Categories
A San Francisco de Asís ARTÍCULOS DESTACADOS FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Movil NOTICIAS Noticias 2022 - enero - diciembre notorio Para Pedir Perdón

Cómo Borrar tus Pecados mediante el Perdón de Asís [¿qué es lo que tienes que hacer?]

Quienes califican para que se les borre los pecados, a donde tienen que ir, como deben hacer.  

Cada año, desde el mediodía del 1° de agosto a medianoche del día 2, se celebra el Perdón de Asís, que es también llamado la Indulgencia de la Porciúncula.

Se trata de una indulgencia plenaria por los pecados, que se puede obtener para uno mismo, o para una persona en el purgatorio.

Todos los fieles que visiten una iglesia franciscana en cualquier lugar del mundo en ese lapso, obtendrán la indulgencia con las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y la oración por las intenciones del Santo Padre.

Esta indulgencia viene del siglo XIII y fue lograda por San Francisco de Asís pidiéndole directamente a Jesucristo en una aparición.

Toda la historia de la aprobación del Perdón de Asís, tuvo varias intervenciones de Jesús y Su Madre, quienes se encargaron de ablandar el corazón del Papa, ante un pedido de una indulgencia permanente, para una congregación, y sin un esfuerzo grande del penitente.

Aquí relataremos la historia sobre cómo San Francisco pidió a Jesús y a la Virgen María la Indulgencia, las condiciones que el Señor le puso, su gestión ante el Papa para su proclamación y los varios sucesos sobrenaturales que ocurrieron a su alrededor.

En una noche de Julio del año 1216, un pequeño fraile oraba fervientemente en su pequeña cueva del bosque, implorando a Dios todopoderoso que tuviese misericordia de los pobres pecadores, recordando las palabras del Señor, «a menos que hagan penitencia, todos perecerán». 

Se llamaba Francisco, tenía 34 años, y ya era conocido y amado por miles de personas.

Entonces se le apareció un ángel que le ordenó que bajara a su iglesia predilecta, Santa María de los Ángeles, también conocida como la Porciúncula, o sea pequeña porción.

Esa pequeña capilla había sido erigida por ermitaños alrededor del año 360, quienes habrían llevado al lugar reliquias de la tumba de la Virgen María. 

Luego pasó a poder de san Benito en el 516, conociéndose como Nuestra Señora de los Ángeles, porque ahí se oía el canto de los ángeles con frecuencia.

Fue entregada alrededor del año 1212 a San Francisco, por el abad benedictino del Monte Subasio, con la condición de hacer de ella la iglesia madre de su familia religiosa. 

Mientras los franciscanos entregaron a los benedictinos un reconocimiento anual de una canasta de pescado.

Cuando Francisco la recibió estaba en malas condiciones y la restauró con sus propias manos. 

Lo mismo que había hecho antes con la pequeña iglesia de San Damiano, donde escuchó a Jesús que le dijo desde un ícono, «reconstruye mi Iglesia».

Como la iglesia de San Damiano se encontraba muy deteriorada, el santo entendió que el Señor quería que la reparara y se lanzó a la reparación.

Y más tarde comprendió que el Señor le llamaba para servir de instrumento para renovar la Iglesia.

En la iglesia de la Porciúncula San Francisco oyó la llamada de Jesús para que llevara una vida de absoluta pobreza.

Allí fundó la orden de hermanos menores, y se convirtió en el hogar de San Francisco y de sus primeros discípulos. 

En 1211 recibió a Santa Clara de Asís y la dedicó al Señor.

Y allí Francisco murió el sábado el 3 de octubre de 1226.

Francisco estaba en oración y contemplación en la Porciúncula en julio de 1216, cuando de improviso la capilla se llenó de luz y vio sobre el altar a Cristo revestido de luz y a la derecha a Su Madre, rodeados de una multitud de Ángeles.

Con el rostro en tierra Francisco adoró al Señor en silencio.

Y Él le preguntó qué deseaba para la salvación de las almas y Francisco contestó,

«Santísimo Padre, aunque yo soy un pobre pecador te ruego que a todos los que, arrepentidos de sus pecados y confesados, vengan a visitar esta iglesia, les concedas un amplio y generoso perdón, con una completa remisión de todas las culpas».

