¿En qué etapa estamos de la Tribulación y de Segunda Venida de Cristo?

Las escrituras nos lo informan.

Nos muestran el proceso que se habrá de cumplir para la segunda y definitiva venida de Cristo.

Mientras tanto habrá un proceso en que coexistan semillas del Reino de Dios, en medio de un proceso de degradación moral.

Esto no es algo que digan videntes sino que está en la Biblia y en el Catecismo,

La degradación se acentuará sobre el final y aparecerá físicamente la figura del anticristo.
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Y será necesaria la presencia física de Jesucristo para terminar con toda esta degradación y provocar la nueva creación.

Pero este proceso será sinuoso y no recto.

En primer lugar porque el triunfo final sobre el mal se producirá cuando todo parezca que está perdido.

Lo que nos hace pensar que el cristianismo estará casi desaparecido en la Tierra en la época del gobierno del anticristo y la gran tribulación.

Y en segundo lugar porque no podemos tampoco pensar que la degradación será lineal.

Hay un cierto consenso entre los estudiosos cristianos de que antes de la gran tribulación final habrá una tribulación menor.

Quizás estemos en ella o por entrar.

De ella saldremos debido al apoyo de la presencia espiritual de Jesucristo, lo que a veces se llama venida intermedia.

La que inaugurará un período de florecimiento del cristianismo, con gran volumen de conversiones y bienestar económico.

Pero esto durará poco tiempo, unos años.

Porque nuevamente la fe se deteriorará nuevamente y los precursores del anticristo serán cada vez más influyentes.

Y el proceso desembocará en la gran tribulación la llegada del anticristo, la segunda venida de Jesucristo en gloria, el juicio final y la recreación de toda la creación.

La gran tribulación y la tribulación menor son el disciplinamiento o castigo que Dios efectuará sobre la humanidad.

HAY UNA HOJA DE RUTA DE LO QUE SUCEDERÁ A GRANDES RASGOS

Hay un pasaje bíblico del apóstol Pablo que nos ilumina sobre lo que sucede:

“Que nadie os engañe de ninguna manera.

Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios.

¿No os acordáis que ya os dije esto cuando estuve entre vosotros? Vosotros sabéis qué es lo que ahora le retiene, para que se manifieste en su momento oportuno.

Porque el misterio de la impiedad ya está actuando.

Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora le retiene, entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la manifestación de su Venida.

La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, signos, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado.

Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad”. (2 Tes. 2:3-12)

Estos párrafos nos dan una hoja de ruta de lo que sucederá, de los caminos por los que estamos circulando.

El catecismo enumera le trayecto hasta la segunda venida de Jesucristo de la siguiente manera:

1 – la propagación del Evangelio hasta los confines de la tierra,
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2 – la conversión generalizada de los judíos,
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3 – una prueba importante y persecución de la Iglesia,
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4 – un gran y extendida rebelión o apostasía,
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5 – el surgimiento de un «hombre de pecado» que va a engañar a las naciones, y engañará a muchos cristianos que rechazarán la fe (apostasía), y
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6 – un último desencadenamiento del mal grave por un breve tiempo.

¿Pero en qué parte del camino estamos?

San Pablo pide cautela que no hagamos juicio apresurado, llegando a la conclusión de que el día del Señor está cerca.

“Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor”. (2 Tes. 2:1-2)

Sin embargo, en estos 2000 años todas la generaciones han pensado lo contrario, que es inminente su parusía.

Y quizás lo es mayor ahora, cuando dos apariciones marianas como Garabandal y Medjugorje han manifestado que estamos en una ventana de tiempo muy cercana a que se desplieguen estos hechos.

PRIMERO SERÁ LA REBELIÓN DE LA FE

Ese día no vendrá a menos que la rebelión se dé primero.

San Pablo habla de una rebelión generalizada, lo cual sugiere que la fe ha sido aceptada pero luego será desechada.

Estamos, sin duda, en los tiempos de una apostasía de la fe que hasta se podría denominar una gran apostasía.

Y esto es cierto tanto para los individuos como para las naciones.

Disminución de la asistencia a misa, abandono de la práctica de la fe de sus padres y de la suya en particular, separación de sus enseñanzas morales y doctrinales que han sido transmitidas desde tiempos antiguos.

