La Iglesia Católica en contra.

 

Bien podría ser un slogan para una próxima campaña jamaiquina de turismo “Si quiere fumar lo mismo que Bob Marley, venga a Jamaica”, porque Jamaica tiene planes de despenalizar la marihuana llegando al extremo uruguayo de inmiscuirse en el propio negocio de producción y distribución.

 

pesando y envasando marihuana

 

Los nuevos vientos latinoamericanos que traen los humos de la marihuana a esta región parecer ser la voracidad fiscal de los gobiernos que quieren hacerse cargo de por lo menos una parte del dinero de los narcos, la ilusión de bajar el nivel de violencia generada por la lucha entre pandillas de narcos y la mayor apertura de EE.UU. a aceptarlo.

Sin embargo esta nueva tendencia, no toma en cuenta que están legitimando un vicio social y dependencia nociva para la salud física y psicológica, especialmente en los jóvenes, que los introduce en le mundo de las drogas, para luego hacer “carrera” hacia drogas mas pesadas. Y tampoco que las bandas de narcos, lejos de debilitarse, probablemente se fortalecerán porque harán campaña para pasar a los nuevos drogadictos a drogas más duras que seguirán penalizadas.

La Iglesia Católica tiene una firme posición contra el consumo de drogas blandas y duras.

LO QUE PREVEE HACER JAMAICA

Jamaica tiene previsto despenalizar la marihuana antes de que finalice el año, en consonancia con muchos de sus vecinos latinoamericanos, pero plantea la cuestión de qué efecto podría tener sobre su significativo mercado ilegal de exportación.

El Grupo de Trabajo para la Investigación del Cannabis Comercial y Medicinal (CCMRT, por su sigla en inglés), una coalición establecida por el gobierno, conformada por grupos de la sociedad civil, que ha estado investigando la forma en la que se podría establecer una industria de marihuana medicinal, dijo que el ministro de gobierno Phillip Paulwell les prometió despenalizar la droga, informó Jamaica Observer.

Paulwell, el ministro de Ciencia, Tecnología, Energía y Minería, dijo al grupo de trabajo la semana pasada que

«la marihuana (ganja) sería despenalizada en Jamaica este año y destacó que Jamaica no puede permitirse quedarse atrás en el tema», anunció en un comunicado el líder CCMRT Delano Seiveright.

«También reiteró los múltiples beneficios económicos, sociales y culturales que Jamaica puede ganar» al cambiar las leyes sobre la marihuana, añadió.

Durante una reunión del CCMRT con Paulwell, acordaron lanzar formalmente el mes próximo una Futura Asociación de Productores de Ganja con el fin de iniciar la industria.

Esta asociación sería utilizada para presionar al gobierno a establecer

«una industria de cannabis correctamente regulada en todos los aspectos, el cultivo, procesamiento agrícola, medicinal y sus variados subproductos».

Jamaica ha estado considerando la despenalización de la marihuana por un largo tiempo, pero ahora perece decidida a dar el paso de la legalización.

Una comisión del gobierno recomendó despenalizar la posesión de pequeñas cantidades desde hace más de una década, pero los planes fueron dejados de lado debido a los temores acerca de una reacción adversa por parte de Estados Unidos. Estos temores han disminuido ya que Estados Unidos ha comenzado a tomar una posición de línea menos radical contra el consumo de marihuana.

En los informes más recientes hay pocos detalles sobre qué es exactamente lo que se está planeando, pero parece casi seguro que Jamaica se unirá a vecinos incluyendo Ecuador, Colombia, Costa Rica y Argentina en permitir una cierta cantidad de marihuana para uso personal. Esto también forma parte de un movimiento latinoamericano más amplio para tratar la drogadicción como un problema de salud pública en lugar de un crimen.

Hablar del lanzamiento de una asociación de productores sugiere que Jamaica puede ir aún más lejos, moviéndose hacia el ejemplo de Uruguay en el establecimiento de una industria regulada de cannabis.

La perspectiva de descriminalización y regulación plantea la cuestión de qué efecto tendrá sobre las significativas exportaciones de marihuana de Jamaica. La isla es el mayor proveedor de marihuana del Caribe a Estados Unidos, produciendo un estimado de 15.000 hectáreas anuales, y el año pasado, el aumento de los homicidios fue atribuido a los conflictos entre pandillas sobre el tráfico de drogas en el país.

¿CUÁL ES EL JUICIO DE LA IGLESIA SOBRE EL CONSUMO DE DROGAS?

La moral católica rechaza con firmeza el consumo de drogas. De hecho, Juan Pablo II se ha referido a los traficantes llamándolos “mercaderes de muerte” y llamando la atención a los potenciales consumidores de drogas contra el uso de sustancias que ofrecen la ilusión de la libertad y falsas de promesas de felicidad. Consumir drogas, afirma el Papa, siempre es ilícito porque implica una abdicación injustificada e irracional de nuestra capacidad de pensar, escoger y actuar como personas.

Resulta también falso hablar de ciertos «derechos» a las drogas, porque nunca se tiene derecho a abdicar de la dignidad personal que Dios nos ha dado. Consumir drogas, dice Juan Pablo II, no daña sólo nuestra salud sino también frustra nuestra capacidad de vivir en comunidad y ofrecernos a nosotros mismos a los demás.

La lucha contra las drogas es un grave deber para quienes tienen la autoridad pública, insiste el Papa. Reforzar las leyes contra las drogas es crucial para proteger a la sociedad y a los individuos de este grave peligro, afirma el manual.

Resolver el abuso de las drogas depende de factores tales como el ofrecer a los jóvenes un sentido para sus vidas y un entorno decente en el que puedan madurar.

La Iglesia se opone a la legalización de las drogas. Esto incluye las así llamadas blandas, que ve como fomentadoras del mismo tipo de mentalidad dependiente y perdida de dignidad personal que producen las drogas duras.

Desde el punto de vista médico, la división entre drogas blandas y drogas duras es difícil de delinear. En muchos casos lo que más importa es la cantidad de sustancias consumidas, cómo se han tomado y si se han mezclado. Además, nuevas drogas entran en escena constantemente, con nuevos efectos colaterales y preguntas sobre su potencial.

El Pontificio Consejo para los operadores sanitarios hace notar que el abuso de las drogas tiene serios efectos que van más allá de lo físico. Las consecuencias psicológicas y de comportamiento de las drogas blandas conducen a importantes problemas, incluso si sus efectos psicológicos no son tan serios como los de las drogas duras.

Fuentes: Insight Crime, Buzón católico, Signos de estos Tiempos

 

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