La religiosidad popular ha designado como santas a algunas personas.

Pero sin tomar en cuenta la vida de santidad de la persona, su obediencia a Dios, ni la opinión de la Iglesia Católica.

un joven poniendo flores a almita desconocida

La religiosidad popular ha designado como santas a algunas personas sin tomar en cuenta la vida de santidad de la persona, su obediencia a Dios, ni la opinión de la Iglesia Católica.

La religiosidad popular cree que la santidad se resume a la capacidad de hacer milagros aparentes.

E incluso asume mayormente, que estas figuras no dependen de Dios para hacer milagros, sino que lo hacen por su propio poder.

En pocos lugares se ha desarrollado tanto como en México, especialmente de la mano de los narcotraficantes.

Pero también en Bolivia, otra sociedad con una fuerte actividad del narcotráfico.

Pero a estos santos de la religiosidad popular acuden no solamente los narcos, sino también mucha gente buena.

A la Santa Muerte, la Santa Cabora, al Niño Fidencio, San Juan Soldado, Jesús Malverde, Almita Desconocida, van a pedir favores tanto personas buenas como delincuentes para proteger un cargamento de drogas.

En otro artículo informamos sobre el más popular de estos santos, la Santa Muerte.

En este artículo nos queremos detener sobre Almita Desconocida, de Bolivia, que tiene todos los ingredientes contrarios a la santidad, como que no se conoce nada de su vida y habría sido asesinada por ser una “mula” de los narcos.

Comencemos definiendo la santidad para luego entrar a a ver el caso de Almita Desconocida. 

  

QUIENES SON LOS SANTOS

La santidad de Dios está identificada como la separación de todo mal.

Y en los seres humanos significa vivir una vida de intensa relación con Dios.

Por lo tanto los santos son personas que vieron en obediencia a la voluntad de Dios y que ahora están en el cielo junto a Él.

Los que están en el cielo son santos porque allí entra solamente lo puro.

No sabemos con precisión que seres humanos han llegado al cielo.

Sin embargo la Iglesia Católica designa algunas personas como santos.

¿Por qué es esto?

Para darles seguridad a los fieles que el estilo de vida de una persona particular es de santidad, y por lo tanto son un modelo a seguir.

Y también para darles seguridad que son eficaces las oraciones pidiendo su intercesión.

Por lo tanto, cuando la Iglesia canoniza a un santo no hace un juicio caprichoso, sino que se basa en el reconocimiento de su vida de santidad. Y en las manifestaciones de ella.

Porque en definitiva es Dios quien hace a los santos, otorgándoles la gracia para vivir la comunión con Él en plenitud.

De modo que al invocar a los santos contemplaremos las virtudes que Dios obró en ellos.

Recién después de la muerte de una persona se abre el proceso de beatificación primero y de canonización después.

La Iglesia requiere la verificación de un milagro para la beatificación (designarlo beato) y de otro milagro para la canonización (designarlo santo).

El milagro debe ser un hecho inexplicable, que supera las fuerzas de la naturaleza, obrado en una persona mediante la invocación de la intercesión de la persona en proceso de estudio.

En el caso de los mártires es distinto.

  

LOS MÁRTIRES Y SU MUERTE

Los mártires llegan a la canonización de otra forma, solamente probando la autenticidad de su martirio.

Cuando hablamos de martirio no queremos significar solamente una muerte atroz.

Sino producida debido a las represalias por la comunión con Dios vivida por el mártir.

Pero el cristianismo tiene una extensa lista mártires con muertes trágicas, como el caso de Almita Desconocida.

El primer mártir fue San Esteban que fue apedreado hasta la muerte por su fe.

Y la Iglesia hoy recuerda sus palabras en el momento de su muerte

«Señor Jesús, recibe mi espíritu. Señor, no tengas en cuenta este pecado contra ellos».

Otro famoso martirio es el de San Lorenzo, el principal diácono de Roma, que fue martirizado porque se negó a entregar el tesoro de la Iglesia al Prefecto de Roma.

Lo pusieron en un asador y lo asaron, y hoy la iglesia recuerda sus palabras cuando dijo,

«¡Dame la vuelta! ¡He terminado de este lado!»

También está el caso de San Bartolomé, uno de los 12 apóstoles, que fue desollado vivo en Armenia y luego decapitado, por su prédica que había convertido al hermano del Rey.

Entre las mujeres está Santa Eulalia que fue martirizada a los 13 años cuando se negó a renunciar a su fe y fue sometida a 13 impresionantes torturas.

La Iglesia recuerda la leyenda que salió una paloma de su cuello cuando la decapitaron.

Otra Santa martirizada fue Eufemia, por negarse a tomar parte en un sacrificio pagano.