Padres lamentan la pérdida de fe de sus hijos, por quienes se sacrificaron para que pudieran asistir a las escuelas católicas, y a quienes trataron de transmitir la fe que ellos habían recibido.

Cada vez más personas viven ahora fuera de la cultura construida por la visión cristiana, denostando el espíritu de sacrificio, la disciplina, la tolerancia (bien entendida), la familia, la generosidad y la rendición de cuentas a Dios.

¿Es esta la rebelión de la que habla San Pablo?

Eso está por verse, pero sin duda pasamos por una rebelión que es ancha y profunda en el antiguo occidente cristiano y podría decirse que la rebelión se extiende mucho más allá, a todos los continentes.

La facilidad con la que nos comunicamos en todo el mundo ha ayudado a realizar esta rebelión tan extendida.

Pero también esa aldea global en la que vivimos hace que el evangelio llegue cada vez más hasta todos los rincones de la Tierra.
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Y se ve especialmente en los continentes africano y asiático donde crece la fe porque llega a lugares donde nunca estuvo.

De modo que debemos pensar que este camino es mixto.

Por un lado crece la apostasía en los lugares donde la fe tenía un asentamiento de siglos y por otra crece la fe en los lugares que no habían sido evangelizados.

Es una realidad de suma cero en términos conceptuales, lo que nos lleva a leer de una manera distinta el trayecto que enumera el catecismo.

Pudiera ser que estos no fueran pasos uno detrás del otro sino movimientos o tendencias funcionando al mismo tiempo.

SE REVELARÁ EL INICUO

Este marco confuso y de pérdida de fe en el primer mundo es el caldo de cultivo en el que se revelará el anticristo con todas las señales y maravillas falsas.

Y con todo engaño oponiéndose contra todo que se llama Dios o sea objeto de culto, de manera que se sentará en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

Sea quien sea, pronostica Pablo tendrá una gran aceptación en todo el mundo, así como la capacidad de conducir al error a la gran mayoría.

Los medios de comunicación globalizados y las tecnologías de comunicación que llegan a todo el mundo ahora hacen posible que un líder pueda tener visibilidad e impacto en todo el mundo.

Pero esto no quiere decir que él está aquí ahora, o que él estará aquí pronto, solo que la capacidad de comunicación instantánea en todo el mundo ha hecho esto posible.

Además, con el aumento del secularismo y el antiteísmo, el escenario está cada vez propicio para que alguien pueda oponerse fácilmente a Dios y exaltarse a sí mismo en el lugar de Dios.

Aunque puede ser que ese de quien hablamos no sea una persona sino un sistema y si lo vemos así, entonces ya estaría entre nosotros.

Cualquiera sea la forma que adquiera el engaño hay una gran cantidad de bases establecidas para el hombre de pecado: la comunicación en todo el mundo al instante, el secularismo galopante y el antropocentrismo arrogante.

HAY ALGO QUE DETIENE ESTE PROCESO PERO POR UN TIEMPO

En el texto de arriba san Pablo nos enseña que algo está restringiendo actualmente para que el inicuo aparezca.

Satanás está empujando con fuerza en este momento, pero algo lo detiene.

¿Qué es? Sin duda que es Dios.

El misterio de la iniquidad ya está en acción.

Pero en algún momento sólo conocido por Dios, este poder restrictivo ya no será suficiente, y vendrá el tiempo del inicuo; que aparecerá, ya sea una persona o un grupo o un sistema.

Esto puede verse a través del levantamiento de las restricciones por la debilidad creciente de la Iglesia.
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Y el gran número de católicos que se apartarán de la fe, con lo que habrá un menor número de oraciones dichas, menos gracias concedidas, y menos luz en el mundo.

Pero ya sabemos que la Iglesia no desaparecerá aunque se achique.

Parece ser entonces que llegará un momento en que el Señor ya no restringirá al maligno para hacer su último ataque.

El por qué Dios permite esto es misterioso y aparentemente tiene que ver con el proceso de purificación de los seres humanos.

Lo que hace Dios es permitir que se haga visible lo que ya está en la voluntad y la mente de los que son rebeldes, que se placen en la injusticia y no creen en la verdad.

Dios deja que se vean los errores que ya están operativos en el mundo.

¿Y cómo terminará esta epopeya?

