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Un paso más en la lucha contra el flagelo de la droga.

 

Latinoamérica pasa por ser la zona más violenta del planeta principalmente por la acción del crimen organizado en bandas, cuya principal fuente de ingresos es el narcotráfico. Colombia fue en la década de los 90 la zona más azotada por este flagelo, y luego pasó a ser México. Hoy es noticia para la región la captura del narcotraficante más buscado, el “Chapo Guzmán”.

 

captura del chapo guzman

 

Las autoridades mexicanas confirmaron el sábado pasado que el jefe del cártel de Sinaloa, el “Chapo Guzmán”, ha sido detenido en un hotel de Mazatlán, lo que supone un triunfo para la administración de Enrique Peña Nieto, pone en duda el futuro de la organización narcotraficante más poderosa de México, el Cartel de Sinaloa, y abriría una batalla entre los narcos para ocupar el negocio del “Chapo”.

Al “Chapo” Guzmán se le liga, directamente, con la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de 1993, en el aeropuerto internacional de Guadalajara, cuando el cardenal Posadas Ocampo iba a recoger a la terminal aérea al entonces nuncio apostólico, Girolamo Prigione.

LA CAPTURA DEL CHAPO

Con la captura de Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo” Guzmán, por quien Estados Unidos estaba ofreciendo una recompensa de US$5 millones, las autoridades mexicanas han logrado un triunfo en la guerra contra los cárteles de la droga.

Guzmán Loera pasaba por ser el hombre más poderoso del narcotráfico en el continente americano, con nexos en Centro y Sudamérica, con asociaciones con las mafias que distribuyen droga en el principal país consumidor de droga del mundo: los Estados Unidos.

El “Chapo” Guzmán, calificado por autoridades de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos como el criminal más peligroso de México (en los círculos internos de la agencia antidrogas de la Unión Americana se le conocía como “el Osama Bin Laden de México”), había escapado del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en el Estado mexicano de Jalisco, sobornando a los guardias, escondido dentro de un carrito de lavandería el 19 de enero de 2001 (había sido capturado en 1993).

El arresto actual involucró a la marina mexicana, una de las ramas más confiables de las fuerzas de seguridad, y a la DEA. Lograron capturarlo sin disparar una sola bala, lo que puso en duda el servicio de seguridad del capo de la droga, que se cree que está compuesto por una docena de hombres armados.

13 personas fueron detenidas como parte de la operación, y las autoridades mexicanas decomisaron un verdadero arsenal en la operación, incluyendo 97 armas y dos lanzagranadas, reportó AFP.

QUE CONSECUENCIAS PUEDE TENER

Bajo el liderazgo del Chapo, el Cartel de Sinaloa ha llegado a dominar no sólo el mercado mundial de cocaína, sino que se ha convertido en un jugador importante en el tráfico de heroína, metanfetaminas y marihuana, con elementos de su organización incursionando también en la trata de personas, secuestro y extorsión.

Aunque el Chapo Guzmán es la cabeza más visible del Cartel de Sinaloa, él no es el único líder, y su detención no significa el final de la organización. De hecho, el Cartel de Sinaloa también es conocido como «La Federación». El socio principal del Chapo, Ismael Zambada García, alias «El Mayo«, tiene el mismo poder en la organización que Chapo y tiene una larga y reconocida carrera criminal; comenzó como parte del Cartel de Juárez cuando era la organización de tráfico de drogas más poderosa de México.

Hay otros líderes importantes, como el ex policía Juan José Esparragoza Moreno, alias «El Azul«, quien rápidamente podría buscar llenar el vacío creado por la captura del Chapo.

Las autoridades mexicanas y estadounidenses analizarán su posible extradición al país del norte, donde enfrenta cargos criminales que podrían llevarlo a la cadena perpetua, evitando, de paso, la posibilidad de otra fuga de este personaje que figuró, durante muchos años, entre las listas de los más poderosos de la revista Forbes, por una fortuna personal acumulada en los últimos años que rebasa los mil millones de dólares.

Dependiendo de dónde termine encarcelado, él todavía puede ser capaz de dirigir las actividades criminales, por lo menos, pasando mensajes a través de sus abogados, y quizás más directamente mediante el uso de teléfonos celulares de contrabando o correos humanos. Lo que neutralizaría su poder muy rápidamente sería su inmediata extradición a Estados Unidos.

Uno de los rivales más amargos del Cartel de Sinaloa, Los Zetas, podrían tratar de aprovecharse de la detención del Chapo y anexar territorio o recuperar el terreno perdido en los últimos años. Bajo la anterior administración del presidente Felipe Calderón (2006-2012), hubo denuncias de que el gobierno favoreció al Cartel de Sinaloa mientras persiguió a los Zetas.

La detención del Chapo es un gran estímulo para al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien había tomado una posición de más bajo perfil contra los carteles de la droga, con la esperanza de reducir la violencia. Esta captura le permitirá afirmar que su política está funcionando, ya que los niveles de violencia han disminuido modestamente y ha logrado capturar al traficante más importante de drogas del país.

Pero esta detención del Chapo podría abrir un período de inestabilidad de las zonas de negocio que podría dejar vacantes, y que se podría traducir en un aumento de los niveles de conflicto y violencia entre las distintas bandas de narcos.

Fuentes: Agencias, Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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