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De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Por los Enfermos

Oraciones de Sanación Interior y Física a la vez

Oración corta de Sanación Espiritual y Física: Sáname Señor
 

 

 

 

 

 

 

ORACIÓN CORTA DE SANACIÓN ESPIRITUAL Y FÍSICA

Sáname Señor 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo  
Señor, escúchame … 
Señor, úngeme con Tu Espíritu Divino… 
Inflama mi corazón con el fuego de tu amor….. 
Inunda mi ser con tu presencia majestuosa….. 
Atiende por favor la llamada de mi alma …… 
Señor, perdóname todas mis ofensas…… 
purifícame y cúrame de todos mis resentimientos…… 
que pude haber contraído en mi ignorancia…….. 
Perdóname por todas las veces que te he desdeñado….. 
cuando he pecado y no he sentido ningún remordimiento…….. 
Dígnate en llenarme del regalo del perdón…… 
para que en este momento pueda perdonar a toda la gente que me 
ha ofendido, y que le pueda enviar mi amor a ellos…….. 
y para que ellos me perdonen también……. 
Señor…… cura las heridas que yo mismo me he causado por falta de perdón y 
de comprensión de mis hermanos……. 
Sáname Señor…… 
Purifica mi alma…. de modo que pueda sentir que no  tengo ningún resentimiento contra ninguna persona…. o contra mí…… o en contra Tuya…… 
Lléname con Tu Paz…… 
Satura mi ser con Tu Amor Divino, para deshacer las paredes del orgullo y del egoísmo……. 
Enséñame a amarte a Ti y a los demás…. como nunca he amado antes…….. 
Transfórmame en un sol de Amor Eterno……. para encender todos los corazones con los rayos tiernos del amor……. 
Sáname Señor……. 
Lléname con Tu Luz……. 
Lléname con Tu Amor…… 
Lléname con Tu Paz…… 
Amen………

Señor Jesús, vengo humildemente ante tu cuerpo crucificado, allí donde tu recibiste todas las consecuencias de nuestro pecado, nuestras enfermedades, nuestras debilidades y la muerte.

Señor Jesús, en tu santo nombre humildemente imploro tu misericordia y te pido por los méritos de tu pasión, agonía y muerte, y por los méritos de las penas del Inmaculado corazón de María, que me sanes, que sanes a N.N., no tengas en cuenta muestro pecado, sino la fe de tu Iglesia. 

Señor Jesús, tu eres el mismo ayer, hoy y siempre, en tu santo nombre te pido, que pases con tu mano santa sanando mis dolencias, ungiéndome con tu espíritu, tu conoces mi problema, sáname Señor Jesús. Sana a N.N.

Señor Jesús, tu eres el Dios que nos sanas, hoy me despojo de mi enfermedad y te la entrego a ti en tu santo nombre , para que dispongas de acuerdo a tu misericordia, que no sea mi voluntad, sino la tuya, haz tu trabajo Señor para la gloria de tu Santo Nombre.

Sáname Señor Jesús por el poder de tu nombre , sáname Señor por los méritos de tus santas heridas, sáname Señor por los méritos de tu preciosa sangre derramada por nuestros pecados, sáname Señor. Sana a N.N.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Pongo toda mi confianza en ti, porque tu tienes todo el poder de sanarme, porque eres nuestro Dios misericordioso con caridad inigualable, porque me amas y hoy haz traído la salvación a mi casa. 
Gracias Señor Jesús por tu santo nombre , gracias Señor Jesús, gracias Señor Jesús. Gracias Virgen María por tu intercesión. Gracias Señor Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.


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De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Por los Enfermos

Oraciones de Curación

Son varias Oraciones por los Enfermos, por la Sanación de los Recuerdos, Oración del Perdón, Sanación de la propia Imagen, Sanación por la Familia.

 

 

 

 

ORACION POR LOS ENFERMOS del Padre Emiliano Tardif

Únete con fe a esta oración
depositando tu vida entera en las manos de Jesús.

Señor Jesús,
creemos que estás vivo y resucitado.
Creemos que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar
y en cada uno de nosotros.

Te alabamos y te adoramos,
por venir hasta nosotros
como pan vivo bajado del cielo.

Tú eres la plenitud de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.

Hoy queremos presentarte a todos los enfermos,
porque para Ti no hay distancia
ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y Tú los conoces.

Ahora, Señor, te pedimos
que tengas compasión de ellos,
para que todos reconozcan que Tú estás vivo
en tu Iglesia hoy;
y que se renueve su fe y su confianza en Ti;
te lo suplicamos, Jesús.

Ten compasión de los que sufren en su cuerpo,
de los que sufren en su corazón
y de los que sufren en su alma
que están orando y oyendo los testimonios
de lo que Tú estás haciendo
por tu Espíritu renovador
en el mundo entero.

Ten compasión de ellos, Señor.
Desde ahora te lo pedimos.
Bendícelos a todos
y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud,
que su fe crezca
y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor,
para que también ellos sean testigos
de tu poder y de tu compasión.

Te lo pedimos, Jesús,
por el poder de tus santas llagas,
por tu santa cruz y por tu preciosa sangre.
Sánalos, Señor.
Sánalos en su cuerpo,
sánalos en su corazón,
sánalos en su alma.
Dales vida y vida en abundancia.

Te lo pedimos por intercesión
de María Santísima, tu madre,
la Virgen de los Dolores,
quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar
tus santas llagas
y que nos diste por madre.

Tú nos has revelado
que ya has tomado sobre Ti
todas nuestras dolencias
y por tus santas llagas hemos sido curados.

Hoy, Señor,
te presentamos en fe a todos los enfermos
que nos han pedido oración
y te pedimos que los alivies en su enfermedad
y que les dés la salud.

Te pedimos por la gloria del Padre del cielo,
que sanes a los enfermos
que van a leer esta oración.

Haz que crezcan en la fe,
en la esperanza,
y que reciban la salud para gloria de tu Nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más
en los corazones,
a través de los signos y prodigios de tu amor.

Todo esto te lo pedimos Jesús,
porque Tú eres Jesús,
Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas
de tu rebaño.
Estamos tan seguros de tu amor,
que aún antes de conocer el resultado
de nuestra oración en fe, te decimos:
gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer
en cada uno de ellos.

Gracias por los enfermos
que Tú estás sanando ahora,
que Tú estás visitando con tu misericordia.
Gracias, Jesús,
por lo que Tú vas a hacer.

Lo depositamos en tus manos desde hoy
y te pedimos que lo sumerjas en tus santas llagas.
Que lo cubras con tu sangre divina,
y que a través de este mensaje
tu corazón de Buen Pastor hable a los corazones
de tantos enfermos que van a leerlo.
¡Gloria y alabanza a Ti, Señor!

 

ORACIÓN POR LOS ENFERMOS del padre Emiliano Tardif

Emitida en Radio 5 de RNE

Señor, Tú eres el buen pastor y Tú has dicho:
«vengan a mí todos los que están cansados y cargados
y Yo los aliviaré».

