Categories
00 Todas las Advocaciones 10 Octubre ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Movil Noticias 2018 - julio - diciembre

Nuestra Señora de Atocha, aparece al Inicio del Cristianismo, España (5 oct)

El origen de la imagen de Nuestra Señora de Atochaes muy similar al de la Almudena.

La trajeron, se dice, los discípulos del apóstol Pedro desde Antioquía.

Para alentar el naciente cristianismo en la región carpetana.

Virgen-de-Atocha

La tradición sigue contando que fue tallada por Nicodemus, todavía en vida de la Virgen, y pintada por san Lucas.
.
Sea como fuere, todos los cronistas aceptan que su devoción es de un origen antiquísimo.
.
Y remontan sus primeros momentos de culto «a los primeros siglos del Cristianismo».

Son muy conocidos sus milagros, el prodigio de su reaparición y el del Santo Niño de Atocha…

Ya en el año 665 ó 666 se documenta la advocación Atocha, en una carta de San Ildefonso.

Según el mismo historiador, en 1085 el arcipreste Juliano la nombra como Virgen de Antiochía, idéntica denominación que la recibida en 1148 en una carta del Papa Eugenio III.

En el Fuero de Madrid, en 1202, se cita el arroyo y prado de Toia o Tocha, los cuales, aunque topónimos, es de suponer que se aplicasen también a la ermita y Virgen que en ese lugar se asentaban.

La festividad de Nuestra Señora de Atocha se celebra el primer domingo de octubre.

En cuanto al nombre de Atocha, varios son los orígenes que le atribuyen los historiadores.

La mayoría de los autores coinciden en hacerlo derivar de Antioquía, lugar de origen de la imagen según la leyenda.

Del latín antiochía, pasando por antiocha, se habría llegado finalmente al actual atocha.

Este origen ya lo recoge uno de los primeros documentos ciertos que mencionan este culto madrileño, un texto del año 1085 de Juliano, arcipreste de Santa Justa de Toledo y cronista de Alfonso VI, en el que la imagen se nombra como «Santa María de Antiochia».

Para otros, deriva de Teotokos, Madre de Dios en griego.

Con motivo de la herejía de Nestorio en el siglo V, que negaba la maternidad divina de la Virgen, la Iglesia, tras condenar dicha herejía, ordenó grabar en muchas de las imágenes existentes el nombre de Madre de Dios en lengua y caracteres griegos.

Para estos autores, al pie de la silla o trono de la imagen existen grabadas unas letras griegas T y O, posible resto de la palabra Teotokos.

La evolución, según esta hipótesis, habría sido Teotokos – Teotoka – Toca – Tocha – Atocha.

Tal teoría, sin embargo, elude el hecho cierto de que la imagen no pudo haberse labrado en fecha anterior al siglo XI.

La tercera teoría asegura que la imagen recibió el nombre por haber sido encontrada en un atochar o campo de esparto, denominándose por ello en un primer momento Nuestra Señora del Atochar.

La voz atocha podría derivar, así, de la prerromana tautia y la mozárabe tauca, origen de varias formas gallego-portuguesas (touza), leonesas y aragonesas (toza), con el significado de «mata, matorral», «arranque del tronco de una planta».

Virgen-de-atocha madrid fondo

 

EL HALLAZGO DE LA IMAGEN

Cuenta la tradición que allá por el siglo VIII fue alcalde de Madrid el noble caballero Gracián Ramírez, el cual, con su mujer y dos hijas, se retiró a Rivas de Jarama ante la invasión musulmana.

Por aquellos tiempos -sigue narrando la tradición- existía una muy antigua ermita en los arrabales de la villa -quizá en la vega madrileña, cerca del río Manzanares, en el lugar denominado Santiago el Verde-, en la que se veneraba una imagen de Nuestra Señora de la que era muy devoto el alcalde madrileño.

Razón por la cual, aun estando la villa dominada por los musulmanes, hacía Gracián furtivas visitas a la ermita.

En una de éstas vio que había desaparecido la imagen y se aprestó a buscarla, ofreciendo levantar una nueva en el mismo lugar en que la encontrara.
.
Al poco tiempo la descubrió en unos atochares cercanos -donde actualmente está la basílica-, y, reuniendo a sus gentes, se dispuso a cumplir su ofrecimiento.

Los moros, sin embargo, advertidos de la obra que se llevaba a cabo, pensaron que los cristianos se estaban fortificando, y cercaron la ermita en construcción.

Gracián Ramírez, consciente de la aplastante superioridad de los sitiadores, y temeroso por el destino que, sin duda, correrían su mujer e hijas, decidió quitarles la vida él mismo, y con su propia espada segó sus cabezas, dejando degolladas a las tres mujeres al pie mismo del altar.

En aquel momento, grandes resplandores y rayos cegaron a los musulmanes.
.
Que sorprendidos por la inesperada y misteriosa ayuda recibida por los cristianos, se retiraron en tropel atropellándose unos a otros.
.
La victoria cristiana fue completa, y todos se aprestaron a dar gracias a Nuestra Señora.