Y viendo que el Señor se mantenía en silencio, Francisco se dirigió con un confiado amor a María y le suplicó,

«Te ruego a Ti, Santísima Madre, abogada de la raza humana, que intercedas conmigo, por esta petición». 

Entonces Jesús miró a María y Francisco se alegró al ver que Ella sonreía a su Divino Hijo, como si dijera: «por favor, concédele a Francisco lo que te pide, porque esa petición me hace feliz a Mi».

Entonces Jesús le dijo,

«Lo que pides, hermano Francisco, es grande, pero de mayores cosas eres digno, y mayores tendrás.

Por lo tanto accedo a tu petición, pero con la condición de que pidas de Mi parte a Mi vicario en la Tierra esta indulgencia».

Y la visión se desvaneció dejando a Francisco llorando de alegría, con profundo agradecimiento.

Temprano por la mañana, Francisco salió con el Hermano Maceo a la cercana ciudad de Perugia, donde se encontraba el nuevo Papa, Honorio III. 

Cuando llegó el turno para hablar con el Papa, Francisco se dirigió con gran humildad,

«Su Santidad, unos años atrás reparé una pequeña Iglesia en honor a la Santísima Virgen. 

Le suplico que conceda recibir indulgencias allí, pero sin tener que dar ninguna ofrenda», Francisco pensaba en los pobres.

El Papa le replicó «¿de cuantos años quieres que sea esta indulgencia?»

Y Francisco respondió que no pensaba en años sino en almas.

«Yo deseo que todo el que entre en ella, habiéndose arrepentido sinceramente, confesado y habiendo recibido la absolución, que se le borren todos los pecados y las penas temporales de ellos en este mundo y en el purgatorio, desde el día de su Bautismo hasta la hora en que entren en esa iglesia»

Impresionado por la firme y sincera petición, el Papa dijo,

«Estas pidiendo algo muy grande Francisco, no es la costumbre de la Corte Romana conceder ese tipo de indulgencia».

Pero en ese momento el Papa recordó que su predecesor Inocencio III, estaba convencido que Cristo se le aparecía a Francisco y lo guiaba de manera especial.

Entonces Honorio III declaró «es mi deseo que se te sea concedida tu petición». 

Pero los cardenales presentes protestaron porque esta indulgencia debilitaría las cruzadas. 

Le exigieron que la cancelara o por lo menos que la restringiera.

Y el Papa dijo, «te concedo esta indulgencia perpetuamente, pero solo en un día cada año, desde las vísperas del día anterior hasta las vísperas del siguiente día».

Francisco entonces se levantó y comenzó a salir después de agradecer. 

Pero el Papa le llamó, «¿Adónde vas? No tienes garantía sobre esta indulgencia». 

Francisco se volvió hacia él y le dijo, «Santo Padre su Palabra es suficiente para mí, si esta es la obra de Dios, es Él quien hará su obra manifiesta. No necesito ningún otro documento. 

La Santísima Virgen María habrá de ser la garantía, Cristo el notario, y los ángeles los testigos».

Y ahí Francisco escuchó del Señor, «Francisco quiero que sepas que esta indulgencia, que ha sido concedida a ti en la Tierra, ha sido confirmada en el cielo».

Sin embargo, corría el tiempo y Honorio no formalizaba la autorización.

Francisco entonces tuvo grandes tentaciones y se arrojó sobre una zarza quedando ensangrentado, y fue ahí que unos ángeles le pidieron que fuera a la iglesia porque le aguardaban Cristo y su Madre.

Y el Señor le dijo, «por mi madre te otorgo que sea el día en que mi apóstol Pedro vio milagrosamente caer sus cadenas», o sea el primero de agosto.

Y le agregó,

«Ve a Roma, notifica Mi mandamiento a Mi Vicario, llévale como testimonio las rosas que has visto brotar en la zarza y Yo moveré su corazón».

Y fue así que el Papa recibió de nuevo a Francisco y escribió a los obispos circunvecinos de la Porciúncula, citándoles para que se reunieran en Asís el primer día de Agosto, a fin de promulgar la indulgencia solemnemente.

Ese día Francisco explicó las indulgencias obtenidas perpetuamente, ante una multitud de personas reunidas.

Los obispos se indignaron porque no creían que fuese la intención del Papa promulgar el indulto perpetuamente.

Se subió al palco el obispo de Asís resuelto a proclamarlo por diez años solamente.

Pero en vez de esto repitió involuntariamente las mismas palabras que Francisco había pronunciado.

Y uno tras de otro, subieron al palco pensando corregir al anterior, pero milagrosamente reprodujeron lo que había dicho Francisco.

Y luego la Virgen Santísima se le apareció al Beato Conrado de Ofida, envuelta en un rayo de luz, con el niño Jesús en sus brazos, en la puerta de la Porciúncula. 

Y vio cómo el niño bendecía a todos los peregrinos que entraban en la capilla para adquirir el perdón de los pecados.

Hoy la pequeña Porciúncula de San Francisco se encuentra dentro de la gran Basílica Santa María de los Ángeles en la llanura de Asís, en Perugia, Italia. 

Y actualmente se obtienen indulgencias plenarias para uno mismo o para un difunto, desde el mediodía del 1° de agosto a la medianoche del día siguiente, visitando una iglesia franciscana.

Las condiciones son que se rece el Credo, se confiese y se comulgue, y se rece un Padrenuestro, Avemaría y Gloria por las intenciones del Santo Padre.

Estas condiciones pueden cumplirse unos días antes o después, pero conviene que la comunión y la oración por el Papa se realicen en el día en que se gana la Indulgencia.

Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la historia milagrosa del surgimiento de la indulgencia de la Porciúncula o Perdón de Asís, que actualmente está vigente en cualquier iglesia franciscana entre el 1 y 2 de agosto, en las condiciones que expresamos.

Y me gustaría preguntarte si tu has ido alguna vez a recibir el Perdón de Asís, y si es algo conocido y promocionado en el lugar donde tu vives.

MIRA ESTOS VIDEOS

LEE ESTOS ARTÍCULOS

Indulgencia de la Porciúncula, el Perdón de Asís, Italia https://forosdelavirgen.org/indulgencia-de-la-porciuncula-italia-1-y-2-de-agosto/

Un Recorrido por Santa María de los Ángeles [con la Porciúncula adentro] https://forosdelavirgen.org/santa-maria-de-los-angeles-en-la-porciuncula-italia-2-de-agosto/

Biografía de San Francisco de Asís https://forosdelavirgen.org/biografia-de-san-francisco-de-asis-4-de-octubre/

La Cruz de San Damiano que Habló a Francisco de Asís https://forosdelavirgen.org/la-cruz-de-san-damian-que-hablo-a-francisco-de-asis/

Categories
A San Francisco de Asís DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena a San Francisco de Asís

BENDICIÓN DE SAN FRANCISCO

El Señor te bendiga y te guarde. + El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti. + Vuelva el Señor su rostro hacia ti y te conceda la paz. + El Señor bendiga + este su siervo.

De la estampa de donde está tomada la bendición se puede leer la siguiente exhortación sobre la misma:
«Con este bendición acostumbraba el Santo Padre bendecir a todos, y con ella bendijo a fray León, su compañero, molestado por las tentaciones, librándole de ellas. Se exhorta a todos a llevar consigo esta bendición, porque se sabe por experiencia que es maravillosísima contra los demonios, tentaciones, asechanzas de enemigos, tempestades, incendios, muertes repentinas, y contra otros males y peligros.
El original de esta bendición, escrita de propia mano de N.S.P.S Francisco se conserva en la iglesia de Asís».

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Bienaventurado Padre San Francisco, dirigid compasiva mirada desde el excelso trono de vuestra gloria y rogad por vuestro pueblo; por este pueblo que habéis escogido para que en todo tiempo sirva delante de Vos en el ministerio del Señor. Así sea.

DÍA PRIMERO

Admirable Padre San Francisco, ángel de paz y heraldo del Rey de reyes, que con vuestras virtudes sois una de las mayores glorias de la Iglesia, obtenedme por vuestras llagas y por vuestras grandezas, las virtudes propias de mi estado y la gracia que os pido, si es la voluntad de Dios.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SEGUNDO

Glorioso Padre San Francisco, Arca de santidad y fundador de la Orden Seráfica, por lo cual sois aclamado grandioso Padre de ingentes multitudes en vuestras tres Ordenes de Menores, de religiosas franciscanas y de terciarios, alcanzadme el menosprecio del mundo y el deseo de las cosas celestiales. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA TERCERO

Seráfico Padre San Francisco devotísimo de la Reina de los cielos, de la que recibisteis inefables bondades y la proclamasteis Patrona de vuestras obras, obtenedme la filial devoción a la Inmaculada Virgen María en tanto grado como es la voluntad de Dios.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA CUARTO

Santísimo Padre San Francisco, imitador del Hijo de Dios y copia exacta de Jesús, que por los copiosos dones de gracia que habéis recibido y por vuestra semejanza al Divino Redentor sois llamado Nuevo Cristo, haced que imite vuestros ejemplos para copiar más exactamente a Jesús, divino modelo de los predestinados.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA QUINTO

Pacientísimo Padre San Francisco, serafín abrasado y amante de la cruz, que fuisteis favorecido por Jesús con la impresión de las sagradas llagas en vuestro cuerpo, alcanzadme que lleve incesantemente la cruz y haga frutos dignos de penitencia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SEXTO

Maravilloso Padre San Francisco, modelo de la perfección, que ocupáis en el cielo el lugar más elevado que perdió el más alto de los ángeles caídos, velad por vuestros hijos y devotos y haced que obtengan siempre las misericordias del Señor con vuestra amable bendición.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SÉPTIMO

Taumaturgo Padre San Francisco, que obráis grandiosas maravillas en favor de los que se acogen a vuestro patrocinio y es vuestra eficacísima protección, lograd que se cumplan en mi las promesas hechas a vuestros hijos, de que ninguno se condenaría vistiendo dignamente el hábito, sino que obtendría la misericordia arrepintiéndose de sus pecados.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA OCTAVO

Devotísimo Padre San Francisco, que sois «el santo más amante del Sagrado Corazón de Jesús, la víctima más identificada con El y el alma que se ofrece continuamente a la Justicia divina para obtener en El y por El misericordia para los pecadores y amor y gracia para las almas religiosas», acrecentad en mi el perfecto amor de Dios y del prójimo.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA NOVENO

Poderosísimo Padre San Francisco, auxilio de los que os invocan, que por querer de Dios libráis del Purgatorio las almas de vuestros hijos y lográis su entrada en el paraíso, hacedme verdadero hijo vuestro, para que merezca siempre vuestra valiosísima protección.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN FINAL

Perfeccionad, Padre Seráfico, la viña que vuestras manos han plantado y escuchad las súplicas de vuestros hijos.
Padre mío San Francisco, rogad y bendecid a vuestros hijos y devotos. Amén.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
A San Francisco de Asís DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones a San Francisco de Asís

EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS

Esta bella oración de San Francisco es conocida por varios nombres: Cántico de las Criaturas, Alabanzas de las Criaturas e Himno de la Hermana Muerte. Fue escrito en romance umbro (la tierra del santo) y se lo considera el primer poema en la lengua italiana. Se lo celebró como «el más bello trozo de poesía religiosa después de los Evangelios» y «la expresión más completa y lírica del alma y de la espiritualidad de Francisco». La fecha de su composición es el otoño de 1225, posiblemente en San Damián. La estrofa sobre el perdón la redactó con ocasión de una controversia entre el Podestá de Asís, primera autoridad de la ciudad, y el Obispo, reconciliándolos. Y la última, sobre la hermana muerte, la compuso en octubre de 1226.

Las circunstancias físicas en que se hallaba el Pequeñuelo obvian los comentarios y provocan las conclusiones: desangrado por los estigmas, casi ciego, enfermo del hígado, desnutrido y afiebrado. Por el contrario, su vida interior estaba en la mejor salud. Dios había querido recordar a los hombres la pasión de su Hijo a través del cuerpo del Pequeñuelo y, como sólo desde la cruz se preludia la alegría de la Pascua, a la hora de cantar el «aleluya». Ninguno mejor que Francisco.

Lo cantó por todos, por ti y por mí; por los hombres y los astros; por las criaturas y las plantas; por toda esta naturaleza que Cristo reconcilió y pacificó en su cruz. Francisco interpretó el silencioso canto que toda la creación le tributa a Dios, y la silenciosa melodía que Dios canta en la creación. Y lo hizo porque ocupaba el último lugar, y así pudo ser el primero. Porque era el más humilde de los siervos, y esto le permitió comprender como nadie la grandeza de su Señor.

Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.

Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.

Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.