Venimos a ti con todos los enfermos de esta parroquia
que están unidos con nosotros,
te lo suplicamos Jesús, bendícelos a todos,
pon tu mano de buen pastor sobre cada uno de ellos
y por los méritos de tu pasión
comienza a sanarlos de su enfermedad;
si es tu santa voluntad
sabemos Jesús que Tú puedes sanarlos;
y te lo pedimos en fe,
no mires nuestros pecados
sino la fe de tu Iglesia
y por el poder de tus Llagas gloriosas,
por tu santa Cruz y por tu preciosa Sangre
comienza a sanar a muchos de ellos Señor.

Y a los que Tú no vas a sanar hoy
porque en tu plan providencial,
Tú tienes algo distinto para ellos,
te pedimos que les des fortaleza
para que nunca se desesperen
y que sepan ofrecer sus sufrimientos
uniéndolos a tus sufrimientos en la Cruz
para darle un valor de redención.

Pero estamos tan seguros de tu presencia viva
en medio de nosotros Señor que,
aun antes de conocer el resultado de nuestra oración
en fe te decimos gracias
por todo lo que estás haciendo ahora
por nuestros enfermos.

Y todo esto te lo pedimos por intercesión
de nuestra Madre la Virgen Santísima;
y te damos gracias por lo que Tú
vas a seguir haciendo por ellos.

 

ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS POR UN ENFERMO

Dulcísimo Jesús, que dijisteis:
«Yo soy la Resurrección y la Vida»,
que recibiendo y llevando en Vos nuestras enfermedades,
curabas las dolencias de cuantos se te acercaban;
a Ti acudo para implorar de tu Divino Corazón
a favor de los enfermos,
suplicándote por intercesión de tu Santísima Madre,
la bienaventurada siempre Virgen María,
salud de los enfermos,
quieras aliviar y sanar en la presente enfermedad
a tu siervo …….. ,
si es conveniente para su bien espiritual y el de mi alma.

Señor Jesús, que al funcionario real que te decía:
«Venid, Señor, antes que mi hijo muera»,
le respondisteis: «Vete, tu hijo vive».
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que al ciego de Jericó,
que sentado junto al camino te decía en alta voz:
«Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí»,
le respondiste: «Recupera tu vista, tu fe te ha salvado»,
y al momento vio.
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que diciendo: «Quiero, sé limpio»,
limpiaste al leproso, que te decía suplicante:
«Señor, si quieres puedes limpiarme».
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído del demonio,
hablando luego con admiración
a las turbas el que antes era mudo.
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que sanaste al enfermo
que llevaba treinta y ocho años de su enfermedad,
junto a la piscina de las ovejas, diciéndole:
«Levántate, toma tu camilla y anda» y anduvo.
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que delante del hijo muerto de la viuda de Naím,
enternecido, dijiste a la madre:
«No llores»; y tocando el féretro, añadiste:
«Joven, a ti te digo, levántate»;
entregándolo luego vivo a su madre.
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que dijisteis:
«Bienaventurados los que lloran
porque ellos serán consolados».
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que dijisteis:
«En verdad, en verdad te digo,
que todo cuanto pidieras al Padre,
en mi Nombre, os lo dará».
Sánalo, Señor.

Omnipotente y sempiterno Dios,
eterna salud de los que creen,
escúchanos en bien de tus siervos enfermos,
por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia;
a fin de que recobrada la salud,
te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias.
Por Cristo Nuestro Señor.
Así sea.

 

ORACION POR LOS ENFERMOS DE CUERPO ENTERO

Jesús sabemos que tú estás presente
en el santísimo sacramento del altar
con tu cuerpo, sangre, alma y divinidad.

Bendito y adorado sea el sacratísimo
Corazón Eucarístico de Jesús.

-Te alabamos y bendecimos
quisiste tener una mamá para que te diera
su cuerpo y su sangre
para que tú la derramaras por nosotros.
Gracias Jesús.

-Y como María
queremos abandonarnos a tu voluntad,
para que en tus manos de alfarero divino
reconviertas nuestra vasija en una obra de arte
para ti.

-Aquí estoy Jesús tal y como soy,
tal vez humillado, tal vez perseguido,
incomprendido, calumniado, alegre, triste, enfermo,
sea como sea mi estado te digo
“Señor hágase en mí según tu Palabra”
Tú eres Cristo Jesús Salvador de mi historia
Presente, pasada y futura,
ven a caminar por ellas y bendícelas.

-Tú curaste a los leprosos,
cura mi lepra espiritual,
producida por mi pecado,
pecado de soberbia, debilidad o ignorancia, arrogancia
que fueron los que originaron en mi enfermedad.
Clávalos Cruz y unge mis heridas con tu bendita sangre.

-Tú que abriste los oídos a los sordos,
cura y libérame del espíritu de ceguera
que no me permite verte
para poder alabarte y bendecirte,
ni me permite ver las necesidades de mis hermanos.

-Tú que sanaste a los epilépticos y a los mudos,
libérame de los espíritus de epilepsia y mudez
que me impiden expresarme y transmitir tu palabra
con sabiduría, prudencia, claridad, afecto y firmeza.

-Tú que hiciste caminar a los paralíticos,
libérame del espíritu de parálisis
que me impiden moverme
y me dejan postrado largo tiempo
haciéndome perder la alegría
y no sé donde debo ir para cumplir tu voluntad,
y no me dejan caminar para evangelizar.

-Tú que resucitaste a los muertos,
resucita las áreas de mi vida
y de mi historia que están marchitas,
agonizantes o muertas.
Resucita mi matrimonio, mi trabajo,
mis relaciones familiares,
con mis hermanos de grupo,
resucita mi corazón que murió al amor,
o a mis sentimientos que mataron,
o dejaron herido y no puedo amar más.

-Tú que liberaste a los poseídos por el espíritu del mal,
libérame de toda influencia maligna,
a mi persona, a mi familia, a mi entorno,
y cólmame de tu espíritu santo
para que rotas las cadenas que me atan
pueda reflejar tu gloria a través de tu obra.

-Tú Señor que sanaste a tus discípulos del miedo
que los mantenía encerrados,
libérame de toda clase de miedos, al agua,
a la gente, a las multitudes,
a Dios, a las alturas, a la enfermedad,
al dolor, a la muerte,
a la soledad a los lugares cerrados.
Libérame a mí y toda mi familia.

-Señor tú que abriste el Mar Rojo,
ábreme los caminos en mi trabajo,
en mis decisiones,
en las dudas que me atormentan,
en la oscuridad de mi camino de fe.
Libérame a mí y a toda mi familia.

-Tú que entregaste la bendición a Abrahán, Jacob e Isaac,
bendice hoy a toda mi generación Señor.
A todos mis antepasados,
a las generaciones presentes y futuras.
Libéranos de los odios, muertes,
suicidios, enfermedades mentales,
cualquier tipo de brujerías, magia negra,
tarot, ciencias ocultas,
maldiciones, etc. y de todo aquello
que pudiera estar atado
y que me estuviera produciendo
un continuo sufrimiento,
desesperación, depresión etc.