Al llegar a la ermita, Gracián vio con asombro a su mujer e hijas arrodilladas frente al altar, sanas y salvas, con unos hilos encarnados en el cuello, en el mismo lugar donde él les había propinado el mortal golpe de espada.

Estos hechos, finaliza la leyenda, ocurrieron en el año 720, siendo Papa Gregorio II.

 

LA IMAGEN

Hasta hace escasamente 15 años, desde los tiempos en que triunfó la costumbre impuesta antiguamente de vestir a las imágenes, la de Atocha, vestida y cubierta toda la talla con rico ropaje, a excepción de caras y manos, aparentaba ser una imagen altísima, del tamaño casi de una persona.

En la actualidad, despojada de las vestiduras que la desfiguraban, la imagen aparece tal como es, sentada en un trono símbolo de realeza y cátedra de sabiduría, y su altura no llega a los 60 centímetros desde lo alto de la corona hasta el plano donde asienta los pies.

Tal como ahora la veneramos fue como debió estar en los primeros siglos en que recibió culto en Madrid.

Hasta que la piedad de las gentes movidas por los milagros o en acción de gracias por los beneficios obtenidos por su mediación, hizo que empezaran a regalar a las imágenes de la Virgen joyas, adornos, vestidos y mantos.

De estos últimos tuvo una gran colección muy valiosa la Virgen de Atocha; regalos todos ellos de las reinas de España que tornaron por costumbre piadosa donar a la Virgen sus galas de novia.

Hoy todavía se conserva entre otros, el manto de terciopelo rojo y armiño, cuajado de castillos y leones bordados en oro, regalo de Isabel II, que luce la imagen en las grandes solemnidades.

La imagen de Atocha es de madera, muy dura e incorruptible.

La figura está sentada (como hemos dicho) como queriendo afirmar con esta postura su magisterio sobre la Iglesia a la muerte de su divino Hijo.

Al lado izquierdo y formando parte de la misma talla, tiene un Niño pequeño al que ofrece una manzana con la mano derecha.

El niño no parece mirar la manzana y tiene levantada su diestra en actitud de bendecir al pueblo, extendidos sus dedos índice y anular y doblados los restantes sobre la palma de la mano.

Disposición que, siendo uso general en los primeros siglos de la Iglesia Universal, se guarda con esmero hoy en la de Oriente y se observa en estatuas, mosaicos y pinturas murales de los artistas bizantinos, hasta que llega por fin a propagarse en las regiones del mediodía de Europa, penetrando más tarde en nuestra península.

El rostro de la Virgen, debido a su antigüedad, es moreno oscuro, casi negro.

Los ojos son grandes y rasgados, majestuosos, alegres y risueños, pero llenos de compostura y suma honestidad.

Alargado el rostro, más de lo que pedía la proporción aceptada por la escultura griega y coronadas las sienes por la característica y maltratada corona.

El conjunto nos revela sin gran esfuerzo que la estatua de la Virgen de Atocha es fruto de un arte en decadencia.

nicho de virgen de atocha fondo

 

MILAGROS

Varios son los milagros atribuidos a nuestra Señora de Atocha que Alfonso X el sabio salvó del olvido recogiéndolos en sus Cantigas.

En la 289 –«Como Santa María de Tocha guariaú un laurador, que andaua segando, en día de San Quirez, que se lle cerraron os punos ambos»– cuenta cómo un labrador al que por no respetar la fiesta dominical se le cerraron las manos sin que pudiera abrirlas, pidió perdón arrepentido a la Virgen de Atocha, y al fin pudo abrirlas.

El segundo milagro que recoge, en la Cantiga 315 -«Esta e como Santa María guareceu en Tocha, que e cabo Madride, un menyno que tijnna hua espiga de trijgo no uentre»-, es el de un niño que se ahogaba con una espiga que se había tragado.

Su madre le condujo ante la Virgen de Atocha, y el niño quedó libre de la espiga que le causaba la muerte.

Otro de los milagros que la tradición nos ha transmitido ocurrió en 1374, durante las Cortes celebradas en Burgos.

Por Madrid asistió como procurador Diego Fernández de Gudiel, el cual, involuntariamente, se vio mezclado en la muerte de Sancho, hermano del rey Enrique II.

Éste, lleno de furor, hizo prender a seis de los procuradores, entre ellos Diego, y los condenó a muerte.

El madrileño, entonces, se encomendó a Nuestra Señora de Atocha, prometiéndole que si se libraba de la muerte volvería desde Burgos hasta Madrid, descalzo y con traje de ajusticiado, a dar gracias en la iglesia de Atocha.

Camino ya del cadalso, Enrique se compadeció de los condenados, y perdonó a todos.

Don Diego, agradecido a su Virgen, cumplió la promesa y volvió a Madrid atadas las manos con una soga que le pendía del cuello; ya en el templo de Atocha, ofreció a la Virgen la soga, que allí permaneció varios siglos colgada de la pared.

