Que sucedió en sus principales apariciones.
La Iglesia está tomando conciencia en las últimas décadas de la importancia de San José para estos tiempos finales.
Y un signo relevante es la declaración del 2021 como año josefino.
Entonces es bueno repasar las apariciones principales que ha tenido San José en la Tierra
Sus apariciones, aunque menos frecuentes que las de su esposa María, han sido significativas y trascendentes.
En este artículo te las vamos a contar las apariciones principales de San José y a revelar para que se apareció y cuáles fueron sus frutos.
El Papa León XIII instituyó, a finales del siglo XIX, el día miércoles para honrar a San José.
Y mandó a que todo el mes de octubre se recite la oración que él mismo había compuesto para el santo patriarca.
Pero más de un siglo antes, San Junípero Serra, fraile franciscano, realizaba una misa votiva a este santo todos los días miércoles, en honor a las apariciones que había tenido de él, ante el peligro de perecer por el cansancio excesivo, el hambre y las inclemencias del tiempo mientras evangelizaba en EE.UU. y México
Y es que la devoción a San José ha traído una fuerte lluvia de milagros.
Como la historia que cuentan los Oblatos de San José, que dos frailes franciscanos navegando en barco, estuvieron a punto de morir por causa de las olas.
Invocaron el nombre de San José.
Y aunque la situación era cada vez más desesperada, los frailes no dejaban de confiar.
Entonces un joven hermoso y majestuoso se interpuso y les dio ánimos.
Parecía que les había dado nuevas fuerzas para sostenerse de las tablas del barco antes que este sucumbiera.
Los frailes al ver al joven aclamaron al cielo y el bote los llevó a tierra como si nada hubiera pasado.
Entonces quisieron dar gracias al guapo joven que les había ayudado.
Y le preguntaron cuál era su nombre. A lo que él contestó: «Yo soy José, a quién clamaron en su angustia».
Este joven tan hermoso, era el mismo padre adoptivo de Jesús. No parecía el viejito de las estampitas.
Infundía ánimo con su mirada, confianza, se le veía fuerte y musculoso, y a la vez educado.
Y luego los frailes fueron recompensados por el santo patriarca, con la historia de las alegrías y tristezas que sufrió San José.
Les dijo que, si querían agradarle y honrarle, deberían recitar diariamente el Padre Nuestro y el Ave María siete veces mientras meditaban en sus siete dolores y siete alegrías.
Y así la orden franciscana transmitió esta bella devoción de los gozos y dolores de San José. https://forosdelavirgen.org/devocion-en-honor-de-los-dolores-y-gozos-de-san-jose/
En el siglo XVI, Santa Teresa de Ávila tuvo una gran devoción por el padre de Jesús.
Dijo que se le apareció cuando tenía problemas para establecer un convento.
Escribió en su autobiografía que una vez, cuando estaba en una dificultad y no podía pensar qué hacer, o cómo iba a pagar a unos obreros, San José se le apareció y le dio a entender que el dinero no faltaría y que debía hacer todos los arreglos necesarios.
Así lo hizo, aunque no tenía un centavo, y de una manera sorprendente empezó a recibir el dinero.
Y es así que una vez, el San Juan de la Cruz, gran amigo de Santa Teresa, y reformador del Carmelo, venía pasando por la plaza cerca del monasterio de la orden.
Entonces un hombre muy bello se le acercó y le preguntó: «Padre, ¿Por qué esta orden tiene tanta devoción a San José?»
A lo que el santo fraile le dijo: «Porque nuestra madre Teresa, fue muy devota de él.
Él la ayudó en todas sus fundaciones y recibió muchos favores de San José. Por lo que todas las casas fueron puestas bajo el patrocinio de San José».
Fue cuando la persona misteriosa le dijo:
«Y recibirán muchos más favores.
Reverendos padres, mantengan una profunda devoción al santo, porque lo que le pidan será concedido».
Y al llegar al convento, reflexionando sobre el misterioso personaje, se dieron cuenta que había sido San José.
Y lo tomaron como un llamado de atención para ser más devotos de San José.
Pero más de dos siglos antes, en la solemnidad de la Anunciación, Santa Gertrudis la Grande tuvo una visión en la que Nuestra Señora le reveló la gloria de San José.
Gertrudis registró: «Vi el cielo abierto y a San José sentado en un trono magnífico. Me sentí maravillosamente afectada porque cada vez que se mencionaba su nombre, todos los santos se inclinaban profundamente hacia él, demostrando que se regocijaban con él por su exaltada dignidad».
