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La Virgen del Sagrario es una talla románica que fue recubierta de plata en el siglo XIII.

Y vestida después con un manto cuajado de perlas.

Esta imagen era conocida desde siempre con el nombre de Santa María.

ns del sagrario busto

Tenía en su haber una tradicional leyenda en la que se cuenta que perteneció a los Apóstoles y que fue traída a Toledo por San Eugenio.
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También entra dentro de la leyenda el hecho de que fuera ocultada en época de los musulmanes y restituida después por el rey Alfonso VI.

Existen hoy en la Catedral Primada de Toledo tres imágenes de la Virgen anteriores al siglo XVI, las tres de estilo gótico.

La de mayor tamaño es la colocada en el altar mayor, en la parte baja y central del impresionante retablo. Las otras dos son de época muy próxima; una de ellas se muestra hoy en la sacristía de la catedral.

La tercera, de gran riqueza, es la que recibe el nombre de Virgen del Sagrario, por conservarse en el famoso lugar sagrado llamado Sacrarium, donde se guardaban las reliquias de los santos y los vasos sagrados de mayor valor, y donde se reservaba el santísimo sacramento de la Eucaristía.

Luego se colocó en el exterior del sagrario, en una hornacina encima de la puerta, y así estaba a principios del siglo XVI.

 

LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL SAGRARIO

Esta imagen está tallada en madera de níspero hacia el año 1200.
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Esta toda ella, excepto la cabeza y manos, recubierta de plata con un galón de oro engastado de pedrería.
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Está sentada en un trono, con el Niño en su regazo, vestida de manto sobre doble túnica y velo en la cabeza.

La imagen de Santa María de Toledo, como se llama en las célebres cantigas de Alfonso X el Sabio, fue veneradísima desde su entronización, hacia 1226.

vorgen del sagrario

Isabel la Católica se unió al fervor del pueblo, siendo muy devota de ella. Al menos desde entonces, todos los reyes de España la han visitado y venerado.

Felipe III presidió en 1616 la inauguración de la nueva capilla de la Virgen iniciada por el arzobispo don Gaspar de Quiroga y terminada por el cardenal D. Bernardo de Sandova. Devoción particular le profesó la reina viuda Mariana de Austria, y su hijo Carlos II.

La imagen de la Virgen ocupa un trono de plata sobredorada, obra maestra del orfebre florentino Virgilio Fanelli, realizada por orden del Cardenal Arzobispo don Baltasar de Moscoso, entre 1654 y 1674.

La capilla actual de la Virgen del Sagrario es la obra más notable y lujosa de las llevadas a cabo en la catedral en la primera mitad del siglo XVII.

La imagen tuvo una preciosa corona, labrada por Gregorio de Baroja, perdida a causa de un robo en 1869.

Se conserva otra, hecha entre 1574 – 1586 por Alejo de Montoya, de seis kilogramos y medio de peso, de bello estilo renacentista.

Otra gran joya es la corona de la fiesta de la coronación canónica llevada a cabo el 30-V-1926, realizada por el nuncio apostólico monseñor Tedeschini durante el pontificado del cardenal Reig, ante el Príncipe de Asturias. Es obra del gran orfebre Félix Granda.

Se sabe que la imagen de la Virgen del Sagrario, Patrona de Toledo, fue restaurada tres veces, en los siglos XV, XVII y durante los años 1976 – 1977, descubriéndose la policromía original. Su fiesta es el 15 de agosto.

 

LAS AGUAS DE LOS POZOS DE TOLEDO

Las aguas de estos pozos son dadas al público gratuitamente el día y víspera de Nuestra Señora del Sagrario, patrona de Toledo (fiesta de la Asunción).

En parte para aliviar el calor que -generalmente apagado por el frescor de los anchos muros de la Catedral-, es intenso en estas fechas.

Esta tradición parte del siglo XVII, cuando finalizadas las obras de la Capilla de la Virgen del Sagrario se realizaron ocho días de fiestas en acción de gracias.

Y habiendo acudido numerosas gentes de los pueblos de alrededor, era tal el calor intenso que numerosos fieles abandonaban la catedral para refugiarse en lugares más frescos –si cabe-.

portal de la virgen del sagrario

Ante tal problema, las autoridades eclesiásticas de la época ordenaron la construcción de tarimas para distribuir jarras rebosantes de aguas cristalinas provenientes de los mencionados pozos.

Referida a esta tradición existe también su propio mito o leyenda, que nos cuenta cómo hace siglos, gentes venidas de todos los pueblos de alrededor, formando un gran tumulto en esta conmemoración de la Patrona toledana, asistían a los ritos festivos y religiosos.