 

DEVOCIONES REALES

Desde muy antiguo fue notoria la devoción que los monarcas castellanos tuvieron a Nuestra Señora de Atocha.
.
Se dice que Alfonso VI, tras conquistar la villa, ordenó colgar en su ermita el pendón real y el de los musulmanes.
.
Y que ambos todavía continuaban allí en el siglo XVII.

El emperador Carlos V, en 1525, oyó misa ante la Virgen, acompañado por toda la Corte, para dar gracias por la victoria de Pavía, y repitió idéntica ceremonia tras la victoria de Túnez y Argel.

Felipe II fue también un gran devoto de la Virgen de Atocha y se declaró decidido protector del santuario; se cuenta que decía de ella, cuando algún cortesano la llamaba Patrona de Madrid: «No es Patrona de Madrid, sino de todos mis Reinos».

Tras la batalla de Lepanto, vino a la villa y aquí se cantó un solemne Te Deum en acción de gracias; ante el altar de la Virgen se colocaron las banderas cogidas a los turcos y el estoque que llevó en la batalla don Juan de Austria.

El hijo y sucesor del monarca, Felipe III, aceptó formalmente el Patronato de Atocha por parte de la Casa Real, estipulando las condiciones del mismo y ordenando labrar y colocar en la capilla de la Virgen las armas reales.

La devoción se mantuvo en todos sus sucesores, y se dice que Felipe IV llegó a visitar la imagen 3.400 veces.

En la Basílica tuvieron lugar matrimonios regios como el de Alfonso XII y su prima la Infanta María de las Mercedes de Orleans, el 23 de enero de 1878 o posteriormente el 29 de noviembre de 1879 por el mismo rey viudo en segundas nupcias con María Cristina de Habsburgo-Lorena, Archiduquesa de Austria.

En el caso del enlace del príncipe Felipe de Borbón y Grecia con Letizia Ortiz el el 22 de mayo de 2004 acudieron desde la Catedral de la Almudena, donde tuvo lugar la ceremonia, a la Basílica para depositar el ramo de novia ante la Virgen de Atocha.

Existe una tradición en la Familia Real española de que las reinas y Princesas de Asturias acudan a la Basílica a presentar a los príncipes e infantes ante la Virgen de Atocha unos cuarenta días después del parto.

Este rito fue realizado por la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena para presentar a su hijo, futuro Alfonso XIII cuando tenía 45 días y también por el Rey Juan Carlos y Doña Sofía de Grecia para sus hijos Felipe, Elena y Cristina, lo mismo que el que era Príncipe Felipe (ahora Rey) y Doña Letizia Ortiz lo hicieron con sus hijas las Infantas Leonor y Sofía.

basilica de atocha

 

LA BASÍLICA

La Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha se encuentra en la ciudad de Madrid en la Avenida de la Ciudad de Barcelona, número 3.

Está situada sobre el antiguo convento de dominicos de Nuestra Señora de Atocha, que albergaba a su vez la primitiva ermita – santuario que daba culto a la Virgen de Atocha.

No hay otra mención escrita, a la mencionada anteriormente, donde se dice de la existencia de una diminuta capilla.

Es a partir de 1083 cuando empezará a crecer y a enriquecerse al ser conquistada Madrid por el rey Alfonso VI de Castilla.

En el Fuero de Madrid se afirma que con las posesiones que se tenían se podían atender el sustento de varios capellanes encargados del culto en el prado de Tocha (Atocha).

En el año 1150, se tiene constancia de la Ermita de Atocha a través de don Juan, arzobispo de Toledo, a la sazón, de donde dependía eclesiásticamente.

Se nombran canónigos para la Iglesia de Santa Leocadia (Toledo), anexionando varias propiedades a la misma, entre ellas, la Iglesia de Santa María de Atocha, que ante la cada vez mayor presencia de fieles obliga a construir un templo mayor, pero sin tocar para nada la Ermita.

No es hasta el siglo XVI y ante el estado ruinoso de la ermita cuando fray Juan Hurtado de Mendoza, confesor de Carlos V, decide reformarla para convertirla en una gran iglesia y aprovecha para reconvertir también las casas de los canónigos de Santa Leocadia de Toledo en un convento de dominicos, que serán los encargados del Santuario según concesión del Papa Adriano VI de 11 de julio de 1523.

Durante el reinado de la Casa de Borbón se continuaron las donaciones y mejoras del complejo hasta llegar a la noche del 5 de diciembre de 1808 en que entraron las tropas francesas, expulsando a los religiosos y convirtiéndolo en cuartel, produciéndose robos y destrucciones de innumerables obras de arte.

Una vez pasada la invasión francesa, los dominicos vuelven al Convento hasta que se produce su exclaustración en 1834, lo que provocó grandes daños a la iglesia, convirtiéndose el convento en cuartel de Inválidos y la iglesia en parroquia castrense.

El 12 de noviembre de 1863, el Papa Pio IX la convierte en Basílica Menor, siendo la primera de esta tipología en la ciudad de Madrid.

