La significación oculta de la consagración del vaticano a San Miguel Arcángel

Invocación al poder sobrenatural para combatir la corrupción.

 

Hece 15 días informábamos que el 5 de abril el papa Francisco había consagrado el Vaticano a San miguel Arcángel, ver aquí el artículo. Pero además de dar la noticia, poco se ha comentado, incluso por nosotros sobre las trascendencia del hecho.

 

escultura de san miguel arcangel del vaticano

 

Rumiando el hecho y las palabras de Francisco, se ve clara la conexión entre la prédica del papa sobre la actividad del demonio y la cuestión de lo que es necesario para para lograr la reforma que se necesita en la curia romana y en la iglesia en general.

La escultura presenta dramáticamente lo que seguramente quiso expresar Francisco, muestra a San Miguel Arcángel luchando con el diablo, y está colocada en el Estado Ciudad del Vaticano, para que todos los que viven y trabajen allí tengan la protección del arcángel.

Y esto es lo que dijo Francisco:

En los jardines del Vaticano hay varias obras de arte. Pero esta que se ha añadido, cobra especial importancia, en su lugar, así como el significado que expresa. De hecho, no es sólo una celebración, sino una invitación a la reflexión y la oración, que encaja muy bien en el Año de la fe. Miguel, que significa ‘Quién como Dios’, es el campeón de la primacía de Dios, de su trascendencia y poder. Miguel se esfuerza por restablecer la justicia divina y defiende al pueblo de Dios de sus enemigos, sobre todo del enemigo por excelencia, el diablo.

En la Ciudad del Vaticano a San Miguel Arcángel, le pido que nos defienda del maligno y lo destierre.

El enfoque del Papa Francisco sobre el diablo ha suscitado comentarios en la prensa secular, no sin razón. La mente secular piensa que muestra que bien, o él es una especie de maníaco religioso, o por lo menos es curiosamente anticuado en su idioma.

Pero el muestra que realmente conoce que todos estamos, en nuestra vida, en una continua batalla contra el mal. Este es un enfoque constante del pensamiento y de la enseñanza del Santo Padre.

Como Sandro Magister escribió recientemente,

Francisco «se refiere a [el diablo] continuamente. Lo combate sin tregua. Él no cree que sea un mito, sino una persona real, el enemigo más insidioso de la Iglesia».

Y ahora ha invocado la protección del Santo Arcángel sobre Ciudad del Vaticano, y ha rogado que vaya a expulsar al maligno de ese lugar.

Ve por lo tanto, que se desarrolla en ese lugar una lucha entre el bien y el mal. Recuerden estas palabras de Francisco,

«… es difícil. En la Curia, también hay personas santas, en realidad, hay personas santas. Pero también existe una corriente de corrupción, es cierto … Hay un ‘lobby gay’, y es verdad, que está ahí … Tenemos que ver lo que podemos hacer …. «

El Santo Padre claramente ve la expulsión del maligno de su pequeño reino como una prioridad principal, y  nosotros debemos recordar, también, que la reforma de la curia romana no es sólo una cuestión de la limpieza de su desorganización funcional, es cuestión de sacar el mal real, la «corriente de corrupción», que a la que aludió el Papa Benedicto XVI.

El papa Francisco también rezó el viernes para que San Miguel interceda para ayudar,

a «hacernos victoriosos sobre las tentaciones del poder, la riqueza y sensualidad» y mantener a los empleados del Vaticano fuertes en «la buena batalla de la fe».

Porque si una cosa es cierta, es que el diablo siempre está más activo donde está más amenazado, y el debilitamiento demoníaco de los que dirigen la Iglesia, a todos los niveles, ha sido a través de los siglos una táctica satánica obvia, a menudo – y ciertamente hoy – terriblemente exitosa dentro de la propia Curia Romana.

Es bastante seguro de que este Papa ve la corrupción que ha superado a su administración como inspirada por el maligno, y ahora, en la consagración del Vaticano a la protección del Arcángel y pidiéndole que lo defienda del mal y lo destierre, pide un arcángel activo que tenga una especial protección sobrenatural sobre su obra de reforma.

Está claro que esta es una de las acciones más potentes que el Papa ya ha adoptado para dar marcha atrás a la «corriente de la corrupción» dentro de la Curia Romana: colocar al Vaticano y a todos los que trabajan allí bajo la protección y la influencia del San Arcángel Miguel.

Todos los católicos deben rezar para que prevalezca en esa batalla.

En el banner de arriba de nuestro sitio estamos invocando a volver a la oración a San Miguel Arcángel al finalizar la misa, para combtir la ola del mal que zota la tierra. La sugerencia es que una vez que el sacerdote diga “Vayamos en paz” y nosotros le contestemos “demos gracias a Dios”, rezar en forma individual la oración “San Migel Arcángel, defiéndenos en la batalla…”

Fuentes: Crisis Magazine, Signos de estos Tiempos

 

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