Las discrepancias de los fatimistas con las autoridades del Vaticano.
El anunció reciente del periodista italiano Antonio Socci sobre la publicación de lo que sería la segunda parte del tercer secreto de Fátima, por parte de las carmelitas de Coimbra, ver aquí, reaviva la reclamación de los fatimistas sobre que el Vaticano no publicó íntegramente el Tercer Secreto dado por la Virgen de Fátima a Sor Lucía, e indirectamente, que aún no se consagró válidamente Rusia al Inmaculado Corazón de María.
La posición oficial vaticana es que no hay ningún secreto que se haya guardado, que toda la información fue dicha en el año 2000, sin embargo los fatimistas insisten que hay algo que se ocultó, el abogado Christopher Ferrara (Presidente y Consejero Jefe de la Asociación de Abogados Católicos Americanos) ha escrito un libro refutando lo que dijo en Cardenal Bertone en el año 2000, que se puede leer íntegro en los links debajo de este artículo.
Aquí presentamos información sobre cada posición en la polémica, con el objetivo de su discernimiento.
SOBRE LA REVELACIÓN DEL TERCER SECRETO
El tercer secreto fue revelado en 1917 por la Virgen a los tres pastorcitos, pero pidió que se publicara en 1960, porque en esa época se iba a comprender con seguridad a que se refería, con lo cual muchos especulan que estaba referido al Concilio Vaticano II que se produce alrededor de esa fecha.
Los tres papas desde esa fecha leyeron el tercer secreto y se negaron a publicarlo, hasta que en el 26 de junio del 2000, el cardenal Bertone lo hace público para cumplimentar el pedido recurrente de que el Vaticano lo hiciera. El cardenal Ratzinger, prefecto para la Doctrina de la Fe, firmó también el documento.
Ver Cronología de Fátima: 3º secreto y consagración de Rusia.
Luego de este hecho muchos quedaron desconformes y denunciaron que una parte del tercer secreto, el que ha sido llamado el cuarto secreto o segunda parte del tercer secreto, no había sido dado a luz.
El 22 de noviembre de 2006, Antonio Socci publicó “Il Quarto Segreto di Fatima” (El Cuarto Secreto de Fátima) que impactó en las librerías italianas. El autor, después de mucha investigación llega a la conclusión de que el Vaticano no ha revelado el Tercer Secreto en su totalidad. A esta conclusión llega investigando el tema cuando pretende contestarle a Umberto Messori desde una óptica favorable a Bertone, pero en el curso de la investigación sus descubrimientos le hacen cambiar de opinión, y argumenta que el Vaticano estaba reteniendo la parte principal del Tercer Secreto “debido a su contenido explosivo”, acompañando al Sr. Paolini que había investigado el tema de Fátima intensamente, y escrito un libro sobre el Tercer Secreto, “Fátima: no despreciéis las Profecías”.
Ver: El cuarto secreto de Fátima, o segunda parte del tercer secreto
A todo esto, afirma Jaime Vilalta Berbel (a Zenit), desde el Santuario de Fátima, que “No es verdad que exista un secreto todavía ocultado de Fátima”, todo fue ya revelado e incluso la Iglesia hizo un intento de interpretación a través del documento “El Mensaje de Fátima”, que se presentó en el Vaticano el 26 de junio del 2000, y que firmó el entonces prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Ratzinger.
Vilalta hace estas afirmaciones a raíz de la amplia difusión que se está dando al libro, impreso en Canadá y titulado “El Secreto, todavía ocultado”, de Christopher A. Ferrara, y que se distribuye gratuitamente desde Vigo, España, y utilizando también el nombre de “Cruzada Internacional del Rosario de Fátima”, en España y también en Estados Unidos.
La campaña se dirige específicamente contra el secretario de Estado Vaticano, cardenal Bertone, a quien se acusa de ocultar las palabras de la Virgen, contenidas en el Tercer Secreto de Fátima.
Según Vilalta, quién informó e indicó que no había nada ocultado fue la propia hermana Lucía y fue también publicado en la mayoría de libros que han sido escritos sobre Fátima desde aquel 26 de junio de 2000, cuando el Vaticano publicó el texto íntegro del “Secreto de Fátima”, incluso con fotocopia del manuscrito de la hermana Lucía, y con la interpretación que la Iglesia, a través de la Congregación de la Doctrina de la Fe y en la persona del entonces prefecto cardenal Ratzinger.
En el libro que alude Vilalta Berbel, el Dr. Ferrara (Presidente y Consejero Jefe de la Asociación de Abogados Católicos Americanos) presenta pruebas para demostrar que:
El secreto consta de dos partes como el enviado del Papa Pío XII ya lo había revelado, una de las cuales contiene las palabras de la Santísima Virgen María que no se encuentran en la visión publicada en el 2000.
Existen dos diferentes sobres del Tercer Secreto, cada uno con referencia a la misma advertencia escrita a mano por Sor Lucía, según la cual por “orden expresa de Nuestra Señora” el sobre no podía ser abierto antes de 1960.
Son dos los lugares diferentes en los cuales estos sobres han sido custodiados: el archivo del Santo Oficio por una parte, y el aposento papal por otra.
Un texto del Secreto estaba conservado en un sobre exterior custodiado en el aposento papal con palabras dictadas por Juan XXIII –un sobre que el Secretario de Estado nunca mostró, a pesar de que él mismo ahora afirme que el sobre existe.
Existen dos diferentes traducciones en italiano del Tercer Secreto, ninguna de las cuales ha sido hecha pública por el Vaticano.
Desde 1959 fueron tres Papas los que leyeron dos textos diversos del Secreto, en dos fechas distintas – a años de distancia una de la otra – a pesar que el informe “oficial” del Vaticano afirme que hubo una sola lectura de parte de cada Papa.
Y el sitio web del libro continúa diciendo
“Sin embargo, a los fieles católicos se les pide todavía creer que existe un solo texto del Tercer Secreto, y que la Santísima Virgen María no tuvo nada que decir sobre el significado de la importante visión que Ella misma había mostrado a los videntes de Fátima.”
Puede descargar gratuitamente o leer on line cada capítulo del libro en cada link de abajo:
Introducción: Socci acusa a Bertone
Capítulo1: Una Revelación “¿Privada”?.
Capítulo 2: El acceso al Secreto
Capítulo 3: Palabras terribles
Capítulo 4: Falta algo
Capítulo 5: Una entrevista desastrosa
Capítulo 6: Dos textos, dos sobres
Capítulo 7: El Cardenal falla
Capítulo 8: El ocultamiento es desenmascarado
Capítulo 9: Medidas desesperadas
Capítulo 10: El Show del Cardenal Bertone
Capítulo 11: El método de Bertone
Capítulo 12: ¿Qué podemos hacer?
Epílogo: Reivindicación El Último Capítulo en la Hisoria de Fátima
Apéndice I: Reivindicación El Último Cap sobre el Tercer Secreto
Apéndice II: 101 motivos para dudar de la versión del Cardenal Bertone
Apéndice III: El Gran Secreto de Fátima como fue escrito en la Cuarta Memoria de Sor Lucía
Apéndice IV: Un engaño sistemático
SOBRE LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
El 13 de junio de 1929 María de aparece a Sor Lucía en Tuy, España y le dice lo que Lucía anotó por escrito de las palabras utilizadas por Nuestra Señora para pedir la Consagración de Rusia:
“Ha llegado el momento en que Dios pide que el Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, realice la consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado, prometiendo la salvación por este medio”.
Luego hubo varias apariciones de Jesús y María a Sor Lucía pidiendo esa consagración. Incluso refiriéndose a la aparición de Jesús en 1931, ella dice que
“Nuestro Señor ha declarado de forma inequívoca que el Papa disponía de cierto período para realizar la Consagración de Rusia. Si, después de agotado ese plazo, todavía no se hubiera realizado la consagración en la forma debida, algunos de los pastores de la Iglesia pagarían tal omisión con sus vidas.”
Y también que la consagración a Rusia traería la paz al mundo.
Ver Cronología de Fátima: 3º secreto y consagración de Rusia
Varios han sido los papas que han intentado la consagración tal como la pidió exactamente la Virgen según Lucía. Pero nadie la ha hecho estrictamente de esa forma, aunque el experto en Fátima Jaime Vilalta Berbel dijo recientemente en un artículo publicado por Zenit:
“A propósito del libro “El Secreto, todavía ocultado” y el argumento que da en cuanto a que fue una consagración incumplida, la Consagración de Rusia – precisamente hizo ahora 28 años de aquel 25 de marzo de 1984 – el beato Juan Pablo II la realizó “en unión con todos los obispos del mundo” a los que había escrito el 8 de diciembre de 1983, en las cerca de 2.600 diócesis del mundo y, aunque no mencionó la palabra Rusia, en el texto del “Acto de ofrecimiento y consagración a la Virgen, realizado arrodillado frente a la pequeña imagen blanca de Nuestra Señora de Fátima, expresamente llevada del Santuario de la Cova da Iría en Portugal a Roma, el beato Juan Pablo II dijo expresamente: “De modo especial te confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones que tienen una necesidad particular de esta entrega y de esta consagración… Ilumina especialmente a los pueblos de los que Tú misma esperas nuestra consagración y nuestro ofrecimiento”.
”Así mismo y en cuanto a este mismo argumento de que “la Consagración de Rusia aún no se ha cumplido” y de que fue deliberadamente omitida, para evitar ofender a los rusos ortodoxos, se cita al padre Nicholas Gruner. En 1992, Gruner organizó en Fátima un encuentro –considerado pirata por la diócesis de Leiría y por el Vaticano – para debatir el tema. Gruner defendía que el santo padre no había mencionado explícitamente a Rusia, tal como debía haber sido, y que por eso no era válida la consagración.”
Pero al respecto hay una profecía según relata el Padre salesiasno Giuseppe Tomaselli, quien a principios de 1990, le preguntó al estigmatizado italiano Antonio Ruffini, (1907-1999), muy venerado y bendecidos por Pío XII y Paulo VI, si sería Juan Pablo II el Papa que consagraría Rusia al Corazón Inmaculado de María, a lo que respondió que
“No, no es Juan Pablo II. No será su sucesor inmediato tampoco, sino el siguiente. Él es quién consagrará finalmente a Rusia.” -Interview P. Kramer Crusader # 82-.
Es decir, será el sucesor de Benedicto XVI, el papa Francisco, durante un tiempo de guerra mundial y persecución a la iglesia, que finalmente se convertirán en las señales para hacer la consagración, quien procederá a hacerla y comenzará entonces la restauración y el triunfo del Corazón Inmaculado.
Posteriormente, al final de su vida, aparentemente Sor Lucía habría manifestado que “el Cielo” aceptó la consagración realizada en 1984 por Juan Pablo II (que consagró el Mundo al Inmaculado Corazón de María). Y una prueba de ello, según los partidarios de que hubo tal consagración correcta, es que en 1989 cayó el muro de Berlín.
Pero otros discrepan de que eso no trajo la paz al mundo como habían prometido la Virgen y Jesús.
Fuentes: Christopher Ferrara, Signos de estos Tiempos