En 1888, la reina regente María Cristina, viuda de Alfonso XII al ver el estado en que se encontraban los edificios mandó el derribo de los mismos y ordenó la construcción de otro complejo en donde se incluiría, adosado al templo, en el claustro, un Panteón de Hombres Ilustres.

El concurso público lo ganó el arquitecto Fernando Arbós y Tremanti, proyectando una basílica estilo neobizantino con un campanil exento a la moda medieval italiana y un panteón inspirado en el Camposanto de Pisa.

Las obras comenzaron en 1891 pero por problemas económicos sólo se llevó a cabo el campanil y el panteón.

No fue hasta 1924 en que los dominicos, ante la total paralización de las obras, pidieron al rey Alfonso XIII que les facilitaran medios para restaurar el convento y la iglesia.

Les cedió entonces la propiedad y nuevos terrenos y los frailes prosiguieron las obras por su cuenta pero sin seguir el proyecto inicial de Fernando Arbós y Tremanti.

El 20 de julio de 1936, durante la Guerra Civil, el Convento e Iglesia es incendiado, perdiéndose todas las obras de arte excepto la imagen de la Virgen de Atocha que se había ocultado.

En Navidad de 1951 se inaugura la nueva iglesia con trazos de Arquitectura madrileña en ladrillo y estilo neoclásico teniendo unas medidas de 52 X 34 m en la base y una altura de la nave central que alcanza los 13,25 m.

Las vidrieras quieren recordar al estilo románico actualizado y representan los misterios del Rosario.

santo niño de atocha

 

EL SANTO NIÑO DE ATOCHA

En Atocha, muchos hombres estaban en prisión debido a la fe que profesaban.

Como los carceleros no alimentaban a los prisioneros, las familias les traían los alimentos.

En una época, el califa emitió una orden que consistía en que nadie excepto niños de doce años o menores podía traer alimentos a los prisioneros.

Aquellos que tenían niños jóvenes podían mantener con vida a sus familiares, ¿pero qué les sucedería a los demás?

Las mujeres del pueblo suplicaban a Nuestra Señora, pidiéndole que las ayudara a encontrar una forma de alimentar a sus maridos, hijos y hermanos.

Al poco tiempo, los niños volvieron a sus hogares con una historia extraña.
.
Un joven niño visitaba y alimentaba a los prisioneros que no tenían niños jóvenes que los alimentaran.
.
Ninguno de los niños sabía quién era, pero la pequeña vasija de agua que llevaba nunca estaba vacía.
.
Y la canasta siempre estaba llena de pan para alimentar a todos los desafortunados prisioneros que no tenían niños propios que les trajeran alimentos.

Llegaba de noche, pasando al lado de los guardias que dormían o sonriendo amablemente a los que estaban despiertos.

Aquellos que habían pedido un milagro a la Virgen de Atocha comenzaban a sospechar acerca de la identidad del pequeño niño.

Como una manera de confirmarlo, los zapatos de la estatua del niño Jesús estaban gastados.

Cuando los reemplazaron por unos nuevos, esos también estaban gastados.

Luego de que Fernando e Isabel expulsaron a los moros de España en 1492, la gente continuó invocando la ayuda de Nuestra Señora de Atocha y su Santo Niño.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
A Nuestra Señora y al Santo Niño de Atocha DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena a la Virgen de Atocha

La Virgen de Atocha es la joya más preciosa de Madrid. Su imagen se venera en la Real Basílica de Atocha, atendida por los frailes Dominicos desde el siglo XVI. La imagen de la Virgen de Atocha es una de las más antiguas de España. Es «la Patrona más antigua de Madrid».

La imagen es una talla bizantina de rostro moreno oscuro. Sus ojos son grandes y risueños, llenos de misericordia para todos los madrileños y personas que la veneran. Mide 60 centímetros. Está sentada y en su regazo lleva al Niño Jesús, que abraza con su mano izquierda y al que ofrece una manzana con la mano derecha. Muestra al Niño Jesús bendiciendo con dos dedos de la mano derecha, como era costumbre representarlo en los primeros siglos del cristianismo.

En el siglo VII, San Ildefonso de Toledo, habla de la gran devoción a la Virgen de Atocha en su ermita construida, en un principio, en el camino de Vallecas. Desde el siglo XI hablan ya, las crónicas, de la iglesia de Atocha. Desde la reconquista de Madrid en el 1083 por Alfonso VI, atribuida a la intercesión de la Virgen de Atocha, fue creciendo más y más la devoción y el amor a Nuestra Señora de Atocha, a la que se edificó un digno santuario.

Todos los reyes de España se han esforzado en mejorar y ampliar el Santuario de la «Patrona de España y de sus católicos Monarcas», como se lee en alguna estampa que mandó imprimir la Reina Isabel II. El confesor del emperador Carlos I, Fray Juan Hurtado de Mendoza, Dominico, consiguió de su Majestad, crear un convento de frailes dominicos para atender y cuidar, con todo amor, el Santuario de la Virgen de Atocha. Esta decisión fue aprobada por el Papa Adriano VI, y hasta el día de hoy, son los Dominicos los que atienden pastoralmente la Basílica, a los devotos y a la Cofradía de Nuestra Señora de Atocha.

