realidad afectiva podrá ya reconocerse como ‘matrimonio’”.
“¿Por qué no?”, se preguntó con ironía Urcelay, indicando que en ese esquema “los límites los pondrán solamente la imaginación y el tiempo, como esta excéntrica mujer de Dakota del Norte ha puesto de manifiesto”.
El presidente de Profesionales por la Ética subrayó que
“con toda razón se ha dicho que, al prescindirse del componente biológico del matrimonio, la institución pasa de entenderse como un vínculo de relevancia social a enfocarse como una desvinculada vía de emancipación individual”.
“El resultado de semejante artificio no es otro que la desprotección jurídica de los bienes que secularmente ha amparado el matrimonio, de los cuales el más obvio es el derecho de los niños a crecer con la natural referencia de un padre y una madre”.
Fuentes: Tempi, Hazte Oír, Signos de estos Tiempos