-Yo renuncio en nombre de Jesucristo
a todos los caminos del mal,
negatividad y falta de amor.
Te pedimos que nos liberes del espíritu de blasfemia
que tuvieron mis antepasados
y que aún me salpican a mí
y a mis generaciones futuras.

-Te pido Señor que traigas a mi mente
cualquier actitud negativa arraigada profundamente
de dolor odio, remordimiento,
desgracia, suicidio, alcoholismo,
malos tratos, o cualquier tipo de vicio.
Te pedimos que sean sanadas y liberadas
por el misterio de tu presencia Real en la eucaristía.
Gracias Señor.
Envíanos a tus santos ángeles y arcángeles
para que nos guíen a lo largo del camino
a mí y a mi familia.
Amén

 

ORACION DE SANACIÓN DE RECUERDOS del Padre Emiliano Tardif

Como todos estamos enfermos por heridas en nuestro pasado, a continuación hacemos una oración de curación interior para que el Señor sane el corazón de los que reconozcan necesitarlo.

Padre de bondad, Padre de amor,
te bendigo, te alabo y te doy gracias
porque por amor nos diste a Jesús.

Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu
comprendemos que él es la luz,
la verdad y el buen pastor,
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.

Hoy, Padre, quiero presentarte a este hijo(a).
Tú lo(a) conoces por su nombre.
Te lo(a) presento, Señor,
para que Tú pongas tus ojos de Padre amoroso
en su vida.

Tú conoces su corazón y conoces las heridas
de su historia.
Tú conoces todo lo que él ha querido hacer
y no ha hecho.
Conoces también lo que hizo o le hicieron
lastimándolo.
Tú conoces sus limitaciones, errores y su pecado.
Conoces los traumas y complejos de su vida.

Hoy, Padre,
te pedimos que por el amor que le tienes
a tu Hijo, Jesucristo,
derrames tu Santo Espíritu sobre este hermano(a)
para que el calor de tu amor sanador,
penetre en lo más íntimo de su corazón.

Tú que Sanas los corazones destrozados
y vendas las heridas
sana a este hermano, Padre.
Entra en ese corazón, Señor Jesús,
como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos llenos de miedo.

Tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste:
«paz a vosotros».
Entra en este corazón y dale tu paz.
Llénalo de amor.
Sabemos que el amor echa fuera el temor.
Pasa por su vida y sana su corazón.

Sabemos, Señor,
que Tú lo haces siempre que te lo pedimos,
y te lo estamos pidiendo con María,
nuestra madre,
la que estaba en las bodas de Caná
cuando no había vino
y Tú respondiste a su deseo,
transformando el agua en vino.

Cambia su corazón y dale un corazón generoso,
un corazón afable, un corazón bondadoso,
dale un corazón nuevo.
Haz brotar, Señor, en este hermano(a)
los frutos de tu presencia.

Dale el fruto de tu Espíritu que es el amor,
la paz y la alegría.
Haz que venga sobre él
el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que él pueda saborear y buscar a Dios
cada día viviendo sin complejos
ni traumas junto a su esposo(a),
junto a su familia, junto a sus hermanos.

Te doy gracias, Padre,
por lo que estás haciendo hoy en su vida.
Te damos gracias de todo corazón
porque Tú nos sanas,
porque tu nos liberas,
porque Tú rompes las cadenas
y nos das la libertad.

Gracias, Señor,
porque somos templos de tu Espíritu
y ese templo no se puede destruir
porque es la Casa de Dios.

Te damos gracias, Señor, por la fe.
Gracias por el amor
que has puesto en nuestros corazones.

iQué grande eres Señor!
Bendito y alabado seas, Señor.

 

ORACIÓN DE PERDÓN del Padre Roberto De Grandis

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar
a todos los que me han ofendido en mi vida.
Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar.
Te doy gracias porque Tú me amas
y deseas mi felicidad más que yo mismo.
Señor Jesucristo,
hoy quiero perdonarme por todos mis pecados,
faltas y todo lo que es malo en mí
y todo lo que pienso que es malo.

Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo,
usando tablas de uija, horóscopos,
sesiones, adivinos, amuletos,
tomando tu nombre en vano, no adorándote;
por herir a mis padres, emborracharme,
usando droga, por pecados contra la pureza,
por adulterio, aborto, robar, mentir.
Me perdono de verdad.

Señor, quiero que me sanes de cualquier ira,
amargura y resentimiento hacia Ti,
por las veces que sentí que Tú mandaste
la muerte a mi familia, enfermedad,
dolor de corazón, dificultades financieras
o lo que yo pensé que eran castigos.
¡Perdóname, Jesús, Sáname!

Señor, perdono a mi madre
por las veces que me hirió,
se resintió conmigo,
estuvo furiosa conmigo, me castigó,
prefirió a mis hermanos y hermanas a mí,
me dijo que era tonto, feo, estúpido
o que le había costado mucho dinero a la familia,
o cuando me dijo que no era deseado,
que fui un accidente,
una equivocación o no era lo que quería.

Perdono a mi padre por cualquier falta de apoyo,
falta de amor, o de afecto, falta de atención,
de tiempo, o de compañía,
por beber, por mal comportamiento,
especialmente con mi madre y los otros hijos,
por sus castigos severos,
por desertar, por estar lejos de casa,
por divorciarse de mi madre,
por no serle fiel.

Señor, perdono a mis hermanos y hermanas
que me rechazaron,
dijeron mentiras de mí, me odiaron,
estaban resentidos contra mí,
competían conmigo por el amor de mis padres;
me hirieron físicamente
o me hicieron la vida desagradable de algún modo.
Les perdono, Señor.

Señor, perdono a mi cónyuge por su falta de amor,
de afecto, de consideración, de apoyo,
por su falta de comunicación, por tensión, faltas,
dolores o aquellos otros actos o palabras
que me han herido o perturbado.

Señor, perdono a mis hijos por su falta de respeto,
obediencia, falta de amor, de atención, de apoyo,
de comprensión, por sus malos hábitos,
por cualquier mala acción que me puede perturbar.

Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos, tías y primos,
que hayan interferido en la familia
y hayan causado confusión,
o que hayan enfrentado a mis padres.

Señor, perdono a mis parientes políticos,
especialmente a mi suegra, mi suegro,
perdono a mis cuñados y cuñadas.

Señor, hoy te pido especialmente la gracia
de perdonar a mis yernos y nueras,
y otros parientes por matrimonio,
que tratan a mis hijos sin amor.

Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo
que son desagradables o me hacen la vida imposible.
Por aquellos que me cargan con su trabajo,
cotillean de mí, no cooperan conmigo,
intentan quitarme el trabajo.
Les perdono hoy.

También necesito perdonar a mis vecinos, Señor.
Por el ruido que hacen, por molestar,
por no tener sus perros atados
y dejar que pasen a mi jardín,
por no tener la basura bien recogida
y tener el vecindario desordenado; les perdono.

Ahora perdono a mi párroco y los sacerdotes,
a mi congregación y mi iglesia
por su falta de apoyo, mezquindad, falta de amistad,
malos sermones,
por no apoyarme como debieran,
por no usarme en un puesto de responsabilidad,
por no invitarme a ayudar en puestos mayores
y por cualquier otra herida que me hayan hecho;
les perdono hoy.

Señor, perdono a todos los profesionales
que me hayan herido
en cualquier forma, médicos, enfermeras, abogados,
policías, trabajadores de hospitales.
Por cualquier cosa que me hicieron;
les perdono sinceramente hoy.

Señor, perdono a mi jefe por no pagarme lo suficiente,
por no apreciarme, por no ser amable o razonable conmigo,
por estar furioso o no ser dialogante,
por no promocionarme,
y por no alabarme por mi trabajo.

Señor, perdono a mis profesores y formadores del pasado
así como a los actuales; a los que me castigaron,
humillaron, insultaron, me trataron injustamente,
se rieron de mí, me llamaron tonto o estúpido,
me hicieron quedar castigado después del colegio.

Señor, perdono a mis amigos que me han decepcionado,
han perdido contacto conmigo, no me apoyan,
no estaban disponibles cuando necesitaba ayuda,
les presté dinero y no me lo devolvieron, me criticaron.

Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar
a esa persona que más me ha herido en mi vida.

Pido perdonar a mi peor enemigo, l
a persona que más me cuesta perdonar
o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría.

Gracias Jesús, porque me estás liberando
del mal de no perdonar
y pido perdón a todos aquellos
a los que yo también he ofendido.

Gracias, Señor, por el amor que llega a través de mí
hasta ellos.
Amén.

 

ORACION DE SANACIÓN DE LA PROPIA IMAGEN del Padre Robert de Grandis

Padre, en nombre de Jesús,
nos dirigimos a Ti para que toques
a cada uno de estos hermanos
y les des una buena imagen de sí mismos
y una verdadera autoestima en Cristo Jesús.

Señor, ellos pueden que se sientan indignos,
inapropiados o inferiores;
quizás se sientan feos, tímidos,
patosos o que no hacen nada bien.

A lo mejor les llamaron apodos que no les gustaron,
e incluso de adultos pueden sentirse inseguros
y no amados.

Señor Jesús, llévate sus sentimientos de fracaso,
de vergüenza, decepción, culpabilidad o timidez.

Te pedimos que los liberes de toda fuerza negativa
que les ha mantenido en la esclavitud
y les ha apartado de vivir una vida abundante y victoriosa.

Amado Señor, hazles saber cuánto les amas
y que ellos son la niña de tus ojos.

Nos dirigimos a Ti,
para que sepan que Tú has muerto en la cruz,
no solo por sus pecados,
sino también por sus profundas heridas emocionales
y sus recuerdos dolorosos.

Te rogamos, Señor, que sanes todo lo herido
y roto que haya en ellos.

Ayúdales a amarse a sí mismos, a aceptar tu perdón,
a perdonarse a sí mismos y perdonar a otros.

Señor Jesús, llena los vacíos de sus vidas.
Y dales el amor
y la seguridad que pueden no haber recibido.
Dales un atrevimiento santo, confianza
y nuevas energías
para que puedan hacer todas las cosas a través tuyo.

Señor, dales una buena imagen de sí mismos.
Y que puedan verse como Tú les ves:
especiales, dignos y perdonados,
para que cada uno de ellos llegue a ser la persona
que Tú creaste y quieres que sea.
En el precioso nombre de JESÚS.
Amén.

 

ORACION DE SANACIÓN POR LA FAMILIA

¡Señor Jesús! Hoy venimos a Ti,
en nombre de cada una de las personas de nuestra familia.
Tú, en tus designios de amor por cada uno de nosotros,
nos has colocado en ella
y nos has vinculado
a cada una de las personas que la componen.

En primer lugar, te queremos dar gracias de todo corazón
por cada uno de los miembros de mi familia,
por todo el amor que he recibido tuyo a través de el/os
y te queremos alabar
y glorificar porque nos has colocado en ella.

A través de la familia y en la familia,
tú nos has dado la vida y has querido para nosotros
que formemos un núcleo de amor.

Hoy, Señor, queremos que Tú pases con tu sanación
por cada uno de nosotros y realices tu obra de amor
en cada uno de nosotros.

Y antes de nada, Señor,
queremos pedirte perdón por todas las faltas de amor
que hayamos tenido en casa,
por todas nuestras indelicadezas,
por todas nuestras faltas de comprensión,
por no ser a veces cauces de tu amor para ellos.

En primer lugar, Jesús,
te pedimos que entres en el corazón de cada uno
y toques aquellas experiencias de nuestra vida
que necesiten ser sanadas.

Tú nos conoces mucho mejor que nosotros mismos;
por lo tanto, llena con tu amor
todos los rincones de nuestro corazón.

Donde quiera que encuentres – el niño herido -,
tócalo, consuélalo y pónlo en libertad.

Vuelve a recorrer nuestra vida,
la vida de cada uno de nosotros,
desde el principio,
desde el mismo momento de nuestra concepción.

Purifica las líneas hereditarias y
líbranos de aquellas cosas que puedan haber ejercido
una influencia negativa en aquel momento.

Bendícenos mientras íbamos formándonos
en el vientre de nuestra madre
y quita todas las trabas que puedan haber dificultado,
durante los meses de gestación,
nuestro desarrollo en plenitud.

Danos un profundo deseo de querer nacer
y sana cualquier trauma tanto físico como emocional
que pudiera habernos dañado durante nuestro nacimiento.

¡Gracias, Señor!, por estar ahí presente
para recibimos a cada uno de nosotros en tus brazos
en el momento mismo de nuestro nacimiento,
para darnos la bienvenida a la tierra
y asegurarnos que Tú
nunca nos faltarías ni nos abandonarías.

Jesús, te pedimos que rodees nuestra infancia con tu luz
y que toques aquellos recuerdos que nos impiden ser libres.

Si lo que más necesitamos cada uno fue más cariño maternal,
mándanos a tu Madre, la Virgen María,
para que nos dé lo que nos falta.

Pídele que nos abrace a cada uno,
que nos arrulle a cada uno,
que nos cuente cuentos
y llene el vacío que necesita el calor
y el consuelo que sólo una madre puede dar.

Quizá «el niño interior» siente la falta del amor del padre.
Señor Jesús, déjanos gritar con libertad,
con todo nuestro ser:
«¡Abba!, ¡papá! ¡Papaito!.

Si necesitábamos alguno de nosotros más cariño paternal
y la seguridad de que nos deseaban,
y nos amaban de verdad,
te pedimos que nos levantes
y nos hagas sentir la fuerza de tus brazos protectores.

Renueva nuestra confianza
y danos el valor que necesitamos
para hacer frente a las adversidades de la vida,
porque sabemos, Padre nuestro,
que tu amor nos levantará
y nos ayudará si tropezamos y caemos.

Recorre nuestra vida, Señor,
y consuélanos cuando otros nos trataban mal.

Sana las heridas de los encuentros que nos dejaron asustado,
que nos hicieron entrar en nosotros mismos
y levantar barreras de defensa ante la gente.

Si alguno de nosotros se ha sentido solo,
abandonado y rechazado por la humanidad,
concédenos por medio de tu amor que lo sana todo,
un nuevo sentido del valor de cada uno como persona.