El Santuario de Atocha fue elevado a la dignidad de Real Basílica, el 12 de noviembre de 1863, a petición de la Reina Isabel II, gracia que le fue otorgada por Pío IX, nombrando un rector y tres capellanes para atender lo más dignamente posible a la Madre de Dios, venerada como Nuestra Señora de Atocha.

«Con Ella, todo va bien». Actualmente existe la «Cofradía de Nuestra Señora de Atocha». La fiesta de Nuestra Señora de Atocha se celebra el primer domingo de Octubre, que es el «Mes del Rosario».

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

SALUDO PARA TODOS LOS DÍAS

• Reina y «Señora Nuestra de Atocha»: Siendo Madre de Jesús, nuestro Redentor y Salvador, lo eres también de todos y cada uno de nosotros. Tu Hijo Jesús nos entregó a Ti para que fueras, Madre de todos los hombres y mujeres, que vengan a este mundo.
• Que yo venga a esta novena para venerarte, amarte y para querer imitarte. Que haga esta Novena como expresión de mi amor y agradecimiento a Ti. Que con el rezo del Santo Rosario, que es la oración que más te agrada, intente ofrecerte mi mejor homenaje.
• Que tu amor de Madre se deje, hoy, fuertemente sentir sobre todo el mundo, sobre todos tus devotos, sobre todos tus cofrades y sobre nosotros y nosotras, que te honramos, te rezamos, te aclamamos y acudimos a ti en este Real Basílica, en la que tienes tu trono.
• Nuestra Señora de Atocha: nos alegramos por ser Madre de Dios, por estar llena de gracia, por ser el orgullo de la raza humana y, sobre todo, por ser Nuestra Madre. Amén.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

• Gracias, Nuestra Señora de Atocha, por habernos acogido como a hijos e hijas.
• Gracias porque Jesús nació de Ti, y es «nuestro hermano mayor» y «nuestro amigo».
• Gracias porque eres «Madre de Dios y nuestra misericordiosa Madre».
• Haz de nosotros, de nosotras: verdaderos testigos del amor de Dios y de la resurrección de Jesús.
• Que descubramos y veneremos a Cristo, vivo y presente, en toda persona.
• Que seamos cercanos y solidarios con los que sufren: enfermedad, injusticias, marginación o soledad.
• Que veamos el mundo como la «GRAN FAMILIA DE DIOS», y como la «Comunidad salvada y redimida» por Jesús, nuestro Salvador y Redentor.
• Que tratemos a toda persona humana como nos gustaría tratar a Jesús.
• Te lo pedimos a Ti, «Nuestra Señora de Atocha», que eres Madre de Dios, la Omnipotencia suplicante, la Llena de gracia y nuestra Madre. Amén
V/ Nuestra Señora de Atocha
R/ Rogad por nosotros
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

DÍA PRIMERO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES «MADRE DE DIOS»

Los cristianos gozamos mucho al contemplar la dignidad y excelencia de María, Nuestra Señora de Atocha. María, desde los tiempos primeros del cristianismo es venerada como «MADRE DE DIOS». Que la Virgen María sea «madre de Dios» es una verdad revelada, que todos los cristianos de todos los tiempos hemos aceptado con sumo gozo y amor.

Pio XI, en su Encíclica «Lux Veritatis» del año 1931, explica, toda claridad, que María es «Madre de Dios». Textualmente dice: «Si el Hijo de María es Dios, evidentemente ella, que lo engendró, debe ser llamada con toda justicia Madre de Dios. Si la persona de Jesucristo es una sola y divina, es indudable que debemos llamar a María, no solamente Madre de Cristo-hombre, sino, también, Madre de Dios o «Teotokos». Atocha, para algunos autores vendría de «Teotokos» (Madre de Dios), cuyas letras griegas T y O, se encuentran al pie del trono, donde está sentada Nuestra Señora de Atocha. Esta dignidad de María por ser «Madre de Dios», dice Pio XI, es una dignidad, en cierta manera, infinita, por ser Dios un bien infinito.

¡Qué alegría y qué honor, tener por Patrona a la que es «Madre de Dios»!
Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA SEGUNDO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES «NUESTRA MADRE»

María, al ser madre física de Cristo, que es Cabeza del Cuerpo Místico tiene que ser forzosamente madre espiritual de nosotros, que somos los miembros espirituales de esa cabeza. Es imposible ser madre de la cabeza, sin serlo, al mismo tiempo, de los miembros. María es tan realmente madre de Cristo-Cabeza en el orden físico o natural, como lo es realmente, también, «madre espiritual» de los hombres y mujeres, en el orden espiritual o de la gracia. Todos tenemos el derecho de llamar a María, MADRE.

