Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Catolicismo Economía Economía Mundial NOTICIAS Noticias 2014 - enero - julio Prédica Sermones Homilías Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos Globales de estos Tiempos teoría y doctrina económica Virgen María

Prestigiosos economistas legitiman la crítica económica de Francisco, desde el punto de vista capitalista

Evangelii Gaudium en línea con premios Nobel de economía.

 

Hacia fines de noviembre de 2013 el Papa Francisco lanzó la exhortación Evangelii Gaudium, donde criticó que la teoría del ‘derrame’ en economía está justificando las desigualdades crecientes. Esto le trajo muchas críticas aún dentro de la iglesia, que hasta lo tacharon de comunista y de estar contra el capitalismo.

 

pobreza

 

Pero no fue hasta el Foro Económico Mundial de Davos, a fines de enero, donde apareció públicamente que varios economistas, incluso premios Nobel tienen una posición similar a la del Papa, y por lo tanto su opinión no puede tomarse como estrictamente religiosa, porque incluso estos economistas critican el ‘derrame’ y la racionalidad de los mercados desde el punto de vista de las ineficiencias que introducen.

LAS EXPLICACIONES DE DOS ECONOMISTAS DE FAMA MUNDIAL SOBRE LAS DESIGUALDADES

A raíz del Foro de Davos, prestigiosos economistas han legitimado indirectamente la visión del papa Francisco que cuestionó la doctrina económica del “derrame” en Evangelii Gaudium y generó fuertes ondas expansivas entre los empresarios cristianos.

Joe Stiglitz, que recibió el nobel de economía en el 2001, ha explicado que el estancamiento del salario medio en el mundo desarrollado, desde hace casi 40 años, hace que cada fase de crecimiento del consumo se financie mediante aumentos de la deuda que es una permanente fuente de burbujas crediticias. Es decir, menos participación en los beneficios, reclamo desmesurado del consumo, creciente endeudamiento, y la bolsa se rompe cíclicamente.

Por lo que el sesgo en la distribución de la renta a favor de los más ricos, dice Siglitz, “no es sólo un problema social, sino que está contribuyendo al pobre rendimiento de la economía”.

El también nobel en economía Bob Shiller, ha explicado, en esta misma línea, como una sociedad cada vez más desigual genera comportamientos más especulativos, porque cuando la brecha de la desigualdad crece, la gente teme que el Estado del bienestar desaparezca, y busca suplirlo con sus propias seguridades, inflando tanto la burbuja inmobiliaria como la de las inversiones bursátiles, endeudándose más. Explicación que polemiza con la teoría de los “mercados eficientes” del otro premio nobel del año pasado, Eugene Fama.

Shiller en Davos ha denunciado que seis años después de la pesadilla de las subprime nos estamos olvidando de lo que ha supuesto la última burbuja. Y que la teoría de los mercados eficientes vuelve con implicaciones evidentes. Europa y Estados Unidos han gastado centenares de miles de millones del contribuyente en rescatar a grandes corporaciones financieras para evitar que las quiebras colapsaran la economía. Si crece la convicción de que los mercados se comportan por sí solos de un modo adecuado, los partidarios de la desregulación que tanto daño nos hizo desde finales de los 80 ganarán espacio.

La teoría de los mercados eficientes es una doctrina que se refiere exclusivamente a la bolsa y la compra y venta de activos. Pero puede ser también un lema para aquellos que, obstinadamente, siguen empeñados en defender que la mano invisible del mercado es capaz de hacer magia porque transforma los intereses individuales, que funcionan por patrones egoístas, en el bien de todos.

EL SISTEMA NO DERRAMA BIENESTAR SINO DESIGUALDAD

Desde que cayó el Muro de Berlín, hace ya casi 25 años, hemos aprendido con mucho sacrificio que cierto liberalismo economicista es muy ingenuo. Por eso sorprende tanto que algunos se hayan puesto tan nerviosos con algunas de las afirmaciones de la Evangelii Gaudium

El Papa Francisco denuncia en la exhortación Evangelli Gaudium el engaño de quienes quieren convencernos de que este sistema “derrama” bienestar, cuando lo que derrama es desigualdad. 

Para Francisco el sistema económico actual es “injusto en su raíz” porque en la economía predomina “la ley del más fuerte”, siendo una “nueva tiranía invisible, a veces virtual”, dominada por un “mercado divinizado”, en el que imperan la “especulación financiera, una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta”.