También fue torturada durante varios días con distintas clases de tortura y finalmente la devoraron unos osos.

En el caso de Santa Lucía el martirio se produjo porque ella se negó a casarse y relacionarse con hombres, porque se había comprometido con Dios.

Una de las torturas que sufrió fue que le arrancaron los ojos.

  

QUIEN FUE ALMITA DESCONOCIDA

Nadie sabe su nombre o quien la mató con tanta crueldad; probablemente fue para tomar el paquete de drogas que ocultaba en el estómago. 

Pero lo cierto es que los viajeros de la frontera rinden homenaje a los poderes y mito de una niña de 12 años que fue encontrada por partes en el 2002.

Y que seguramente fue muerta por el mismo tipo de gente que hoy la venera.

Aunque también es venerada por otra gente que vive en la zona y que no está vinculada al narcotráfico.

Dicen que por haber sufrido mucho en la vida ahora tiene el don de realizar cualquier deseo o milagro.

La llaman Almita Desconocida porque nadie había oído nada de ella hasta el día de su descubrimiento macabro.

Aseguran que fue una mula de los narcos, una mensajera utilizada por las pandillas para llevar drogas a través de la frontera.

Que pagó el precio de ser una huérfana con un tesoro blanco en el estómago. 

  

UNA SANTA ¿PATRONA DEL MAL?

Hemos escuchado hablar de casos en la fe cristiana que dejan mucho que decir, historias que nos ponen a pensar en el mensaje real de parte del Señor a través de sus hijos y sus obras.

Pues bien, existe un lugar llamado Yacuiba, ciudad del sur de Bolivia, en el departamento de Tarija y capital de la provincia del Gran Chaco, a unos 3 kilómetros de la frontera con Argentina y que cuenta con una población de cerca de 91.998 habitantes.

En donde conocemos una historia que de no ser por la singularidad de quienes lo propagan pasaría inadvertida.

“Almita desconocida”, así es conocida la protagonista de nuestra historia y así la llamaremos de aquí en adelante, para seguir la tradición del pueblo mencionado ya que la pequeña nunca fue identificada.

flores a almita desconocida

  

ENTRE NARCOS Y SICARIOS…

Este lugar, por los años 2000 aproximadamente, era  y aún es, el centro de muchas de las operaciones centrales del Narcotráfico.

De hecho, por esta frontera se maneja cerca del 80% de la mercancía que ingresa de un país al otro, motivo por el que abundaban las guerras entre un grupo y otro.

El sicariato, las venganzas, el miedo y sobre todo, las víctimas inocentes caídas en medio de la guerra sucia de las drogas.

En este medio transcurre la historia  de nuestra “Almita Desconocida”.

“Almita”, fue una niña de 12 años aproximadamente, que  según cuentan, se movía en el medio de los narcotraficantes y sicarios como una de las tantas mulas obligadas a hacer la parte sucia del trabajo de estos personajes.

Que arriesgaban a  inocentes y necesitados para transportar de un lugar a otro sus mercancías sin ellos exponerse.

Existen varias teorías sobre lo que le pudo haber pasado a esta pequeña, después de haber sido hallada desmembrada hace más de una década y enterrada posteriormente en un pequeño cementerio del barrio San Gerónimo.

Algunas de estas, es que transportaba capsulas de droga a Argentina, cápsulas que intentaron sacar de su estómago cuando estaba por la frontera, acabando con su vida de forma brutal.
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Otras fueron el ajuste de cuentas entre bandos, el no entregar la mercancía o el machismo propio de la zona.
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Pero ninguna de estas historias puede ser confirmada, sin embargo la de mayor credibilidad parece la de ser “mula”.

  

UN TRÁGICO FINAL QUE LA LLEVÓ A LA VENERACIÓN

La pequeña fue encontrada por partes.

Primero encontraron su mitad inferior desmembrada y metida en una bolsa de nylon.

Días después, y por los alrededores de donde trascurrieron los primeros hallazgos, apareció la cabeza y otras partes del mismo.

Cuenta Juan Casassola Rodríguez,  más conocido como “Don Juan”, sepulturero del lugar donde hoy recibe culto la pequeña, y quien enterró los restos,  haciendo referencia al cuerpo de “Almita”, que “una parte había sido comida por los perros del pueblo”.

Cuenta que para el entierro de esta criatura, vinieron cerca de 400 personas del lugar y sus alrededores, tras la conmoción causada por el macabro hallazgo.

A partir de esto su popularidad fue creciendo entre los habitantes del pueblo.
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Especialmente entre las víctimas de los distintos bandos de carteles y mafias.
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Posteriormente entre los mismos criminales, quienes la acogieron paulatinamente como su patrona.

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Cambiando totalmente el sentido de la historia y usando la figura de un alma víctima para el mal.
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Augurando bendiciones falsas para lo que solo acarrea tarde o temprano maldición, el mal.

placas en la pared de almita desconocida

  

LA REALIDAD

Actualmente, se le rinde homenaje a “Almita” de forma muy especial por los habitantes del pueblo.

Quienes se siente tocados y hasta de cierta manera identificados con la historia de esta niña, que perfectamente representaría la vida de muchísimas personas de esta región.

Los que por la necesidad, la falta de oportunidades, se ven involucrados en este estilo de vida.

Y puede darse hasta el caso de que sea la “única” manera de sobrevivir en estas tierras rodeadas de víboras, que no desperdician la necesidad de los más indefensos y necesitados para aprovechar y explotar, sacando ganancia de las distintas situaciones que se les pueden presentar a las personas.

Cientos de placas se pueden identificar con mensajes de acción de gracias por los favores recibidos.
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Por la protección en distintos casos y por muchas otras intenciones en su santuario.

Muchos han acudido a este lugar llenos de fe seguramente pidiendo su mediación, su curación.
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Y la han obtenido gracias a su humildad y confianza más que en ella, en Dios que según su Voluntad puede obrar prodigios.

Otros, confundiendo tal vez, lo que puede alcanzar la mediación de un alma buena ante Dios, con las obras que puede hacer el enemigo para sus servidores, atribuyen milagros a esta pequeña alma, sacrificada por la violencia.

Cuando en realidad son obras del padre de las mentiras, pues Dios no otorga por medio de nadie algo que cause mal al prójimo.

  

¡UNA CREENCIA DEL PUEBLO HACE UNA SANTA!

A la tumba de esta pequeña acuden toda clase de personas de la zona y de sus alrededores, implorando su intercesión y protección.

Pues consideran a esta niña un alma especial por quien pueden alcanzar de parte de Dios milagros, protección y bendiciones abundantes. 

Lo particular de esta historia es que son los mismos narcos y sicarios quienes como grupo de particular devoción acuden mediante rezos ante los restos de la niña, que posiblemente murió trágicamente a manos de algunos de ellos.

Que el pueblo “normal”, que vive dignamente, tratando de llevar adelante sus vidas acuda a ella, como a alguien que por sus sufrimientos pudo alcanzar la misericordia de Dios y que pueda hasta interceder, no tiene nada de extraño.

Y de hecho se puede dar el caso; lo difícil en esta situación es  que las personas puedan identificar de parte de quien vienen los favores recibidos para realizar cosas objetivamente malas.

Pues no hace parte de las creencias cristianas católicas el hecho de que alguien se encargue de hacer el mal al prójimo.
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Que se gane la vida de forma cruenta, buscando el mal al prójimo, que mata, manda a matar, tortura o simplemente se dedique a hacer el mal.
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Y pueda obtener de Dios por medio de alguien, aunque sea de santidad comprobada, bendiciones y protección de Dios para esas actividades, pues Dios no se complace en el mal.

Que sea considerada “la Santa de los Narcos” o “la Narcosanta”, es ya desdibujar la figura de la persona misma a quien se venera.

Y si fuera el caso de una Santa en realidad, se desfiguraría la esencia misma de Dios y de la Santidad de Éste y de sus Siervos.

Cuando el papel que “Almita Desconocida” debería desempeñar como intercesora tendría que hacer referencia a todo lo contrario.

Pues la veneración sana a alguien debe siempre llevar a un cambio personal de vida, invitar al bien y en sí a la misma Santidad.

santuario de almita desconocida

  

“EL QUE PECA Y REZA, EMPATA…”

Eso reza el dicho. Pero en realidad no es así.

El pueblo de Yacuiba está en todo su derecho de  acudir en medio de su devoción popular a los rezos a esta pequeña, cuya vida solo Dios la conoce a plenitud y el destino de su alma igual.

Quienes están fuera de sitio indiscutiblemente son quienes la acogieron como patrona de narcos, sicarios, contrabandistas y lo que sea que este fuera de la Voluntad de Dios.
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Pues de Dios proviene todo lo bueno y de ningún modo algo se puede dirigir hacia el mal cuando se hace en nombre de Él o de sus cosas.

  

OTROS FALSOS SANTOS

Almita Desconocida no es la única ‘santa’ a quien acuden los narcos. Hay una larga lista de ellos en México.

  

La Santa Muerte

Es el santo favorito de las bandas de narcos, con unos 10 millones de seguidores en todo el mundo, y se estima que 2 millones de ellos en México.

El icono popular femenino se representa como un esqueleto envuelto en un manto, en estatuas que son ubicuas en las tiendas mexicanas y puestos ambulantes.

A veces, luciendo una tiara, a veces cubiertas en dinero, a la Santa Muerte se le atribuye todo lo que trae la riqueza y la salud, y la protección de las drogas ilegales y de los criminales del cártel que las transportan.

Hace no muchos años

“Los miembros del cártel comenzaron a orarle a ella para la protección contra la muerte y la protección de la policía.

Ya que ella no es una santa católica, si quieres pedirle que tu cargamento de cristal de metanfetamina llegue de Michoacán (un bastión central de la droga de México) a Nuevo México, lo puedes hacer porque ella no es católica”, dijo Andrew Chesnut, autor del libro “Devotos de la Muerte: La Santa Muerte, el Santo Esqueleto”.

Soldados y policías federales tiran abajo continuamente santuarios a ella en las carreteras – muchos de ellos erigidos por los cárteles ilegales – ya que se cree que la presencia de la Santa Muerte glorifica a los sindicatos del crimen y a su libertinaje.

  

La Santa Cabora

Teresa Urrea nació el 15 de octubre de 1873 en un rancho cerca de Ocoroni, Sinaloa.

Teresita, como la llamaban, comenzó a tener en su adolescencia ataques epilépticos.

Decía tener visiones y se ufanaba de predecir el futuro y realizar curaciones. Pronto ganó fama de santa en la región.

En mayo del 1890 el pueblo se levantó contra el Gobierno del Estado y proclamaron el nombre de Teresa como viva intercesora de las demandas presentadas.

El Gobierno la deportó del país. Murió de tuberculosis a la edad de 32 años. Después de su muerte empezó su culto.

  

El santo Niño Fidencio 

José Fidencio Síntora Constantino nació en 1898, cerca de la villa de Yuriria.

Fue a la edad de 23 años, en el año de 1921, cuando en compañía de su hermano se trasladó a Espinazo, Nuevo León.

Desde muy joven demostró habilidad para curar animales por medio de hierbas y ungüentos.

Fue hasta el 15 de agosto de 1927 cuando a Fidencio se le indicó en una supuesta revelación que debía ayudar a sus hermanos.

Pronto su fama se propagaría por todo México.

Sus seguidores comenzaron a llamarle “Niño Fidencio” como referencia directa al Niño Jesús, que es Dios.

Sus seguidores creen que antes de morir dejó dicho a sus discípulos que de ultratumba se comunicaría con ellos a través de médiums (espiritistas).

Y los que se dicen beneficiarios de esta comunicación con el muerto Fidencio se hacen llamar “cajitas”.

  

San Juan Soldado

Juan Castillo Morales era un soldado de Tijuana, Baja California que fue sentenciado a muerte, acusado de homicidio.

Nunca reclamó ningún tipo de derecho.

La señora a la que le habían matado a su niña mencionó que Juan Castillo no era el culpable, y constantemente le llevó flores al lugar donde lo fusilaron.

Con el tiempo la gente comenzó a pedirle milagros y su fama fue creciendo. Su historia se remonta a los años 40.

  

Jesús Malverde

Se le llama el “santo de los narcotraficantes”.

La leyenda dice que nació el 24 de diciembre de 1870, en Sinaloa. Su nombre fue Jesús Juárez Mazo.

Debe su sobrenombre a su mala reputación y a la costumbre de camuflarse con hojas de plátano para robar ganado.

De esta conjugación nació el nombre de Mal-verde.

Su figura se da en la época del porfiriato. Muere el 3 de mayo de 1909.

Se dice que un 85 por ciento de los narcotraficantes pide su intercesión.

  

EN LA ESENCIA DE UNA DEVOCIÓN…

Nunca debe existir entre los Cristianos Católicos la creencia de alcanzar bendiciones para cosas malas, eso  nunca pasará, o se hace el bien o se hace el mal, no se puede servir a dos señores (Mt 6,24).

Nunca se alcanzan bendiciones para el mal, porque el que bendice es Dios mismo, de Él procede toda bendición y protección.

Recordemos que al enemigo también se le ha permitido obrar grandes cosas para confundir al pueblo de Dios.

El pueblo fiel del Señor, que vive según su querer puede estar tranquilo y seguir considerando y confiando en las devociones pues entran en el plan de Dios.
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Pero quien se dedica al mal, tendría que olvidarse de todo esto, antes bien, que reconsidere, pues está estregando su alma al diablo.

Fuentes:



Gloria Nancy Rivera Ospina
Escrito por Gloria Nancy Rivera Ospina

De Colombia, ex Carmelita y dedicada a la evangelización

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