¡Oh Jesús, nos presentamos en este día ante ti,
toda la familia y te pedimos que sanes nuestras relaciones,
que sean unas relaciones llenas de cariño,
de comprensión y de ternura
y que nuestra familia se parezca a la tuya.

Te pedimos, por intercesión de tu Madre, la Reina de la Paz,
que nuestros hogares sean lugares de paz, de armonía
y donde realmente experimentemos tu presencia.
¡Gracias, Señor!

 

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A Nuestra Señora Salud de los Enfermos De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Por los Enfermos

Oraciones a Nuestra Señora de la Salud

ORACIÓN DE JUAN PABLO II A NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD 

Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.

Madre misericordiosa, con fe nos volvemos a Ti.
Obtennos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro “sí”,
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien
más grande.

Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar
sean para nosotros y para nuestros seres queridos,
prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,
para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado
encontremos la abundancia de la misericordia de Dios
y la alegría de una comunión más plena con los hermanos,
primicia de la alegría sin fin del Cielo. Amén!

Juan Pablo II

 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA, SALUD DE LOS ENFERMOS

María, Madre amadísima, te invoco confiadamente como salud de los enfermos.

Eres Madre de bondad, especialmente para quienes están bendecidos con la Cruz, en particular la enfermedad.

Humildemente te pido esta gracia

(Mencione el favor que desea).

Madre del Perpetuo Socorro, te ruego que presentes mi petición a tu Divino Hijo. No será rechazada si te dignas rogar por mí, porque tu intercesión es poderosa ante Dios. Con la confianza de un niño, me abandono a la santa voluntad de Dios. El cuidará de mis deseos.

Madre de Misericordia, yo te amo; en ti pongo mi confianza. Por tus manos ofrezco a Dios todos los sacrificios que haya de soportar con todo el amor de mi corazón.

Que todas mis penas se conviertan en un acto de amor a Dios, de reparación por mis pecados, y mérito por la salvación de las almas, en particular la mía.

Enséñame a tener paciencia y conformidad con la voluntad de Dios, imitándote a ti, Madre Dolorosa.

V. Ruega por nosotros, Señora Nuestra, salud de los enfermos.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

0remos: Te rogamos, Señor Dios nuestro, que nos bendigas a nosotros tus siervos, con salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, Salud de los enfermos, seamos libres de las tristezas presentes y disfrutemos de las alegrías eternas.

Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén.


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A Nuestra Señora Salud de los Enfermos De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Por los Enfermos

Novena a Nuestra Señora de la Salud de los Enfermos

La advocación se celebra el 24 de agosto y su novena comienza el 15.

Acepta, dulcísima María, Salud de los enfermos, los obsequios y alabanzas que te tributamos durante esta novena que ofrecemos, a mayor gloria de Dios y honra tuya.

Dígnate recibirlos, María querida, en prueba de nuestro amor y devoción.  En retornos de estas muestras de filial afecto, mira con esos tus ojos de compasión y dulzura a tus hijos más queridos, los enfermos, a fin de que al influjo de tu mirada, revivan en cuerpo y alma, y te alaben y bendigan en unión nuestra, en todos los instantes de su vida. Así Sea.

ORACIÓN INICIAL

Con el saludo de Gabriel, nos acercamos a ti, Reina y madre nuestra. “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”, dispón nuestros corazones para que recibamos tus gracias.

Hoy Madre te presentamos nuestras ofrendas y nuestras miserias.

Ruega por nosotros, pecadores. Ruega al Padre por todos. Por los que estamos aquí y por los que se han apartado de tu amor. Por los que desconocen y olvidan; por todos, porque todos somos hijos tuyos.

Ruega por nosotros siempre, ahora y en la hora de nuestra muerte.

DIA PRIMERO

MADRE DE CRISTO, RUEGA POR NOSOTROS

¡Oh, María! Todas las generaciones te proclaman bienaventurada. Creíste a la voz del ángel, y en ti se cumplieron todas las maravillas. Prestaste fe a la encarnación del Hijo de Dios; entonces despuntó el día más feliz de la historia de la humanidad.

La fe es un don de Dios y fuente de todo bien.

Aviva ¡oh, Madre!, en nosotros esa fe firme que salva y se traduce en obras.

Que sepamos meditar como tú, las palabras de tu Hijo, para llevarlas a la vida en medio de nuestros hermanos.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos de los enfermos. Rogad por nosotros. Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA SEGUNDO

MADRE DE LA IGLESIA, RUEGA POR NOSOTROS

Después de subir al Cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén, todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con María, la Madre de Jesús. Qué asamblea más hermosa, todos juntos en oración con María, esperando la venida del Espíritu Santo. Qué bello nacimiento de la Iglesia.

Recojámonos también nosotros en oración, con María y pidamos que nos dé esa fe y esa fuerza que impulsó a los apóstoles, para que, en medio de las dificultades, no desfallezcamos; y llevemos además la misión que cada uno tenemos encomendada en nuestra vida.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA TERCERO

MADRE DE LA DIVINA GRACIA, RUEGA POR NOSOTROS

Gracias, Jesús, por habernos dado por Madre a María. Gracias, Madre, por aceptarnos a todos por hijos sobre el Calvario.

¡Oh, María!, todo lo puedes ante Dios, y quieres lo mejor para tus hijos, aunque por nuestras ingratitudes y olvidos, no merecemos tu ayuda. Bien sabes, Madre, lo mucho que te necesitamos.

Vuestra misión estaba unida a la de Jesús, que vino a salvar lo que estaba perdido. Por eso hoy acudimos a ti, Madre de la divina gracia, para que derrames sobre nosotros las gracias que más necesitamos para ser fieles servidores de tu Hijo.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos Rogad por nosotros. Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA CUARTO

MADRE PODEROSA, RUEGA POR NOSOTROS

El Señor otorgó a María el poder y la gracia, por ello es depositaria de todas las La historia nos presenta cómo María ama y protege a sus Hijos; con la multitud de gracias y favores que derrama constantemente sobre nosotros.

¡María!, ven en ayuda

nuestra. Líbranos de todo mal, para que así logremos alcanzar, después de esta vida, la corona prometida para quienes han combatido contra el mal y han mantenido la fe.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros. Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA QUINTO

VIRGEN DIGNA DE ALABANZA, RUEGA POR NOSOTROS

Hoy nos dirigimos a ti, Virgen María para alabarte por tus grandezas, para proclamar tus maravillas y para agradecerte los favores y desvelos a favor nuestro.

Todas las generaciones te proclaman bienaventurada. Eres obra del amor de Dios. Eres Madre de todos los creyentes. Te felicitamos con las palabras del ángel:

“Salve llena de gracia, el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres.”

Hacia tu trono, Madre, se dirigen nuestros ojos y nuestro corazón llenos de ternura para alabarte como reina y para pedirte como Madre que vuelvas tus ojos hacía tus hijos que invocan tus favores y ponen en ti su esperanza

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros. Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA SEXTO

VIRGEN PRUDENTE, RUEGA POR NOSOTROS

Consideramos hoy en María la virtud de la prudencia, revestida de una profunda humildad. Tenemos como ejemplo el episodio de las bodas de Caná; con qué delicadeza presenta a su Hijo el problema de los novios: “no tienen vino”. María se hace cargo del apuro de los novios, y a pesar de la respuesta de Jesús aparentemente desinteresada,”¡Mujer!, ¿ a ti y a mi qué?. Todavía no ha llegado mi hora “. María no se rinde, sabe que su Hijo puede salvar la situación y dice a los criados: “ Haced lo que Él os diga”.

Qué fe y que seguridad la de María en el poder de Jesús.

Tú, Señor que nos diste a María como modelo de creyentes, concédenos caminar con ella alegres en el seguimiento de Cristo y que sepamos responder fielmente a nuestra vocación cristiana.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros. Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA SEPTIMO

VIRGEN FIEL, RUEGA POR NOSOTROS

María, fiel a sus propias convicciones, no habla, obra y actúa el . La vida de María es fidelidad y compromiso a ese sí dado, y lo lleva adelante en silenciosa y constante laboriosidad.

María peregrina por el camino de la fe, con fidelidad y perseverancia. Nosotros, también peregrinos, tenemos el camino ya trazado ante nosotros, con señales de lo permitido y lo prohibido; el modo de hacer el camino ya depende de nosotros; si nos salimos, si nos paramos o nos saltamos las señales, todo depende de nuestra fidelidad a los principios, a nuestro sí. Pedimos hoy a María que nos ayude a ser fieles y perseverantes en nuestra vocación.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL
Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exentogoce la eterna alegría. Amén

DIA OCTAVO

CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA, RUEGA POR NOSOTROS

Nuestra devoción a la Virgen debemos cimentarla en el amor y en la alegría, porque ella es nuestra Madre, no porque nos sintamos obligados a amarla; lo mismo que a nuestra madre natural; la amamos porque sentimos amor, no por obligación. El amor brota instintivamente de nuestro interior, sin esfuerzo. De nuestra Madre natural decimos. Es mi Madre, porque nos ha dado la vida natural. María nos ha engendrado a Cristo a una vida sobrenatural.

Las cruces se hacen pesadas cuando las arrastramos de mala gana, y se tornan ligeras cuando las llevamos con alegría.

Ayúdanos, Madre, a hacer alegre nuestra vida y a compartir la alegría con los demás.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros. Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén

DIA NOVENO

SALUD DE LOS ENFERMOS, RUEGA POR NOSOTROS.

Desde las más antiguas inscripciones marianas es constante la invocación a la Virgen bajo el título de Salud de los enfermos. La comunidad eclesial está llamada a sentir y vivir la presencia de los enfermos como testimonios vivos dentro de sí sabiendo recoger la lección del que sufre en el cuerpo y en el espíritu como una experiencia que difícilmente sabe vivir el que no ha aprendido a sufrir. Cuánto dolor y sufrimiento dentro de nuestras comunidades y de nuestras familias. Enfermos que pasan las noches, interminables para ellos, esperando el amanecer, y pasan el día con la ilusión de poder descansar durante la noche.

¡Ayúdalos, oh, Madre!. En esos momentos difíciles, para que no renieguen de su estado ni de su fe, sino que se sientan corredentores en la obra de tu Hijo a favor suyo y de toda la Humanidad.

INVOCACIONES

Oh María, Salud de los enfermos. Rogad por nosotros Ave María (tres veces)

ORACIÓN FINAL

Tu que del triste mortal Eres Salud y esperanza de tu Hijo Virgen alcanza la curación de mi mal y si este bien temporal no conviene al alma mía dame paciencia ¡Oh María, hasta que llegue el momento en que de males exento goce la eterna alegría. Amén.

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De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Por los Enfermos Via Crucis

Vía Crucis del Enfermo

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

LECTOR: Nos encontramos hoy reunidos para reflexionar juntos la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús, poniendo frente a nosotros la realidad sufriente de los rostros de las personas enfermas que actualmente cargan con su pena camino de la cruz. Iniciemos pues, este camino con el firme propósito de retomar la enseñanza que nos dejó Jesús de compasión y ayuda por los enfermos, para que una vez comprometidos, seamos portadores de la esperanza en la Resurrección del Señor.

PRIMERA ESTACIÓN. JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

Jesús fue injustamente juzgado y condenado. Yo también he juzgado y condenado injustamente a mis hermanos. Hay muchos que, son juzgados, despreciados por causa de su apariencia, su raza, sus creencias o sus errores.

SITUACIÒN DE VIDA: Un enfermo de sida, yace solitario.

LECTOR: Manuel es un enfermo de SIDA. Está condenado a muerte. Ha experimentado el desprecio y el abandono de sus amigos y hasta de su familia. Lo han juzgado y condenado a una muerte quizá más atroz que la misma enfermedad. En Manuel, Jesús ha sido condenado de nuevo. Hay en torno nuestro muchos hermanos a quienes la sociedad ha condenado. Jesús te espera en cada uno de ellos, en el más próximo, y te pregunta. ¿Tú también me condenas?

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que hemos despreciado a nuestros hermanos por su apariencia, raza, creencia, o errores. Te pedimos valor para aceptar cuando hemos fallado y fuerzas para cambiar. No permitas que sigamos condenando injustamente.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

SEGUNDA ESTACIÓN. JESÚS CARGA CON LA CRUZ

Jesús acepta sin protesta la cruz que le hemos dejado caer sobre las espaldas. ¿Cuántas veces hemos dejado caer nuestras obligaciones? Muchas veces hemos hecho que otros carguen con lo que a nosotros nos toca, cuando somos irresponsables o nos resistimos a hacer algo para dar solución a los problemas que aquejan a nuestra comunidad, nuestra escuela, nuestra familia, nuestro país.

SITUACIÓN DE VIDA: Dos niños que después de trabajar y comprar algunos víveres, preparan algo de comer.

LECTOR: El papá de los dos niños es alcohólico. Esta escena se repite varias veces al mes. La situación es a todas luces injusta. No hay razón para que aquellos niños deban soportar esta carga. En tu colonia/barrio, no muy lejos de tu puerta, vive alguien que carga una cruz demasiado pesada. Puede tratarse de tu propia familia. Puede tratarse de ti mismo. Es Jesús que sigue llevando la pesada carga de la cruz. ¿Qué haces para aligerar la cruz de Cristo?

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que hemos sido nosotros mismos quienes no cumplimos con nuestras obligaciones y dejamos que carguen la cruz los más inocentes. Te pedimos por todas las personas que no han podido reconocer su enfermedad, dales fuerza para no seguir fallando en el cumplimiento de sus obligaciones.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

TERCERA ESTACIÓN. JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

Jesús cae abatido por el peso de la cruz y se levanta para continuar. ¿Cuántas veces oprimimos a quien se ha equivocado, impidiéndole levantarse y rectificar?

SITUACIÓN DE VIDA: Un grupo de jóvenes drogándose.

LECTOR: Miguel Ángel ha sido invitado por algunos amigos a iniciarse en el vicio de la droga. Por primera vez en su vida se ha drogado… él se sentía muy triste, confundido y no sabía lo que hacía, ahora se ha quedado verdaderamente solo, ya nadie le dirige la palabra. Pero, la pregunta es… ¿lo seguirá haciendo? Nosotros podemos estar en situaciones similares. Pero no por haber caído esa primera vez tenemos que seguir soportando algo que no deseamos. Jesús te pregunta, cuando te resulta algo adverso, ¿haces lo posible por seguir en pie?

ORACION: Señor Jesús, no permitas que continuemos caídos, ven en nuestro auxilio para que pidiéndote perdón de corazón y perdonándonos a nosotros mismos, continuemos nuestro camino hacia Ti.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

CUARTA ESTACIÓN. JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

María acompaña a Jesús incluso en su dolor, participa de él, no se hace a un lado. Tantos hermanos nuestros que sufren se han quedado esperándome, y yo no me hago presente: no tengo tiempo, no sé cómo ayudar, cada quien debe preocuparse por lo suyo….y muchas excusas más.

SITUACIÓN DE VIDA: Una joven se encuentra sola sosteniendo a su bebé en los brazos. A su alrededor diversas personas le dan la espalda.

LECTOR: Helena es una madre soltera. Conservar a su hijo le ha valido el rechazo de muchas personas, incluso tuvo que dejar la casa de sus padres. Ella sabía lo que le iba a costar dejar que este niño naciera, y sin embargo, a pesar del dolor que supondría aceptó emprender este camino de dolor junto con su hijo. Aceptar a Cristo puede significar, en ocasiones, compartir con él el dolor. Por eso frecuentemente preferimos rechazarlo, sin querer ver que al final, la alegría será mayor.

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que no hemos apoyado a las mujeres embarazadas en su camino por defender la vida de sus hijos.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

QUINTA ESTACIÓN. SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS

No quería, pero Simón de Cirene aligera la carga de la cruz de Cristo El Cireneo hace suya la cruz de Cristo. ¿En qué ocasiones de nuestra vida podemos decir ¿que dejamos a Cristo solo cargando la cruz?

SITUACIÓN DE VIDA: Un señor accidentado permanece en la cama de un hospital

LECTOR: El señor Manuel ha venido de su pueblo hasta la capital en busca de un trabajo digno, pero en el trayecto sufrió un aparatoso accidente. El se encuentra solo en el hospital, mucha gente pasa sin siquiera mirarle; sin embargo, uno de los parientes que visitan a otros enfermos, se ha percatado de esto y reserva un poco de su tiempo para platicar con Manuel.

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que hemos pasado indiferentes ante el dolor de los demás. Ayúdanos a saber donar nuestro tiempo para aminorar el dolor y sufrimiento de nuestros hermanos enfermos.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

SEXTA ESTACIÓN. LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

El rostro de Jesús se encontraba cubierto de sangre y polvo. La Verónica limpia ese rostro herido y descubre la faz de Cristo. ¿Qué podemos hacer para descubrir el rostro de Cristo tras la apariencia costrosa de los desamparados?

SITUACIÓN DE VIDA: Dos jóvenes voluntarias visitando enfermos.

LECTOR: Tere y Paty son dos chicas estudiantes de la preparatoria que se han anotado en su Parroquia como voluntarias para visitar enfermos. Ellas han descubierto mediante esta labor, que pueden llevar alegría y esperanza al compartir la Buena Nueva de Cristo a nuestros hermanos enfermos.

ORACION: Señor Jesús ayúdanos a comprometernos a llevar Tu Palabra a todos los que no te conocen o que conociéndote se han olvidado de Ti, especialmente a nuestros hermanos enfermos.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

SÉPTIMA ESTACIÓN. JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

¿De qué manera somos nosotros esa piedra que hace tropezar y caer a nuestros hermanos con capacidades diferentes? Caer…. en el pecado, en la tristeza, en la soledad…. en la pobreza….

SITUACIÓN DE VIDA: Un niño con limitaciones físicas, aislado de sus compañeros de clase.

LECTOR: Algunos alumnos se burlan de su compañero por sus limitaciones y no dejan que tenga una libre participación en clase. Siempre se ríen cuando interviene. Cristo te dice: en tu trabajo, en la escuela, en tu casa. ¿Eres tú un estorbo para aquel hermano que tiene que hacer un esfuerzo mayor y no lo dejas en paz?

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que nos hemos burlado de nuestros hermanos con capacidades diferentes. Ayúdanos a aceptar a los demás tal como son y a esforzarnos para apoyarlos.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

OCTAVA ESTACIÓN. JESÚS HABLA A LAS HIJAS DE JERÚSALEN

Cristo, en medio de su dolor, se preocupa por el sufrimiento de las mujeres. ¿Cuántas veces nuestros problemas y dolores nos sirven de pretexto para no dar la mano a los hermanos?

SITUACIÓN DE VIDA: Una anciana sentada en una silla reza su rosario.

LECTOR: Doña Pachita es una viejecita que se ha quedado sola porque ha perdido a todos sus seres queridos, después de la pérdida de un bebé y de su hija, vino la muerte de su marido, con todo esto y a pesar de que se ha visto reducida en sus movimientos por una artritis que muchas veces le hace llorar del dolor, ella ha conservado la fe y la alegría de vivir, ha sabido escuchar a Cristo y se ha identificado con Él, ofreciendo sus sufrimientos por sus pecados y los de los demás.

ORACION: Señor Jesús, ayúdanos a ser fuertes y a identificarnos contigo para que te sigamos en el camino de la cruz y aprendamos a ofrecer nuestros sufrimientos por los demás.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

NOVENA ESTACIÓN. JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Jesús cae y se levanta por tercera vez. ¿Cuántas veces me dejo llevar por la tentación de permanecer caído? ¿Cuántas veces las caídas repetidas me hacen sentirme justificado para no hacer una vez más el esfuerzo por levantarme?

SITUACIÓN DE VIDA: Un joven escribe sentado en un pupitre escolar viendo a escondidas revistas pornográficas y cuando está en su casa se encierra a ver sitios indebidos en el Internet.

LECTOR: Fernando es un adolescente como cualquier otro. Sin embargo su relación con Dios no anda bien. Hace algún tiempo hacía esfuerzos por cumplir como buen cristiano: rezaba, acudía a Misa, cuidaba su comportamiento, se confesaba con regularidad. Al ir pasando el tiempo se ha cansado del esfuerzo. Ya no le parece posible evitar el pecado: Cada vez que puede ve revista pornográficas y entra en sitios indebidos en Internet.. Todo esto le ha llevado a tener un mal manejo de su sexualidad y se ha ido encerrando en sí mismo, se conforma con mostrarse indiferente ante los demás y a los ojos de todos es un muchacho sano. Pero en su interior no es feliz.. A veces debido a la fuerza de la costumbre aceptamos como buena una forma de vida que en realidad no está bien. Llega a parecernos exagerado luchar para mantenernos sin pecado. A Jesús le pareció bueno el precio de su vida para comprarnos la felicidad. ¿Nos parece demasiado un poco de esfuerzo para seguir luchando por ser mejores?

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que nos conformamos con parecer buenos ante los demás sin reconocer que estamos actuando mal cuando los demás no lo notan. ¡No permitas que sigamos cayendo, ayúdanos a levantarnos!

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

DÉCIMA ESTACIÓN. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

A Jesús, que ya lo había perdido todo, le arrebatan también la dignidad. ¿Cuántas veces hemos despojado a los demás de su fama, de su tranquilidad, de sus derechos, de su inocencia, de sus ilusiones….?

SITUACIÓN DE VIDA: Un grupo de jóvenes hablan entre sí, mientras miran de reojo y señalan a otro joven.

LECTOR: Un joven de 20 años cayó paulatinamente en malas amistades que le llevaron a frecuentar antros y luego casas de citas. Acaba de realizarse un examen médico y le han dado la terrible noticia de que está enfermo de sida. Se encuentra solo y desesperado porque tanto sus amigos como su familia le han dado la espalda.

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que no hemos sido fuertes para decirle no a las compañías que nos invitan al mal, no nos dejes caer en la tentación de dejarnos llevar por las falsas alegrías que nos conducen a la ruina.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN. JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Jesús, crucificado, aboga por sus verdugos… ¿Cuántas veces hemos cedido ante el impuso de la venganza?

SITUACIÓN DE VIDA: Una mujer diabética al borde de la muerte por sus complicaciones, sufre en soledad.

LECTOR: Una señora sola y enferma de diabetes, llora por la amargura que le causa la indiferencia de la gente, más ahora que se encuentra tan grave por las complicaciones de su enfermedad. Ella se ha pasado la vida criticando a cuanta persona se le cruzó de frente y ahora vive ese mismo calvario. ¿Cuántas veces matamos con nuestros comentarios y nos seguimos de frente sin medir el daño que hemos causado?

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que hemos criticado y ofendido a los demás, danos el valor para cambiar nuestra actitud y concédenos la gracia para saber acercarnos a pedir perdón.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN. JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Jesús da la vida por sus amigos. ¿Cómo nos defendemos y evitamos dar algo de nosotros a los demás? Dar nuestro tiempo, nuestras cosas, nuestra atención, nuestro cariño. ¿Qué significa dar la vida por Cristo en nuestra situación concreta?

SITUACIÓN DE VIDA: Un hombre mayor sentado en una silla de ruedas contempla un crucifijo.

LECTOR: El padre Salvador es paralítico a causa de un accidente, lo único que es capaz de mover son los músculos de los hombros, el cuello y el rostro. El padre Chava es una persona feliz a pesar de su incapacidad. Desde su silla escucha y consuela a muchas personas. Desde su situación de enfermo el padre Chava enseña el sentido de la vida a muchas personas que lo han perdido. Hay diferencia entre dar la vida y que se la arrebaten a uno. Quien entrega la vida lo hace con paz y su sacrificio da fruto, genera vida para otros. Jesús y el padre Salvador nos dan vida con su entrega: uno clavado en una cruz, el otro a una silla de ruedas.

ORACION: Señor Jesús, ayúdanos a ser fieles a Tu Palabra y que sepamos compartir con nuestros hermanos la dicha de seguirte en el camino a la Cruz.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN. JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

Dios nos da a su único Hijo como salvador, nosotros le devolvemos al Hijo muerto. Dios nos ha dado la vida y todo lo que contiene como un medio para alcanzarlo a él, y nosotros.. . . ¿ Qué le devolvemos….?

SITUACIÓN DE VIDA: Una mujer recostada que ha caído en la depresión.

LECTOR: Una mujer con muchas cualidades se encuentra abatida. Ella comenzó por estar a disgusto con todo y llevarle la contraria a todos, ahora no puede ver ni sus propias cualidades, a todo le encuentra un pero, ha caído en una fuerte depresión y le grita a cuanta persona se le atraviesa en su camino.

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que no hemos confiado en Ti y nos hemos dejado abatir por los problemas, sin querer ver todas las cualidades que nos has dado. Te pedimos muy especialmente por todas las personas que han caído en depresión o neurosis, dales las fuerzas necesarias para que puedan salir de esa situación y sigan su camino de encuentro contigo.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN. JESÚS ES SEPULTADO

Jesús es puesto en el sepulcro. Todos, hasta sus discípulos piensan que está muerto. ¿De qué manera hemos dejado a Jesús sepultado, olvidado? ¿Cómo se manifiesta en nuestras vidas que olvidamos lo que Jesús hizo por nosotros?

SITUACIÓN DE VIDA: Dos jóvenes, el y ella, sentados espalda con espalda y las manos entrelazadas.

LECTOR: Jacinto y Beatriz son dos jóvenes a quienes la vida les ha jugado una mala pasada, o más bien muchas. Han intentado muchas soluciones, y todas han fallado. Ya no pueden más. Hoy esperan que el paso del tren subterráneo acabe de una vez por todas con un par de vidas que no tienen ya otra salida. Cristo resucitado es la verdadera y única solución para el problema de la vida. Hay muchas puertas falsas. El alcohol, las drogas, la diversión por la diversión, y otras; todos constituyen un intento desesperado por encontrar un camino. Si dejamos a Cristo sepultado, cualquier solución que encontremos nos llevará, tarde o temprano a la muerte.

ORACION: Señor Jesús, perdónanos por las veces en que te hemos olvidado y dejado enterrado con tantos pretextos que ponemos en lugar de esforzarnos y buscar soluciones. Ayúdanos a confiarnos en Ti para caminar siempre a Tu lado.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

DÉCIMA QUINTA ESTACIÓN. . . Y AL TERCER DÍA RESUCITÓ

Si Cristo no resucitó, de nada sirve creer. Su muerte sin duda fue un gran sacrificio . . . ¡Y una gran enseñanza de entrega y amor! Por eso es tan difícil creer que algunas veces en que diciendo que somos cristianos, en nuestra vida no se refleja que creemos en la Resurrección. ¿Cómo es que poseyendo la vida eterna me dejo envolver por la muerte? ¿Cómo es que me resisto a pasar por la muerte con el fin de alcanzar la resurrección?

SITUACIÓN DE VIDA: Un grupo de enfermos platica y bromea en una sala de espera de un hospital de especialidades en cancerología.

LECTOR: Las personas en la sala de espera, bromean después de haber terminado de recibir el tratamiento de radiaciones que les prescribió el médico. Y aunque los resultados han sido diferentes y el pronóstico para cada uno depende de muchas cosas, todos se encuentran confiados porque han encontrado en Jesús la fuerza necesaria para enfrentar con valor su enfermedad.

ORACION: Querido Jesús, quisiera caminar contigo afrontando con alegría mi vida y con la esperanza de que un día nos reuniremos con tú Padre. No permitas que me aparte de Tu lado y si un día lo hiciere, mándame llamar para que continúe bajo tu cobijo y amparo.

LECTOR: Te alabamos, Jesús, y te bendecimos.

TODOS: Porque con tu Santa Cruz nos redimiste.

Fuente: Caritas México, Comisión Pastoral de la Salud.

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