El Señor matará con el aliento de su boca y destruirá con el resplandor de su venida al inicuo y sus secuaces.

Así que al final Dios gana porque Dios es Dios y siempre gana; la verdad siempre vence.

Muchos hoy día son fácilmente confundidos por el aparente triunfo del mal en nuestro mundo, pero es sólo temporal; no es más que parte de la noche que el amanecer dispersará.

Por lo tanto el mensaje debe ser: no desmayes hermano católico por la oscuridad actual.

Si este es el fin o simplemente otra ondulación en la tormenta de la historia aún no sabemos.

Pero la oscuridad no puede soportar la llegada inevitable del alba. La cruz siempre gana y satanás pierde.

Satanás tendrá su momento de gloria, ya lo está teniendo, pero Dios tiene su día y la eternidad.

Jesús es el Señor de la historia y toda la creación.

La victoria ya es de Él aunque la noticia todavía no ha llegado a sus enemigos persistentes que apuestan al equipo perdedor.

Pero todo este proceso no lo debemos ver como etapas estancas, sino como un proceso de degradación junto con la semilla de la purificación y restauración que hará Dios.

¿LOS CRISTIANOS PODRÁN RECONOCER AL ANTICRISTO?

Será muy difícil de identificar.

El anticristo se llamará asimismo restaurador de verdadero conocimiento de Dios.

Y aquellos que no comprenden a fondo el cristianismo serán engañados por él.

Porque lo verán como un legítimo defensor de la verdadera religión y se unirán a él.

Verán en él a una persona gentil, misericordiosa, llena de amor.

Y en la medida que entienden el cristianismo como un “buenismo”, entonces el inicuo será el perfecto representante de los aspectos buenos de la moral del mundo.

El anticristo ofrecerá bienestar y prosperidad terrenal, comodidades corporales y placeres espirituales, pero de este mundo y para este mundo.

Sintonizará con los cristianos que actualmente piensan que el objetivo del cristianismo es solamente hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.

Al tiempo que suscitará la vanidad y el orgullo humanos y los deseos carnales, so pretexto de modernizar la religión.

Además complementará esto con demostraciones sorprendentes de milagros, que llenarán de terror y de maravilla a la gente por su poder.

De forma el anticristo será aceptado entusiastamente por los apóstatas del cristianismo.

A tal punto que los elegidos no estarán seguros si esa figura es el anticristo.

Para que suceda esto el anticristo tendrá que surgir del seno de las religiones y ser legitimado por ellas.

Tal será su prestigio, que los oponentes a esta figura serán considerados revoltosos y enemigos del bienestar general y del orden.

Serán perseguidos y su pequeño número será insignificante.

Esto será el preludio de la segunda venida de Cristo.

Pero mientras tanto el mundo está preparando la llegada del anticristo a través de sus precursores.

Esta preparación significa alejar a la humanidad del verdadero Dios.

Y transformar el cristianismo en una religión que se ocupe de que la gente sea buena y no de hacer méritos para la vida eterna.

Estos tiempos finales se remontan a la época de los apóstoles y han ido creciendo en su intensidad en los últimos siglos.

Los precursores del anticristo son los que están dirigiendo el proceso mundial de apostasía o sea te abandono de la enseñanza genuina e incorrupta del evangelio.

El cual sustituyen por otros mandamientos e ideales en que se gratifican las pasiones y los deseos humanos, confirmando así la naturaleza caída de la humanidad.

Paralelamente se hace cada vez más evidente la adoración a satanás cómo lo muestra este video de una escola do samba en el carnaval de Río de 2019.

Donde se ve al demonio triunfando sobre Jesucristo.

Toda esta apostasía es permitida por Dios.

Y los esfuerzos humanos para detenerla son y serán francamente insuficientes.

Sólo la misericordia de Dios puede detener esta epidemia moral que destruye todo.

Pero es un misterio qué tanto avanzará de aquí hasta la llegada del anticristo y el triunfo de Nuestro Señor sobre él.

De cualquier forma la historia de la salvación es sinuosa.

Porque hay un cierto consenso entre los estudiosos católicos de que habrá una tribulación menor, antes de la aparición final del anticristo y la gran tribulación.

De esa tribulación menor saldremos por la presencia espiritual de Jesucristo.

Quién sentará las bases para un florecimiento del cristianismo que durará unos años.