Terminada la fiesta de la tarde, la multitud comenzó a desfilar lentamente fuera de la catedral, incrementando de forma notable la sensación de calor asfixiante propio de un 15 de agosto.

El hijo único de uno de los asistentes a tal acto, sufrió un repentino desvanecimiento por tales calores y apreturas, creyendo todos los que le vieron que había muerto por tal y como quedó.
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Corrieron algunos de los que allí estaban a por el agua de los pozos de la catedral, que fue arrojada de forma repentina sobre el muchacho, el cual recobró el aspecto habitual de forma inmediata.

El pueblo “atribuyó el resultado a la pronta aplicación del agua, que llamaron de la Virgen, por esta causa, y por distribuirlo en la festividad mencionada”.

Hay también otra leyenda, más conocida por los toledanos.
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Que cuenta cómo la imagen de la Virgen del Sagrario, durante la reconquista de la ciudad por Alfonso VI en el 1085, fue rescatada del pozo del claustro donde allí fue escondida para protegerla de la invasión musulmana (proveniente de la anterior iglesia visigoda que en este mismo lugar se levantaba).
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Y a partir de aquel momento estas aguas han recreado numerosos milagros y curaciones para aquél que la consume.

La Leyenda cuenta que cuando los moros se acercaron a la ciudad de Toledo la escondieron los cristianos a Nuestra Señora en la misma catedral, dentro de un pozo seco.

Hasta que, una señal prodigiosa dio a conocer a los toledanos la existencia de su antigua y casi olvidada imagen.

Era, pues el caso que a la misma hora en que la Virgen se había aparecido a San Ildefonso, se veía una y otra noche un extraño resplandor sobre un punto determinado de la catedral.
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El mismo en que hoy se levanta la magnífica capilla.

Llamó la atención y llenó de asombro al clero y al pueblo aquel singular fenómeno, y como se repitiera con tanta constancia juzgaron que debía indicar algo extraordinario.

Y en efecto, fijándose en la parte más iluminada, empezaron a cavar y hallaron, a no mucha distancia, un hueco subterráneo y dentro de él la imagen de la Virgen.

El hallazgo produjo gran entusiasmo en todo el pueblo de Toledo, que volvía a verse de nuevo bajo el patronato de su antigua Virgen que por tradición conocía, y, en prueba de su devotísima adhesión y reverencia, la colocó en el altar mayor.

catedral de toledo fondo

 

LA CATEDRAL PRIMADA DE TOLEDO

La catedral de Santa María de Toledo, (España), llamada también Catedral Primada de Toledo, sede de la Archidiócesis de Toledo, es un edificio considerado como la magnum opus del estilo gótico en España.

Su construcción comenzó en 1226 bajo el reinado de Fernando III el Santo y las últimas aportaciones góticas se dieron en el siglo XV cuando en 1493 se cerraron las bóvedas de los pies de la nave central, en tiempos de los Reyes Católicos.

Está construida con piedra blanca de Olihuelas (en el término de Olías del Rey).

Durante años, la tradición popular no escrita ha venido contando que hubo en este mismo lugar donde se encuentra la actual catedral un primer templo de la época del primer arzobispo Eugenio (San Eugenio).

Este templo fue consagrado por segunda vez el año 587, después de haber sufrido algunas alteraciones, como lo atestigua la inscripción aparecida en el siglo XVI que se conserva en el claustro y dice:

En el nombre del Señor fue consagrada la Iglesia de Santa María, el día primero de los idus de abril, en el año felizmente primero del reinado de nuestro gloriosísimo rey Flavio Recaredo, Era 625 [13 de abril de 587]

La ciudad había sido sede obispal de la Hispania visigoda.

Los numerosos Concilios de Toledo atestiguan su importante pasado eclesiástico.

También la abjuración del arrianismo por parte de Recaredo había tenido en ella su lugar y tiempo.

La invasión musulmana no eliminó de inmediato la impronta cristiana y el obispado quedó establecido en la iglesia de Santa María de Alfizén.

Se cree que el edificio obispal visigodo fue trasformado nuevamente para convertirse en la mezquita mayor de la ciudad de Toledo.

Algunos investigadores apuntan que la sala de oración de la mezquita se corresponde con el cuerpo de las cinco naves de la actual catedral, el shan coincidiría con una parte del actual claustro y de la capilla de San Pedro y el alminar con la torre de campanas.

Con los datos arqueológicos ciertos sí es posible observar una columna islámica empotrada dentro de la capilla de Santa Lucí.

Los fustes marmóreos que guarnecen el exterior del coro son un aprovechamiento de una antigua construcción musulmana.

Los arcos entrecruzados de estilo califal en el triforio de la capilla mayor y en el de la girola, coinciden con la tradición constructora musulmana de Córdoba, si bien evidentemente su estructura es de traza cristiana.

capilla mayor catedral toledo

No se conservan los planos de lo que fue la mezquita ni se sabe cómo era esta construcción.

Pero teniendo en cuenta los vestigios conservados en otras ciudades (Sevilla, Jaén, Granada, Málaga y la propia Mezquita de Córdoba) puede suponerse que sería un edificio columnario, con arquería de herradura sobre columnas tal vez aprovechadas de otras construcciones romanas y visigodas.

Es posible que se pareciese bastante a la iglesia de El Salvador de Toledo, antigua mezquita.

El rey Alfonso VI hizo importantes donaciones al nuevo templo.

El 18 de diciembre de 1086 fue puesta la catedral bajo la advocación de María y se le concedieron villas, aldeas, molinos y un tercio de los ingresos de todas las demás iglesias de la ciudad.

El primer privilegio real que se conserva reza en latín en su inicio:

Ego Disponente Deo Adefonsus, Esperie imperator, condeco sedi metropolitane, scilicet, Sancte Marie urbis Toletane honorem integrum ut decent abere pontificalem sedem secundum quod preteritis fuit constitutum a sanctis patribus…

Se hicieron las obras necesarias para establecer el culto cristiano romano, entre otras el cambio de orientación del presbiterio y capilla mayor.

Urbano II le reconoció en 1088 su condición de catedral primada sobre las demás del reino.

La mezquita-catedral se mantuvo casi intacta hasta el siglo XIII, año de 1222, en que una bula del Papa autorizó a emprender las obras de la nueva catedral que se iniciaron en 1224 (o 1225) .

Y cuya ceremonia oficial de colocación de la primera piedra tuvo lugar en 1226 (otras fuentes dicen 1227), con la presencia del rey Fernando III el Santo.

A lo largo del siglo XIII se aumentaron las rentas catedralicias al integrarse en su patrimonio Alcalá de Henares.

El edificio de la catedral tal y como hoy se contempla es obra del siglo XIII, época del arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada y del rey Fernando III el Santo, que por entonces era muy joven.

La ceremonia oficial de la puesta de la primera piedra se retrasó con respecto al comienzo de las obras, en espera de que el rey pudiera hacer acto de presencia (1227).

Ximénez de Rada había sido elegido arzobispo de Toledo en 1209 y desde el principio de su mandato defendió ante el Papa la primacía de la sede toledana.

En su mente estaba la construcción de una gran catedral digna de esta ciudad que él gobernaba.

Por entonces, la mezquita-catedral se mostraba bastante vieja y ruinosa; algunas secciones habían sido demolidas por su antecesor.

La mezquita-catedral disponía de un amplio espacio, pero era de poca altura y le faltaba la esbeltez de otros templos de similar importancia.

Ximénez de Rada fue el entusiasta promotor de la nueva catedral que se edificaría al gusto de la época, en estilo gótico.

Tan entusiasta fue con el proyecto y tanto se involucró en él, que se llegó a decir que fue el autor-arquitecto de las trazas de la nueva catedral; afirmación totalmente fuera de lugar según los historiadores y arquitectos.

El arzobispo pasó unos años manteniendo y reforzando el antiguo templo a la espera de que su sueño fuera realizado.

Toda la catedral de Toledo, cuya terminación se produjo en 1493, es un Santuario Mariano, pues está dedicada a la Asunción de Nuestra Señora.
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Honrada por haber oficiado en ella el Santo Arzobispo Ildefonso (607 – 667), a ella va unida la antigua tradición según la cual una noche, mientras el piadoso metropolitano de la ciudad oraba en el templo, la Virgen María bajó del cielo para premiar al Obispo por la defensa que había hecho de la virginidad de Nuestra Señora.
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Regalándole una espléndida casulla, para que se vistiese con ella cuando dijese misa en sus festividades, que se conservó durante varios siglos entre las reliquias de la Cámara Santa.

Para profundizar sobre lo anterior leer aquí.

En la misma catedral se muestra la piedra donde puso sus pies la Virgen, en la capilla de la Descensión, lugar donde se encontraba el altar mayor en la primitiva basílica.

Fuentes:

 

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