“No a una economía de la exclusión. Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no a una economía de la exclusión y la inequidad’. Esa economía mata”, escribió.

Así el Papa critica a aquellos que

“todavía defienden las teorías del derrame, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando”, recalca.

El Santo Padre entonces destacó la generación de desigualdades en las economías diciendo:

Mientras que el ingreso de una minoría está creciendo exponencialmente, el de la mayoría se está derrumbando”.

Esto lo pone en línea con los economistas en Davos que critican no solo la teoría del ‘derrame’ y de los mercados eficientes, sino que ponen foco en las desigualdades económicas y sociales crecientes en el mundo, no sólo criticándolas en términos morales sino en términos de eficiencia capitalista.

Fuentes: Aleteia, Páginas Digitales, Signos de estos Tiempos 

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Catolicismo Ecumenismo Musulmanes NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Noticias 2014 - enero - julio Papa Religion e ideologías SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos de estos Tiempos Signos Globales de estos Tiempos

Como debemos entender la invitación de Francisco al diálogo con el Islam

Dificultades que son notorias.

 

El Padre Samir Khalil Samir, un experto en el mundo musulmán, ha hecho una exégesis sobre la parte de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium que trata sobre el diálogo interreligioso con los musulmanes. Y expresa una serie de advertencias, que es bueno tener en cuenta.

 

el papa y un musulman

 

El padre Samir se pregunta, ¿es el «compasivo y misericordioso» Dios de los musulmanes realmente lo mismo que la Trinidad? Y son los Jesús y María del Corán los mismos que los de los Evangelios? ¿Y es el fundamentalismo cristiano, lo mismo que el fundamentalismo islámico? Y concluye que es realmente urgente – como sugiere Francisco – «una lectura correcta del Corán», que los musulmanes se resisten.

LOS MUSULMANES «ADORAN CON NOSOTROS A UN DIOS ÚNICO, MISERICORDIOSO» (N. 252)

Tomaré con cautela esta frase. Es verdad que los musulmanes adoran un Dios único y misericordioso. Pero esta frase sugiere que las dos concepciones de Dios son iguales. Por el contrario, en el cristianismo Dios es Trinidad en su esencia, pluralidad unida en el amor. Es un poco más que la sola clemencia y misericordia. Tenemos dos concepciones bastante diferentes de la unicidad divina. La musulmana caracteriza a Dios como inaccesible. La visión cristiana de la unicidad trinitaria subraya que Dios es Amor que se comunica: Padre-Hijo-Espíritu Santo, o bien Amante-Amado-Amor, como sugería san Agustín.

Además, ¿qué significa también la misericordia del Dios islámico? Que Él practica misericordia con quien quiere y no la practica con los que no quiere. «Dios hace entrar en Su misericordia a quien Él quiere» (Corán 48:25). Estas expresiones se encuentran en forma casi literal en el Antiguo Testamento (Ex 33, 19). Pero no se llega jamás a decir que “Dios es Amor” (1 Jn 4, 16), tal como se expresa san Juan.

En el caso del Islam, la misericordia es la del rico que se inclina hacia el pobre y le concede algo. Pero el Dios cristiano es Aquél que desciende hacia el pobre para elevarlo a su nivel; no muestra su riqueza para ser respetado (o temido) por el pobre: se dona a sí mismo para hacer vivir al pobre.

«LOS ESCRITOS SAGRADOS DEL ISLAM CONSERVAN PARTE DE LAS ENSEÑANZAS CRISTIANAS» (N. 252)

Es verdad en un cierto sentido, pero puede ser también ambiguo. Es verdad que los musulmanes retoman palabras o hechos de los evangelios canónicos, por ejemplo, el relato de la Anunciación se encuentra casi literalmente en los capítulos 3 (la familia de ‘Imr?n) y 19 (Mariam).

Pero más frecuentemente el Corán se inspira en los relatos píos de los evangelios apócrifos, y no extraen el sentido teológico que se encuentra en ellos y no dan a estos hechos o palabras el sentido que tienen en realidad, no por malicia, sino porque no tienen la visión global del mensaje cristiano.