Luego de los cuales la moral se deteriorará nuevamente y ahí sí se desembocará en la aparición del verdadero anticristo.

Pareciera que en este momento estamos entrando en la tribulación menor o ya estamos en ella.

ANTE EL LA DEGRADACIÓN DE LA VIDA EN LA TIERRA ¿DIOS YA COMENZÓ EL PROCESO DE RESTAURACIÓN?

Si nos pusiéramos como un observador extraterrestre a distancia de lo que sucede en el planeta, seguramente veríamos la degradación de todos los sistemas que sustentan la vida.

Sólo una persona que ‘aturdida’ por el mundo puede evitar ver que se avecina un colapso en forma en la naturaleza, en la sociedad y en la Iglesia.

Los acontecimientos están tomando una dirección que parece inequívoca y con poco margen para revertir la tendencia.

Pero cuando esto sucede es porque Dios está realizando una gran recomposición de los sistemas que sustentan la vida que no ha podido hacer en las correcciones puntuales que realiza permanentemente.

La gran corrección que se avecina no nos podría haber tomado por sorpresa, porque hay una serie de pasajes de la Biblia y videncias – que sería imposible resumir aquí por lo numerosas – que nos avisaron.

Y mensajes que nos siguen alertando y señalando el camino para revertir la tendencia y disminuir el daño.

Estos colapsos, en la naturaleza, en la sociedad y en la Iglesia tienen un denominador común, el apartamiento del camino trazado por Dios para la humanidad y para su Iglesia.

Y parecería que Dios ya comenzó a restablecer el orden más grande.

Esta degradación, que parece abarcar todos los sistemas que sustentan la vida comenzó cuando el hombre fue expulsado del Jardín del Edén, por el pecado original.

A lo largo de la historia Dios ha ido haciendo correcciones puntuales pero ahora se nota que la degradación se ha acelerado.

Por lo tanto es razonable que culmine en una corrección en grande – que vista desde el punto de los hombres es colapso – por la cual Dios haga un realineamiento de todas las estructuras de la vida de nuevo.

Y al respecto hay una serie de profecías, viejas y actuales.
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Y procesos de anuncios (como los 10 secretos de Medjugorje y el aviso, milagro y castigo anunciado en Garabandal) que apuntan a esa macro corrección.
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Que culminará con el realineamiento de la estructura, terminando con un período de paz que podrá implicar un reinado espiritual de Jesucristo o uno físico.
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Como salida cercana, antes de la Segunda y última Venida física al Fin de los Tiempos.

Veamos algunas profecías modernas para después analizar las formas de corrección subyacentes que usa Dios.

LA PROFECÍA DEL DR. RALPH MARTIN

Fue en el año 1975 en el Vaticano durante una conferencia carismática histórica que un ex ateo y luego carismático católico, llamado Dr. Ralph Martin – nombrado por el Papa Francisco como consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización – recibió una palabra “de conocimiento” (una locución, al parecer) que decía, que tenía que haber como un colapso de lo que nos rodea.

Como su sitio web explica, “el Dr. Martin es el fundador y presidente de los Ministerios de Renovación, que él estableció en 1980 en Ann Arbor, Michigan, para renovar la fe de los católicos a través de retiros, publicaciones, y conferencias a través de la televisión y la radio.

Él tiene un doctorado en Teología por la Universidad Pontificia de Santo Tomás en Roma.”

Lo que Martin sintió del Señor en 1975, fue que

“Días de oscuridad vendrán sobre el mundo, días de tribulación.
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Edificios que ahora están de pie ya no lo estarán…”

“Admito que habrá alguna de mi gente que no estará allí.

Quiero que estén preparados, pueblo mío, para conocerme sólo a mí y para abrirse a mí y tenerme en una forma profunda como nunca antes”.

“Te llevaré al desierto… Yo te sacaré todo de lo que estas dependiendo ahora, para que dependas sólo de mí.

Un tiempo de oscuridad viene al mundo, pero un tiempo de gloria viene para mi Iglesia, un tiempo de gloria viene para mi pueblo”.

“Porque te quiero, deseo mostrarte lo que estoy haciendo en el mundo de hoy. Quiero que se preparen para lo que está por venir”.

