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Esta es una historia que ha generado ríos de tinta en las últimas décadas.

Lamentablemente las explicaciones han sido básicamente de parapsicólogos.

Pero hay explicaciones también sobrenaturales perfectamente en línea con los principios cristianos.

El fenómeno empezó cuando María Gómez Cámara notó una mancha que se formaba en el piso de su cocina en 1971.
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La imagen, con cara humana, se resistió a todos sus intentos de limpiarla.
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Finalmente hizo un agujero en el suelo y reemplazó el cemento con un nuevo.
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Pero la imagen se formó de nuevo e incluso cambió de posición.
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Y pronto hubo más manchas, más caras.

Imágenes que desaparecían para ser reemplazadas por otras.

Rostros de hombres, mujeres y niños.

Los funcionarios intervinieron cuando se convirtió en una sensación.

Excavaron el área de la cocina y encontraron huesos, algunos de niños, a una profundidad de 3 metros.

Que datan desde el siglo XII al siglo XVI.

¿Tal vez almas que aún no se han ido buscando oración, reparación, liberación?

¿O hay otra explicación?

¿Tal vez un fraude?

Pero las pruebas del hormigón realizadas por el Instituto de Cerámica y Vidrio no encontraron evidencia de pigmentos, tintes o pintura en el cemento, lo que descartaba un engaño.

Y por otra parte, el exorcista padre José Antonio Fortea ha manifestado que se ha encontrado – en sus trabajos – con almas que no saben que están muertas y espíritus perdidos, ver aquí.

Veamos lo que se sabe de las Caras de Bélmez.

Casa de las Caras de Bélmez

 

CÓMO SUCEDIÓ EL FENÓMENO DE LAS CARA DE BÉLMEZ

La ciudad de Bélmez de la Moraleda está en Jaén.

Situada en lo alto de las montañas de Andalucía y rodeada de olivares; en el corazón del sur de España.

Bélmez de la Moraleda tiene una población de alrededor de 2.000 personas.

En el suelo de la cocina de una casa muy modesta de familia, en la calle Real, número 5, aparecieron misteriosos rostros en el piso el 23 de agosto de 1971.

Es una casa que tiene un living, que era la antigua cocina, una nueva cocina y una especie de despensa en el piso de abajo.

Y arriba un par de habitaciones modestas.

María Gómez Cámara (1919-2004) notó una mancha inusual en el piso de hormigón de su cocina mientras cocinaba.

Asustada, María trató de limpiarlo, pero no sirvió.

Se oscureció al día siguiente, tomando lentamente la forma de una cara de un hombre.

Cinco días después su marido, que era un trabajador rural, y el albañil Sebastián Fuentes León picaron el piso donde estaba la cara y lo rellenaron con cemento.

Pero la supuesta cara volvió a aparecer días más tarde.

Se trataba de un rostro aparentemente de varón.

Tenía los ojos y la boca abiertos y unos largos trazos en la cara que parecían bigotes.

En los días siguientes, aparecieron nuevos rostros en el suelo de la cocina y el pasillo de la casa.

Lo inusual del hecho era que nada quedaba estático.

Los rostros aparecían y desaparecían y cambiaban de posición física e incluso de ubicación en el piso.

Esta forma de comportarse de las imágenes se siguió dando permanentemente.

Hay testigos que aseguran haber visto rostros aparecer y desaparecer en cuestión de minutos.

Incluso hay fotografías donde se puede observar movimiento en algunos de ellos.

Por ejemplo la imagen de “la dama de la copa” fue cambiando la postura del brazo hasta que la figura en su totalidad desapareció.

Otras figuras famosas han sido “la pava”, “el niño”, “el pelao”, “el barbudo”.

Antes de que pudieran destruir la cara por segunda vez, el alcalde de la ciudad declaró que el sitio debería ser excavado para su estudio.

Y ahí comenzaron una serie de estudios que siguen hasta el día de hoy, aunque en menor medida.

 

TRES GRANDES ESTUDIOS

Living actual de la casa original de Bélmez

 

HALLAZGO DE RESTOS HUMANOS EN LA EXCAVACIÓN

Uno de los estudios realizado por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) fue la excavación profunda en la tierra, levantando el piso de hormigón y los antiguos cimientos.

Lo que supuestamente descubrieron sorprendió a todos: huesos humanos descansaban en el suelo bajo la cocina.

Algunos eran de niños y otros mostraban aparentemente signos de decapitación.

Los huesos fueron exhumados y estudiados, y los investigadores concluyeron que algunos datan del siglo XIII.

Pero en su mayoría los restos humanos hallados eran de 1860, aproximadamente.

Supuestamente en aquel terreno había habido antiguamente una mezquita, sobre la cual y luego de la reconquista, se construyó una iglesia con un cementerio al lado.

Este cementerio es una buena razón para que hubiera restos de niños, si tenemos en cuenta la alta mortandad infantil del siglo XIX

Los restos recibieron un entierro católico en el cementerio local.

Y la cocina fue reconstruida.

Pero poco tiempo después, surgieron nuevas caras.

 

EL PRECINTADO NOTARIAL DE LA COCINA

Otra de las grandes investigaciones la realizó el CISC con Germán de Argumosa, un parapsicólogo con sede en Madrid.

Decidieron sellar la habitación para demostrar que no había manipulación humana en las caras.

Los investigadores fotografiaron y mapearon el piso de la casa antes de cubrirla con tela y sellarla con cera para evitar su manipulación.

Se dividió el suelo en cuadros que correspondían a las imágenes, las que fueron numeradas y fotografiadas para compararlas posteriormente.

Y se construyó una nueva cocina en otro rincón de la casa para la familia

Para darle carácter de seriedad se contrató al notario Antonio Palacios Luque, quien procedió a precintar la habitación ante las cámaras de la televisión alemana.

Porque también participó otro famoso parapsicólogo: Dr. Hans Bender, profesor de la Universidad de Fríburgo y amigo de Germán de Argumosa.

Un hecho interesante es que el investigador alemán Hans Bender declaró que las Caras de Bélmez era el fenómeno paranormal más importante del siglo XX.

El proceso del precintado fue por tres meses.

Cuando se abrió, habían emergido nuevos rostros y otros habían cambiado de lugar.

Y en estos 3 meses apareció una figura conocida como “dama de la Copa”, que posteriormente desapareció, aunque se conservan muchas fotografias de ella, algunas en las que podemos observar pequeños cambios.

La información se conserva en el Acta de la Notaría de Huelva, números 667 y 462/1973.

 

PARAPSICÓLOGOS DESCUBREN PSICOFONÍAS

Otras investigaciones fueron realizadas por un grupo de parapsicólogos, que hizo grabaciones acústicas en un rango mayor al que puede oír el oído humano.

Y se encontraron aparentemente con voces extrañas con palabras claramente distinguibles y con sonidos como de trompetas y otros.

En algunas de las primeras psicofonías aparecieron voces como “pobre Quico”, o se hablaba de un lupanar.

En un principio se pensó que en aquella casa, antes de nacer María Gómez, había habido una pelea donde participó un personaje llamado Quico.

Otras psicofonías decían en apariencia “el infierno empieza aquí”.

Hay otras voces que dicen “emergí” o “es que yo sigo enterrada”.

O una más actual dice “matar a él”.

También en ese proceso apareció la palabra FE debajo de la chimenea.

Estos dos videos explican el proceso de grabación de las psicofonías y algunos de los registros obtenidos.

Hasta aquí en una síntesis apretada lo que se sabe de las Caras de Bélmez.

 

¿HUBO UN FRAUDE EN BELMEZ?

Numerosas hipótesis de fraude surgieron, incluyendo que las imágenes de caras eran simplemente el resultado de reacciones químicas a la luz.

Una explicación paranormal sostenía que los rostros de Bélmez eran una manifestación física de los pensamientos y emociones de María.

Decían que, la psique de María generó las expresiones en el suelo como catalizador.

Éstas cambiaban con sus estados de ánimo y sus deseos, y sólo desaparecerían una vez que María ya no viviera en la casa.

En 2004, María falleció a la edad de 85 años.

Con su fallecimiento, muchos psíquicos que creían que la aparición de caras cesaría.

Sin embargo, continuaron apareciendo, junto con otras nuevas, aunque más borrosas que antes.

A los seis meses de las apariciones iniciales, el periódico El Ideal hizo públicos resultados de análisis demostrando que las caras habían sido pintadas con nitrato y cloruro de plata.

Pero según análisis realizados por el CSIC en 1991, 1994 y 2002 en las caras no hay ningún indicio de sales de plata, cloruro sódico, hollín o vinagre.

También fue arrancada la conocida imagen de “el pelao” para poder llevarla a Valencia, la que hoy se encuentra fuera del suelo junto a la chimenea.

Tanto a María como a su hijo Miguel se les interrogó a través de detector de mentiras y el resultado fue que ambos decían la verdad.

Solo en una pregunta apareció la mentira en el caso de Miguel, cuando le preguntaron si pensaba que las caras supuestamente surgidas en casa de sus parientes (en 2004) eran un fraude.

