Sucedió en México esta semana.
Según un informe el 23 de junio tres jóvenes estadounidenses en un pueblo mexicano estaban jugando con un tablero de Ouija de Parker Brothers. Los tres pueden haber sido diabólicamente poseído.
Fue llamado un sacerdote exorcista y decidió no intervenir porque los jóvenes no eran creyentes.
LOS SUCESOS
Alexandra Huerta, de 22 años, se encontraba jugando la Ouija con su hermano Sergio, de 23, y su primo Fernando Cuevas, de 18, en su casa ubicada en el pueblo de San Juan Tlacotenco, en el suroeste de México.
A los minutos de comenzar el juego, que consiste en invocar a espíritus, Alexandra empezó a gruñir y entró en un “estado de trance”, como si estuviese poseída, mientras que Sergio y Fernando mostraron signos de ceguera, sordera y alucinaciones.
Los padres de Alexandra llamaron a la ambulancia y los médicos se llevaron a los tres jóvenes al hospital. Allí tuvieron que atar a Alexandra para que no se lastime a sí misma, y a los tres les fueron administrados varios analgésicos, antidepresivos y gotas para los ojos, que al parecer funcionaron.
“Tenían movimientos involuntarios y fue muy difícil trasladarlos al hospital. Parecía como si estuvieran en un estado de trance, que al parecer, fue después de jugar con la Ouija” dijo Victor Demesa, director de seguridad pública del pueblo.
Según contaron los padres de Alexandra, ellos habían llamado a un sacerdote católico antes de llamar a los médicos, y éste se negó a realizar un exorcismo ya que ninguno de los tres jóvenes eran practicantes regulares.
El tablero de Ouija o el juego de la copa, es un tablero plano con las letras del alfabeto, los números de 0 a 9, las palabras “si” y “no”, como también “hola” y “adiós”, junto con diversos símbolos y gráficos. Los participantes deben consultar a los espíritus diferentes preguntas para que estos contesten a través del tablero con la ayuda de una pieza de madera en forma de corazón, en la cual todos colocan sus dedos, que va indicando las letras que luego formarán una palabra.
El video de Alexandra (abajo) la muestra gruñendo y luchando ferozmente contra las restricciones.
¿POR QUÉ EL SACERDOTE SE NEGÓ A EXORCIZARLOS?
Según dos exorcistas estadounidenses, el sacerdote mexicano tomó la decisión correcta al negarse a hacer un exorcismo. Fr. Vincent Lampert un exorcista entrenado en el Vaticano y pastor de una iglesia en la diócesis de Indiana, dijo que hay una serie de razones para ello.
«El exorcismo siempre debe considerarse en el ámbito más amplio de la atención pastoral de conjunto», dijo. «Jesucristo es en última instancia el que va a dar la libertad a las personas que están poseídas».
Explicó que la fe es un ingrediente clave en los exorcismos, no habría ningún propósito de hacer un exorcismo si las personas no aceptan crecer en la fe.
«En realidad, sin fe su situación podría ser aún peor», dijo, refiriéndose a Mateo 12:45. «Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él, entran y se quedan allí. La nueva condición de la persona es peor que la primera…».
Fr. Lampert también señaló que antes de realizar un exorcismo, se tiene que determinar si se trata de un caso real o tal vez de algo relacionado con histeria o enfermedad mental. Él, personalmente, ha realizado dos exorcismos, pero ha ayudado a muchos durante su formación en Roma. Allí, él fue testigo de manifestaciones tales como la levitación y hablar lenguas que la persona poseída antes no conocía.
Antes de realizar un exorcismo, se realiza una investigación para descartar otras causas y el exorcista debe recibir el permiso de su obispo para proceder. Como parte de la investigación, el P. Lampert dijo que hay que determinar cuál es el punto de entrada:
«Un tablero de Ouija se asocia con actividades ocultas, y este puede ser una manera de que la gente abra una puerta al mal en sus vidas.»
Monseñor John Esseff de la Diócesis de Scranton, Pensilvania, ha sido sacerdote durante 61 años y 40 años exorcista en su diócesis. Actualmente se desempeña como director de formación espiritual de los seminaristas en la Universidad de Creighton en Omaha. Según él, el sacerdote en México no estaba en condiciones de realizar un exorcismo.
La «investigación apropiada es esencial, ya que, las más de las veces, la enfermedad mental es el problema», dijo.
«Además, si alguien no tiene una vida de oración y una relación con Dios, entonces exorcizarle a él o ella podría ser como una puerta giratoria», dijo. «El comportamiento de una persona es lo que permite entrar a un demonio. Es fácil que los demonios entren en personas que se abren a través de lo oculto», dijo.
«Estamos viviendo en un mundo muy oscuro, pero no debemos temer porque la oración expulsa el mal y nos protege», según monseñor Esseff.
«No hay otro poder que no sea de Dios, aunque también tiene poder satanás.»
Dijo que la oración y una relación con Dios nos protegen del mal.
«Las posesiones son raras», dijo. «He visto sólo dos casos, pero entre la posesión y la tentación, el diablo también puede oprimir y obsesionar a la gente. Esas son situaciones donde diablo es capaz de acosar a la gente».
Pero de acuerdo con Monseñor Esseff, cualquier relación con lo oculto, como un tablero de Ouija, busca respuestas del diablo, invita al mal. No hay que temer, dijo, pero hay que mantenerse alejado de esto.
«Dios será el vencedor», dijo mons Esseff.
«Jesús es Dios, y por el poder de Jesús, el diablo es vencido.»
Explicó que el mayor poder de todos los sacerdotes para vencer el mal es a través del poder sacramental de su sacerdocio.
«Un sacerdote puede confesar y perdonar los pecados», dijo.
«Una confesión tiene el valor de 100 exorcismos. El diablo quiere destruir el alma, y ??el alma es sanada por la confesión. Si la gente quiere reducir la obra de satanás, debe aumentar el uso de la confesión».
Fuentes: Noticia Cristiana, Spiritual Direction, Signos de estos Tiempos