El 31 de julio habrá un acto de desagravio.
Trescientos abortistas irrumpieron el jueves en la Catedral de Santiago de Chile en plena Misa de celebración de la fiesta de Santiago Apóstol, al culminar una marcha a favor del aborto. Una vez adentro, destrozaron confesionarios, hicieron pintadas en altares e imágenes, lanzaron basura y profirieron gritos blasfemos.
La catedral permanecerá cerrada hasta el 31 de julio, cuando se realizará un acto de desagravio y se decretó que en las Misas del sábado y domingo se ore por la Iglesia, por la cordura y la paz de todos los chilenos.
Los fieles presentes, entre los que estaba la alcaldesa de la capital, Carolina Tohá, impidieron que la profanación alcanzara el altar mayor.
En horas de la noche, los fieles se encontraban celebrando la fiesta de Santiago Apóstol en una Misa presidida por el Arzobispo local, Mons. Ricardo Ezzati, cuando de manera inesperada los abortistas ingresaron al templo para culminar su marcha “Yo aborto el 25 de julio”.
Entre los participantes se encontraban miembros de la Articulación Feminista de Libertad de Decidir, cuya representante Isabel Cárcamo dijo a CNN Chile que no compartía el ataque, pero entiende “el enojo de la gente” contra la Iglesia porque el aborto no es legal en el país.
Natalia Flores, secretaria ejecutiva del Observatorio de Género y Equidad, afirmó a Radio Cooperativa que no avala los actos de violencia pero que entiende lo ocurrido, pero,
“Si me preguntan si llego a entender que un grupo de manifestantes, que se ha sentido oprimido, discriminado, agredido y violentado por una institución, que en este caso es la institución católica (…) puedan llegar a manifestarse en la forma en que sucedió en la catedral ayer, yo lo entiendo”, aseveró Flores.
Asimismo, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, apuntó ante los periodistas que no es “una persona creyente”, pero que sintió que
“las personas que estaban en la iglesia en ese momento estaban siendo agredidas de una forma gratuita que no es aceptable”.
Según se informó en la marcha no faltaron
“las provocaciones de mujeres semidesnudas o las pancartas con siluetas de fetos sobre un fondo de sangre”.
Ya dentro del templo, los cerca de 300 abortistas arremetieron contra el mobiliario sacando los bancos a la calle con la intención de quemarlos, destruyendo un confesionario, y realizando diversas pintadas por el interior del lugar de culto,
pintando “blasfemias contra Dios y la Virgen y consigas ofensivas y de odio contra los católicos o llenando de espray el altar del Arcángel San Miguel”.
El Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Pedro Ossandón, relató que
“estábamos celebrando la eucaristía de la fiesta del Apóstol Santiago, por supuesto con la presencia de la alcaldesa (Carolina Tohá), y además agradeciendo a tantos católicos que hacen el servicio público en un ambiente de recogimiento y de paz, y de repente entraron los manifestantes, y la verdad es que nosotros estamos siempre por el diálogo, por el debate de altura, creemos en la razón que Dios nos ha regalado”.
“Así que invitamos a toda persona que se manifieste como quiera, pero que lo haga en un ambiente propio de un estado de derecho, de una democracia, respetándonos plenamente en la dignidad de las personas”, dijo.
El Obispo Auxiliar lamentó lo ocurrido y llamó a las personas que se manifestaron
“a mantener un clima, sobre todo en este momento donde Chile está eligiendo candidatos a la presidencia y al Parlamento, que por favor tengamos cuidado con el estado de derecho”.
Finalmente los abortistas fueron desalojados por los guardias de la Catedral y los mismos fieles, mientras los carabineros dispersaban a los manifestantes que se encontraban en el exterior, llevándose detenidos a algunos de ellos.
Según el comandante de la Tercera Comisaría de Santiago, Alex Moreno Farfán, varios involucrados fueron detenidos en la calle, puesto que el Arzobispado les pidió no operar al interior de la catedral, con el fin de evitar que se agravara la situación. Personal policial estableció que se trató del delito de daño calificado a monumento nacional. La Iglesia presentará una querella contra los responsables.
El Arzobispo de Santiago (Chile), Mons. Ricardo Ezzati, pidió el viernes a Dios que perdone a los abortistas que el jueves profanaron la Catedral e informó que el templo permanecerá cerrado hasta el 31 de julio, día en que tendrá lugar el acto de desagravio.
“Invito a todos los fieles católicos a invocar humildemente el perdón de Dios por las ofensas de esos fanáticos. Una vez más, la violencia es la razón de quienes no saben usar la razón. Con Jesús en la Cruz pedimos: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’”, expresó Mons. Ezzati.
El Arzobispo agradeció “la entereza de los fieles” que permitió culminar la Misa, pero señaló,
que “la intolerancia de los fanáticos y su violenta irracionalidad ha sido una grave ofensa a Dios y a toda la comunidad de los creyentes en Cristo, ha dejado huellas dolorosas en agresiones y maltrato a varias personas y en la destrucción y daño al patrimonio artístico religioso del principal templo del país”.
Además, recordó que lo ocurrido,
“son hechos que revisten una especial gravedad, por la intolerancia que suponen y por el agravio a la libertad religiosa y de culto”, derecho garantizado por la Constitución Política y tratados internacionales firmados por Chile.
En su carta, Mons. Ezzati también decretó que en las Misas del sábado y domingo
“se ore por la Iglesia, por la cordura y la paz de todos los chilenos y, de manera especial, para que se destierre de entre nosotros toda intolerancia, odio y violencia”.
“No puedo callar mi desconcierto y desazón frente a quienes tienen la grave responsabilidad y obligación de garantizar la libertad y la seguridad de todas las personas. La Catedral Metropolitana es un lugar abierto al público, declarado Monumento Nacional, donde cada día acuden centenares de ciudadanos, que en estos últimos tiempos se han visto amenazados por la instalación de bombas y por otras agresiones. Esperamos a futuro gozar del resguardo preventivo al cual tenemos derecho”, finalizó.
La carta completa se encuentra se puede leer aquí.
Fuentes: ACI Prensa, Hazte Oír, Info Católica, Signos de estos Tiempos