Cristo nos amó hasta el extremo de dejarnos a su MADRE, para que sea, también, NUESTRA MADRE.

Juan en el Gólgota representó a toda la humanidad, a ti y a mí. María, consciente de su maternidad, de ser madre de un Dios-Redentor, está de pie, ofreciendo «con la crucifixión de su corazón» y con su «encendida caridad» a su Hijo Jesús, al que asocia con todo su ser. Jesús es consciente de todo esto, y desde la cruz nos dice con toda claridad: Yo os redimo, pero mi madre MARÍA, también se ha asociado a mi Pasión. Por lo mismo a Ella le corresponde SER MADRE de todos los redimidos, de todos los hombres y mujeres. A Juan, mi discípulo amado, que os representa a todos, le digo: «Ahí tienes a tu MADRE». Traducido para vosotros significa: Ahí tenéis a mi madre que también será «vuestra madre para siempre».

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA TERCERO: SEMBLANZA ESPIRITUAL DE MARÍA, NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA

La esencia de la espiritualidad de la Virgen María, o su semblanza espiritual, se resume en estas cinco palabras:
• Disponibilidad total y absoluta a Dios Padre, con amor, para que pudiera actuar en Ella «su providencial plan de salvación».
• Intimidad física, afectiva y apostólica con Jesús, para que éste, haciéndose hombre pudiera proclamar la Buena Nueva y redimir a todo el mundo, hombres y mujeres. María es la primera redimida y la primera discípula de Jesús.
• Entrega incondicional y amorosa al Espíritu Santo, dejándose siempre «plasmar por su acción escondida y poderosa» para que María concibiera y engendrara a Jesús-hombre.
• Escucha asidua, constante y amorosa a la Palabra de Dios, y a los planes providenciales de Dios encerrados en ella, guardándolos y rumiándolos en su disponible corazón. (Cf. Lc 2, 19; 1,38)
• Generosidad, llena de inmenso amor, al ofrecer a Jesús en el Templo; al consagrarlo a su Padre Dios; al dejar marchar a su Hijo a dar la Buena Noticia: el plan de salvación del Padre, por las aldeas y pueblos de Galilea; y al ofrecer, estando de pie junto a la cruz de Jesús, a su Hijo que estaba entregando su vida por la redención y salvación del mundo (Cf Jn 19,25). Que nuestra espiritualidad esté fundamentada en estas cinco palabras que definen la espiritualidad de la Virgen María, «Nuestra Señora de Atocha».

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA CUARTO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES «MADRE DE LA IGLESIA»

«Para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, proclamamos a María Santísima, «MADRE DE LA IGLESIA», es decir, Madre de todo el Pueblo de Dios – la gran familia de Dios – formada por fieles y pastores, que la llaman Madre amorosa, y queremos que, desde ahora en adelante, sea honrada e invocada por toda la familia cristiana con este grandísimo título». Con estas palabras, Pablo VI, en la clausura de la tercera etapa del Concilio Vaticano II, en el año 1964, hacía oficial el título que ya la devoción popular le atribuía acertadamente a la Virgen María como «Madre de la Iglesia».

Ya hemos dicho que a Virgen María, al ser madre física de Cristo, que es Cabeza del cuerpo Místico tiene que ser forzosamente madre espiritual de nosotros, que somos lo miembros espirituales de esa cabeza. Es imposible ser madre de la cabeza (Cristo), sin serlo, al mismo tiempo de los miembros de Cristo (nosotros/as). Desde nuestro bautismo somos miembros vivos, activos y responsables de la Iglesia, que es la Comunidad de los seguidores/as de Jesús, bajo la autoridad del Papa.

María, al escuchar a su Hijo Jesús decir a Juan – que representaba a toda la humanidad -: «Ahí tienes a tu MADRE», María, «tomó nomo hijos e hijas a todos los hombres y mujeres, nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo. Desde la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos, acompaña con amor de madre a la Iglesia peregrina y protege, con su ayuda, a todos los bautizados hacia la patria celeste».

María, que es Madre de Dios, también es «Madre de la Iglesia» fundada por Jesucristo, a la cual tú y yo no pertenecemos. Con María, la Iglesia de Cristo, va siempre bien.

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA QUINTO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES LA «VIRGEN FIEL»

La fidelidad es hoy un valor mal comprendido, poco practicado y bastante devaluado. Es una palabra que muchas personas, jóvenes y mayores, han desterrado en su obrar personal, cristiano, social, conyugal, profesional y político. La práctica de la fidelidad se ha debilitado y oscurecido sensiblemente.