Dijo que no, por lo que quizás en realidad pensaba que esas caras eran un fraude.

El franquismo osciló entre poner fin a la perturbación causada por el creciente número de visitantes a la ciudad y usarlo en su beneficio para fines turísticos y de distracción de atención

Mientras que la iglesia local estuvo interesada en que los rostros se declararan fraudulentos lo antes posible, pues estaban incómodos por que no podían explicar el fenómeno.

 

LA SEGUNDA CASA Y EL COMERCIO

En febrero de 2004 fallece María Gómez Cámara.

Y los herederos quieren vender la casa.

La Municipalidad está interesada en comprarla pero no llegan a un acuerdo de precio.

Y unos meses más tarde aparecen nuevos rostros en una casa de Bélmez bastante cercana a la original, de una sobrina de María.

Esta segunda casa tiene un marketing importante, pero quienes han visto los rostros que aparecen ahí tienen duda de su autenticidad.

Paralelamente la Municipalidad auspició un Centro de Interpretación de los Rostros.

Esto lleva a pensar que la corriente turística para Bélmez era importante cuando vivía María Gómez Cámara, pero una vez muerta ésta y al no llegar a un acuerdo con sus herederos, montaron una operativa similar.

 

HIPÓTESIS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LAS CARAS DE BÉLMEZ

Una hipótesis interesante relaciona las Caras de Bélmez con la matanza en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, donde murieron integrantes de la familia de María.

Isabel Gómez Cámara, hermana de María, su marido e hijas se habían refugiado durante la Guerra Civil en el santuario, cómo otras familias de guardias civiles.

El asedio duró muchos meses,y algunas personas murieron por el bombardeo, de hambre y otras murieron envenenadas (como el marido de Isabel y una de las hijas)

De la familia solo se salvaron una niña, Isabel Chamorro Gómez y una de sus hermanas, quien quedó muda por los episodios.

Los acontecimientos fueron muy traumáticos para María, quien se encontraba en Bélmez.

En esta hipótesis el autor señala que la palabra FE que apareció en la casa de María podría corresponder a quien ordenó el bombardeo, el General Fe.

Pero también esa palabra FE podría significar “Falange Española” o incluso el acto de FE.

Incluso uno de los rostros, “el pelao”, tenía un gran parecido con el capitán Santiago Cortés, que fue uno de los que murió defendiendo el Santuario.

Ante la situación traumática por la que pasó María Gómez Cámara con su familia, bien pudo provocar inconscientemente la aparición de las caras, como proceso preternatural.

Ordenando psíquicamente los vestigios de la humedad subterránea, para que tomaran la forma de los familiares y los actores del Santuario.

El mensaje implícito es el enterramiento digno y la liberación.

Porque  estas personas que fallecieron en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, salvo sus familiares, nadie más se ha acordado de ellos.

Han sido enterrados en fosas comunes, sin identificar.

También algunos investigadores sostienen que el origen de las caras está ligado a un antiguo cementerio medieval árabe del siglo XIII descubierto en el subsuelo de la cocina de la casa.

Y el concepto sería el mismo, el entierro digno y la liberación.

Esto que decimos es perfectamente aceptable para el catolicismo y tiene bases en lo que han encontrado exorcistas.

Hablando sobre lo que se denomina popularmente “almas en pena”, el padre Fortea da algunas explicaciones que pueden usarse para explicar el fenómeno de la Caras de Bélmez.

Él dice que hay almas humanas que efectivamente son espíritus perdidos, que no saben dónde están y no saben a dónde ir, incluso no saben a ciencia cierta si están muertos.
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Almas que buscarán la luz hasta el Juicio Final y que se podrían beneficiar de nuestras oraciones para liberarlas.

Algo similar es lo que comentamos en un artículo sobre el Triángulo de las Bermudas.

Donde el Dr. Kenneth McAll descubrió que los barcos  negreros (que llevaban esclavos de África a América) tiraban muchas veces su carga en el Mar de los Zargazos, constituyéndose en una tumba de miles de almas.

Leer aquí la historia.

Estas almas se manifestaban mediante las anomalías de la zona.

Pero cuando él organizó una serie de grupos de oración para la liberación de esas almas, los accidentes desaparecieron en esa zona.

Tal vez habría que hacer algo así con las Caras de Bélmez porque quizás sean almas atrapadas sin encontrar el camino.

Pero también puede ser posible que alguien ya lo haya hecho.

Porque cualquiera sea su procedencia, si no es un fraude, lo más probable que se trata de expresiones de almas.

Fuentes:

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