Difícilmente haya algún católico que no considere al padre Pío como uno de los santos más notables del siglo XX.

En el 2018 se cumplieron los 100 años de que recibiera los estigmas.

Y los 50 años de su muerte.

Él había dicho,

“Después de mi muerte haré más. Mi verdadera misión comenzará después de mi muerte”.

Y lo cumplió.

padre_pio_by_robertobizama

Aún si no le da demasiada importancia a los dones que tuvo en vida, solamente su devoción y su entrega, y su sabiduría trascendente, bastan para que cada cosa referida al padre Pío despierte nuestra atención.
.
Y en especial su muerte es ejemplo para nosotros de cómo se hace el pasaje.

Sus dones, su vida y su pensamiento son un todo coherente que hablan de un santo que por algo se lo considera uno de los mayores que vivió en el siglo XX. 

 

LA MUERTE DEL PADRE PÍO

El padre Pío murió el 23 de septiembre de 1968 a los 81 años, luego de unos años en que su salud se había deteriorado, aunque continuaba en su ministerio.

El 21 de septiembre el padre Pío estaba ya muy fatigado y el 22 de septiembre había pedido la dispensa para dar misa, aunque igual la celebró.

Se lo vio débil y frágil, con un hilo de voz y tambaleante al subir al altar.

Esa fue su última misa.

En esos días les decía a sus hermanos capuchinos “nunca en mi vida he sufrido tanto”.

Pero no saben si se refería a sufrimientos físicos o espirituales.

Un compañero del convento le oyó decir,

“Mi Jesús, Madre María, les ofrezco el gemido de mi pobre alma”.

“Jesús, llámame”.

“No puedo seguir adelante”.

Incluso le pidió a su superior “dame el permiso para morir”.

El Padre Pío estaba en la cúspide de su fama, al punto que multitudes lo aclamaban en la plaza gritando “¡viva el Padre Pío!”

Y esperaban que apareciera en la ventana y les diera su bendición.

Un compañero le preguntó si esta era la última estación de su camino de la cruz y el Padre Pío le contestó,

“Me estoy preparando para el gran pasaje”.

“Nos vamos de la tierra y nos dirigimos hacia el cielo”.

Lentamente sus estigmas fueron desapareciendo y las señales de su ministerio con ellos.

Y en la noche del 22 de septiembre hizo su última confesión y renovó sus votos franciscanos.

Ya cuando estaba agonizando le dijo al padre Raffaele, que estaba junto a su cama, que no llamara al médico porque pertenecía más al otro mundo que a este.

Y también que rogara al Señor para que muriera.

Aún en ese momento el padre Pío se sentía un pecador, al punto que le dijo al padre Pellegrino,

“Hijo, si el Señor me acompaña esta noche, pídele a todos mis hermanos que me perdonen todos los problemas que les he causado y pídeles a todos nuestros compañeros huéspedes y a mis hijos espirituales que recen una oración por mi alma”.

En la madrugada del 23 de septiembre dijo “veo a dos madres” y sus labios estaban volviendo azules.

Probablemente se refería a que el velo del otro mundo se había abierto y veía a su madre biológica y a la Santísima Virgen.

A partir de esos momentos solo se le oyó “Jesús… María… Jesús… María…”, mientras sostenía un Rosario en su mano.

El enfermero Pio Miscio relata que el Padre Pío estaba sentado en una butaca con la respiración fatigosa y muy pálido.

El doctor Scarale le quitó la sonda de la nariz y le colocó la máscara de oxígeno.

Y cuándo advirtió qué estaba haciendo un infarto del miocardio intentó reanimarlo varias veces, pero expiró en sus brazos.

El Padre Pío murió a las 2:30 del 23 de septiembre de 1968 en la celda número 1 del Convento Capuchino de San Giovanni Rotondo.

Ya los estigmas habían desaparecido y quedaba solamente una línea rosada contorneándolos.

Fue enterrado el 26 de septiembre en la cripta de la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia.

Y a su misa de réquiem asistieron más de 100 mil personas.

Quienes recordaron su frase

“Después de mi muerte haré más. Mi verdadera misión comenzará después de mi muerte”.

Y lo cumplió porque son innumerables las personas que le han pedido favores y les cumplió, incluso dejándoles señales de su presencia.

Un caso maravilloso es la conversión al catolicismo de una parroquia entera.

  

LA CONVERSIÓN DE UNA PARROQUIA ROMANA AL CATOLICISMO POR INTERCESIÓN DEL PADRE PÍO

El desencadenante de esto fue que la madre de un sacerdote ortodoxo rumano tenía un cáncer terminal.