LA FIGURA DE CRISTO EN EL CORÁN Y EN EL EVANGELIO (N. 252)

El Corán se refiere a «Jesús y María [que] son objeto de profunda veneración». A decir verdad, Jesús no es objeto de veneración en la tradición musulmana. Por el contrario, en el caso de María se puede hablar de una veneración, en particular por parte de las mujeres musulmanas, que van voluntariamente a los lugares de peregrinación mariana.

La ausencia de veneración para Jesucristo se explica probablemente por el hecho que, en el Corán, Jesús es un gran profeta, famoso por sus milagros a favor de la humanidad pobre y enferma, pero no es igual a Mahoma. Sólo por parte de los místicos se puede notar una cierta devoción, ellos lo llaman también «Espíritu de Dios».

En realidad, todo lo que se dice de Jesús en el Corán es lo opuesto de las enseñanzas cristianas. Él no es Hijo de Dios: es un profeta y basta. No es ni siquiera el último de los profetas, porque por el contrario el «sello de los profetas» es Mahoma (Corán 33:40). La revelación cristiana es vista sólo como una etapa hacia la revelación última, traída por Mahoma, es decir, el Islam.

EL CORÁN SE OPONE A TODOS LOS DOGMAS CRISTIANOS FUNDAMENTALES

La figura de Cristo como segunda persona de la Trinidad es condenada. En el Corán se dice en forma explícita a los cristianos: «Oh, gente de la Escritura, no se excedan en su religión y digan de Dios nada más que la verdad. El Mesías Jesús, hijo de María, no es más que un mensajero de Dios, una de sus palabras que Él pone en María, un Espíritu [que proviene] de Él. Crean entonces en Dios y en sus mensajeros. No digan ‘Tres’, ¡deténganse! Será mejor para ustedes. En verdad Dios es un dios único. ¿Tendría un hijo? Gloria a Él (Corán 4:171). Los versículos contra la Trinidad son muy claros y no tienen necesidad de tantas interpretaciones.

El Corán niega la divinidad de Cristo: «Oh, hijo de María, ¿eres tú quien dijo a la gente: ‘tomadme a mí y a mi madre como dos divinidades además de Dios’?» (Corán 5:116). ¡Jesús lo niega!

Por último, en el Corán se niega la redención. Directamente se afirma que Jesucristo no murió en la cruz, sino que fue crucificado un doble: «No lo han matado, no lo han crucificado, sino que les pareció» (Corán 4:157). De este modo Dios salvó a Jesús de la malicia de los judíos. ¡Pero entonces Cristo no ha salvado al mundo!

En síntesis, el Corán y los musulmanes niegan los dogmas esenciales del cristianismo; la Trinidad, la Encarnación y la Redención. ¡Se debe agregar que éste es su derecho más absoluto! Pero entonces no se puede decir que «los escritos sagrados del Islam conservan parte de las enseñanzas cristianas». Se debe hablar simplemente del “Jesús coránico” que no tiene nada que ver con el Jesús de los Evangelios.

El Corán cita a Jesús porque pretende completar la revelación de Cristo para exaltar a Mahoma. En el resto, viendo cuánto Jesús y María hacen en el Corán, nos damos cuenta que ellos no hacen más que aplicar las oraciones y el ayuno según el Corán. María es ciertamente la figura más bella entre todas las presentadas en el Corán: es la Madre Virgen, que ningún hombre jamás ha tocado. Pero no puede ser la Theotokos; más bien es una buena musulmana.

ÉTICA EN EL ISLAM Y EN EL CRISTIANISMO (N. 252)

La última frase de este parágrafo de la «Evangelii gaudium» dice, al hablar de los musulmanes: «También reconocen la necesidad de responderle [a Dios] con un compromiso ético y con la misericordia hacia los más pobres». Esto es verdad y la piedad hacia los pobres es una exigencia del Islam.

Pero me parece que hay una doble diferencia entre la ética cristiana y la musulmana.

La primera es que la ética musulmana no es siempre universal. Se trata a menudo de ayuda dentro de la comunidad islámica, mientras que la obligación de ayuda, en la tradición cristiana, es de por sí universal. Se nota, por ejemplo, cuando hay una catástrofe natural en alguna región del mundo, que los países de tradición cristiana ayudan sin considerar la religión de quien es ayudado, mientras que los riquísimos países musulmanes (los de la Península Arábiga, por ejemplo) no lo hacen en este caso.

