La Ruta Mariana es un itinerario de interés cultural y religioso que une los Santuarios del Pilar, Torreciudad, Montserrat y Lourdes, un itinerario de fe guiado por la espiritualidad y devoción mariana, poseedor de una gran riqueza turística, patrimonial, rural, gastronómica y natural.
Se desarrolla por las comunidades autónomas de Aragón y Cataluña en España y por las regiones de Aquitaine y Midi-Pyrénées en Francia. Se trata pues de un itinerario plural y multicultural con importantes atractivos y una variada oferta complementaria, donde cada santuario posee unas cualidades y características propias.
Actualmente es uno de los destinos de peregrinación mariana más visitado y reconocido en España y Francia, así como en otros países de Europa (Italia, Portugal, Alemania, Polonia, etc.) y en el centro y sur de América.
Esta ruta, que cada año aumenta su número de visitantes, acoge anualmente entre sus cuatro santuarios alrededor de 12 millones de peregrinos, lo cual refleja el gran atractivo e importancia que posee tanto para peregrinos como para turistas.
Desde hace siglos, las motivaciones religiosas han hecho que los hombres y mujeres se desplazaran a modo de peregrinación de un lugar a otro. Este tipo de motivaciones, lejos de aminorar, van en constante aumento ya que la fe y la devoción de los fieles se fortalecen día tras día. El avance en las comunicaciones y medios de transporte, las nuevas y variadas propuestas de los santuarios, los atractivos turísticos existentes alrededor de los mismos y el desarrollo del turismo como fenómeno de masas, han contribuído a que actualmente existan varias rutas e itinerarios religiosos que son toda una realidad.
Los propios santuarios han evolucionado y se han adaptado a las necesidades del visitante, mejorando sus accesos e instalaciones para dar un mejor servicio y rodeándose de una estructura perfectamente planificada.
Actualmente, alrededor de 180 millones de peregrinos viajan por el mundo visitando diferentes lugares sagrados, santuarios, centros de peregrinación o realizando itinerarios religiosos.
Estos destinos se han adecuado a las nuevas tendencias del viajero, y no sólo están preparados para acoger a los peregrinos, sino también a los visitantes y turistas que llegan y buscan, además del propio significado espiritual del lugar, el patrimonio cultural, artístico y natural que también poseen.
El Turismo Religioso mezcla cultura y devoción, arte y espiritualidad, naturaleza y recogimiento. Peregrinos y turistas coinciden y hacen de ello una manera diferente de conocer y experimentar.
La Ruta Mariana siempre ha estado ahí desde los mismos orígenes de los santuarios. La devoción que profesan los fieles y peregrinos por la Santísima Virgen es un hecho tan antiguo como cierto.
Desde hace siglos, millones de personas peregrinan a los santuarios para venerar y dar gracias a la Virgen, para demostrar su fe y su amor.
De manera individual, en familia, en grupo, en romería o en peregrinación, cualquier manera es bienvenida para acercarse a uno de estos destinos marianos y rendir homenaje y adoración a la Sagrada Imagen.
Hoy en día, los santuarios continúan con esa labor evangelizadora de fomentar y divulgar la devoción mariana, coordinando las acciones y actividades pastorales y poniendo al alcance de todas las personas los servicios del centro.
LOS CAMINOS POR DONDE DISCURRE LA RUTA SON INFINITOS
La esencia de la Ruta Mariana está en el valor espiritual de sus santuarios y en un legado histórico, patrimonial y natural de excepcional valor, plasmado en los mismos centros marianos como la Basílica del Pilar o Montserrat, en ciudades como Zaragoza o en enclaves naturales tan fascinantes como los Pirineos.
La Ruta Mariana es un itinerario alcanzable y accesible a través de cualquier santuario. En esta página web podrás conocer diferentes formas de recorrer la ruta, de viajar de un santuario a otro y de visitar sus rincones, pueblos y ciudades. Además de los propios santuarios y su significado, te presentamos los encantos y atractivos turísticos que hay alrededor de los mismos.
