La increíble historia de Michele Ferrero guiado por la Virgen para desarrollar la empresa y sus productos.
¿Has probado alguna vez la deliciosa golosina Ferrero Rocher?
¿Has escuchado la fascinante historia detrás de estos deliciosos chocolates?
Te sorprenderás al descubrir que no son solo un placer para el paladar, sino que también están envueltos en una profunda conexión con la fe católica.
¿Sabías que el creador de Ferrero Rocher, Michele Ferrero, diseñó estos chocolates, inspirado por la Virgen de Lourdes?
Más aún, ¿te imaginas que toda su empresa se basó en valores cristianos?
Aquí descubriremos la fascinante historia de cómo Michele Ferrero, guiado por su fe y la gracia divina, transformó su pasión por la pastelería en un imperio chocolatero.
Verás cómo la Virgen María intervino en su vida, inspirando su creatividad y guiándolo hacia el éxito.
Prepárate para sorprenderte por los testimonios de Michele Ferrero, quien nunca dudó en compartir su fe y atribuir sus logros a la intervención divina.
Pietro Ferrero, el padre de Michele Ferrero, fundó en 1946 la empresa Pasticceria Ferrero en Alba, Italia.
Y comenzó a producir confitería con ingredientes locales, como avellanas, azúcar y cacao.
Su producto más famoso fue una crema de chocolate y avellanas que se convirtió en un éxito en toda Italia.
Su hijo Michele Ferrero trabajó junto a su padre en el negocio familiar desde joven.
Pietro falleció en 1957 dejando la empresa a su hijo.
Y Michele transformó la empresa familiar de una manera prodigiosa, en un gigante global de la confitería.
Creó productos icónicos como Nutella, Kinder, Ferrero Rocher y Tic Tac.
Hoy Ferrero es el tercer productor de chocolate del mundo.
Pero a pesar de su éxito empresarial, Michele Ferrero fue conocido por su discreción y su filosofía de mantener un perfil bajo, evitando la atención pública tanto como fuera posible.
Y esto se explica porque fue un hombre profundamente católico.
Michele había sido criado en una familia católica devota y se educó con los Padres Somascos.
Tenía una profunda devoción a la Santísima Virgen María y quería honrarla a través de su trabajo.
Y en la celebración del 50 aniversario de la fundación de su empresa, lo expresó claramente: “El éxito de Ferrero se lo debemos a Nuestra Señora de Lourdes; sin ella poco podemos hacer”.
Y puso una estatua de la Virgen María en cada una de las 14 instalaciones de producción de su empresa en todo el mundo.
Ferrero hacía por lo menos una peregrinación anual a Lourdes, llevando a sus máximos directivos y también organizaba una visita para sus empleados.
El padre Mauricio Elías, capellán del Santuario de Lourdes, dijo que Ferrero “era un hombre que siempre venía a la Gruta; tenía mucha devoción a la Virgen; él se confesaba y llevaba una vida cristiana”, y era un gran benefactor.
Poco antes de su muerte en el año 2015, una inundación dañó el santuario de Lourdes.
Y Ferrero prometió una gran donación para recuperar lo perdido, dijo el padre Elías.
Y después de su muerte, sus hijos cumplieron la promesa de su padre y ayudaron con las reparaciones.
Los famosos chocolates Ferrero Rocher tienen un profundo vínculo con las apariciones de la Virgen en Lourdes.
Michele Ferrero, decidió diseñarlos y darles su nombre en honor a la gruta de Massabielle, donde la Virgen María se apareció a Santa Bernardita Soubirous en 1858.
De hecho, en francés “rocher” significa roca o peñasco.
El praliné Ferrero Rocher, conocido por su consistencia crocante, apareció en Italia en 1979 y se comercializó internacionalmente desde 1982.
Este praliné tiene una avellana tostada, encerrada en una oblea rellena de chocolate con avellanas, y está cubierta con chocolate salpicado de avellanas picadas.
Su forma rugosa se inspiró en la forma escarpada de la gruta rocosa de Massabielle.
Donde surgió milagrosamente una fuente de la que brota agua hasta la fecha, a la que miles de peregrinos atribuyen curaciones milagrosas por intercesión de la Virgen.
Fue en esta aparición que la Virgen dijo el 25 de marzo de 1858, “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Menos de cuatro años antes, Pío IX, había declarado a la Inmaculada Concepción como un dogma de fe.
Pero como él dijo, el éxito comercial de Ferrero no se debió a su destreza como confitero ni a su marketing, sino a su devoción a la Santísima Virgen María y la aplicación de los principios católicos a su empresa.
El año que Michele asumió la dirección de la empresa, 1957, Pío XII había lanzado providencialmente la Encíclica, “Le pelerinage de Lourdes”, donde advirtió contra el materialismo.
En ella dijo,
“El mundo, que hoy ofrece muchas razones para el orgullo y la esperanza, también está sufriendo la terrible tentación del materialismo”.
“El amor por el dinero hace cada vez más estragos en las empresas modernas que se expanden, y que, por desgracia, determina muchas de las decisiones que agregan una carga pesada en la vida de las personas”.
“Fomenta el desprecio por la vida humana, e incluso la vida que se destruye antes de ver la luz del día”.
Esta encíclica se convirtió en la brújula de Michele Ferrero, al punto que el insospechado The Guardian publicó cuando su muerte: “Las políticas de Ferrero estuvieron ligadas con el catolicismo ferviente de su dueño, que visitaba el santuario de Lourdes al menos una vez al año y que puso en cada planta en el mundo una estatua de la Virgen”.
Esto hoy es despreciado y ocultado por los grandes empresarios, por ejemplo de las redes sociales.
Porque preguntamos a los programas de inteligencia artificial Chatgpt y Gemini de Google, que nos dieran toda la información que encontraran sobre Michele Ferrero, con el mayor detalle posible, para probar esta tesis, y ninguna de ellas siquiera mencionó que era católico.
Recién lo hicieron cuando les preguntamos específicamente si Michele era católico y recién entonces dijeron que sí.
Michelle Ferrero aplicó la Doctrina Social de la Iglesia a su empresa.
Un contrasentido para muchos, que sostienen que la forma de ser exitoso en los negocios es bajar los costos de personal lo más posible.
Sin embargo, Michele Ferrero construyó una empresa familiar de un éxito económico y social sin precedentes, aplicando los principios católicos.
Esto distingue a Ferrero de los demás empresarios exitosos, quienes han definido que su lugar en el mundo es gozar de todos los placeres materiales que puedan comprar y hacer abuso de su poder.
Cuando Michele se hizo cargo del negocio familiar escribió una carta a sus empleados donde dijo,
“Mi única preocupación es que nuestra empresa pueda garantizar la seguridad laboral de sus empleados.
Y les aseguro que no estaré satisfecho hasta que haya logrado dar, para ustedes y sus hijos, un futuro tranquilo”.
Así, la empresa Ferrero ha sido conocida por su compromiso con valores éticos y sociales.
Y desde sus primeros días, Ferrero implementó políticas que reflejaban los principios de la doctrina social de la Iglesia.
Esto ha hecho que en la planta matriz del grupo en Alba en el Piamonte, por ejemplo, los salarios sean más altos que en cualquier otro lugar de Italia.
Y que a su vez haya implementado en todo el mundo políticas sociales muy relevantes que la distinguen del resto de las empresas.
Bueeeno hasta aquí lo que queríamos contar sobre cómo la Virgen María guió a Michele Ferrero en el desarrollo de los productos Ferrero y de su empresa con una impronta católica.
Y me gustaría preguntarte si sientes que la Virgen María te ha guiado en alguna cosa de tu vida o no.
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