Para dar cumplimiento a la ley islámica.
La petición de un parlamentario de ejecutar a los musulmanes que se convierten al cristianismo es la consecuencia de una lectura textual de las escrituras islámicas, pero eso no sucedería si el Corán no tuviera ese nivel de violencia con las otras religiones.
Sucesos como estos llevan a la duda sobre si alguna vez el Islam será capaz de desligarse de la carga de violencia contra los “infieles”.
Un miembro del Parlamento afgano ha sugerido que las personas que se convierten del islam al cristianismo sean ejecutadas, según la sharia (ley islámica), para detener el rápido crecimiento del cristianismo entre los ciudadanos afganos, en el país y en el extranjero.
Según han informado a la Agencia Fides fuentes locales, la apelación del parlamentario musulmán Nazir Ahmad Hanafi se ha producido después de un informe publicado por la prensa afgana que señala el aumento de los cristianos en Afganistán. Hanafi ha dicho a la asamblea:
“Los ciudadanos afganos siguen convirtiéndose al cristianismo en la India. Esto es una afrenta a la ley islámica y, de acuerdo con el Corán, deben ser ejecutados”.
Anteriormente, otro miembro del Parlamento afgano había informado de que en la India, donde hay miles de refugiados afganos, se ha constituido una comunidad cristiana llamada “Iglesia de los afganos”, a la que están invitados todos los ciudadanos de Kabul.
Según la información de la Agencia Fides, en el debate que ha seguido a la asamblea, otro miembro del Parlamento, Abdul Latif Pedram, ha declarado que
“las conversiones al cristianismo son el resultado de la presencia de los Estados Unidos en Afganistán”.
Pero las estadísticas muestran lo contrario. Diez años después que EE.UU. entró en Afganistán no queda una sóla iglesia cristiana, cerraron todas. Las únicas iglesias están en las base militares. EE.UU., y menos su ejército, no tienen una política de impulsar el cristianismo.
Por lo tanto las conversiones al cristianismo se deben a la promoción clandestina que hacen otros cristianos, y a la necesidad de la gente de una doctrina que enseñe el amor hacia todas las personas, no sólo hacia los musulmanes.
EN CONCLUSIÓN
Abdul Rauf Ibrahimi, el presidente del Parlamento, condenando todas las actividades de “proselitismo cristiano” en Afganistán, ha ordenado al Comité Nacional para la Seguridad “seguir el asunto seriamente”.
Los líderes islámicos de Afganistán consideran el crecimiento del cristianismo como una amenaza para el país y han puesto en guardia al gobierno sobre la influencia del cristianismo.
En los últimos meses, el “Consejo Islámico de Afganistán” ha notificado con preocupación al presidente Karzai, la creciente presencia de trabajadores extranjeros en Afganistán de religión cristiana.
Según fuentes locales, algunos miembros del Parlamento afgano también se han convertido secretamente al cristianismo, a pesar de los riesgos que esto implica.
Fuentes: Fides, Signos de estos Tiempos