Su hijo, el padre Víctor Tudor, no conocía al Padre Pío en el 2002, cuando llegó el diagnóstico de cáncer de pulmón a su madre Lucrecia.

Los médicos le dijeron que era incurable porque no se podía operar, debido a que había hecho metástasis, y le dieron pocos meses de vida.

Entonces su hermano Mariano, que era un pintor de iconos que vivía en Roma, se movió para buscar algún médico de primer nivel para un segundo diagnóstico para su madre.

Consiguió a uno de los médicos más importantes del mundo en oncología y Lucrecia fue a Italia.

Allí el médico confirmó el diagnóstico primario y dijo que lo único que se podía hacer era utilizar fármacos para aliviar el dolor.

En ese período en que Lucrecia estuvo en Roma acompañaba su hijo Mariano que estaba haciendo un mosaico en una Iglesia.

Y en esas horas Lucrecia se dedicaba a recorrer la iglesia, llamándole poderosamente la atención una imagen del Padre Pío situada en un rincón de la iglesia.

Su hijo Mariano le contó quién era el padre Pío y Lucrecia quedó más interesada, tanto que en los días siguientes estaba permanentemente sentada ante la imagen e incluso conversaba con el santo.

Esto transcurrió durante 2 semanas, luego de lo cual Lucrecia se realizó un nuevo examen y el resultado fue sorprendente para los médicos, porque el cáncer había desaparecido completamente.

Entonces Lucrecia luego contó que había pedido la intercesión del Padre Pío.

Su hijo en Rumania, el sacerdote Víctor Tudor, quedó sobrecogido y comenzó a leer sobre la vida del Padre Pío, a quien no conocía, y a contarle a su comunidad los milagros de este Santo.

La comunidad, que conocía a Lucrecia y sus dificultades salud, se interesó especialmente por el Padre Pío, y se formó en la comunidad un clima de veneración al santo, y un gran interés por saber cada vez más de su vida y dones.

Y para complemento, otros enfermos de la parroquia pidieron la intercesión del Padre Pío y fueron sanados.

Fue así que la parroquia de unos 350 fieles decidió pasarse al Rito Greco Católico de Rumanía.

Esto significó que quedaran literalmente a la intemperie  porque tuvieron que construir un nuevo templo, lo que era difícil para una comunidad pobre.

Y mientras tanto celebraban la misa en la calle, aún con temperaturas invernales.

Pero ayuda llegó y un Obispo donó el terreno para la iglesia, y poco a poco se fueron dando hechos que ayudaron a la construcción del templo.

Cuando el padre Víctor fue a Roma a pedir ayuda para continuar, un Obispo le preguntó que patrón iba a tener su Iglesia y el padre Víctor le dijo que el Padre Pío.

Entonces el Obispo lo tranquilizó diciendo “no te preocupes el Padre Pío te hará la iglesia él solo”.

Fue así que la iglesia se inauguró.

Y no contento con esto, el Padre Víctor comenzó hacer un hospital para enfermos sin recursos, para aliviar sus sufrimientos, como realizó el padre Pío en San Giovanni Rotondo.

Esta obra está actualmente en desarrollo.

  

UN CAMPEÓN EN VARIAS DISCIPLINAS SOBRENATURALES

El padre Pío fue un campeón de la oración, recogiendo el pedido de Pío XII, de que los fieles se reunieran a orar a menudo como una comunidad.

Alentó grupos de oración que comenzaron en 1947 como apoyo para la casa Casa Sollievo della Sofferenza, que fue el hospital fundado por el Padre Pío en San Giovanni Rotondo para alivio del sufrimiento.

El Padre Pío decía “nunca se canse de orar, la oración es la mejor arma que tenemos y la clave del corazón de Dios”.

En el 2002 cuando la canonización de San Pío de Pietrelcina ya había 2700 grupos de oración del Padre Pío en todo el mundo, que luego se multiplicaron después de este reconocimiento de la iglesia.

El padre Pío también fue un campeón contra el aborto.

El creía que no sólo era un asesinato de un ser humano indefenso sino un suicidio para el mundo.

Incluso el padre Pellegrino Funicelli cuenta que el Padre Pío un día negó la absolución a una mujer porque ella se había sometido voluntariamente al aborto.

El padre Pellegrino le preguntó por qué había sido tan riguroso con esta pobre desgraciada.

Y Pío respondió que “el día que la gente pierda su horror por el aborto será el día más terrible para la humanidad, porque el aborto no es un homicidio contra un inocente solamente, sino también un suicidio y se cometen entonces dos crímenes en un mismo acto”.

Entonces Padre Pellegrino le preguntó porque le llamaba un suicidio.