 

SALUDO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS A LA VIRGEN MARÍA

¡Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios,
María, virgen convertida en templo,
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
consagrada por El con su santísimo
Hijo amado y el Espíritu Santo Paráclito;
que tuvo y tiene toda la plenitud de la gracia
y todo bien!

¡Salve, palacio de Dios!
¡Salve, tabernáculo de Dios!
¡Salve, casa de Dios!
¡Salve, vestidura de Dios!
¡Salve, esclava de Dios!
¡Salve, Madre de Dios!
¡Salve también todas vosotras,
santas virtudes, que, por la gracia
e iluminación del Espíritu Santo
sois infundidas en los corazones
de los fieles para hacerlos,
de infieles, fieles a Dios!

 

ORACION POR LA PAZ

Señor,
hazme un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde hay error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo la luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Señor, que no me empeñe tanto
en ser consolado como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender,
en ser amado, como en amar;
porque dando se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
muriendo se resucita a la vida .
Amén.

 

ORACIÓN EN HONOR A LAS LLAGAS

Gloriosísimo Protector y Padre mío, San Francisco, a vos acudo, implorando vuestra poderosa intercesión, para entender el amor que Dios Nuestro Señor os manifestó al martirizar vuestra carne y vuestro espíritu. Vuestras llagas son cinco focos de caridad divina; cinco lenguas que me recuerdan las misericordias de Jesucristo; cinco fuentes de gracia celestiales que el Creador os confió para que las distribuyeseis entre vuestros devotos.

¡Oh Santo amabilísimo!, pedid por mí a Jesús crucificado una chispa del fuego que ardía en vuestra alma aquel día dichoso en que recibisteis la seráfica crucifixión, a fin de que, recordando vuestros privilegios sobrenaturales, imite vuestros ejemplos y siga vuestras enseñanzas, viviendo y muriendo amando a Dios sobre todas las cosas.

Rezar 5 padrenuestros, avemarías y glorias en honor de las cinco llagas de San Francisco.

Concluir con la oración final:
Seráfico Padre mío San Francisco, pobre y desconocido de todos, y, por esto, engrandecido y favorecido de Dios. Porque os veo tan rico en tesoros divinos, vengo a pediros limosna. Dádmela generoso, por amor al buen Jesús y a nuestra Madre, la Inmaculada Virgen María, y por el voto que hicisteis de dar por su amor todo lo que se os pidiese. Por amor de Dios os ruego que me obtengáis dolor de mis pecados, la humildad y el amor a vuestra pasión; conformidad con la voluntad de Dios, prosperidad para la Iglesia y para el Papa, exaltación de la fe, confusión de la herejía y de los infieles, conversión de los pecadores, perseverancia de los justos y eterno descanso de las almas del Purgatorio. Os lo pido por amor de Dios. Así sea.

 

ORACIÓN DE JUAN PABLO II

Esta oración fue pronunciada con gran fervor por Juan Pablo II el 17 de septiembre de 1993 con ocasión de su visita al santuario franciscano de la La Verna (monte Alvernia), lugar donde en 1224 recibió Francisco los estigmas de la Pasión de Cristo. Poco después y en medio de terribles dolores escribió el célebre Cántico de las criaturas.

Oh San Francisco,
que recibiste los estigmas en La Verna,
el mundo tiene nostalgia de ti
como icono de Jesús crucificado.

Tiene necesidad de tu corazón
abierto a Dios y al hombre,
de tus pies descalzos y heridos,
y de tus manos traspasadas e implorantes.

Tiene nostalgia de tu voz débil,
pero fuerte por el poder del Evangelio.

Ayuda, Francisco, a los hombres de hoy
a reconocer el mal del pecado
y a buscar su purificación en la penitencia.

Ayúdalos a liberarse también
de las estructuras de pecado,
que oprimen a la sociedad actual.

Reaviva en la conciencia de los gobernantes
la urgencia de la paz
en las naciones y entre los pueblos.
Infunde en los jóvenes tu lozanía de vida,
capaz de contrastar las insidias
de las múltiples culturas de muerte.

A los ofendidos por cualquier tipo de maldad
concédeles, Francisco,
tu alegría de saber perdonar.

A todos los crucificados por el sufrimiento,
el hambre y la guerra,
ábreles de nuevo las puertas de la esperanza.
Amén.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: