Poniendo en línea a las congregaciones exitosas.
El peso y la pujanza evangelizadora de algunas nuevas congregaciones tuvieron un efecto limitante respecto a la disciplina que se les exigía. Parte de ello está en la base de lo que pasó con la Legión de Cristo, que el Vaticano no prestó la atención adecuada a algunos signos que se veían desde afuera, debido al éxito de su trabajo, pero cuando se abrió la “caja de Pandora”, sucedió lo que todos sabemos y hoy se trata de una congregación con dudas sobre su futuro.
Algo parecido (salvando las enormes distancias con la inmoralidad de Maciel por supuesto) puede suceder con el Camino Neocatecumenal – a quien Benedicto XVI comenzó a investigar por supuestos abusos litúrgicos, la que fue archivada por Francisco. Pero lo cierto es que las prácticas neocatecumenales han creado tensiones en varios puntos, por ejemplo en Japón donde los obispos prácticamente le quitaron la bienvenida. Y parece que el papa Francisco quiere ponerlos en línea, más allá de su lenguaje diplomático.
El sábado 1 de febrero, en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco recibió a más de ocho mil miembros del Camino Neocatecumenal, con un saludo cordial al equipo responsable internacional, a los sacerdotes, seminaristas y catequistas, en especial a los numerosos niños presentes en el encuentro
De acuerdo con la contabilidad minuciosa del movimiento fundado por Kiko Argüello y Carmen Hernández, 414 familias estuvieron presentes en la audiencia prontas a ir a la misión.
Francisco les dijo:
“Queridas familias, queridos hermanos y hermanas, los aliento a llevar por doquier, incluso en los ambientes más descristianizados, en especial a las periferias existenciales, el Evangelio de Jesucristo. Evangelicen con amor, lleven a todos el amor de Dios. Digan a los que encuentren por los caminos de su misión que Dios ama al hombre tal como es, aun con sus limitaciones, con sus errores, con sus pecados. Sean mensajeros y testimonios de la infinita bondad del Padre y de su misericordia inagotable. Los encomiendo a la Virgen María, para que inspire y sostenga siempre su apostolado. A la escuela de esta tierna Madre, sean misioneros celosos y alegres”.
Y esta fue la tónica informativa de los medios católicos, sin embargo hay que resaltar algunas cosas que se leen entre líneas del discurso de Francisco.
La primera es que Papa ha perdonado de hecho al Camino Neocatecumenal por sus abusos litúrgicos. Porque a poco de ser electo para el trono de Pedro, Bergoglio detuvo el examen de tales abusos realizados al final del pontificado de Benedicto XVI por la Congregación para la Doctrina de la Fe. En su discurso, el Papa no hizo ninguna mención a la liturgia. Así que en adelante los neocatecumenales no serán perturbados al celebrar sus misas extrañamente reformadas por los fundadores.
Pero además Francisco les dio tres tirones fuertes de orejas.
El primero se refiere a la relación con los obispos locales, que a menudo es de duro conflicto. El Papa pidió a los neocatecumenales obedecer, aun a costa de «renunciar a vivir todos los detalles» de su programa.
El segundo tirón de orejas es un reclamo de guardar respeto por las culturas locales, a las que, de hecho, los neocatecumenales muestran poco o ningún interés, y prefieren trasplantar el mismo esquema a cualquier rincón del mundo, su sistema de catequesis, litúrgico, y el modelo comunitario de Kiko, hasta en el más mínimo detalle.
Y la tercera reprimenda es referida al tratamiento de los seguidores. Dijo Francisco:
«El ejercicio de paciencia y de misericordia por parte de la comunidad es un signo de madurez en la fe. La libertad de cada individuo no debe ser forzada, se debe respetar también la eventual opción de los que deciden buscar, fuera del Camino, otras formas de vida cristiana que los ayuden a crecer en su respuesta a la llamada del Señor».
Fuentes: Radio Vaticana, Sandro Magister, Signos de estos Tiempos