Cómo Enfrentar el Ataque a la Civilización Cristiana [¿qué hicieron nuestros antepasados?]

La forma de imitar a los que cristianos cuando sufrieron momentos críticos.

Hoy en día estamos en un momento crítico de la civilización occidental y cristiana inspirada por Dios.

Sus enemigos quieren imponer un nuevo orden que haga desaparecer a Dios de la sociedad y de la mente de la población.

Es un muy fuerte ataque demoníaco.

Los que están detrás de este plan son las élites y son luciferinas.

Y los exorcistas están viendo un notable crecimiento de la actividad de los demonios en la tierra.

El intento del demonio de destruir lo que la Iglesia ha ayudado a construir, no es sólo de ahora también ha pasado en otras épocas.

Sólo que en otras épocas había una fe en Dios más fuerte que hoy, lo que hacía posible que la población acudiera masivamente a Él en su auxilio y que Él respondiera de manera acorde.

Aquí hablaremos sobre cómo respondieron los seres humanos ante el ataque de la civilización cristiana antes y cómo respondió Dios, para que sirva de ejemplo en nuestra época.

Un claro ejemplo de un ataque demoníaco que puso en peligro la civilización cristiana tuvo su punto culminante en la batalla de Lepanto, que sucedió en 1571, cuando los musulmanes turcos estuvieron a punto de tomar toda Europa.

Y si no hubiera sido por la clamorosa intervención del cielo, hoy la ley occidental sería la sharía musulmana.

Fue una épica batalla naval entre la Liga Santa organizada por Pío V y los musulmanes turcos, pero con la cristiandad en la retaguardia rezando y haciendo ofrecimientos.

La tradición dice que Jesucristo junto a los apóstoles Pedro y Pablo bajaron en ayuda de la Liga Santa.

Los turcos hechos prisioneros creen que fue Jesucristo con otros tantos santos los que cegaron con humo a los turcos.

Los tripulantes de la Liga Santa, en especial los españoles, afirman que también Santiago el Mayor estuvo presente en la batalla y que fue su visión la que les dio fuerzas para lograr vencer al enemigo.

Otros afirman que los ángeles ayudaron a tirar flechas.

Todas estas apariciones de santos y ángeles nos muestran el milagro de la batalla, cuyos pormenores detallamos en otro video.

El Cielo pelea en favor de la Liga Santa, porque ve detrás de todo esto ve a los demonios que desean apoderarse del pueblo cristiano y hacerlo desaparecer.

Y también ve que el pueblo, en uso de su libre albedrío, acude a Él masivamente pidiendo ayuda.

Por ejemplo, el día de la batalla y anteriores, se hicieron numerosas procesiones con imágenes de la Virgen, rezando el rosario, haciendo misas.

El ataque sucede hoy día también, pero con la diferencia que en aquel momento el Papa, los reyes y el pueblo dirigían su mirada básicamente hacia Dios para pedirle Su ayuda.

El cielo auxilió a la Liga Santa en la toma de decisiones desde el inicio.

El Papa san Pío V tuvo dos visiones.

La primera en misa, donde el Cielo le ilumina con el nombre de Juan, para que elija a don Juan de Austria para el mando de las fuerzas de la Liga Santa.

Y luego tiene una visión en el momento en que la Liga Santa obtiene el triunfo, y revela a los cardenales el triunfo de la cristiandad.

Y es por eso que el Papa agradece a la Virgen llamándola Nuestra Señora de la Victoria, porque ve eventos milagrosos en todo esto, que sin ellos no hubiera podido ganar la Liga Santa.

La intervención mariana es vista por algunos de la tripulación como el triunfo de la Inmaculada.

Porque Nuestra Señora intervino a través de los misterios del rosario.

Les hizo ver los misterios preparatorios del rosario, que tienen como objetivo recordar la preparación de la encarnación de Nuestro Señor. Hemos hecho un video sobre ellos que son poco conocidos.

El almirante Juan Andrea Doria, el estratega principal de la contienda, llevaba en su buque una copia de la Virgen de Guadalupe.

Esta copia fue traída directamente de Nueva España, hoy México, como un regalo al Rey, para que acompañase a los tripulantes en la batalla.

La intención original del cielo fue que la Virgen de Guadalupe fuese conocida, y mostrar que las apariciones de Nuestra Señora en el Tepeyac fueron ciertas.

Y para confirmar el milagro de la tilma del indio Juan Diego, la Virgen haría otro milagro.

Al ver Juan Andrea Doria que los turcos tenían ventaja y que los cristianos iban a ser derrotados, bajó al lugar donde tenía a la imagen de la Virgen a decir las que creía serían sus últimas plegarias.

Sube después a la proa y sorpresa, Nuestra Señora de Guadalupe había intervenido para que la posición de los barcos de la Liga Santa fuese mejor.

Con lo que Juan Andrea Doria y los demás combatieron con un espíritu renovado, creyendo que la Virgen de Guadalupe estaba con ellos.

Los artistas luego serían inspirados para representar el triunfo otorgado por la intercesión de María, colocándole en brazos al Niño Jesús.

Para mostrar, que así como la Virgen protegió y cuidó del Niño Jesús, así también cuida del pueblo cristiano, si este se acoge a su brazo maternal.

Esta inspiración celestial nos habla de los misterios gozosos del rosario, que nos hacen meditar sobre el nacimiento de Jesús y su presentación al mundo.

Mientras que los misterios luminosos estarían representados por la aparición de san Pedro, otros santos y el propio Jesucristo en los momentos de la batalla.

Donde ya se muestra la Iglesia en acción.

De esta manera el cielo confirma que Cristo anunció el reino con el triunfo y que los musulmanes debían convertirse.

En cuanto a los misterios dolorosos, existe el llamado Crucifijo de Lepanto, una representación de Jesús cuya tez es bastante oscura.

Se atribuyen dos milagros a esta imagen del Cristo crucificado y agonizante.

La primera es que se dice que los turcos para mostrar que Cristo no era Dios sino solo un profeta, lanzaron una bala hacia la imagen, que era portada en el buque de Don Juan de Austria.

La sorpresa de todos fue que la imagen de Cristo, esquivó la bala, y a eso se debería la inclinación del cuerpo del crucificado.

Y otra es que el buque donde iba esta imagen de Cristo crucificado tuvo un agujero producido por los proyectiles que lanzaban los turcos.

Por lo que el santo Cristo de Lepanto, al notar que el barco tenía un agujero puso su cuerpo para así tapar el hoyo, lo que justifica también la inclinación del crucificado.

De este modo el Crucifijo realizó otro milagro, evitar que el barco se hundiera en plena batalla y así ayudar a que ganaran la batalla.

Estos milagros nos parecen sorprendentes, y cada uno sucede porque hay fe.

El Evangelio de San Marcos termina diciendo que habrá grandes señales para aquellos que crean y vayan a evangelizar.

Jesús muchas veces hizo milagros porque la gente insistía, pero donde no había fe no surtían efecto.

De esta manera podemos interpretar que el resultado de la Batalla de Lepanto, permitido por los milagros del cielo, es de un mundo que quiere mantener la civilización cristiana y que cree firmemente en Jesús.

Por eso la Virgen también mostrará el signo de los misterios gloriosos del rosario.

Porque tal y como Pío V, Pío XII, Juan Pablo II y Nuestra Señora en Fátima lo dicen, Ella al final triunfará.

El último misterio glorioso es su coronación, y es también Su triunfo.

La Santísima Virgen intercede en la batalla de Lepanto para que los cristianos triunfen.

Y en definitiva muestra con su auxilio un signo de cada misterio del rosario, los preparatorios, los gozosos, los dolorosos, los luminosos y los gloriosos.

¿Pero la batalla de Lepanto nos quiere decir algo sobre la situación actual?

Sí, nos dice que si no nos unimos en la fe, no contribuiremos a ese triunfo de la Virgen.

Pero si bien la Virgen ha dicho en Fátima que al final triunfará, también nos ha advertido de las guerras, los peligros en el mundo y no ha sido escuchada.

Lepanto nos muestra una cara de la moneda, donde el demonio quería destruir la civilización cristiana por medio de los musulmanes turcos.

Pero los cristianos guiados por la Iglesia, no solo respondieron militarmente, sino que rezaron, hicieron procesiones, misas y rogativas.

Y de esta forma el cielo intervino haciendo enormes prodigios.

El mundo de hoy está pensando en otras cosas, y no considera a la Virgen como parte importante para frenar este avance del nuevo orden contra la moral, la familia y la vida.

Es por ello que los demonios avanzan sin ser detenidos como en Lepanto.

Por eso, los cristianos que tienen conciencia de esto deben rezar el rosario, hacer penitencia y consagrar sus vidas al Corazón Inmaculado de María para detener estos horrores.

Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo intervino el cielo en otra oportunidad de un gran peligro para la civilización occidental, para que sirva de ejemplo.

Y me gustaría preguntarte si crees que los cristianos tienen conciencia del peligro que nos acecha o no y si están haciendo esfuerzos devocionales extras.

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