Cómo pueden entrar fuerzas extrañas al cristianismo en el mundo y la Iglesia con la Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial está siendo promocionada por un hábil marketing, que le otorga una racionalidad que no tiene.
Y así como está comenzando a reemplazar puestos de trabajo ¿podrá reemplazar a los líderes religiosos también?
¿Cuál es su potencial para predicar en las misas? ¿Y para realizar reflexiones espirituales?
Aquí hablaremos sobre qué es la Inteligencia Artificial, cómo funciona en esencia y cuales son sus límites, hasta donde ya está escalando y escalará en temas espirituales, y cuáles son los desafíos que está presentado a la civilización actual y a las religiones.
El historiador israelí, globalista y ateo Yuval Harari, ha dicho recientemente, que a lo largo de la historia, las religiones soñaron con tener un libro escrito por una inteligencia sobrehumana”, lo que para él, nunca sucedió.
Pero sostiene que «dentro de unos años puede haber religiones que sean realmente correctas” porque su libro sagrado estará escrito por una Inteligencia Artificial.
Esto que sugiere Harari no sucedió aún, pero del 7 al 11 de junio de 2023 cientos de personas asistieron a un servicio protestante en Alemania, generado casi en su totalidad por Inteligencia Artificial.
La predicación fue realizada por un chatbot de Inteligencia Artificial, bajo la orientación del teólogo y filósofo de la Universidad de Viena Jonas Simmerlein, de 29 años, que usó Chat Gpt para organizar este primer servicio.
La Inteligencia Artificial predicó pidiendo a los fieles que no tuvieran miedo a la muerte, y abordó temas como el cambio climático, la guerra en Ucrania y la Inteligencia Artificial.
Todo el servicio fue «dirigido» por cuatro avatares diferentes en la pantalla, dos mujeres jóvenes y dos hombres jóvenes.
Y además de predicar, dirigieron oraciones y alabanzas.
En este primer intento las críticas más comunes fueron que los avatares no mostraban emociones, no tenían lenguaje corporal y hablaban muy rápido.
Y no hubo una interacción real entre los creyentes y el chatbot, como lo habría sucedido con un pastor humano.
Pero en realidad las quejas de estas críticas iniciales son fácilmente solucionables por la tecnología. ?
Ahora, ¿en realidad de qué se trata este chatbot de Inteligencia Artificial?
Es un gran modelo de aprendizaje entrenado con enormes cantidades de datos y textos históricos y contemporáneos, escritos por autores humanos.
Recopila toda la información que hay en internet sobre todos los temas.
Es algo por ejemplo como si tuvieras 1 millón de expertos en cada tema, para contestarte lo que preguntes.
Así es como estos chatbots pueden saber mucho más que cualquier persona individual, incluso que los mayores expertos en un tema.
Es como una super biblioteca, a la que se puede acceder en una fracción de segundo, que puede resumir y combinar toda la información sobre un tema, imposible para el ser humano.
Puede entablar conversaciones similares a las humanas y proporcionar respuestas a preguntas, porque está entrenada con grandes modelos lingüísticos.
Esta tecnología no es nueva, nos acompaña en nuestra vida diaria desde hace décadas.
El buscador de Google por ejemplo es Inteligencia Artificial.
Y usa la base de datos más grande del planeta que está en internet.
La cual dio el gran salto durante los encierros forzados por el Covid, donde miles de millones de personas se sumergieron subiendo gran cantidad de material a internet.
La acumulación masiva de información, nunca antes vista en la historia, es el trampolín que permite ahora contestar cualquier pregunta, con la mayor parte del conocimiento humano disponible.
Por ejemplo, si un sacerdote le pide a chat gpt que le escriba una homilía sobre el evangelio de hoy, el sistema tendrá disponible todas las homilías que han sido subidas a internet para ese evangelio en toda la historia, y las podrá combinar creando una pieza extremadamente poderosa.
La Inteligencia Artificial y el chat gpt en particular, no son más que eso en esencia.
