Como descifrar el mensaje real que Dios nos quiere dar en la profecía.
Circulan permanente en las redes mensajes que profetizan que en tal fecha comenzará la tercera guerra mundial, o que vendrá el Aviso, o que comienza la tribulación, etc.
E invariablemente no se cumplen, y entonces pierde interés oír lo que la Virgen o Jesús tienen que decirnos.
Y perdemos información muy valiosa, porque empezamos a considerar a los videntes como los pastorcitos mentirosos del cuento.
Pero lo que sucede es que no comprendemos bien lo que el Cielo nos quiere transmitir en los mensajes.
La enfermiza orientación a conocer el día y la hora nos impide comprender lo que Dios quiere comunicarnos.
Aquí hablaremos sobre cómo tenemos que leer los mensajes del Cielo para saber lo que Dios quiere que sepamos, y cómo discernir lo que nos dice de cuando vendrá el Aviso, la tribulación, la Era de Paz, etc.
Las profecías que vienen del Cielo tienen una doble condicionalidad.
La mayoría son condicionales en su realización o materialización, o sea que por ejemplo, si se produce la conversión que pide el Cielo, pueden quedar sin efecto.
El caso más típico es la prédica que el Cielo le pidió a Jonás que hiciera en Nínive, de que sería destruida en 40 días.
Y como el pueblo se arrepintió y volvió a Dios, Él dejó sin efecto la destrucción.
Y además todas las profecías son condicionales respecto a la fecha de cumplimiento.
Esto no significa que el Cielo anule su cumplimiento, sino que lo puede aplazar para más adelante por gracia, o porque las condiciones extremas que la justificaron ya no están tan presentes, o por estrategia.
El caso típico lo vemos en los mensajes que recibió el Padre Gobbi en enero de 1984.
En ese año se terminaban los 100 años de más poder otorgados al maligno por Jesucristo, con el fin de aceptar el desafío de que podía destruir la Iglesia, según la visión que tuvo León XII en 1884.
Y en ese año de 1984 también Juan Pablo II realizaría la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María.
Entonces el Padre Gobbi le reclama a la Virgen que no se cumplió lo que le había profetizado, que vendría una intervención decisiva del Cielo en la Tierra, el Aviso o iluminación de conciencia
Y Ella le contesta el 21 de enero de 1984,
“No digas: ‘¡No se cumplió lo que nos habías anunciado!’, sino agradece conmigo al Padre Celestial porque, a través de la respuesta de la oración y de la consagración, a través de tu sufrimiento, a través del inmenso sufrimiento de tantos de mis pobres hijos, ha aplazado de nuevo el tiempo de la Justicia, para dejar florecer el tiempo de la gran Misericordia”.
O sea que la intercesión de María logró aplazar “de nuevo”, como Ella dice, el cumplimiento de la profecía.
Y según el texto, seguramente sucedió también otras veces en el pasado, y probablemente también sucederá en el futuro.
Pero a quienes nos llegan informaciones de las profecías que vienen del Cielo, lamentablemente prestamos más atención a la fecha que se anuncia para su cumplimiento, que a los argumentos que da el Cielo de por qué va a hacer la intervención y al pedido que nos realiza.
Pensamos que si un mensaje anuncia que va a haber una intervención inminente y otros mensajes señalan posibles fechas simbólicas, entonces la profecía se materializará en esa fecha, sí o sí.
Por ejemplo, los mensajes advierten que la situación del pecado en la Tierra ha llegado al límite tolerable, que estamos peor que Sodoma y Gomorra, y que pronto vendrá el Aviso.
Por otro lado las profecías dicen que cuando el Papa visite Rusia, la guerra mundial escalará sustancialmente, y otras agregan que el Aviso vendrá cuando la guerra esté en su peor momento.
Entonces algunos interpretan que cuando el Papa regrese del próximo viaje a Mongolia, en el que pasará por Rusia y eventualmente se encuentre con el patriarca Kirill, o sea luego del 4 de septiembre de 2023, entonces no solo vendrá la guerra atómica, sino también el Aviso.
No tienen en cuenta la condicionalidad de su materialización, ni la condicionalidad respecto a la fecha de cumplimiento.
O sea que de repente el viaje profetizado no es este de ahora.
O quizás ya las condiciones que justificaban la guerra han desparecido o se han mitigado, y con ello el tiempo del Aviso.
O quizás hubo otra intercesión de Nuestra Señora para aplazar su cumplimiento, en fin.
Poner sólo el foco en las fechas del cumplimiento de las profecías, sin considerar el resto, lleva al sensacionalismo.
Y a que algunos se aburran de oír profecías que no se cumplen y dejen de prestarles atención.
Entonces los videntes, y quienes lo informan por las redes, quedan con el pastorcito mentiroso, que de tanto alertar falsamente de la presencia del lobo, no le creerán cuando realmente venga el lobo.
¿Qué debemos hacer entonces para nuestra salud mental?
Comprender que las profecías de los profetas bíblicos y los mensajes que reciben los videntes de nuestro tiempo, tienen tres ingredientes que hay que prestar atención y no solo a las fechas.
Primero, tienen un diagnóstico de la situación que justifica la intervención del Cielo, o sea por qué el Cielo va a intervenir; que incluye información muchas veces poco visible para la gente.
Por ejemplo, el nivel de pecado en el mundo con datos específicos y el alejamiento de Dios, la divulgación de los planes del maligno y sus secuaces, las blasfemias, la falta de conversión.
Segundo, informan lo que el Cielo pide a la gente, que en el caso de las intervenciones punitivas, significa los esfuerzos que hay que realizar para que no venga esa tribulación.
Por ejemplo, la oración y sacrificios, confiar más en la Divina Providencia, la conversión de quienes se dicen cristianos.
Y recién tercero, una fecha de cumplimiento, o por lo menos un determinado momento histórico en que se cumplirá.
La forma correcta y que da más fruto, es comprender cada profecía de lo que va a suceder en el futuro, teniendo en cuenta estos tres elementos.
Pero adicionalmente, estas tres cosas se comprenden plenamente si se hace un seguimiento de los mensajes recibidos por el vidente y no solamente del que menciona lo que va a pasar en una determinada fecha.
Porque, por ejemplo, se oye a muchas personas criticar los mensajes que Nuestra Señora da en Medjugorje, diciendo que siempre repiten la necesidad de conversión y no dicen otra cosa, ni siquiera fechas.
Esto sucede porque no toman en cuenta que en los mensajes de los primeros años, la Reina de la Paz planteó el plan de intervención que haría el Cielo en la Tierra, y qué es lo que quiere lograr.
En este caso, quebrar el poder de satanás en la Tierra, lo que supone una batalla feroz, que implicará tribulaciones para la gente.
E incluso dio a los videntes 10 secretos, que son las etapas de esa intervención y que incluyen castigos.
Y algunos eventos que estaban previstos en ese plan, ya fueron suspendidos o mitigados debido al cumplimiento de los pedidos que María está haciendo: arrepentimiento, cambio de vida, oración, ayuno, etc.
Y los mensajes de la Reina de la Paz no hablan del plan de intervención ni de los castigos actualmente, porque sería un riesgo para la continuidad de difusión de los mensajes y de los frutos de las peregrinaciones, debido a la situación de apostasía en que está la Iglesia.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre cómo comprender los mensajes que envía el Cielo a través de los videntes, en qué nos tenemos que enfocar.
Y me gustaría preguntarte si crees que los católicos están sólo ávidos de conocer la fecha de grandes eventos profetizados o crees que son capaces de apreciar otros contenidos de los mensajes.
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