La fidelidad es uno de los rasgos más acusados del rostro de Dios en la Biblia, Dios se nos ha retratado como un «Dios misericordioso y fiel». También el rostro de nuestra Madre, la Virgen de Atocha, se nos ha manifestado como una Madre de misericordia y una Virgen Fiel, y así se lo decimos cuando rezamos el Rosario y la Letanía. María, Nuestra Señora de Atocha, ha experimentado, de un modo único y privilegiado, la misericordia y la fidelidad de Dios. Por esta razón, constituida «Madre de los Redimidos/as por su Hijo», acoge a todo hombre o mujer que la invoca y se refugia en Ella. Por ser «Virgen Fiel» y llena de «ternura» está siempre atenta a los ruegos de sus hijos e hijas, para obtenernos de Dios, todas nuestras súplicas, pues es también, «Omnipotencia Suplicante», es decir, que alcanza de Dios todo lo que Ella pide.

La existencia de la Virgen María, Nuestra Señora de Atocha, se resume en un «FIEL SÍ», continuado y prolongado hasta la muerte, a los dictados de la Voluntad divina. Dios Padre tuvo sobre la Virgen María un «amoroso plan de Salvación»: Ser Madre de Jesús y su gran colaboradora. Y la Virgen respondió a este plan divino con una «FIDELIDAD», en clave de amor, hasta el final de su vida.

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA SEXTO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES LA «VIRGEN DEL SÍ A DIOS»

La vida de la Virgen maría se resume en un «SÍ» absoluto y amoroso, María dice con alegría a Dios: «Úsame como tú quieras», que así podemos traducir la respuesta de María a Dios: «Aquí está la esclava del Señor, HÁGASE en mí, según tu palabra» (Lc 1, 38)
• Y María dijo «SÍ» a los planes de Dios, y el Padre actuó su «providencial plan de salvación» para el mundo.
• Y María dijo «SÍ» al Hijo de Dios, y éste se «hizo hombre para salvar al hombre».
• Y María dijo «SÍ» al Espíritu Santo, y éste fecundó sus entrañas y comenzó a gestarse Jesús como verdadero hombre.
• Y María dijo «SÍ», y el Verbo se hizo Carne y se llamó Enmanuel, que significa: «Dios con nosotros», «Dios-nuestro-compañero-de-viaje», «Dios-nuestro Salvador y Redentor», «Dios-hermano y amigo».

Tú y yo, como hijos o hijas de María tenemos que ser un «SÍ» prolongado hasta la muerte, a nuestra dignidad de «hijo» o «hija» de Dios; a nuestra condición de «ser FAMILIAR de Dios»; a nuestra condición de ser «TEMPLO VIVO» de la Santísima Trinidad; a nuestra condición de «estar YA resucitado/a» con Cristo Jesús, y de «estar YA sentado/a en el cielo con Él», aunque todavía NO en su plenitud (Ef 2, 4-6)

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA SÉPTIMO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES, TAMBIÉN, «SEÑORA DEL SANTO ROSARIO»

El rezo del Rosario es alabado y recomendado por 44 Papas en más de 200 documentos pontificios. El Rosario es la oración que más agrada a la Virgen María, pue así lo ha pedido en las apariciones de Lourdes y Fátima. «El Rosario -dice San Pío X- es de todas las oraciones la más bella, la más rica en gracias, y la que más complace a la Santísima Virgen». «El Rosario, según San Antonio Mª Claret, es «el homenaje más agradable a la Madre de Dios»

El rezo del Rosario es una oración SANTIFICADORA: un medio sencillo, al alcance de todos, para santificarnos, para crecer en gracia. ¿Por qué?
• Porque al rezar el Rosario, queremos tener los mismos sentimientos de Jesús y María, queremos configurarnos con Ellos, y la santidad consiste en «nuestra plena configuración con Cristo»
• La segunda razón, para demostrar que el rezo del Rosario es un medio acertado para santificarnos es ésta: El Rosario nos abre a los planes y a la voluntad de Dios, al contemplar a Jesús y a María, que tienen por alimento hacer la voluntad del Padre Celestial y acabar su obra. Y la santidad o santificación no es otra cosa que la «perfecta conformidad con la voluntad de Dios».

Por eso, con acierto, el Papa Pablo VI dice: «Conviene para todos volver a tomar en las manos el Rosario, porque para ser cristianos hay que ser marianos, y el Rosario es una escuela que nos hace cristianos».

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA OCTAVO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES «VIRGEN SIEMPRE ORANTE»

María, como su hijo Jesús, nacieron en un pueblo que sabía orar. El ángel Gabriel encuentra a la Virgen María orando. María ora en casa, en el templo de Jerusalén, en el Gólgota. Ora siempre para magnificar a Dios, por las cosas grandes que hace en Ella. ¿Cómo oró la Virgen María?¿Qué actitudes tuvo en su oración?
• Para María ORAR es «saber escuchar a Dios». En esta «escucha», María capta y acepta todo tipo de mensajes, que le vienen de Dios. Después, estos mensajes los «guarda en su corazón», para rumiarlos con la luz del Espíritu Santo.
• Para María ORAR es «estar disponible a toda actuación de Dios». Esta disponibilidad es el secreto de su actuación, que consiste en NO hacer cosas grandes por SÍ MISMA, sino dejar que el PODEROSO, EL SEÑOR, LAS HAGA EN ELLA.
• Para María ORAR es, al mismo tiempo, «comprometerse». Apenas la deja el ángel, corre a la montaña para ayudar a u prima Isabel. Corre a compartir su fe en servicio.

Sin ratos de oración, sin relacionarnos diariamente con nuestra familia sobrenatural: Dios padre, Jesús, amigo y hermano, el Espíritu Santo, dador de Vida y la Virgen María, nuestra Madre, los cristianos somos prácticamente ateos o, como se dice ahora, somos «cristianos practicantes», cristianos sin ilusión, sin «sentido en nuestro vivir diario».

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

DÍA NOVENO: NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA ES «REINA ELEVADA AL CIELO»

El Papa, Pío XII, el 1 de Noviembre de 1950 definió «ser dogma de revelación divina: que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue ELEVADA, en cuerpo y alma, a la gloria celestial».

Este dogma de la Asunción de la Virgen, cuya fiesta celebramos el 15 de Agosto, es una de las glorias que María recibió de la Redención. El dogma de la Asunción fundamenta la Realeza de María. Así lo ha recogido el Concilio Vaticano II: «La Virgen Inmaculada, terminado el curso de su vida terrena, fue ELEVADA, en cuerpo y alma, a la gloria celestial, y exaltada por el Señor como Reina del Universo, para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte» («Lumen Gentium», 59).

La Asunción de María a los cielos es figura y primicia de tu ascensión y mi asunción. La Asunción de María, garantiza la tuya y la mía. Tú y yo también resucitaremos como Jesús, y seremos ELEVADOS/AS al cielo como María, por el poder y gratuidad de Dios.

María está en el cielo intercediendo ante su Hijo por todos y cada uno de nosotros.

María, «desde su Asunción a los cielos, acompaña con AMOR MATERNO» a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria celeste».

La Asunción de María fundamenta nuestra esperanza final. «La Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es imagen y principio de la Iglesia, que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura» («Lumen Gentium», 68).

Ser cristiano/a convencido es saber ya, desde la fe, que tendré una resurrección y una elevación al cielo. Tú y yo, como Nuestra Madre, la Virgen de Atocha, seremos elevados al cielo para ser felices, junto a Ella, por toda la eternidad.

Pídase la gracia que se desea conseguir, por intercesión de Nuestra Señora de Atocha.
Tres avemarías

 

HIMNO NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA

¡Bendita mi Madre,
la Virgen de Atocha!
Que a todos tus hijos de gracia llenó.

Su santa capilla
es un relicario,
que encierra perfumes
de rosas de amor.

Dios te salve, Reina y Madre,
flor fragante cual la rosa,
desde el cielo, amorosa,
mándanos tu bendición.

Causa de nuestra alegría,
vida y esperanza nuestra,
a éstos tus devotos muestra
que tus hijos siempre son.

Excelsa Patrona
del pueblo escogido,
siempre protegido
por tu corazón.

Madrid a tus plantas
se extiende tranquilo,
y en tu fe encendido
canta con amor.

Virgencita madrileña,
desde el templo donde moras,
a este pueblo que te adora
con tu mano has de guardar.

Madre, Madre de mi alma,
que esa tu imagen querida
sea faro, estrella y guía
que nos lleve hasta tu altar.

Preparada por el P. Ricardo Cuadrado Tapia, O.P.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
A Nuestra Señora y al Santo Niño de Atocha DEVOCIONES Y ORACIONES

Oración al Milagrosísimo Niño de Atocha

Sapientísimo Niño de Atocha, protector de todos los hombres, amparo de desvalidos, medico divino de cualquier enfermedad.

Poderosísimo Niño: te saludo, te alabo en este día y te ofrezco estos tres Padre Nuestros y Ave Marías con Gloria al Padre, en memoria de la jornada que hiciste encarnado en las purísimas entrañas de tu amabilísima Madre, desde la ciudad santa de Jerusalén hasta Belén.

Por los recuerdos que hago hoy te ruego me concedas lo que te pido, para lo cual interpongo estos meritos y los acompaño con los del coro de los Querubines y Serafines, adornados de perfectísima sabiduría, por eso espero, preciosísimo Niño de Atocha, feliz despacho en mi suplica, se que no saldré desconsolado de ti, y lograre una buena muerte, para así acompañarte en Belén de la Gloria.

Amen

Aquí se hace la petición y se rezan tres (3) Padre Nuestros y tres (3) Ave Marías con Gloria al Padre.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
A Nuestra Señora y al Santo Niño de Atocha DEVOCIONES Y ORACIONES

Oración a la Madre del Santo Niño de Atocha

Purísima Madre del Santo Niño de Atocha, cariñosísima Esposa del Espíritu Santo, refugio de los pecadores y mi afectuosito Madre, confió en tu amor y generosidad que intercederás por mi ante tu hijo para que me conceda lo que pido. Ruego que tu protección me venga a mi y que me ayude en su Poder Divino por que el lo puede hacer todo y mi felicidad depende de El. Amen

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: