Seis millones de víctimas para reparar.

 

Con un marco de 6 millones de víctimas, a quienes la Iglesia pide que se repare, llegamos a un fin de año en que las FARC declararon un cese al fuego de 30 días. Mientras las negociaciones avanzan muy lentamente entre los guerrilleros y el gobierno colombiano en Cuba, para el cese al fuego definitivo.

 

guerrilla de las farc

 

Pero un reciente informe señala que mientras las FARC negocian, este período les ha servido para reorganizarse y planear sus próximos golpes, y de hecho aumentar su caudal de peso político.

Todo esto indica que el conflicto está lejos de encauzarse legalmente.

LAS VÍCTIMAS

Seis millones de colombianos han sido víctimas, en mayor o menor grado, del conflicto que ha continuado desde hace medio siglo, y que por primera vez podría llegar a una conclusión de las negociaciones de paz en Cuba entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más antigua de izquierda en América Latina.

Los datos han sido actualizados al 10 de diciembre, por la Unidad de Atención y Reparación a las Víctimas (UARV), una agencia gubernamental que se encarga de calcular y compensar a aquellos que han sufrido daños durante la guerra civil. Los muertos fueron cientos de miles de personas; en los registros de la organización hay alrededor de 5.966.041 nombres, entre ellos los de cinco millones de personas obligadas a abandonar sus hogares. Mezclados no sólo a las víctimas de las FARC, que han estado luchando desde 1964, sino también las de las fuerzas del gobierno, las de otras formaciones guerrilleras, como el Ejército de Liberación de Colombia, también de izquierda, y especialmente los llamados grupos paramilitares de derecha, las Fuerzas de Autodefensa, además de las bandas criminales que siempre se han aprovechado de la situación de conflicto endémico.

Las reparaciones para las víctimas de la guerra son uno de los principales puntos de la negociación de la Habana entre el Gobierno y las FARC, ahora en su tercer período de sesiones. Y la Iglesia católica ha puesto énfasis en este punto.

LOS ACUERDOS DE LA NEGOCIACIÓN

Los dos primeros acuerdos se alcanzaron, respectivamente, sobre la cuestión de la propiedad de la tierra agrícola – el principal tema en discusión y la razón original de la lucha armada de las FARC – y las formas de la futura participación de las FARC, una vez depuestas las armas, en la vida política del país. La guerrilla ha aceptado el desarme y la transformación en un partido político, y a cambio recibieron un «Estatuto de garantía» para el ejercicio de la oposición política en general y, en particular, «para los nuevos movimientos que surjan después de la firma del acuerdo final»; también ganaron espacio en los medios las reformas institucionales para facilitar el establecimiento de partidos políticos, garantizando la transparencia de los procesos electorales, sobre todo en las zonas donde es mayor el riesgo de fraude.

En los últimos días, hubo una ronda de conversaciones que duró cuatro días, y precedió a la entrada en vigor de un alto el fuego unilateral declarado por las FARC de treinta días por las festividades de fin de año.

En el centro de las negociaciones está ahora el tema de la lucha contra el tráfico de drogas, en el que un acuerdo parece todavía lejano, ver aquí.

Sin embargo, esos es lo que está en los papeles, es lo formal, pero hay denuncias de que las FARC se están reorganizando para recomenzar las acciones bélicas.

INFORME SEÑALA CÓMO LAS FARC PLANEA LA GUERRA MIENTRAS HABLA DE PAZ

Pese a que las FARC pueden haber sufrido graves reveces como resultado de las agresiones militares de la última década, el informe de Paz y Reconciliación demuestra cómo no han llegado a la mesa de negociaciones como una fuerza quebrantada en el borde de la derrota, sino como una que efectivamente se ha reagrupado y adaptado.

Un nuevo informe sobre cómo el conflicto de Colombia se ha desarrollado mientras que la guerrilla de las FARC negocia con el gobierno, brinda luces sobre la fortaleza y tácticas de los guerrilleros y sus habilidades para llevar a cabo acciones militares, políticas y criminales.

Según el informe de la Fundación Paz y Reconciliación, enseñado al diario El Espectador, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aún cuentan con aproximadamente 11.000 efectivos -cifra sustancialmente más alta que la de 8.000 informada por el gobierno. Además de esto, están las redes de apoyo ideológico y logístico y milicias urbanas, llegando a un número total de 40.000 personas conectadas a la insurgencia, según el informe.

El alcance de los rebeldes se extiende a 11 regiones y 242 municipios, según el informe, lo que significa que están presentes en aproximadamente el 20 por ciento del territorio.

Paz y Reconciliación dice que las FARC, también han consolidado su alianza con la segunda mayor guerrilla insurgente de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), luego de una cumbre entre el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri alias «Timochenko» y el jefe del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias «Gabino«, en algún momento de los últimos dos meses.

Los líderes guerrilleros se reunieron para discutir cómo coordinar su enfoque para las conversaciones de paz con el gobierno – que comenzaron en 2012 – y un escenario de postconflicto, según el informe. Los dos grupos guerrilleros también discutieron su campaña conjunta contra los sectores de la minería, petróleo y gas. Esto ha incluido no sólo a los atentados contra empresas e infraestructura, sino también un aumento drástico en la extorsión focalizada en negocios en el sector, según Paz y Reconciliación.

El informe también detalla cómo las FARC han intensificado sus operaciones políticas influyendo en los movimientos sociales y las protestas, incluyendo la reciente huelga de los cultivadores de coca en la región del Catatumbo.

Y también muestra cómo esta fuerza guerrillera reestructurada está mezclando la guerra de guerrillas con acciones políticas y criminalidad continua, cubriendo eficientemente todas las bases mientras los negociadores discuten la paz en La Habana.

Estas evoluciones y estrategias refuerzan cómo, a pesar de los esfuerzos sin precedentes del ejército colombiano, la guerrilla sigue siendo una fuerza de combate formidable y un jugador importante en el bajo mundo, y esto es poco probable que se termine sólo por medios militares.

Fuentes: Terre D’America, Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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