Eso fue hace cuarenta años, y en ese momento, los que lo oyeron esperaban que ocurriera, si fuera cierto, con bastante rapidez.

Parecía inminente (“pronto” en el tiempo humano). Pero no resultó así, al menos no en los términos obvios.

Pero la profecía de Martin podría decirse que se fue desarrollando en las décadas posteriores.

Si se trató de una intuición o una locución real lo dejo al juicio individual de cada uno.

Mirando hacia atrás, hasta se podría percibir que comenzó a tomar forma alrededor de 1975, cuando sutilmente, el mal de los años sesenta se institucionalizó (y refinó) en los años setenta y los ochenta y hasta el presente, como nunca antes.

MANIFESTACIONES DE VIDENTE DE MEDJUGORJE

Y en relación a esto están los cambios físicos profetizados.

En una charla un vidente de las apariciones de Medjugorje (actualmente bajo investigación en el Vaticano), hablando a multitudes durante su aniversario, dijo:

“Mucha gente me pregunta si la Virgen ha hablado de la Segunda Venida de Jesús. No.

¿Ha hablado Nuestra Señora sobre el fin del mundo? No.

Nuestra Señora no ha venido por eso.

Un día, cuando llegue el momento, cuando algunas cosas se revelen, se entenderá por qué las apariciones han sido por mucho tiempo y por qué todos los días.

Más tarde, entenderemos algunas cosas. Más tarde, nuestros ojos se abrirán.
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Cuando veamos los cambios físicos que van a suceder en el mundo”.

LA PROFECÍA DE 1990

Y ello remite a la parte de la profecía de 1990, que prevé “el comienzo inevitable del cambio de época” y afirmó categóricamente, presumiblemente en las palabras del Señor en otra locución, después de un sueño muy raro.

“Su era está terminando pronto el mundo no será el mundo que conoces.
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No estoy hablando de un mundo estéril, o uno despoblado, sino del final de su era tecnológica.

Muchos inventos de la humanidad se dividirán y habrá más de una actitud de campesinos y forma de vida en todas partes.”

En el reino de los fenómenos (y la fenomenología), son muchos los que creen de que ya se están viendo -u oyendo- “señales” de lo que está por venir.

No pasa una semana sin que los medios seculares informen sobre luces inexplicables en el cielo en alguna parte.

En la profecía de 1990, se dice que los eventos serán presagiados por un “fuerte ruido extraño”.

Sin lugar a dudas, hay informes de ruidos extraños por ahí, como puedes leer aquí y aquí.

Cardenal Francis George

LA PROFECÍA DEL FALLECIDO CARDENAL GEORGE

El cardenal Francis Eugene George, fallecido en abril de 2015, dijo en 2010

“Espero morir en la cama, mi sucesor va a morir en la cárcel, y su sucesor va a morir como un mártir en la plaza pública”

El comentario fue después de la aprobación de legislación que permitía las uniones civiles homosexuales en Illinois.

La preocupación que el cardenal George tenía sobre las uniones civiles era la violación de los derechos religiosos, especialmente los de los católicos.

La reacción del cardenal George, ex arzobispo de Chicago y una vez presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., era comprensible si se considera que los derechos de los homosexuales implican que todo el mundo debe adherirse a ellos – la contratación de homosexuales activos, incluso en las parroquias, y celebrar su matrimonio.

Yla Iglesia podría verse envuelta en una campaña contra la discriminación, o incluso acusada de “crímenes de odio”, si se resiste.

Esto ya está ocurriendo, y sólo en EE.UU., sino en todo occidente.

LAS PROFECÍAS DE FÁTIMA, LA SALETTE Y OTROS VIDENTES MODERNOS

También está previsto en profecías el mancillamiento del catolicismo y la persecución, en famosas apariciones.

De hecho, los ataques contra Roma son un tema común en las visiones místicas católicas durante siglos.

El famoso Tercer Secreto de Fátima tenía sacerdotes, religiosos, y un Papa herido o muerto (lo que ciertamente ocurrió cuando el atentado a Juan Pablo II en 1981).

Uno de los videntes también tuvo una visión de una multitud lanzando piedras a un Papa sitiado y llamándole por nombres viles.

Uno de los secretos de La Salette – otra aparición aprobada por la Iglesia, en Francia –, dijo que un día la Iglesia sería

“Eclipsada” y que “todos los gobiernos civiles tendrán un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, ateísmo, al espiritismo y los vicios de todo tipo”.

“Un tiempo de oscuridad, donde la Iglesia será testigo de una crisis terrible”, y agregó que no se refiere sólo de la persecución desde fuera, sino la infiltración del mal en las propias filas de la Iglesia.

Ver aquí y aquí.

Mientras esta parte de la profecía no fue aprobada oficialmente (algunos obispos, junto con un Papa creen en ella, mientras que otros, incluyendo el local, no creen).

“En el año 1864, Lucifer junto con un gran número de demonios, serán desatados del infierno”, dijo la Madre de Dios – supuestamente – a la vidente llamada Melanie de la Salette. “Van a poner fin a la fe poco a poco.”

“Los sacerdotes y religiosos serán perseguidos y los harán morir de una muerte cruel.”

Otros han sido más reciente, uno de ellos en España, que vio al Papa en la clandestinidad antes de una “advertencia” que vendría al mundo y Japón, donde una monja mística citó a María como diciéndole que

“Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición también por sus hermanos… iglesias y altares saqueados”.

En Irlanda, un vidente le dijo que “la Iglesia será sacudida hasta sus cimientos” (que, a partir de los ataques de los medios de comunicación, sin duda ha ocurrido allí).

NO ES NADA NUEVO

Que un Papa sería enviado al exilio o incluso a la muerte siempre ha sido un pilar de las profecías – remontándose a la Edad Media, e incluso al libro del Apocalipsis.

La Iglesia ha visto la persecución a lo largo de los últimos tiempos, por los fascistas en Italia, los masones y los socialistas en España, por un régimen similar anti-católico en México y luego en los sucesos increíbles que tuvieron lugar bajo Hitler, Stalin y Mao.

4.314 lugares de culto fueron abandonados en Yugoslavia sólo, miles de sacerdotes fueron asesinados en lugares como Ucrania.

¿Podría ocurrir de nuevo? ¿Estamos viendo el inicio? ¿O es algo que nunca podría ocurrir de nuevo?

En una revelación mística, a San Malaquías donde supuestamente se le dio una lista de todos los futuros Papas dice que

“En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Petrus Romanus, quien alimentará a su rebaño en medio de muchas tribulaciones”.

A lo que ha añadido el Papa Pío X:

“Vi a uno de mis sucesores, teniendo una fuga a través de los cuerpos de sus hermanos, Él tomará refugio disfrazado en algún lugar y después de un corto retiro va a morir de una muerte cruel.
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La maldad actual del mundo es sólo el comienzo de las penas que deben tener lugar antes del final.”

Esto pareció suceder con Juan Pablo II. Quien incluso durante un viaje a Alemania en noviembre de 1980, según un periódico llamado Stimme des Glaubens, Juan Pablo II dijo en una reunión pequeña, que la Iglesia estaba preparada para las pruebas futuras, incluso el martirio; una declaración sucedida sólo unos pocos meses antes de que un asesino le disparara.

Es necesario, dijo Juan Pablo II,

“Tener una total entrega a Cristo y por Cristo.
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A través de la oración todavía es posible disminuir esta prueba, pero ya no es posible evitarla, porque sólo de esta manera la Iglesia puede ser efectivamente renovada”.

La Iglesia ha sido renovada a menudo con sangre, y no sería diferente ahora, señaló.

“¡Sé fuerte! ¡Está preparado! Debemos confiarnos nosotros mismos a Cristo y a su madre, orar a menudo, y rezar el Rosario.
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Entonces, a pesar de que habremos hecho poco, habremos hecho todo.”

George Clausen la misa mayor en un pueblo en la Zuiderzee

LA RENOVACIÓN Y EL CASTIGO VAN JUNTOS

Dios, como un padre amoroso, le interesa lograr lo mejor de su hijo y ahorrarle problemas de futuro.
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Le interesa evitar que infeste con malas conductas a otras personas.
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Y por eso ejerce la corrección, utilizando el dar y el quitar como todos los padres amorosos.

El Papa Benedicto XVI ha dicho:

“Si contemplamos la historia, nos vemos obligados a constatar a menudo la frialdad y la rebelión de cristianos incoherentes.

