Los servicios cubanos reprimen a los católicos.
Laicos de la Iglesia Católica de Cuba, a través del Movimiento Cristiano de Liberación, que fundó el extinto Oswaldo Payá, y las Damas de Blanco, son la principal oposición al régimen cubano, que mantiene en el poder a los Castro desde 1959.
Esta semana se sucedieron dos denuncias. Por un lado las Damas de Blanco que “desde hace tres domingos turbas organizadas por la policía política con palos, piedras y otros objetos contundentes vienen apostándose a las salidas de las Iglesias católicas”.
Y por otro las denuncias de la viuda de Oswaldo Payá y de Ángel Carromero. El 22 de julio de 2012 murió en circunstancias sospechosas, en un accidente de tránsito, el líder católico cubano Oswaldo Payá, y el único culpado fue el español Ángel Carromero quien manejaba el auto. La familia de Payá, allegados y miembros del Movimiento Cristiano de Liberación, siempre insistieron que fue un atentado de las fuerzas de seguridad cubanas. Ver un informe anterior nuestro aquí.
«TURBAS ORGANIZADAS” IMPIDEN INGRESO DE DAMAS DE BLANCO A MISAS EN CUBA
La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), denunció que
“desde hace tres domingos turbas organizadas por la policía política con palos, piedras y otros objetos contundentes vienen apostándose a las salidas de las Iglesias católicas de los municipios de Cárdenas y Colón”, en Cuba, para impedir que las Damas de Blanco puedan participar en la Misa dominical.
En un comunicado firmado por el Secretario General de la UNPACU, Félix Navarro Rodríguez, se denunció que durante los últimos domingos las Damas de Blanco
“han sido víctimas de maltratos físicos y de brutalidad policial”.
Indicó que el Gobierno emplea
“militares vestidas de civil para acometer tales abusos”.
“Si tenemos en cuenta que estas están entrenadas y preparadas para matar si es necesario; en anteriores capítulos le ocasionaron una fractura en el brazo izquierdo a la Dama de Blanco Sonia Álvarez Campillo, tomaron por el cuello utilizando una llave de estrangulamiento a la Dama de Blanco Lázara Rodríguez, entre otros desmanes sinónimo de barbarie”, señaló el texto firmado por el también miembro de la UNPACU, Ángel Moya Acosta y por el sindicalista independiente Iván Hernández Carrillo.
Por ello, los tres exprisioneros de la Primavera Negra de 2003 llamaron a la comunidad internacional a tomar atención
“ante lo que está ocurriendo y les pedimos solidaridad con las Damas de Blanco este domingo, quienes hasta hoy han recibido unas decenas de amenazas de la policía y anónimos si no desisten de asistir a la Iglesia”.
“La valiente actitud de estas mujeres merecen el respaldo mundial y de nuestros amigos en estos momentos difíciles de acoso y alta represión”, expresaron.
Asimismo, la UNPACU denunció que en lo que va del año, más de 30 de sus miembros han sido encarcelados por oponerse pacíficamente al Gobierno cubano.
“Añadida a esta situación tristemente real y las declaraciones de prisioneros de conciencia, la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH), además, en fecha 3 de junio de 2013 emitía una Resolución de Urgencia sobre Cuba en la que manifestaba que ‘en lo que respecta a los derechos civiles y políticos el panorama no ha mejorado y Cuba pudiera presentar la peor situación a ese respecto en toda América Latina debido a la vulneración de todos y cada uno de los derechos civiles y políticos’”, señaló la UNPACU, que exigió la liberación de los presos de conciencia.
LAS EXPRESIONES DE LA VIUDA DE PAYÁ Y CARROMERO
En una entrevista publicada este lunes en El Mundo, Ángel Carromero, que estuvo implicado en el accidente que se llevó la vida del cristiano Oswaldo Payá, asegura que fue asesinado por los servicios secretos cubanos. Según el dirigente de Nuevas Generaciones del PP, un vehículo azul comenzó a perseguirles antes de “embestirles por detrás” y sacarles de la calzada.
En cualquier caso, Carromero ha asegurado que Payá “salió vivo del accidente”.
“Las enfermeras y un párroco me aseguraron que en el hospital ingresamos los cuatro”, ha afirmado.
A pesar de que Payá era ciudadano español, el Gobierno de Mariano Rajoy no hizo nada al respecto. Tampoco después de que la hija de Oswaldo, Rosa María, declarara que su familia ha recibido amenazas de muerte en Cuba y que ha solicitado ayuda internacional -también al Ejecutivo español- para que se abra una investigación.
Ofelia Acevedo, la viuda del fallecido disidente cubano, aseguró a Efe en Miami que el Gobierno español,
«tiene en sus manos suficientes pruebas» de que la muerte de su marido «no fue un accidente casual» y que estaba vivo cuando fue sacado del coche siniestrado. Acevedo hizo estos comentarios después de las declaraciones de Carromero.
«Le agradezco a Carromero que haya tenido el valor de hacer estas declaraciones ampliadas, porque ha sufrido muchas amenazas y ataques en España y, siendo inocente, aún no ha sido indultado», destacó la viuda del fundador del opositor Movimiento Cristiano de Liberación (MCL).
Revivió el dolor de esa triste jornada del 22 de julio de 2012, cuando su marido y otro disidente, Harold Cepero, fallecieron; y Carromero, al volante, y el sueco Jens Aron Moding, presidente de la Liga Juvenil Cistianodemócrata, resultaron heridos.
Las autoridades cubanas presentaron el suceso como un siniestro por exceso de velocidad, una versión de la que ha discrepado desde el principio la familia de Payá, ya que, entre otros argumentos, el propio Carromero dijo a Rosa María Payá, hija del reconocido opositor cubano, que un vehículo les había embestido por detrás.
«Mi marido estaba vivo cuando a Carromero y a Cepero los sacan del carro (coche) y se lo llevan a cada uno por vías diferentes y a sitios diferentes. Si mi marido estaba vivo en ese momento y después resulta que está muerto (en el hospital) es evidente que atentaron contra su vida y la de Cepero», denunció la viuda.
Para Acevedo, nada de lo expuesto ahora por Carromero es nuevo:
«Desde el primer instante estábamos diciendo que eso no había sido un accidente casual», que los mensajes de texto que «enviaron por sus teléfonos» señalaban que un «carro los había embestido y sacado de la carretera», por lo que «no hubo un accidente casual por exceso de velocidad, sino provocado», insistió.
Se refirió además a la extrema prudencia con que conducía su marido y al cuidado que exigía a todo el que se ponía al volante, de manera que, aseguró la viuda,
«la excusa que alegaron (las autoridades cubanas) para acusarle a Carromero es falsa. No iba a exceso de velocidad. Oswaldo no se lo hubiera permitido».
Fuentes: ACI Prensa, Forum Libertas, Signos de estos Tiempos