CÓMO PEREGRINAR Y RECORRER LA RUTA
Los cuatro santuarios sobre los que se asienta la ruta son:
Santuario de Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza):
Situado en el mismo centro de la ciudad de Zaragoza, se trata del primer santuario mariano del mundo
Santuario de Torreciudad (Huesca):
Conocido como el santuario de las familias, acoge peregrinaciones y romerías venidas de todos los rincones
Santuario de Montserrat (Barcelona):
Un lugar donde la espiritualidad y la cultura se unen en medio de un imponente marco natural
Santuario de Nuestra Señora de Lourdes (Francia):
Uno de los destinos de peregrinación más importantes, actualmente este santuario es uno de los más visitados del mundo
LA DEVOCIÓN MARIANA A NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
De acuerdo con una antiquísima tradición, venerada y viva a lo largo de los siglos, la venida de la Virgen a Zaragoza en carne mortal es el origen que da sentido a todo lo que rodea al Santuario del Pilar. Se trata de una piadosa tradición según la cual, el apóstol Santiago se encontraba en Cesaraugusta, a orillas del río Ebro, junto a un pequeño grupo de conversos que habían escuchado y creído su predicación. Pero los cesaraugustanos resultaban bastante duros de oído y de corazón, y el apóstol vio flaquear sus fuerzas y comenzó a preguntarse si tenía sentido seguir predicando el mensaje de Jesús en esta tierra. Cuando su flaqueza por el desánimo le hizo perder su entereza, vio a María, la madre de Jesús, rodeada de ángeles que, desde Jerusalén venía para confortarle y renovar sus ánimos. La Santísima Virgen entregó a Santiago el Pilar, la Columna de jaspe que hoy sostiene su imagen, como símbolo de la fortaleza que debía tener su fe. Esto sucedía en la madrugada del día dos de enero del año cuarenta del siglo primero. María conversó con Santiago y le encargó que fuera levantado un templo sobre la Columna o Pilar que trajo, convirtiéndose así en el primer templo Mariano de la cristiandad.
La Jaculatoria pilarista que cada día cantan los infanticos en respuesta de amor y emoción hacia la Madre de Dios dice así: «Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza. Por siempre sea, por siempre sea bendita y alabada.»
La imagen de la Virgen está sobre un pilar, mejor dicho, sobre una columna de jaspe de 1,70 m. de altura y un diámetro de 24 cm. La devoción pilarista sostiene que la columna no ha variado jamás su emplazamiento desde la fecha en que la tradición sitúa la venida de María.
Rodeando el pilar, cada día viste uno de los muchos mantos ofrecidos por los fieles, instituciones y asociaciones. Los días 2, 12 y 20 de cada mes la Imagen aparece sobre la columna sin el manto. En estos días se conmemoran la fiesta de la Venida de la Virgen (2 de enero), la fiesta del Pilar (12 de octubre) y la fiesta de la Coronación Canónica ( 20 de mayo de 1905).
La Basílica del Pilar se encuentra situada en el centro de la ciudad de Zaragoza (España), a orillas del río Ebro. Zaragoza constituye un enclave privilegiado, situada a 300 km. de distancia de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao. Las excelentes comunicaciones por ferrocarril (Tren de Alta Velocidad-Ave), por carretera y por aire, facilitan su comunicación con España y con el mundo, y hacen que Zaragoza esté hoy más que nunca al alcance de todos.
LA DEVOCIÓN MARIANA A NUESTRA SEÑORA DE TORRECIUDAD
La devoción a la Virgen de Torreciudad es muy antigua en los pueblos próximos. Ya desde el siglo XI, vecinos de localidades cercanas como Secastilla, Ubiergo, El Grado, Graus, Olvena, Naval, Enate o Artasona se dirigían a Torreciudad para pedir favores, dar gracias o, simplemente, manifestar su amor a la Virgen. Esta costumbre se ha trasmitido de generación en generación, manteniendo viva esta devoción mariana, acudiendo en peregrinación a este lugar para rezar a la Virgen y confiarle sus alegrías y penas. La imagen se encontraba en una ermita, en un promontorio sobre el río Cinca.
Antiguamente, los peregrinos venían desde los lugares más alejados de la comarca gracias a los trabajos de los santeros. Estos hombres iban de un lado a otro con una imagen pequeña de la Virgen, recogiendo limosnas y moviendo a las gentes a ir a Torreciudad. Los santeros eran alojados en los pueblos por los hermanos, quienes a su vez tenían derecho a ser alojados y atendidos en Torreciudad cuando peregrinasen.
Según la tradición, refrendada por estudios históricos, la talla de la Virgen fue venerada con anterioridad a 1804. A raíz de la denominación árabe, fue escondida y posteriormente recuperada, cerca de la ermita, una vez reconquistado el terreno por los cristianos. El día de la fiesta de la Virgen congregaba a tantos fieles en la ermita que el lugar se quedaba pequeño para albergar a los peregrinos. Se formaban largas colas que se perdían entre las peñas de los montes. Entre las gentes, que subían a celebrar la fiesta, se cantaba y repartía torta y vino.
Hoy, como a lo largo de los nueve siglos de historia, esta pequeña ermita sigue siendo un entrañable punto de encuentro para las gentes de las comarcas cercanas, que celebran con frecuencia misas, bodas, aniversarios o retiros espirituales.
La Virgen de Torreciudad se nos presenta como “Majestad de Nuestra Señora”, dejando al descubierto una espléndida expresión de rostros y formas. Responde al tipo iconográfico del «Asiento de la Sabiduría», muy extendido durante la Edad Media. Son imágenes privadas de sentimentalismo, a veces con una escueta expresión de sencillez campesina y ricas en contenido doctrinal. Serenidad y belleza son sensaciones que los peregrinos y fielen reciben cuando se postran ante ella.
El día 22 de Agosto se celebra la Fiesta de la Virgen de Torreciudad.
Al actual santuario de Torreciudad acuden personas venidas de todos los rincones del mundo. Los autocares y automóviles traen hasta aquí peregrinos, familias, estudiantes, obreros, campesinos, etc. Todo está envuelto en un halo de silencio y paz, limpio aire y sosegado ambiente. En la explanada es muy frecuente ver gente que bajo los porches recorre meditando y rezando los misterios del rosario, representados en azulejos sobre altares, o algún párroco celebrando misa para sus feligreses llegados con él en romería.
Igual que en el pasado, quienes se acercan a Torreciudad sienten que están en un lugar de oración, en un sitio donde se da culto a la Santísima Virgen.
El Santuario de Torreciudad se encuentra ubicado en la provincia de Huesca (España), a 24 km. de Barbastro y a 75 km. de Huesca. Rodeado de un maravilloso entorno, el santuario se encarama sobre el embalse del Grado, a los pies del Pirineo aragonés.
LA DEVOCIÓN MARIANA A NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT
El primer texto que hace referencia a la leyenda del origen de la Virgen data de 1239, hecho que evidencia que Montserrat es un lugar santo desde mucho tiempo atrás, tanto por la presencia de la imagen de Santa María, como por la de miles de peregrinos.
Cuenta la leyenda que en el año 880, un sábado al anochecer en la montaña de Montserrat, unos niños pastores vieron bajar del cielo una gran luz acompañada de una bella melodía que se paró en medio de la montaña. Al cabo de una semana volvieron al lugar junto con sus padres y la visión se repitió. Durante los cuatro sábados siguientes les acompañó el párroco del pueblo de Olesa y todos juntos volvieron a ver la misma visión. El obispo de la ciudad de Manresa, enterado de la noticia, quiso observarlo personalmente y acudió también en sábado al citado lugar. Tanto el obispo como sus acompañantes vieron una cueva en la que se hallaba la imagen de la Virgen María. Intentaron trasladarla procesionalmente a la ciudad de Manresa, pero se les hizo tan pesada que fue inútil. Este hecho fue interpretado por el Obispo como la voluntad de la Virgen de quedarse en aquel lugar y mandó construir una capilla para María, pues tenía que ser venerada en la montaña de Montserrat.
Esta pequeña abadía recibió pronto peregrinos y visitantes de múltiples lugares, lo que contribuyó a conocerse entre las gentes las narraciones de los milagros que la Virgen allí obraba.
La Virgen de Montserrat, conocida popularmente como «la Moreneta» por el color oscuro de su cara y manos, es Santa María como “Madre de Dios” o “Trono de Sabiduría”.
La Virgen sostiene con la mano derecha el orbe esférico, símbolo del cosmos, la creación, el volumen perfecto. El gesto ritual que se utiliza para venerar la Imagen es besar o tocar su mano derecha. Con la mano izquierda, María hace el gesto de ponerla sobre el hombro del Niño, indicando así que aquel rey omnipotente es hijo suyo. El Niño Jesús bendice con la mano derecha y en la izquierda sostiene una piña, símbolo de fecundidad y vida perenne. Todo ello provoca una impresión majestuosa y afable a la vez.
La actual Imagen, la que hoy se venera, fue esculpida a finales del siglo XII y fue coronada patrona de Cataluña por el Papa León XIII en 1881.
El dia 27 de abril se celebra la Fiesta de la Virgen de Montserrat, Patrona de Cataluña, precedida por la celebración de la Víspera el día anterior.
El Santuario de Montserrat se encuentra situado dentro del Parque Natural de la montaña de Montserrat, a tan sólo 60 km. de Barcelona. Llegar al santuario no resulta nada complicado, tanto si se viene en vehículo particular como si se opta por el transporte público, ya que está bien comunicado con las principales carreteras y enlaces ferroviarios.
LA DEVOCIÓN MARIANA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
La advocación mariana de Nuestra Señora de Lourdes tiene su origen en una persona y unos hechos acaecidos en la villa francesa de Lourdes, a orillas del río Gave. A Bernardita Soubirous, una pequeña niña de 14 años, cuando el 11 de febrero de 1858 se encontraba en el bosque recogiendo leña, se le apareció una resplandeciente figura de una joven que la llamaba. Sorprendida se arrodilló y comenzó a rezar pues no alcanzaba a comprender lo que había visto. La figura desapareció, para aparecer nuevamente a los pocos días. Hubo 18 apariciones entre el 11 de febrero y el 16 de julio de ese mismo año. El 25 de marzo, en la decimosexta aparición, la Señora reveló su nombre a la pequeña Bernardita, la Inmaculada Concepción. La Inmaculada Concepción es la advocación y privilegio de la Santísima Virgen María, según el cual María, en previsión de los méritos de la Pasión y Muerte de su Hijo Jesucristo, fue preservada de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su Concepción. Esta verdad fue proclamada dogma de fe por el Papa Pío IX en 1854.
Todas las apariciones de la Inmaculada Concepción a Bernardita se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Señora y por la aparición en una gruta de una fuente que de repente empezó a dar agua limpia y clara. Desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados. Tomada con incredulidad por el clero en los primeros momentos, la manifestación fue recibiendo con el tiempo una acogida cada vez más favorable, siendo hoy en día uno de los lugares de devoción mariana más importantes y reconocidos en el mundo cristiano. El Obispo de Lourdes, Monseñor Laurence, certificó la declaración de la autenticidad de las Apariciones. Todos estos hechos dieron lugar al Mensaje de Lourdes. Donde hoy se encuentra la Imagen de la Virgen de Lourdes es el lugar exacto donde se produjeron las Apariciones.
El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, puede resumirse en:
– Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción (que se había declarado cuatro años antes por el Papa Pio IX en 1854), al mismo tiempo que se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo.
– Derramó innumerables gracias de sanaciones físicas y espirituales para que se le siguiese a través de la Iglesia.
– Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad al escoger a Bernadita como instrumento de su mensaje.
– La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz. «Yo también te prometo hacerte dichosa, no ciertamente en este mundo, sino en el otro».
– En todas las apariciones vino con su Rosario: la importancia de rezarlo.
– Importancia de la oración, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello) y también de la misericordia infinita con los enfermos
– Importancia de la confianza en Dios
El Santuario de Lourdes pertenece al departamento de Hautes Pyrénées, localizado al Sur de Francia, y se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con España (poco más de 100 km.). Cercana a ciudades como Pau o Tarbes, esta bonita ciudad se sitúa al abrigo de los Pirineos franceses, en medio de un bello entorno natural.
Fuente: rutamariana.com