Como consecuencia de esto, Dios, aun sin faltar jamás a su promesa de salvación, ha tenido que recurrir con frecuencia al castigo” (ver aquí todo el texto de su homilía)

Y antes Juan Pablo II había expresado:

“Dios recurre al castigo como medio para llamar al recto camino a los pecadores sordos a otras llamadas.

Sin embargo, la última palabra del Dios justo sigue siendo la del amor y el perdón; su deseo profundo es poder abrazar de nuevo a los hijos rebeldes que vuelven a él con corazón arrepentido.” (ver aquí el texto de su alocución)

Ante la degradación imperante, el pueblo de a pie anhela que Dios se haga presente con su justicia, porque siente que hay muchas injusticias y que la humanidad se está infestando de maldad.

Ciertamente Dios no puede permitir que esto continúe se dicen los cristianos ante el aumento de la violencia, el aborto, la inmoralidad sexual, la ruptura de la familia, el abuso de los niños, la desigualdad económica extrema, la contaminación, el genocidio, el terrorismo, la guerra, mucha gente está diciendo.

La gente se pregunta si Dios no va a intervenir y corregir.

Recuerdan lo que sucedió a Sodoma y Gomorra.

Piensan en los desastres naturales como terremotos y volcanes gigantescos o un asteroide que golpea nuestro planeta y acaba con una parte importante de la vida en la tierra.

Si las cosas se ponen mucho peor, la gente dice que vamos a ver la justicia de Dios, porque el mal parece estar inundando el mundo y Dios tiene que actuar para recomponer el orden.

Por otra parte, los católicos son conscientes de las diversas advertencias que han llegado a nosotros de apariciones marianas, videntes y místicos. De muchas maneras diferentes se han emitido las advertencias.

«Dios está frenando su mano en este momento»

«El Gran Castigo viene»

«La ira de Dios está a punto de caer»

¿DIOS NOS VA A CORREGIR EN GRANDE?

Es una buena pregunta, y las Sagradas Escrituras dicen que el Padre que ama a sus hijos los corregirá con el fin de convertirlos a la buena senda, o sea les dará una reprimenda para que cambien el rumbo.

Pero en esas escrituras y en la realidad que vemos, advertimos que el castigo es ya en si mismo una corrección de la degradación, y Dios actúa de cuatro maneras.

1 – CORRECCIÓN INDIVIDUAL

La primera es la corrección en el nivel individual. En este caso pareciera que su justicia está integrada en el sistema que él nos dio para vivir.

Es decir que el pecado por lo general tiene su propia recompensa. O sea que el castigo se construye.
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Si tomas ciertas decisiones y acciones, las consecuencias seguirán tan ciertamente como la noche sigue al día.

Una enorme cantidad de miseria humana es causada por decisiones humanas equivocadas.

Si decides desobedecer las leyes de Dios y tus comportamientos van contra la naturaleza y los mandamientos de Dios, entonces vas a sufrir las consecuencias.

No hace falta pensar mucho para darse cuenta que era por eso que Dios te dijo que no te comportes de esa manera.

«¡No pongas tu mano sobre la estufa!» Y si desobedeces y pones su mano en la estufa, entonces te quemas.

Esto lo podemos ver con el divorcio por ejemplo, que con el paso de los años se perciben los daños en el patrimonio de cada conyugue, en la calidad de vida de cada uno y el resultado en la vida de los hijos.

2 – CORRECCIÓN A LA SOCIEDAD

La segunda manera en que Dios nos corrige es en el nivel de la sociedad.

Si tomamos decisiones equivocadas y nos comportamos mal nuestras acciones no sólo traen juicio y castigo a nosotros mismos, sino traerán el juicio y el castigo a nuestras familias y nuestras sociedades.

He aquí un ejemplo:

El mes pasado a una señora que colabora en la sacristía le desaparecieron las llaves de su casa que había dejado en el primer banco frente al altar, antes que empezar la misa, mientras ella estaba sirviendo en la sacristía.

Lo mismo sucedió a un scout católico que dejó su bicicleta en el fondo del terreno de la parroquia, lugar al que se puede entrar sólo por la puerta que da a secretaría, y cuando fue a buscarla notó que no estaba más, se la habían robado.

La fe de los que van a la iglesia se hace mella. Esto tiene un costo en la credibilidad mutua y la parroquia tuvo que ampliar el horario de los agentes de seguridad privada.

Así que cuando el pecado está sucediendo masivamente, en diferentes niveles y en una amplia variedad de formas en una sociedad, el efecto acumulativo es devastador.

Esto es por qué las sociedades se desintegran en el caos, la violencia y, finalmente, se desmoronan y caen.

La reprimenda de Dios, se presenta por ejemplo cuando otra nación invade, y la sociedad enferma de pecado es demasiado débil y perezosa para defenderse.

Esto lo vemos actualmente con la inoperante defensa que las sociedades occidentales están teniendo contra los terroristas islámicos.

3 – CORRECCIÓN EN EL CURSO DE LA HISTORIA HUMANA

La tercera manera en que Dios nos corrige es a través del curso natural de la historia de la humanidad.

Ciertas naciones suben al poder. Ellas barren y se apoderan de las naciones más débiles.

Dios permite esto como castigo dentro de la historia, para juzgar a las personas y las naciones que caminan aparte de él.

Las naciones que caminan cerca de él y siguen sus caminos invariablemente son buenas, fuertes, justas y prósperas.
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Las que no lo hacen finalmente tropiezan, se desmoronan y caen.

Un buen ejemplo de Dios castigando a un pueblo a través del curso de la historia es la total destrucción de Jerusalén en el año 70 DC.

Muchos comentaristas dicen que la rebelión de los Judíos contra los romanos trajo su sombría recompensa, pero además de su rebelión contra los romanos también estuvo atada a su rechazo y asesinato de su Mesías.

Eligieron el camino mundano del poder y los llevó a la perdición.

4 – CORRECCIÓN MEDIANTE LOS DESASTRES NATURALES

Dios también utiliza los desastres naturales para corregir nuestra desobediencia.

Esta es la forma de castigo más polémica y difícil de entender, porque no tiene la lógica humana interna y tampoco relación de causa y efecto tan directa como las demás.

Hay algunos que no creen que Dios realmente envíe un desastre natural a la humanidad. Pero sí que lo deja pasar, no lo evita.

Y es aquí donde los progres hacen su discurso que la misericordia de Dios le impide castigar de cualquier forma.

Un teoría sofisticada al respecto dice que las mentes y los corazones de la humanidad están mucho más vinculadas – de lo que somos conscientes -, con las estructuras subyacentes e invisibles del orden creado.
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En otras palabras, el clima espiritual podría influir sobre los eventos naturales, de la misma forma en que cuando le hablamos a una planta o le ponemos música de paz, ésta florece con más fuerza.

Si vivimos en armonía con la naturaleza y cultivamos nuestro mundo con cuidado, somos buenos administradores y vivimos en paz unos con otros, luchamos por el mejor florecimiento de nuestras familias, nuestra sociedad y nuestro mundo, entonces el orden creado estará también más en paz.

Sin embargo, si permitimos que nuestras vidas y las sociedades humanas desciendan a la guerra, la violencia, la violación del orden natural, el abuso de los animales, la destrucción del planeta, entonces la naturaleza puede simplemente defenderse de esos ataques.

El orden natural se infesta, si se quiere, con el desorden, el caos y el crimen de la raza humana.
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Nos contaminamos no sólo con nuestra basura física, sino también con nuestra basura psíquica y espiritual. Nos contaminamos con nuestra negatividad, violencia y odio.

Luego, cuando la naturaleza responde con un terremoto, el golpe de un asteroide, un huracán o un tsunami no debería sorprendernos.

Si esto es correcto, entonces esta cuarta forma de castigo de Dios está también «integrada en el sistema», pero es mucho más sutil y difícil de discernir.

Sin embargo hay otros que dicen que esta sofisticación, si bien podría existir, es muy indirecta, y que Dios es paciente pero al final reestablece la justicia con su decisión expresa de enviar castigos a través de la naturaleza, como sucedió con la destrucción de Sodoma y Gomorra.

Por último, cualquiera sea el castigo y corrección que Dios ejecute o deje pasar, debemos recordar siempre que la misericordia de Dios es eterna.
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Él nos ama y no quiere que estas cosas terribles sucedan, y sabemos que a través de la oración y sacrificios podemos implorarle para frenar estos terribles acontecimientos, porque los castigos son siempre condicionales.

Fuentes: