Qué nos dice la Biblia que sucederá en el Final de los Tiempos y cómo protegernos.
¿Te preguntas qué está pasando con el mundo? ¿Sientes que la sociedad se desmorona a tu alrededor?
La pandemia, las guerras, la incertidumbre… todo parece indicar que nos dirigimos hacia un futuro dramático.
Pero no te alarmes.
Las profecías bíblicas anticipan estos tiempos turbulentos, nos ofrecen una esperanza y nos indican cómo seremos protegidos.
Aquí nos embarcaremos en un viaje fascinante a través de las Escrituras.
Y descubrirás cómo la purificación del mundo y la Iglesia están en marcha según lo que profetizó Jesucristo, qué cosas concretas están por venir, y qué deberíamos hacer para protegernos y salvarnos.
Todo lo que está sucediendo ahora está en la Biblia, en el Apocalipsis y especialmente en el sermón escatológico que dio Jesús antes de semana santa, que recogen Mateo 24, Lucas 21 y Marcos 13.
Pero en ellos están mezclados tres juicios, que recién en los últimos tiempos los teólogos han podido desmenuzar.
En este sermón escatológico Jesús habla de tres juicios: el juicio de Israel, el juicio de las Naciones y el juicio Universal.
El juicio de Israel es un juicio específico para el pueblo de Israel, por haber rechazado al Mesías.
Dijo Jesús que sería antes de que acabe esta generación, es decir, antes de 40 años.
Y efectivamente, en el año 70 los romanos asediaron Jerusalén, fue destruida y su población fue deportada por todas las naciones.
Jerusalén estará en manos de los gentiles hasta que vuelva a manos de los judíos en 1947, con la creación del Estado de Israel, y 20 años después con el aseguramiento de la paz interna.
Y a partir de allí llegará la hora de los gentiles.
El segundo juicio es a las Naciones gentiles, castigadas por rechazar al Mesías.
Es un juicio para todos los habitantes vivos del mundo, y es el que está en marcha.
Y finalmente viene el juicio universal, que es la parusía, la segunda venida del Señor en su gloria, rodeado de ángeles, a juzgar a vivos y muertos, y allí acabará el mundo.
Este juicio universal es para todos los hombres que habitaron la Tierra en todas las épocas, y es al final de la historia.
Ahora estamos en la época del juicio a las Naciones, que también se menciona en el Antiguo Testamento como el Día de la Ira de Yahveh.
Una ira que no se puede retener más ante el pecado, porque ha tocado a los niños, que no se les está permitiendo nacer.
Ninguna revolución ha liquidado a tantos, no solo desde el punto de vista físico, sino también en la forma en que se los está pervirtiendo.
Una señal de que el juicio a las Naciones está en marcha lo tenemos en Zacarías 13, donde Yahveh habla de que herirá a los pastores y se dispersarán las ovejas, o sea una apostasía que comenzará en los consagrados.
Y eso va producir la necesidad de que Dios purifique a su pueblo.
Y ahí se habla de que quedará un tercio.
De esta apostasía y crisis de fe nos enteramos a partir de la década de 1960, cuando la Virgen apareció en Garabandal, y dijo que “muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas almas”.
Y por esto no fue aprobada.
Y luego la pérdida de fe se hizo evidente con la crisis de los abusos y el ascenso del modernismo en la jerarquía vaticana.
Joel 2 nos dice cómo será ese juicio a las Naciones.
Dice que habrá un nuevo Pentecostés, “derramaré Mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños”.
El Espíritu Santo será derramado sobre todos los hombres de todo el mundo.
Es lo que se llama el Aviso o la iluminación de las conciencias.
Va a ser un acto de misericordia divina como no ha existido nunca, todos van a ver en su conciencia que Dios existe.
Y Dios les hará ver cómo ve su vida, para que tengan la oportunidad, si quieren, de arrepentirse y convertirse, o si no, de rechazarlo y quedar anclados en el mal.
El Aviso vendrá en medio de la tribulación y asociado a fenómenos cósmicos.
El discurso escatológico de Jesús del que hablamos antes, dice que se oscurecerá el sol, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes del cielo se conmoverán.
Conchita de Garabandal vio el Aviso, y dijo que habrá como un choque de dos astros y que habrá mucha luz.
Y la vidente de la Misión IO Eros dice que «IO», la luna de Júpiter, chocará con el asteroide “EROS”.
Y por eso se especula que habrá un gran destello que se verá durante unos días en todo el universo, y que en ese momento se producirá la iluminación de las conciencias.
Un tiempo después los restos del choque, pasarán cerca de la Tierra y alterarán su eje, ocasionando diversas catástrofes.
Entonces dice Mateo 24, “aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo”.
O sea que va a haber esa gran manifestación de Jesucristo.
Diversas revelaciones privadas dicen que aparecerá una gran cruz en el cielo.
Y probablemente sea el gran Milagro profetizado en Garabandal y Medjugorje, que vendrá dentro del año del Aviso.
Y luego Mateo 24 sigue diciendo en el sermón escatológico que el Señor enviará sus ángeles, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos.
No está hablando del fin del mundo, porque si fuera el fin del mundo serían todos, y no sólo los elegidos.
¿Y qué quiere decir eso?
Que va a haber una confrontación y que los ángeles guiarán a los que hayan recibido la marca de la cruz en la frente.
Los que hayan optado por Cristo recibirán una iluminación de sus ángeles que les dirán qué tienen que hacer en esta batalla.
Mientras los secuaces del maligno atacarán y perseguirán a los justos.
Y los elegidos, los que tengan la marca del cordero, serán protegidos y guiados por los ángeles.
Y luego de esto Dios enviará el castigo, que incluye los 3 días de oscuridad.
Hace 200 años la Santísima Virgen además nos comenzó a informar esto a partir de La Medalla Milagrosa, La Salette, y luego de toda la catarata de apariciones verdaderas que hemos estado viendo.
Pero también han aparecido falsos profetas, como predijo Jesús en el discurso escatológico del que hablamos.
Por un lado, son las apariciones falsas, que nos desinforman y tratan de asustar a la gente anunciando catástrofe tras catástrofe.
Y por otro lado están los falsos profetas, que desde adentro de la Iglesia le sugieren a los fieles que no hay que oír ningún mensaje de la Virgen.?
¿Y qué podemos hacer ante todo esto que nos dice la Biblia?
Desde ya estar orando y haciendo sacrificios para que se acorten esos días, y para que los que quieren ser fieles al Señor, se mantengan fieles.
Cristo dijo además que hay que estar con las lámparas encendidas, o sea estar en gracia de Dios, y unidos a Él.
Y dijo también, que cuando pasen estas cosas, “levantad vuestra cabeza, porque se acerca vuestra liberación”.
Hoy día hay muchos cristianos no están enterados de los tiempos que estamos viviendo, que habrá guerras, epidemias, carestía, hambre, persecución y catástrofes en la naturaleza.
Es nuestro deber informarles, con caridad y sin sembrar el miedo, aunque probablemente muchos no querrán oírlo por temor.
Bueno, hasta aquí lo que dicen las escrituras sobre este momento histórico único que nos tocó vivir y cómo deberíamos actuar.
Y me gustaría preguntarte si crees que tu vas a ver en vida todo este proceso hasta llegar a la era de paz o no.
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