La segunda es que el Islam liga ética y legalidad. El que no ayuna durante el mes de Ramadán comete un delito y va a la cárcel (en muchos países). Si cumple el ayuno previsto, desde el alba hasta la puesta del sol, es perfecto, aunque luego de la puesta del sol come hasta el alba del día siguiente, más y mejor que lo que come habitualmente: «se comen las cosas mejores y en abundancia», como me decían algunos amigos egipcios musulmanes. Parece que no hay otro significado en el ayuno si no es el de obedecer a la ley mismo del ayuno. El Ramadán se convierte en el período en el que los musulmanes comen más, y comen las cosas más deliciosas. Al día siguiente nadie trabaja, dado que por comer nadie ha dormido. Pero desde el punto de vista formal todos han ayunado durante algunas horas. Es una ética legalista: si usted hace esto, usted está en lo justo. Es una ética superficial.

Por el contrario, el ayuno cristiano es algo que tiene como fin aproximarse íntimamente al sacrificio de Jesús, a la solidaridad con los pobres y no es el momento en el que se recupera cuanto uno no ha comido.

Si alguno aplica la ley islámica, todo está en orden. El fiel no pretende ir más allá de la ley. La justicia es requerida por la ley, pero no es superada. Por eso, no está en el Corán la obligación del perdón. Por el contrario, en el Evangelio Jesús pide perdonar de modo infinito (setenta veces siete, cf. Mt 18, 21-22). En el Corán la misericordia no llega jamás al amor.

Lo mismo vale para la poligamia: se puede tener hasta cuatro esposas. Si quiero tener una quinta, basta repudiar a una de las que ya tengo, quizás la más vieja, y tomar una esposa más joven. Al tener siempre sólo cuatro esposas estoy en la legalidad perfecta.

Está también el efecto contrario, por ejemplo, para la homosexualidad. En todas las religiones es un pecado. Pero para los musulmanes, es también un delito que debería ser castigado con la muerte. En el cristianismo es un pecado, pero no un crimen. El motivo es obvio: el Islam es religión, cultura, sistema social y político; es una realidad integral. Es claramente así en el Corán. Por el contrario, el Evangelio distingue claramente la dimensión espiritual y ética de la dimensión socio-cultural y política.

Lo mismo vale para la pureza, como lo explica en forma clara Cristo a los fariseos: «No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino que es lo que sale de su boca lo que contamina al hombre» (Mt 15, 11).

«LOS FUNDAMENTALISMOS DE AMBAS PARTES» (N. 250 Y 253)

Por último, hay dos aspectos que querría criticar. El primero es aquél en el que el Papa pone juntos a todos los fundamentalismos. En el n. 250 se dice: “Una actitud de apertura en la verdad y en el amor debe caracterizar el diálogo con los creyentes de las religiones no cristianas, a pesar de los varios obstáculos y dificultades, particularmente los fundamentalismos de ambas partes”.

El otro es la conclusión de la sección sobre la relación con el Islam que termina con esta frase: «Frente a episodios de fundamentalismo violento que nos inquietan, el afecto hacia los verdaderos creyentes del Islam debe llevarnos a evitar odiosas generalizaciones, porque el verdadero Islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda violencia» (n. 253).

Personalmente, yo no pondría los dos fundamentalismos en el mismo plano: los fundamentalistas cristianos no llevan armas; el fundamentalismo islámico es criticado ante todo y precisamente por los propios musulmanes, porque este fundamentalismo armado busca reproducir el modelo mahometano. En su vida, Mahoma libró más de 60 guerras; ahora bien, si Mahoma es el modelo excelente (como dice el Corán en 33:21), no sorprende que algunos musulmanes usen su violencia a imitación del fundador del Islam.

LA VIOLENCIA EN EL CORÁN Y EN LA VIDA DE MAHOMA (N. 253)

Por último, el Papa menciona la violencia en el Islam. En el parágrafo 253 se lee: «el verdadero Islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda violencia».

Esta frase es bellísima, y expresa una actitud muy benévola del Papa hacia el Islam. Pero me parece que ella expresa más un deseo que una realidad. Que la mayoría de los musulmanes puede ser contraria a la violencia también puede darse. Pero decir que «el verdadero Islam es contrario a toda violencia» no me parece cierto: la violencia está en el Corán. Decir además que «una adecuada interpretación del Corán se opone a toda violencia» tiene necesidad de muchas explicaciones. Basta recordar los capítulos 2 y 9 del Corán.