Y uno años después de las apariciones a Santa Teresa, San José visitó el pequeño pueblo de Cotignac en Provenza, Francia, el 7 de junio de 1660, durante un verano excepcionalmente caluroso.
Aproximadamente a la una de la tarde, un joven pastor llamado Gaspard Ricard se tomó un descanso en el monte Bessillon, buscando alivio del calor abrasador y su sed.
Y mirando hacia arriba vio a un hombre alto, quien señalando una gran roca dijo: «Soy José. Levántala y beberás».
Ricard no preguntó cómo levantaría la enorme roca, sino que fue inmediatamente hacia la enorme roca y pudo levantarla con una facilidad sorprendente.
Y descubrió debajo, como dijo José, un manantial de agua dulce.
Al levantar la vista para agradecer al extraño, Ricard vio que el hombre había desaparecido.
Entonces el pastor corrió al pueblo para contarle a la gente, que se apresuró a ver el manantial recién revelado.
Luego la gente del pueblo construyó la primera capilla en el sitio, y se llevaron a cabo muchas curaciones en el santuario y en el manantial.
Y comenzó una peregrinación, de todos los lugares de la provincia y los países circundantes, siendo los enfermos de todo tipo, en su mayoría de curados, o consolados por sus enfermedades
La fuente nunca se ha secado.
Como resultado de estos hechos milagrosos, el rey Luis XIII decretó que, a partir del 19 de marzo de 1661, la fiesta de San José se celebraría como fiesta en todo el reino.
En diferentes apariciones donde la Virgen se ha hecho presente, Ella misma ha dado un lugar especial a San José.
Ella por ejemplo se había aparecido unos años antes en Cotignac por dos veces dando inicio a la advocación Nuestra Señora de las Gracias de Cotignac https://forosdelavirgen.org/nuestra-senora-de-las-gracias-de-cotignac-francia-10-de-agosto/
Recordemos que en Fátima donde en la última aparición de Nuestra Señora, el 13 de octubre de 1917, se muestra a San José con el niño Jesús en brazos dando la bendición al mundo.
Y se interpreta que la aparición de San José fue un recordatorio de la importancia de la paternidad y la familia.
Y esto también sucedió en 1879 en Irlanda, en Knock, delante de 15 personas durante una visión silenciosa.
Se mostraba a la Virgen con las manos orantes, a San José y a San Juan evangelista.
Y detrás de ellos a la izquierda había una gran cruz y el cordero, símbolo tradicional de Jesucristo.
Al pie de este había un grupo de ángeles que lo adoraban.
A San José se le veía como de mediana edad, con algunos toques de gris en el cabello, transmitiendo humildad y amabilidad.
San José también se apareció a Santa Faustina Kowalska en julio de 1937, mientras ella estaba en la casa de su congregación en Rabka, Polonia, durante una convalecencia.
En su diario registró: «San José me instó a tener una devoción constante por él. Él mismo me dijo que recitara tres oraciones [el Padre Nuestro, Ave María y Gloria] y el Memorare una vez al día.
Me miró con mucha bondad y me dio a conocer cuánto está apoyando esta obra [de misericordia]. Me ha prometido ayuda y protección especiales. Recito las oraciones solicitadas todos los días y siento su protección especial».
En 1958 en Ohio, Estados Unidos la hermana Mary Ephrem fue favorecida con una visión del glorioso San José. Estaba en el aire, tenía la cabeza levantada, las manos extendidas.
Su apariencia era bastante juvenil, aunque con un pequeño toque de madurez.
Las líneas de su rostro parecían fuertes y decididas, pero suavizadas por su serenidad.
El Espíritu Santo se le presentaba como flotando encima de su cabeza. Dos ángeles le acompañaban al lado de su cabeza. Estos llevaban uno, una corona y el otro un cetro.
Entonces ella oyó una voz que decía: así debe ser honrado aquel a quien el Rey desea honrar.
Palabras que recuerdan ciertamente como san José fue custodio de Jesús, pero a la vez como su hijo lo condecora.
A ella y a Edson Glauber, vidente que tiene apariciones de San José y Nuestra Señora en la Amazonia, les fue dicho que San José tuvo su Asunción a los cielos como la Virgen María.
San José había sido limpiado de la mancha de pecado original, pero a diferencia de la Virgen fue luego de su concepción.
Además recuerdan que fue virgen.
Bueno hasta aquí lo que te queríamos decir sobre las apariciones más importantes de San José en la tierra.
Y es un buen momento para recordar lo que Pío XII dijo en 1955, «Si quieres estar cerca de Cristo, ¡Ve con José!».
Y me gustaría preguntarte qué otras manifestaciones sobrenaturales recuerdas de San José.
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