Y San Pío le respondió que “el suicidio de la raza humana será entendida por los que van a ver la tierra poblada por ancianos y despoblada de niños, quemada como un desierto”.

Evidentemente el Padre Pío estaba adelantando lo que está empezando a suceder en el mundo, especialmente en los países desarrollados, que no pueden reponer con nuevos nacimientos a la población que muere.

Y eso les está sumiendo en una crisis para conseguir mano de obra, de costos mayores de la salud y de imposibilidad para hacer frente a las jubilaciones, porque cada vez hay más jubilados por cada trabajador activo.

Sin embargo estás posiciones que están refrendadas por la realidad se están debilitando en el Vaticano, porque hay indicios que podrían revertir la tradicional posición católica pro vida y conducir a la normalización de la anticoncepción y el aborto.

Ya hay obispos pro aborto, y otros que sin decirlo directamente, no apoyan las manifestaciones de los grupos pro vida.

El padre Pío fue además un gran confesor, que podía leer el corazón de los penitentes e incluso negar la absolución si el penitente mostraba signos insuficientes de contrición, como en el caso que mencionamos de la mujer que abortó.

Pero también tuvo otros dones como la participación en el sufrimiento de Nuestro Señor con los estigmas, las bilocaciones, fue una herramienta por la que Nuestra Señora y Su hijo le transmitieron mensajes, y podía hablar con su ángel de la guarda y sabía cómo utilizar su auxilio, entre otros dones que hemos destacado en muchos artículos que hemos publicado sobre él.

Aún después de muerto sigue generando milagros inusuales, como es el caso de una parroquia ortodoxa en Rumanía qué se convirtió masivamente al catolicismo en el año 2007.

  

15 MARAVILLOSAS FRASES DEL PADRE PÍO [PARA COMPRENDER SU MENSAJE]

Aquí hay 15 citas de expresiones del Padre Pío extraídas de sus cartas hacia sus directores y sus hijos espirituales, que revelan su pensamiento.

Jesús está contigo, incluso cuando no sientes su presencia. Él nunca está tan cerca de ti como lo está durante tus batallas espirituales. Él siempre está ahí, cerca de ti, te anima a luchar tu batalla con valentía. Él está allí para protegerte de los golpes del enemigo, para que no puedas ser lastimado.

Las tormentas que asolan a tu alrededor resultan ser para la gloria de Dios, tu propio mérito, y el bien de muchas almas.

Cada sacrificio que tu alma hace, cada bien que hace es dirigido a Dios para la santificación de todos.

No te dejes intimidar por la cruz. La prueba más segura de amor consiste en el sufrimiento por el ser querido, y si Dios sufrió tanto por amor, el dolor que sufrimos por Él llega a ser tan adorable como el amor por sí mismo.

La verdadera y sustancial devoción consiste en servir a Dios sin experimentar ningún consuelo sensible. Esto significa servir y amar a Dios por Su propio bien.

Cuanto mayores tus sufrimientos, mayor es el amor de Dios para ti.

Él te quiere totalmente para Sí mismo, Él quiere que pongas toda tu confianza y todo tu afecto sólo en Él y es precisamente por esta razón que Él te envía esta aridez espiritual, para unirte más estrechamente a Él.

Aquí te compartimos una infografía con 15 Frases del Padre Pío para tomar en cuenta y recordar:

Citas del Padre Pío

15 Frases del Padre Pío

Tenemos cerca de nosotros un espíritu angelical que nunca nos deja por un instante desde la cuna hasta la tumba, que guía y nos protege como un amigo o un hermano.

Tu debes tener fe ilimitada en la bondad divina, porque la victoria es absolutamente segura.

Tu te quejas porque las mismas pruebas están constantemente regresando. Pero mira, ¿qué tienes que temer? ¿Tienes miedo de que el artesano divino quiera perfeccionar su obra maestra de esta manera? ¿Quieres venir de la mano de un magnífico artista como un mero boceto y nada más?

Cuando sufrimos, Jesús está más cerca de nosotros.

Tu dice que estás preocupado por el futuro, ¿pero no sabes que el Señor está contigo y que nuestro enemigo no tiene poder sobre el que ha resuelto pertenecer totalmente a Jesús?.

Yo recomiendo calma y tranquilidad todo el tiempo.

¡Cuan insoportable es el dolor cuando sufre lejos de la Cruz, pero cuan dulce y llevadero se convierte cuando es ofrecido cerca de la Cruz de Jesús!

Si nos esforzamos sinceramente por amar a Jesús, esto solo nos va a quitar todo el temor de nuestros corazones y el alma encontrará que el lugar de andar en las sendas del Señor, es volando.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis: