El Plan Divino para Guiarnos en el Fin de los Tiempos que se fue revelando en los últimos 2 siglos.
¿Sabes a través de cual devoción el Cielo nos guiará en el Final de los Tiempos, desde la tribulación, pasando por el Nuevo Pentecostés y hasta la Era de Paz?
Todo fue programado con exactitud.
Esta devoción final se mantuvo oculta durante 18 siglos.
Y emergió con la aparición de la Medalla Milagrosa en 1830, que fue cuando comenzamos a recibir la gran frecuencia de visitas de la Virgen María a la Tierra, con mensajes sobre el Final de los Tiempos.
Aquí hablaremos sobre la devoción que nos está entregando el Cielo, para transitar desde la tribulación al nuevo pentecostés, que materializará una tierra nueva.
El primer indicio de esta devoción para el Final de los Tiempos lo tenemos por los apóstoles.
Santa Gertrudis, del siglo XIII, preguntó a San Juan cuando se le apareció: “¿Por qué has guardado silencio sobre tu experiencia del Sagrado Corazón de Jesús en la Última Cena, y nunca has escrito nada?”.
Recordemos que San Juan recostó su cabeza sobre el Corazón de Jesús.
Y él respondió: “mi misión era específica y era transmitir el verbo encarnado a la Iglesia muy joven.
En cuanto a expresar la dulzura de estas pulsaciones del Corazón de Jesús, esto es algo reservado para los últimos tiempos: el mundo anciano escuchará este misterio y volverá al amor divino”.
Esta es la hermosa profecía de San Juan, que anuncia esta devoción para el fin de los tiempos.
Luego en el siglo XIV, la Virgen María agregará a Santa Brígida de Suecia: “Jesús y yo nos amamos tan tiernamente en la tierra, que éramos un solo corazón”.
Durante una visión, que esta mística tuvo de la Pasión y Crucifixión de Cristo, María le dijo también:
“Su sufrimiento se volvió Mi sufrimiento, porque Su Corazón era el Mío.
Y tal como Adán y Eva vendieron al mundo, Mi Hijo y yo redimimos al mundo con un Corazón”.
Aquí ya vemos entonces a los dos sagrados corazones actuando juntos.
Pero las raíces modernas de esta devoción se remontan primero a las apariciones de Santa Margarita María Alacoque en el siglo XVII.
En estas apariciones, Jesús le reveló a Santa Margarita Su Sagrado Corazón, que estaba rodeado de llamas y coronado de espinas.
Y le pidió que difundiera la devoción a Su Sagrado Corazón como un medio para obtener Su misericordia y Su gracia.
Y luego, en el siglo XIX, la devoción al Inmaculado Corazón de María se extendió gracias a las apariciones de la Virgen María a Santa Catalina Labouré, la de la Medalla Milagrosa.
En estas apariciones, la Virgen María le mostró a Santa Catalina Su Inmaculado Corazón, que estaba rodeado de doce estrellas y salían rayos de sus manos.
Y le pidió que difundiera la devoción a Su Inmaculado Corazón, como un medio para obtener Su protección y guía.
La Medalla ya tiene el mensaje de ambos corazones: en el reverso de la Medalla Milagrosa hay dos corazones: el de Jesús cercado de espinas y el de María traspasado por una espada.
De modo que mientras el Sagrado Corazón de Jesús representa el amor misericordioso y redentor de Dios, el Inmaculado Corazón de María representa el amor puro y maternal de la Virgen María.
Y así los Dos Corazones se transformaron en el mayor mensaje del cielo en nuestros tiempos.
El Ángel de Fátima le dijo a los pastorcitos: “los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas
¡Orad! ¡Orad mucho! Los Santísimos Corazones de Jesús y de María tienen designios de misericordia para con vosotros. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo”.
Mientras Jacinta le dijo a Lucía: “decid a todos que Dios concede gracias a través del Inmaculado Corazón de María; que la gente debe solicitarlo; y que el Corazón de Jesús desea que el Inmaculado Corazón de María sea venerado a Su lado”.
Y Jesús le dijo a Lucía: “Deseo que Mi Iglesia extienda la devoción al Inmaculado Corazón de María con Mi Sagrado Corazón”.
Y luego vendrá la instrucción sobre cómo entrar en esos corazones.
Madeleine Porzat, una joven humilde y analfabeta de la Francia del siglo XIX, recibió una profecía sobre la Iglesia del fin de los tiempos y el llamado de Dios a entrar en la Nueva Arca del Corazón de María.
“Al final de los tiempos los hombres creerán que todo está perdido y destruido.
El que no esté en la barca de Pedro será devorado.
Entonces el Arca del Corazón de la Madre atravesará la tormenta y vendrá la calma.
María viene a recoger a los elegidos de la tierra.
Y un gran evento ocurrirá para aterrorizar a los malvados, después de esto todo estará bien”.
Y en el siglo XX ya tenemos concretamente la forma en que operarán los Sagrados Corazones.
Nuestra Señora se apareció a Elizabeth Kindelmann, un «alma víctima» nacida en Budapest.
Y le dijo: “Mi Llama de Amor arde. Es tan grande que ya no puedo retenerla dentro de Mí.
Cuando sea derramada, Mi amor destruirá el odio satánico que contamina al mundo.
El mayor número de almas serán liberadas. Nada parecido ha existido antes”.
“Mi Llama de Amor cegará a satanás en la medida en que la esparzas por la tierra.
Esta Llama provocará milagros en sus corazones y comunicarán este milagro a los demás”.
Y añadió: “¡Esta Llama del Amor de mi Inmaculado Corazón es el mismo Jesucristo!”.
Y a través del Padre Gobbi, Nuestra Señora dijo: “Este es el momento de que todos se refugien en Mí, porque Yo soy el Arca de la Nueva Alianza”.
En los días de Noé, justo antes del diluvio, aquellos que estaban destinados por el Señor a sobrevivir a Su terrible castigo, entraron en el arca.
Invito a todos Mis amados hijos a entrar en el Arca de la Nueva Alianza, que he construido para ustedes en Mi Inmaculado Corazón, para poder ayudarlos a llevar la carga de esta gran tribulación, que precede a la venida del día del Señor”.
Y agregó,
“No busques en otra parte. Lo que está pasando hoy es lo que pasó en los días del diluvio, y nadie piensa siquiera en lo que le espera”.
Y añadió sobre estos tiempos: “la reunión de todos los cristianos en la Iglesia Católica coincidirá con el Triunfo de Mi Inmaculado Corazón en el mundo.
Y entonces el Espíritu Santo obrará el nuevo milagro de la transformación universal en los corazones y en las vidas de todos: los pecadores se convertirán; los débiles encontrarán apoyo; los enfermos serán sanados; los que están lejos, volverán a la casa del Padre; los que estén separados y divididos obtendrán la unidad completa.
De esta manera se realizará el milagro del Segundo Pentecostés.
Vendrá con el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en el mundo, junto con un nuevo Reino Eucarístico de Cristo”.
¿Y cómo subirse ya a la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María?
Obtén una imagen de los Dos Corazones y entronízalos juntos en tu hogar, trabajo, parroquia.
Fomenta la Adoración al Sagrado Corazón de Jesús y entra en el Arca del Inmaculado Corazón de María.
Conságrate a ti y a tu familia a los Dos Corazones recitando la oración de consagración; te dejo un link en la descripción del video para que lo hagas.
Reza diariamente la Coronilla a la Divina Misericordia y el Rosario.
Completa la Devoción de los primeros 5 sábados y la Devoción de los 9 Primeros Viernes.
Usa el Escapulario Marrón y la Medalla Milagrosa.
Ve a misa diaria y lee diariamente la Biblia.
Recibe dignamente la Eucaristía con una Confesión regular.
Haz horas de Adoración cada semana.
Bueeeno hasta aquí lo que queríamos contar sobre cómo el Cielo fue desarrollando la devoción para guiarnos en el Final de los Tiempos y cómo deberíamos unirnos a ella.
Y me gustaría preguntarte si te has consagrado a María, a Jesús y a ambos Sagrados Corazones o no.
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