Sin embargo, es verdad cuanto el pontífice afirma sobre el hecho que el Islam tiene necesidad de una «adecuada interpretación». Este camino ha sido recorrido por algunos eruditos, pero no es lo suficientemente fuerte para contrastar la que recorre la mayoría. Esta minoría de eruditos busca reinterpretar los textos coránicos que hablan de la violencia, mostrando que ellos están ligados al contexto de la Arabia de la época y estaban en el contexto de la visión político-religiosa de Mahoma.

Si el Islam quiere permanecer hoy en esta visión ligada al tiempo de Mahoma, entonces siempre habrá violencia. Pero si el Islam – hay un buen número de místicos que lo han hecho – quiere encontrar una espiritualidad profunda, entonces la violencia no es aceptable.

El Islam se encuentra frente a una encrucijada: o la religión es un camino hacia la política y hacia una sociedad políticamente organizada, o la religión es una inspiración para vivir con más plenitud y amor.

El que critica al Islam a propósito de la violencia no hace una generalización injusta y odiosa: muestra las cuestiones presentes, vivas y sangrantes en el mundo musulmán.

En Oriente se comprende muy bien que el terrorismo islámico está motivado religiosamente, con citas, oraciones y fatwa por parte de imanes que fomentan la violencia. El hecho es que en el Islam no hay una autoridad central que corrija las manipulaciones. Esto hace que cada imán se crea un mufti, una autoridad nacional que puede emitir juicios inspirados por el Corán, hasta llegar a ordenar que se mate.

CONCLUSIÓN: UNA «ADECUADA INTERPRETACIÓN DEL CORÁN»

Para concluir, el punto verdaderamente importante es el de la «adecuada interpretación». En el mundo musulmán, el debate más fuerte – que es también el más prohibido – es precisamente el de la interpretación del libro sagrado. Los musulmanes creen que el Corán salió de Mahoma, completo, en la forma que conocemos. No existe el concepto de inspiración del texto sagrado, la cual da espacio una interpretación del elemento humano presente en la palabra de Dios.

Tomemos un ejemplo. En tiempos de Mahoma, con tribus que vivían en el desierto, el castigo para un ladrón era cortarle la mano. ¿Para qué servía? ¿Cuál era la finalidad de este castigo? No permitir que el ladrón siguiera robando. Ahora debemos preguntarnos: ¿cómo podemos salvaguardar hoy esta finalidad, es decir, que el ladrón no robe? ¿Podemos utilizar otros métodos en lugar del corte de la mano?

Hoy todas las religiones tienen este problema: cómo reinterpretar el texto sagrado, el cual tiene un valor eterno, pero que se remonta a siglos o a milenios.

Cuando encuentro a amigos musulmanes, saco a la luz el hecho que hoy en día es necesario interrogarse sobre la «finalidad» (maqased) que tenían las indicaciones del Corán. Los teólogos y los juristas musulmanes dicen que se deben buscar las “finalidades de la Ley divina” (maq?sid al-shar?’a). Esta expresión corresponde a lo que el Evangelio llama “el espíritu” del texto, en oposición a la “letra”. Es necesario buscar la intención del texto sagrado del Islam.

Varios eruditos musulmanes hablan de la importancia de descubrir “la finalidad” de los textos coránicos para adecuar el texto del Corán al mundo moderno. Me parece que esto está muy próximo a cuanto el Santo Padre intenta sugerir al hablar de «una adecuada interpretación del Corán».

Fuentes: Agencia Fides, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Catolicismo Doctrina Musulmanes NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Papa Polémicas Religion e ideologías Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos Globales de estos Tiempos

La posición del papa Francisco respecto del Islam

Sobre el terrorismo y la libertad religiosa.

 

En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, Francisco se refiere al Islam en el aparte sobre el Diálogo interreligioso. El Papa dice a los gobiernos de países como Arabia Saudita y Afganistán (que no nombra, pero es obvia la referencia), que deberían extender las mismas libertades religiosas a los cristianos como los países de mayoría cristiana lo hacen a los musulmanes. 