Porque una computadora es una creación del hombre y los diversos programas que se insertan en ella son creados por hombres.
Lo mismo que la información de su base de datos.
Nos puede sorprender por los datos que nos presenta, pero nada saldrá fuera de lo que se metió.
La Inteligencia Artificial no tiene racionalidad, porque la razón, la verdadera capacidad de pensar, es propia del espíritu.
Dios creó al hombre y lo hizo a imagen y semejanza, y aunque el hombre pueda crear una semejanza de sí mismo, no puede otorgarle el espíritu.
Pero actualmente leemos prédicas de que la Inteligencia Artificial pronto va alcanzar a la inteligencia humana y la va a superar, lo cual no es más que el marketing de las empresas de tecnología.
Un marketing cuyo objetivo es ampliar el poder que ya tienen.
Mientras que este desarrollo plantea 3 riesgos principales.
En el corto plazo, riesgo de desinformación, consolidación del lenguaje políticamente correcto y control de la población.
En el mediano plazo, riesgo de pérdida de empleo.
Y en el largo plazo, la posibilidad de pérdida de control por parte de la humanidad.
La desinformación ya es un problema actual, porque muchas veces el Chat Gpt produce informaciones falsas, presentadas de manera convincente, que sus dueños llaman alucinaciones.
Además cuando se les pregunta sobre cualquier tema, descartan siempre la información alternativa, presentando sólo la información políticamente correcta y bombardeando las informaciones que la contradigan.
Lo cual ha llevado a algunos analistas a decir que se trata de una herramienta de control político, psicológico y social.
Lo cual ya está presente descarnadamente en China, porque el Partido Comunista Chino utiliza su poder para vigilar a sus ciudadanos, descontando puntos a los ciudadanos que se portan mal, a través de la Inteligencia Artificial.
A mediano plazo la Inteligencia Artificial puede producir un considerable desempleo, al automatizar con éxito muchas tareas que actualmente realizan las personas, con menor costo que el ser humano y en menos tiempo.
Por ejemplo, ya están siendo reemplazadas las personas en los call centers, los moderadores de contenido de Internet, los asistentes legales, los traductores.
Por esta razón los globalistas están presionando por el salario básico universal, porque habrá un volumen considerable de personas que estará en sus casas, porque no tendrán trabajo, y a su vez estarán entretenidas dentro del metaverso.
Y los riesgos a largo plazo, son que los sistemas de Inteligencia Artificial escapen del control humano e incluso destruyan a la humanidad, tal como han pronosticado películas de ciencia ficción.
Pero eso dependerá si se le da la capacidad de crear sus propios objetivos secundarios, y que puedan tomar la decisión de la maximización de su poder.
Ante todos estos riesgos, se han levantado voces que piden su regulación para evitar desastres, por ejemplo, lo ha hecho Elon Musk; lo cual no está mal.
Pero las voces que se levantan dentro de las big tech tienen un doble sentido, porque llaman a que sea un campo restringido para quienes ya están trabajando en ellas, para evitar excesos y errores según ellos.
Lo que en definitiva significa que las grandes tecnológicas se consoliden aún más en el dominio de esta tecnología y eviten otros competidores.
Mientras que en los últimos meses, los representantes de las tres religiones abrahámicas han firmado en el Vaticano el documento «Declaración de Roma sobre Ética de la Inteligencia Artificial», un texto impulsado por la Academia Pontificia para la Vida, que impulsa un sentido de responsabilidad compartido entre organismos internacionales, gobiernos nacionales, instituciones públicas y sector privado, para que la persona humana mantenga su centralidad frente al progreso técnico y científico.
Por lo menos el fin es loable, pero parece ser sólo una intención.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el poder que está desarrollando la Inteligencia Artificial para afectar nuestra vida, incluso nuestra espiritualidad, y los riesgos que conlleva.
Y me gustaría preguntarte si consideras que en algún momento la Biblia será reescrita por la Inteligencia Artificial y una buena parte de los cristianos lo acepten, o no lo consideras así.
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