 

papa francisco primer plano

 

Por otro lado, el Papa hace una declaración detonante, sugiere que el Islam tiene sus orígenes en el cristianismo

PEDIDO DE LIBERTAD RELIGIOSA A LOS MUSULMANES

Las palabras del Papa son muy educadas:

“¡Ruego, imploro humildemente a esos países que den libertad a los cristianos para poder celebrar su culto y vivir su fe, teniendo en cuenta la libertad que los creyentes del Islam gozan en los países occidentales!”

Sería interesante saber cómo los saudíes están planeando responder, aunque supuestamente no van a decir ni hacer nada. Pero probablemente el Papa seguirá preguntando hasta que suceda algo positivo.

Incluso si los saudíes lo ignoran, ¿tal vez los países amantes de la libertad de occidente lo notarán, y sumarán sus voces al llamado?

LOS MUSULMANES Y LOS QUE SE DICEN MUSULMANES

Como es natural, las palabras del Papa sobre el Islam hacen referencia a Nostra Aetate, el documento del Concilio Vaticano II, que trataba sobre el diálogo interreligioso, y concretamente la cita:

“confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un Dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día final”. 

Pero el diálogo interreligioso de 1960 presentaba un paisaje bastante soleado, ahora, desde el 9/11, tiene que haber más cautela. De ahí que el Papa hace referencia a «los verdaderos seguidores del Islam», en contraposición a los casados con la violencia, que implícitamente y supuestamente son islámicos sólo de nombre.

¿POR QUÉ EL PAPA ACLARA ESTE PUNTO? 

Considere las palabras del Papa sobre los musulmanes piadosos:

“muchos de ellos tienen una profunda convicción de que la propia vida, en su totalidad, es de Dios y para Él. También reconocen la necesidad de responderle con un compromiso ético y con la misericordia hacia los más pobres”. 

Es casi como si él estuviera señalando un contraste, que las personas que bombardearon el World Trade Center claramente no tenían compromiso ético, y mucho menos un sentido de misericordia hacia los más vulnerables.

El Papa está resaltando, con esto, un antiguo punto jesuita de que el progreso religioso sólo puede realmente ser verificado mediante su progreso ético. En otras palabras, si usted no es una buena persona, o una persona de acción adecuada, entonces se deduce que usted no es una persona religiosa, aunque sus afirmaciones sean en contrario.

Aplicado al 9/11, esto significa que su charla religiosa es sólo eso, una instrumentalización del lenguaje religioso al servicio de una ideología terrorista.

Un católico como el Papa pone este punto para socavar la presunción de que la atrocidad del 9/11 fue causada por la religión. No lo fue. Fue causada por una ideología, y se llevó a cabo por hombres que no eran en lo más mínimo religiosos. Su odio a Occidente y su nihilismo, junto con un deseo muy obvio de quitarse la vida y tomar un montón de gente con ellos, no pueden considerarse frutos de la piedad.

Esto tiene dos funciones en el discurso papal:

habla diplomáticamente a la mayoría de los musulmanes para profundizar un diálogo interreligioso, que sería imposible si no separara a los terroristas como no Islam;

– y defiende la posición de las religiones ante los políticos liberales que las acusan de generar conflictos y matanzas, tratándolo en el contexto de reclamar libertad religiosa a los gobiernos seculares.

PUNTOS DE VISTA DISCREPANTES

Sobre este punto de la legitimidad religiosa de los terroristas islámicos, hay una polémica entre los cristianos, porque algunos dicen que la lógica supremacista del islamismo no puede desembocar en otra cosa que en la violencia contra las otras religiones.

Se dice que los  terroristas del 9/11 eran de hecho profundamente religiosos porque mataron pensando que irían al Paraíso. Si no hubieran tenido una fe ciega en el Paraíso, entonces nunca habrían llevado a cabo sus misiones suicidas.

Pero el problema de este análisis es que confunde el martirio con el suicidio. Los mártires mueren por una causa y sin ejercer violencia, en la creencia en una recompensa celestial. Los suicidas se suicidan por odio, y en este caso como en muchos otros también, es un acto tan violento que sólo puede merecer el castigo eterno.

Además, la violencia del acto tiene una fuente muy diferente y se ve muy diferente a la seguridad de la fe, llena de calma, de los mártires, que no guardan rencor a nadie.

Mohamed Atta y sus compañeros estaban tan llenos de odio hacia sí mismos a y sus víctimas, que dudosamente hubiera lugar en sus mentes para nada más.

La atrocidad de 9/11 se ha utilizado para difamar al Islam, mientras que al mismo tiempo, es reveladora de una psicosis profunda en el mundo árabe. La atrocidad del 9/11 y otras, no deben, el Papa deja claro, ser usadas ??para denigrar a todas las religiones.

Pero lo cierto es que aunque la mayoría de los musulmanes son moderados, prestan sus instalaciones para que funcionen camuflados los terroristas islámicos, ya sea por temor o porque no tengan claro esta distinción de Francisco. Y por otro lado, los moderados aprueban que la ley del gobierno que debe imperar es la sharía, que en su base lleva a tratar de manera diferente a los musulmanes de los que profesan otras religiones, y por ahí se empieza a generar la violencia.

Todo esto lleva a pensar que la posición de Francisco es, en definitiva, más de tono político pastoral, que de reflexión filosófica sociológica. Dicho de otra forma, es lo que se debe decir para ir operando este problema del terrorismo contra los cristianos y el recorte de la libertad religiosa en occidente.

EL ISLAM NACIÓ DEL CRISTIANISMO

Hay otro punto sobre el Islam en el texto, que podría ser fácil perderse y que es muy importante.

El Papa dice:

«Los escritos sagrados del Islam han conservado algunas de las enseñanzas cristianas»

El uso del verbo «haber conservado» implica que el Islam tiene sus orígenes en el cristianismo, y, específicamente, que el Corán es en su origen un libro cristiano.

Probablemente ningún Papa haya dicho esto antes. De hecho, esta teoría sobre los orígenes cristianos del Islam, que ha existido durante siglos, ha recibido recientemente alguna investigación académica y también en muchos otros lugares.

Es interesante que el Papa parezca refrendar estos puntos de vista, que son, hasta donde se puede ver, puntos de vista correctos. Pero por lo general, los Papas son cautelosos al decir cosas así

Fuentes: Catholic Herald, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Papa Pastoral Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

El Papa lanzó la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (El gozo del Evangelio)

Le entregamos la primera Exhortación Evangélica de Francisco.

 

Se presentó conferencia de prensa en la Sala Juan Pablo II en el Vaticano la primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco titulada Evangelii Gaudium (El Gozo del Evangelio) sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual. El texto fue entregado el domingo 24 de noviembre, durante la clausura del Año de la Fe, a un grupo de 36 personas de los cinco continentes, de distintos estados de vida, en representación de toda la Iglesia. Puede bajarla íntegra aquí.

 

francisco mostrando los evangelios

 

La exhortación apostólica, la primera del Papa Francisco está dividida en una introducción y cinco capítulos cuyos títulos son: “La transformación misionera de la Iglesia”,“En la crisis del compromiso comunitario”, “El anuncio del Evangelio”,“La dimensión social de la Evangelización” y “Evangelizadores con espíritu”.

“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. Estas son las palabras con las que el papa Francisco comienza su primera Exhortación apostólica.

Al comienzo de la exhortación, el santo padre hace un llamamiento a todos los bautizados para que, con fervor y dinamismo nuevos, lleven a otros el amor de Jesús en un «estado permanente de misión». Y para realizar esta tarea, Francisco invita a «recuperar la frescura original del Evangelio», encontrando «nuevos caminos» y «métodos creativos». Del mismo modo habla de «una conversión del papado» para que sea «más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle» y «a las necesidades actuales de la evangelización». Sobre las Conferencias Episcopales señala su deseo de que puedan dar una contribución a fin que «el efecto colegial» tenga una aplicación «concreta» que aún «no se realizó plenamente».

Signo de la acogida de Dios es “tener templos con las puertas abiertas en todas partes” para que todos los que buscan no se encuentren “con la frialdad de unas puertas cerradas”. Y “tampoco las puertas de los sacramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera», advierte el santo padre.

Deteniéndose sobre los retos del mundo contemporáneo, el papa critica el sistema económico actual al que denomina como “injusto en su raíz”. “Esa economía mata” porque predomina “la ley del más fuerte”, dice. La cultura actual del “descarte” hace que “los excluidos no son ‘explotados’ sino desechos, ‘sobrantes’”. Del mismo modo denuncia los “ataques a la libertad religiosa” y las nuevas situaciones de persecución a los cristianos.

También habla de la importancia de la familia, que «atraviesa una crisis cultural profunda». E insiste en «el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad».

El papa enumera las “tentaciones de los agentes pastorales”: individualismo, crisis de identidad, caída del fervor. Exhorta a «ser signos de esperanza» poniendo en marcha la «revolución de la ternura» y a vencer la «mundanidad espiritual».  El papa dedica unas líneas para hablar de los que “se sienten superiores a otros” por ser “inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico propio del pasado” y, “en lugar de evangelizar» lo que hacen es «clasificar a los demás”. Y también recuerda a quienes tienen un “cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción” en las necesidades de la gente.

A las comunidades eclesiales les advierte del peligro de caer en envidias o en celos “dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades». Subraya la necesidad de hacer crecer la responsabilidad de los laicos, mantenidos “al margen de las decisiones” a raíz de “un excesivo clericalismo”. También habla del rol de la mujer, afirmando que «todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia”. Recuerda además a los jóvenes que deben tener “un protagonismo mayor”. Y sobre la escasez de vocaciones en algunos lugares, el santo padre alerta que “no se pueden llenar los seminarios con cualquier tipo de motivaciones”.

Por otro lado, el santo padre ha querido recordar que “el cristianismo no tiene un único modo cultural” y que el rostro de la Iglesia es “pluriforme”. Del mismo modo reafirma la «fuerza activamente evangelizadora” de la piedad popular e invita a los teólogos a llevar en el corazón “la finalidad evangelizadora de la Iglesia” y a no contentarse con “una teología  de escritorio”.

Sobre la forma de predicar, señala Francisco que la homilía “debe ser breve y evitar parecerse a una charla o una clase”, debe saber decir “palabras que hacen arder los corazones”, huyendo de “una predicación puramente moralista o adoctrinadora”.

El santo padre indica que «nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social». Y en la lucha por la justicia, recuerda que «la opción por los pobres es una categoría teológica» antes que sociológica. Por eso indica, «quiero una Iglesia pobre y para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos».

Hay un espacio dedicados también a los más débiles, a quienes -el papa recuerda- debemos cuidar: «los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados”, los migrantes, las víctimas de la trata de personas, mujeres que sufren situaciones de exclusión.  Y deteniéndose en especial en los niños por nacer, recuerda que «no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre este tema» y que «no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana».

Francisco también habla de la paz y explica la necesidad de «una voz profética» cuando se quiere construir una reconciliación falsa que “silencie” a los más pobres mientras “algunos no quieren renunciar a sus privilegios”. Indica cuatro principios para la construcción de una sociedad «en paz, justicia y fraternidad»: trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos, obrar para que los opuestos alcancen una unidad pluriforme que engendra nueva vida, evitar que la política y la fe se reduzcan a la retórica y aunar globalización y localización.

La evangelización también implica un camino de diálogo que abre a la Iglesia para colaborar con todas las realidades políticas, sociales, religiosas y culturales, recuerda el pontífice. Señala el ecumenismo como «un camino ineludible de la evangelización» y la importancia del enriquecimiento recíproco. Asimismo, el diálogo interreligioso «es una condición necesaria para la paz en el mundo».Y frente a episodios de violencia invita a “evitar odiosas generalizaciones, porque el verdadero Islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda violencia”. Por otro lado subraya que «el debido respeto a las minorías de agnósticos o no creyentes, no debe imponerse de un modo arbitrario que silencie las convicciones de las mayorías creyentes, o ignore la riqueza de las tradiciones religiosas».

Para concluir el santo padre habla de los «evangelizadores con Espíritu». Ellos son quienes se «abren sin temor a la acción del Espíritu Santo” que “infunde la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso contracorriente”. Son evangelizadores que oran y trabajan, conscientes de que la misión es una pasión por Jesús y por su pueblo. Y recuerda a los fieles: «Si logro ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida”. Finaliza con una oración especial a María «Madre del Evangelio», «porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño».

Puede bajar Evangelii Gaudium íntegra aquí.

Fuentes: ACI Prensa, Zenit, Signos de estos Tiempo

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: